Por varios conductos me ha llegado la noticia de la muerte del compañero Liber Forti. Primero fue a través de un correo de Gisela, su compañera en los últimos años de su larga vida, anunciando que “se fue tranquilo” y que, siguiendo su voluntad, “no habrá velatorio y sus restos serán cremados”, y que “tampoco habrá entierro”.