[EEUU] #PrisonStrike : la violencia es una noticia - la lucha dentro y fuera de las cárceles, una necesidad


Texto de la pancarta: "El dolor de los negros no es un espectáculo"

"Ningún político tiene una solución, porque esto es más grande, más real y más profundo que todos ellos" (Mumia Abu-Jamal).

En la primera mitad de 2016, ciento setenta ciudadanos negros estadounidenses  murieron por disparos de policías en acto de servicio.  Las recientes muertes de Terence Crutcher en Oklahoma  -por "homicidio imprudente", según los tribunales-  y de Keith Lamont Scott en Charlotte (Carolina del Norte) se unen a esta inquietante estadística. Ante esta acumulación de hechos que revelan violencia de Estado racista, la respuesta de la sociedad capitalista USA ha sido la habitual en ella: convertir en negocio las imágenes de la violencia entre la que la vive la gente negra.

Ari Attack, integrante de Black Lives Matter de Indianapolis, denunció esta situación en el editorial del 21 de septiembre de "Face a face", titulado Los medios de comunicación masivos prosperan usando pornográficamente el dolor de los negros :

Siempre que navego por internet, o que leo el New York Times, siempre encuentro algo sobre un hombre negro o una mujer negra o una criatura negra muerta en manos de la policía. Hoy, la lista es tan grande que no se puede llevar. Son ya tantos nombres que cada uno queda como noticia local.  Cuando estudiaba periodismo se decía: "Si sangra, manda". No pensé mucho en ello, simplemente admitía que mi trabajo era sacar historias a la luz. Hoy no estoy tan segura.

Mi problema ante algunos ejemplos no es la historia que cuentan, sino por cómo lo muestran. No se exhibirían así vídeos de dos cadáveres blancos. Los principales medios de comunicación, demasiado ocupados por mostrar cifras de audiencia antes sus inversores, difunden la pena y el luto de los negros; esto es pornografía del dolor, sin respeto ni intimidad para los individuos afectados. Como mujer negra, estoy harta de ver morir ante las cámaras a mis hermanos y hermanas. Por supuesto, alguno de estos vídeos grabados con un teléfono portátil han ayudado a sacar a la luz mucha de la brutalidad policial (también conocida como violencia de Estado). Pero aun así me resulta difícil verlos.

Estoy más que disgustada con la enfermiza tendencia de aumentar audiencias a costa de dos jóvenes negros asesinados. Tristemente, estos medios van a seguir saliéndose con la suya - a menos que pasemos a la acción y tomemos el poder que nos corresponde por justicia. - Además, si estás viendo estos vídeos horribles -especialmente si eres una persona de color que estás contemplando este genocidio-, cuídate.


Rueda de prensa del jefe de policía de Charlotte, rodeado de autoridades locales.

El debate morboso, fomentado por la propia policía, sobre la autorización para la difusión de los vídeos de la muerte de Keith Lamont Scott, forma parte de este contexto de pornografía de la violencia. La posición de la policía no tiene nada que ver con el respeto: las especulaciones oficiales sobre si el vídeo sirve o no sirve para demostrar algo sobre los hechos, niegan la madurez de la opinión pública y parecen querer mantenerla en un vilo virtual que la mantenga sin aterrizar en la calle.

Quizás es cierto que la opinión pública es inmadura en un mundo en el que las redes llamadas sociales se llenan de sartenazos entre bandos, a golpe de vídeos manipulables que para la otra parte siempre son sin dudas manipulados -y de vídeos manipulables que prueban que los vídeos son manipulados-; en un mundo donde hacer chistes rancios por internet es premiado con contratos de multinacionales y en el que la víctima ha de indemnizar a los portales de vídeos para que dejen de hacer negocio con el daño a la imagen de una persona. Pero esa no es la cuestión en una sociedad dominada por el racismo; en su crónica de las manifestaciones de repulsa que están teniendo lugar en Charlotte, 'It's Going Down' señala lo urgente de no dejarse seducir por ese mundo digital:

El monopolio de los medios de comunicación y legitimidad debe ser eliminado. Confiad en las voces negras. Confiad en las personas que estaban allí, que fueron testigos de los hechos. No necesito ver el video, yo no necesito pruebas. Estaba a pocos pies de distancia cuando ocurrió, lo oí y corrí a ver a la gente gritando y llorando y abrazándose.


"¿Por qué nosotros? - La resistencia es hermosa"

Confiar en las voces negras es una forma de pedir confianza en las voces sistematicamente excluidas. 'It's Going Down' recuerda antecedentes importantes de lo ocurrido en Charlotte, de esos que no caben en los formatos digitales de rápida difusión: no sólo que Charlotte fue escenario de otra muerte de un negro a manos de la policía -Jonathan Ferrell - que quedó impune, sino que es un ejemplo clamoroso del recrudecimiento del racismo institucional USA iniciado en tiempos de la administración Reagan.


"Desde que el presidente Reagan intensificó la guerra contra las drogas en 1982,
la población presa en Estados Unidos creció desde 300.000 personas a más de dos millones
en menos de treinta años. La historia de la guerra contra las drogas es también la historia
de la encarcelación en masa de americanos de color".

It's Going Down recuerda que el sistema educativo de Charlotte fue en los setenta un ejemplo de integración, pero que entre 2002 y 2014 se produjo un proceso de vuelta a la segregación, con el resultado de que en la actualidad un tercio de las instituciones educativas del distrito están segregadas por pobreza, y la mitad por raza.

El resultado es una intensificación del aislamiento racial y socioeconómico, e indica que la desigualdad se está extendiendo dentro de la comunidad. Charlotte está experimentando una intensificación del racismo estructural que enlaza con la violencia policial... La creciente tensión tanto a nivel comunitario como nacional contribuyó a la ruptura que tuvo lugar el martes por la noche y que continua durante esta semana. En la noche del miércoles las protestas estaban llenas de energía, cargadas de emoción, de caos. La policía intentó despejar las calles a toda costa - incluso la de una vida humana, Justin Carr, que recibió un disparo en la cabeza a corta distancia.

La tarde comenzó con una manifestación y una vigilia, pero unos pocos cientos de personas rápidamente tomaron las calles, bloquearon los cruces y ocuparon el terreno durante una hora. La marcha no tenía una trayectoria definida y no había servicio de orden, dejando el potencial creativo de los manifestantes en sus propias manos... (En medio de la confusión provocada por la confusión policial) Justin Carr recibió un disparo en la cabeza. El clima emocional se preñó instantáneamente de rabia. Muchas personas estaban llorando y la gente gritaba. "¡Lo mataron, lo hicieron de nuevo!". De nuevo se constata que son los policías, y no los manifestantes, las personas más peligrosas de la zona.

... A partir del miércoles por la noche se declaró el estado de emergencia, y la Guardia Nacional se ha desplegado, subiendo las apuestas y cambiando el tono de manera significativa. El jueves el número de protestas ha aumentado, pero la marcha ha permanecido 'pacífica'. Esta marcha tuvo más organización interna y fue dirigida por el grupo local de Black Lives Matter y el clero de distintas confesiones. Se hicieron paradas a lo largo del camino delante del palacio de justicia, de la estación de policía, y la cárcel. La policía y la Guardia Nacional sostenían sus rifles de asalto, pero no asaltaron a los manifestantes hasta que la policía antidisturbios finalmente se presentó en la I-277 y se agravó la situación por disparos de balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.

"Estamos ante un sistema bien disimulado, porque ningún oficial de policía, acusador del Estado o juez federal aceptará que está tomando decisiones en base a estereotipos racistas, mientras operan en un sistema que hace exactamente eso: 'No le disparé por ser negro, su Señoría'". - "Un sistema permeado por y perpetuador del sesgo racial y del control, en lo que Michelle Alexander llama 'La era de la ceguera hacia el color': 'El tribunal no percibe ninguna violación de la Decimocuarta Enmienda contra la discriminación...'"

Uno de los hechos que no trasciende a los medios de comunicación es que esta violencia y discriminación de signo racial tieien su reflejo en la situación de las cárceles del país. Las estadísticas sobre muertes a manos de la policía o sobre pobreza de la comunidad negra riman violentamente con las que revelan que la mayoría de la población encarcelada es de raza negra o hispana y explotada dentro de las cárceles.


"La tasa de afroamericanos encarcelados es seis veces superior a la de los blancos americanos,
aunque los estudios revelen que las tasas de crímenes relacionados con las drogas son iguales en unos y otros.
Ninguna otra nación en el mundo encarcela a tantos miembros
de sus minorías étnicas o raciales como los Estados Unidos".

En su discurso del día en que el Congo dejó de ser colonia belga, el presidente del gobierno del país, Patrice Lumumba, declaró:

Conocimos el trabajo deslomador que se nos exigía a cambio de salarios miserables. Conocimos la burla, los insultos, los golpes, sometidos mañana, tarde y noche por nuestra condición de negros.  ¿Quién podría olvidar los tiroteos que cobraron tantas víctimas, las celdas en que eran brutalmente alojados aquellos que escapaban de las balas de los soldados que los colonialistas convirtieron en instrumento de su dominación?

De manera sorprendente, estas palabras de Lumumba, referidas a un país que dejaba de ser colonia belga, parecen aplicables más de cincuenta años después a los Estados Unidos de América. Seis meses después de pronunciarlas, Lumumba moría en un golpe de Estado tolerado por la ONU, la misma institución que estos días celebra su aniversario en Estados Unidos mientras la protesta por la violencia racial ocupa las calles. Un luchador contra el sistema de prisiones, Melvin Ray, recuerda desde dentro de una de ellas cómo hoy en las cárceles de Estados Unidos pervive el sistema de la esclavitud o de las plantaciones en colonias de ultramar:

Entendemos que la esclavitud nunca se terminó en este país; lo único que ocurrió fue que la institución cambió de manos. Fueron de los propietarios privados a la propiedad pública. De ser propiedad de un particular, pasamos a ser patrimonio del Estado. Pero el resto de la dinámica es idéntica: las condiciones de vida, el trabajo gratis y todo lo que le acompaña. Reconocemos el espíritu que animó la revuelta en la prisión de Attica, ese espíritu fue una llamada a la resistencia contra la 13ª Enmienda que permite el trabajo esclavo para los condenados a prisión.

Ese espíritu fue una llamada a la resistencia contra el castigo cruel y desmedido, contra castigos inhumanos, usando la gente para obtener beneficios económicos. Así que eso es lo que estamos haciendo, sólo estamos reconociendo lo que se llevó a cabo, reconociendo que, ya sabes, la lucha no se ganó, que ahora seguimos en Attica. En este país Attica se repite por todas partes. Así que queremos que el espíritu de Attica sea adoptado en todo el país, por lo que la gente puede entender que tenemos que luchar por nuestra libertad.

A partir del artículo de la Constitución USA citado por Ray se ha levantado todo un complejo sistema de perpetuación del trabajo esclavo puesto al alcance del Estado y de grandes marcas. Bajo la amenaza de un agravamiento de su condena, los dos millones de presos de Estados Unidos son cautivos de un sistema que les obliga a trabajar sin contraprestaciones. 

Estados Unidos de América albergaba a fecha de octubre de 2013 al 4,4% de las personas de este planeta y al 22% de las que están presas en él, lo que le ha convertido el país con mayor tasa de encarcelamiento. Un dato conocido es el de que se gastan 31.000 dólares al año para mantener encerradas a cada una de estas personas; pero un estudio reciente muestra que si agregan los costes indirectos y de oportunidad que recaen sobre los presos y sus familias y su entorno, el coste total del sistema penitenciario made in usa  asciende a 1,2 billones de dólares en total, un 6% del producto interior. Entonces, teniendo en cuenta que el 60% de los presos lo son a causa de infracciones sin violencia de las leyes de inmigración o de las alarmistas leyes de prohibición de las drogas, puede decirse que el coste de esas leyes es alto. Ese coste que recae sobre la sociedad se convierte en beneficios para grandes empresas, ya que los presos se usan como mano de obra barata o gratuita para grandes y conocidas marcas de la industria yanqui.


Leyes "Jim Crow" de discriminación racial, vigentes entre 1877 y 1965.

Mientras las leyes proclaman la igualdad, el sistema penal permite sostener la esclavitud bajo la apariencia de defensa contra el crimen.


"Del movimiento por los derechos civiles de los setenta a la era de la encarcelación masiva desde 1982 hasta la actualidad".

Estas realidades no pueden acceder facilmente a los medios de comunicación. No sólo porque sus propietarios estén entre quienes se benefician de ella, sino porque el tiempo de la prisión, pero también del trabajo paciente de combatirla, marca ritmos distintos a los del tráfico estimulante de archivos entre los medios digitales. El morbo de un cádaver ensangrentado vende, la experiencia de veinte años de cautiverio e indefensión no se deja encerrar en un clip de consumo inmediato.

Saludos de corazón, queridos camaradas. Mi nombre es Angaza Iman Bahar, y durante las dos últimas décadas me han recluido en las cárceles de las instituciones penitenciarias del estado de Indiana, bajo el nombre de preso Jimmy D. Jones DOC #891782. La experiencia de la cárcel me hizo dejar de ser un criminal del montón, convirtiéndome en un preso activista concienciado, dedicado a luchas por la liberación de todas las personas oprimidas.

Debido a que elegí desempeñar esta tarea, me convertí en el objetivo de encargados de la cárcel que buscan negar mi existencia como ser humano. De manera habitual estoy en las instalaciones de la Unidad de aislamiento, clasificado administrativamente como preso segregado, no por qué haya violado ninguna norma de la prisión, sino porque he escogido alzar la voz contra las injusticias que padece la población encarcelada. Esto me ha hecho ser odiado por los encargados de la prisión, que han dado luz verde a los guardianes para hostigarme y abusar de mí, una tarea para la que muchos de ellos están listos enseguida.

Podéis buscar respuesta a la pregunta sobre por qué hay gente que abusa abiertamente de quienes son humanos como ellos. La simple respuesta es que lo hacen porque pueden. Toda AmériKKKa se ha constituido sobre estos abusos, y su código genético no puede cambiarse facilmente. Los presos son el colectivo más vulnerable en AmériKKKa porque están aislados, y porque sobre ellos recae un estigma que les presenta como indignos de la piedad de la sociedad.

Ante una realidad como esa, los presos vivimos bajo la constante amenaza de la violencia sancionada por el Estado, sobre todo aquellos que, como yo, nos hemos atrevido a denunciar este injusto sistema. Sin embargo, he de resistir y mis cicatrices serán como medallas ganadas en la lucha por un mundo más justo. Uhuru Sana (¡Libertad ya!)

En medio de una situación tan grave, ha sido posible convertir los obstáculos en oportunidades. Activistas de movimientos como el Partido Pantera Negra han tenido que enfrentar desde los años setenta largas condenas por su actividad armada, en muchos casos a causa de juicios amañados o basados en pruebas endebles; pero ellos han sido capaces de convertir su larga reclusión en una ocasión para acumular experiencia y compartirla con otros reclusos, de manera que ahora son referentes en la lucha contra la esclavitud en prisión. Tales son los casos de Albert Woodfox, liberado recientemente después de 44 años encarcelado en aislamiento y de Robert King, que pasó 29 años en aislamiento desde 1973, protagonistas de huelgas de hambre; también del preso en Alabama  Sekou Kambui, condenado a 47 años de prisión y en libertad bajo palabra desde 2014.


Albert Woodfox en febrero de 2016, después de cuarenta años de confinamiento solitario.

Kambui, además de aprender habilidades legales, desarrolló capacidades como organizador que le permitieron organizar paros en las plantaciones cultivadas por presos sometidos a trabajos forzados; él describe cómo su actividad logró bajar la productividad y "destruir la economía basada en el trabajo de los presos". La consecuencia fue una seria reducción del trabajo agrícola dentro de las prisiones durante décadas.  Kambui estudió la pedagogía del oprimido de Paolo Freire y desarrollo programas de educación liberadora en prisión, dando clases allí donde podía: en dormitorios, en salas de estar "juntando dos o tres camas en un dormitorio".


Sekou Kambui

Subraya la importancia de romper las barreras entre la población reclusa:  "Tengo habilidad para comunicarme con todo el mundo: la Nación del Islam, Vice Lords, Bloods, Crips, americanos nativos, negros, blancos, hispanos... Todos nos beneficiamos de trabajar juntos, necesitamos mostrar a la administración que trabajamos juntos constructiva y armoniosamente".

Estas acciones pioneras están en la base de organizaciones dedicadas sistemáticamente al combate contra la esclavitud en prisión, como el Movimiento Alabama Libre - Free Alabama Movement o  el Comité para la Organización de los Trabajadores Encarcelados - Incarcerated Workers Organizing Committe.

Estos grupos, junto con la Cruz Negra Anarquista - Anarchist Black Cross,  han sido capaces de dar un uso positivo a medios como el teléfono portatail o internet; aunque las empresas de comunicación basadas en esas tecnologías no reflejan la voz de los presos, las tecnologías mismas son útiles para la comunicación y coordinación entre reclusos, lo que se ha plasmado en la puesta en marcha el 9 de septiembre de 2016 de la mayor y ya más larga huelga que haya tenido lugar en las prisiones de Estados Unidos, #PrisonStrike. 

Uno de los organizadores, Melvin Frank, reconocía lo importante que ha sido para la huelga la agilidad de las comunicaciones -en un mensaje que consiguió hacer llegar a la calle desde su celda de aislamiento, para su escucha durante las concentraciones de apoyo: 

Toda mi estima para esa gente grande de la calle que ha estado trabajando con nosotros, ayudándonos a poner las cosas en marcha. Gente de la calle en Bay Area, sabéis, ellos han estado haciendo mucho, nos han patrocinado, han vendido nuestros libros y materiales, han estado poniéndonos en conexión con la gente, gente de medios que han hecho que se conozca nuestro mensaje - somos las voces por escuchar de esta nación. Y como por nuestra parte tomamos la iniciativa de usar teléfonos celulares y por parte de algunos se tomó la iniciativa de poner a nuestra disposición sus plataformas y recursos, sabéis, así es como esto se ha hecho posible. Nos han inspirado mucho muchas personas de todo el país, pero no hay duda de que quién levanta el espíritu de este movimiento, y lo hace desde California. Pero únicamente busco mostrar mi reconocimiento hacia los hermanos, hacia los huelguistas de hambre, hacia esos hermanos en celda de aislamiento, que nos muestran, sabéis, podemos todavía tomar iniciativas desde una celda de aislamiento. Sabéis que ahora estoy en celda de aislamiento.  También lo está nuestro cofundador, el hermano Rob Council, Kinetic Justice Amun. También lo están el hermano Dhati Khalid, James Pleasant. Pero estos muros no son lo bastante grandes o fuertes para contener nuestro espíritu, y esto es así porque hay personas dándonos ejemplo por todo el país.

Un dinámico vídeo pretende hacer llegar el mensaje de la huelga a los oídos más ensordecidos por el fragor de las redes sociales:

 


Bloqueo de la academía para empleados de prisiones de Tucson (Arizona), en solidaridad con #PrisonStrike

En un comunicado de 24 de septiembre de 2016, It's Going Down recuerda que al entrar la huelga en su tercera semana se ha convertido ya no sólo en la más grande, sino en la más larga que haya tenido lugar en Estados Unidos; el comunicado, titulado Defiende la huelga, insta a construir su defensa y a organizar las capacidades colectivas en apoyo a las y los huelguistas.

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La huelga contra el trabajo esclavo en prisión se desarrolla en un contexto difícil, un contexto de política de gestos a través de los medios de comunicación que obtura la expresión de las preocupaciones sensatas de la gente. El racismo institucional es algo muy poderoso y voraz, protegido por inercias difíciles de alterar, incluyendo modos de vida poderosos y rentables. La petición de los manifestantes de Charlotte de que todo el dinero invertido en represión pase a gastos sociales parece tan razonable como inaceptable en un marco capitalista.

Mumia Abu Jamal, otro preso por décadas de las cárceles estadounidenses, lo comentaba en 'Teatro del absurdo', un comentario sobre el debate Trump-Clinton:

"Cuando yo era un joven Pantera, un francés —bajo de estatura, calvo y con ojos azules— llegó a visitar a nuestra sede central en Berkeley, California. El jefe de personal del Partido Panteras Negras, David Hilliard, lo saludó brevemente y luego me pidió escoltarlo alrededor de las oficinas para que él pudiera conocer a los demás Panteras.

El francés se llamaba Jean Genet, pero yo no tenía idea de la importancia de esto. David me dio un pequeño volumen titulado The Blacks (Los Negros), con el nombre Jean Genet anotado como el dramaturgo. Consulté la contraportada para saber más.
 
La obra Los Negros se describió como un ejemplo de lo que se llamaba «El teatro del absurdo».
 
Me vino a la mente esa descripción la semana pasada cuando observé los torpes esfuerzos de dos políticos blancos estadounidenses,  Hillary Clinton y Donald Trump, para denigrar al opositor como el racista peor.
 
Eran como un niño y una niña de primaria gritándose en el arenero: ¡Racista! ¡Fanático! ¡No lo soy! ¡Sí lo eres! (sólo faltaba el último insulto: «Tu mama…” pero tal vez esto vendrá.)
 
¿Qué podría ser más ridículo?
 
A decir verdad, los estadounidenses blancos han esculpido y respaldado una estructura de separación total durante siglos.  Hasta la fecha vivimos en dos mundos y dos espacios mentales muy distintos: uno de privilegio y otro de privación.
 
Pero mientras observamos la descomposición del capitalismo en su aspecto despiadado perro come perro, parece que el racismo es sólo una palabra, una cosa, un juguete, para lanzar al aire antes de las elecciones, y olvidar el día después.  Ninguno de los dos políticos tiene una solución porque esto es más grande, más profundo y más real que ambos.
 
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal".
 
La foto del presidente Obama inaugurando un museo antirracista junto a George Bush -"Obama inaugura un museo para entender el dolor de los afroamericanos"-, mientras la gente arriesga la salud y hasta la vida en las calles y en las celdas en lucha contra la brutalidad institucional, ha hecho del comunicado de Mumia algo todavía más pertinente que cuando se emitió hace cinco días.
 
 
 
 
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En ALB se pueden encontrar más noticias en castellano sobre #PrisonStrike; los dibujos que ilustran este artículo proceden del cómic en red de Sofie Luise Dam "Inmates are planning the largest prison strike in US history"
Especial: 
Huelga de presos/as en EEUU
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