El 1 de mayo se instituyó como día de la clase trabajadora, o del trabajo, o algo así. La idea es mostrar que todo cuanto se hace en el mundo, parte del esfuerzo de ti, de aquélla y del otro. Remunerado o no, el trabajo de alguien es el que nos viste, nutre, sana, cuida y nos permite existir. Alguien que penca, está haciendo cosas por ti, lo sepas o no. En resumen: los trabajadores y trabajadoras somos…, lo más grande, y lo celebramos. Aquí, tal vez en paz. Allí, tal vez con sangre. [Seguir leyendo]
Enviado por anonerror (no verificado) en Dom, 29/09/2019 - 22:11
No es un secreto para nadie, mucho menos para la militancia de las propias organizaciones y colectivos libertarios, que hasta hace bien poco el concepto de “formación militante” se había convertido en un batiburrillo de iniciativas de carácter ecléctico donde las “lecturas ideológicas” tenían un papel protagonista.