Construir un Pueblo Fuerte para consolidar un México libertario y soberano donde quepan muchos mundos

- Manifiesto Anarco-Comunista -

Un llamado desde el anarquismo organizado y revolucionario a enfrentar la hidra capitalista, a defender la voluntad popular, y a construir Poder Popular al sur del Río Bravo.

“Sólo el pueblo puede salvar al pueblo”. Ricardo Flores Magón

“Una organización es verdaderamente revolucionaria, si se plantea y resuelve adecuadamente el problema del poder”.

FAU, 1972


Eloxochitlán de Flores Magón. Imagen de un reportaje de SubVersiones

Nuestros corazones están listos: ¡Somos un Pueblo fuerte!

Y lxs anarco-comunistas mexicanxs estamos concientes de esto. Somos parte de una fuerza creciente que está construyendo algo nuevo, que está creando y recreando Poder Popular.

Durante el recorrido nacional de la compañera Marichuy con las propuestas del Consejo Indígena de Gobierno (CIG), y del Congreso Nacional Indígena (CNI), se esperaba que no alcanzara las más de 800 mil firmas que exige el estado mexicano para poder registrar una candidatura. Como nos recordó recién el subcomandante Galeno, durante el Conversatorio “Miradas, escuchas, palabras: ¿prohibido pensar?”, celebrado en el Centro Indígena de Capacitación Integral (Cideci)-Universidad de la Tierra, de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, “nuestro cálculo al alza eran cien mil firmas, concentradas en el centro del país”. Sin embargo, el Instituto Nacional Electoral (INE) se vió obligado a validar 266 mil 395 rúbricas a su favor.

¡Definitivamente: somos un chingo!

Pero, a pesar de estos números alentadores, hay camaradxs que se han sentido agüitadxs con estos resultados. Lxs más pesimistas (como es de esperarse) serán captadxs por el coro cacafónico y rancio de lxs nihilistas informalistas y lxs insurreccionalistas inoperantes, que como siempre no proponen nada y critican todo, e insisten en que con este esfuerzo extraordinario sólo se “consolidó el sistema de dominación”.

Lxs camaradas optimistas (pese a cierta decepción) continúan en pie de lucha y nos preguntan: ¿Y ahora qué sigue?

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a través de su vocero el subcomandante Galeano, ha manifestado claramente que la propuesta de candidatura de Marichuy, como representante del CIG y del CNI “no sólo no legitimó al sistema político, sino que lo desnudó y lo mostró tal como es, con más efectividad que un semillero”. Y dejó muy en claro que lo que sigue, no es “Ni reforma ni revolución, sino supervivencia, o sea: resistencia y rebeldía, porque el capital va por todo y no va a permitir Lulas, ni Dilmas, ni Kirchner, ni Correas, ni Evos, ni López Obrador, ni como se llame cualquier cosa que ofrezca un respiro”. Y nos insta a que “No nos dejemos ensordecer por el ruido de que todo se decide el 1 de julio; veamos más lejos”.

Entonces: VEAMOS MÁS LEJOS!

¿Cuál es nuestra posición como libertarixs ante el futuro? ¿Qué sigue?

Lo que sigue compañerxs es la organización de masas. Nuestra necesaria inserción y participación activa en las organizaciones populares sin renunciar a nuestra organización específica (la organización política anarquista que consolide la unidad teórica y la unidad táctica, la acción colectiva y la disciplina, desarrollando la lucha de clases con el objetivo de implantar el Comunismo Libertario). Promoviendo un anarquismo revolucionario que vuelve al Pueblo, a sus barrios, colonias y comunidades. Un anarquismo que nace de ellas, y por eso defiende la voz popular, y lucha porque su palabra sea escuchada, porque sus decisiones se respeten y se lleven a la práctica.

Crear un Pueblo fuerte, crear barrio, crear comunidad, crear sindicato, crear Colectivos Locales de Abastecimiento y Producción y Comités de Defensa Revolucionaria, es crear Poder Popular, es decir, crear soberanía y autodeterminación, es crear Comunismo Libertario.

Pero esto no ocurrirá espontáneamente. Nuestro rol es hacer que las ideas anarco-comunistas se conviertan en ideas guías, en ideas orientadoras, tomándo el "liderazgo de las ideas".

Llevamos más de ochenta años con un régimen inamovible, que únicamente cambia de rostro cada seis años para enriquecer inmoralmente a una nueva camarilla. La Constitución mexicana es un texto inmutable, imposible de cambiar legalmente a favor de la gran mayoría del pueblo explotado.

Es necesaria una nueva constituyente que nos permita profundizar las posibilidades de un futuro diferente para todxs lxs de abajo, con democracia directa, autodeterminación, y soberanía. Los eventos que estamos viviendo a una velocidad vertiginosa en todo México, se nos presentan como una oportunidad histórica que nos permite sacar al pueblo a la calle y poner la lucha de clases sobre el tapete.

Frente a nosotrxs se abren múltiples escenarios posibles. Nuestro triunfo depende del grado de conciencia proletaria que se alcance y de la correlación de fuerzas. El camino ha sido largo y a paso lento. Ese es el paso del caracol que deja huella y ha podido engarzar las resistencias internacionales, desde el Ya Basta de nuestrxs hermanxs zapatistas, las policías comunitarias y las autodefensas en territorio mexicano; la valiente Intifada del pueblo palestino; las okupaciones rebeldes de los Sem Terra (MST) en Brasil; los barrios piqueteros en Argentina, los sindicatos revolucionarios y la esperanza de la insurgencia naxalita en la India; la heroica lucha de nuestrxs compañerxs anarco-comunistas en las Fuerzas Guerrilleras Internacionales y Revolucionarias del Pueblo (IRPGF) en Raqqa, combatiendo al Estado Islámico; los cantones y las comunas confederadas en Rojava (inspiradas en la ecología social libertaria de lxs compañerxs Murray Bookchin y Janeth Biehl); la disidencia insumisa de diferentes células ex FARC en Catatumbo, en el Bajo Cauca Antioqueño, en Tumaco, en Guaviare y otras regiones de Colombia, junto a la inclaudicable firmeza del ELN; el sindicato de inquilinxs y el anarquismo de barrio en Gran Canaria; hasta el papel activo y propositivo del Procés Embat de Cataluña, junto a lxs militantes de la CNT estatal y otros colectivos anarco-comunistas y libertarios, que no han dudado un solo instante que su lugar es con el Pueblo en este momento crucial del independentismo revolucionario.

Como anarco-comunistas hemos aprendido de estas resistencias y de su compromiso con el pueblo. Por eso hemos venido realizando trabajo de base tanto a nivel comunitario como con nuestra presencia y participación activa en las luchas populares desde la defensa de la tierra en Atenco hasta nuestros días. En esta misma dirección hay compañerxs militantes que trabajan desde hace años en Baja California, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sonora, Veracruz y Zacatecas, reafirmando nuestros principios revolucionarios en el acompañamiento solidario de las luchas populares.

Nuestro objetivo es la conformación de un frente popular clasista, la construcción de un movimiento revolucionario de abajo y a la izquierda, donde participen múltiples rebeldías, que produzca y reproduzca un Pueblo Fuerte, capaz de conjuntar esfuerzos y dar pasos firmes hacia la soberanía popular y la Revolución Social. Es imposible hacer política desde la izquierda olvidándonos del pueblo.

Históricamente el anarquismo ha defendido la soberanía popular. La defendió en la Comuna de Paris, en la Revolución Mexicana, en la Revolución Rusa, y en la Revolución Española. Lxs anarquistas somos hijxs del pueblo, como nos recuerda la canción, y nos debemos al pueblo.

Con la candidatura independiente de la compañera Mary Chuy, no tuvimos miedo de las consecuencias, y sin duda nos posicionamos firmemente al respecto. Estamos concientes de que la lucha popular se libra en todos los frentes y que ninguno es despreciable siempre y cuando no se renuncie nunca a la victoria.

Ante la actual coyuntura político-social que está viviendo nuestro México, estamos convencidxs de que este histórico momento reclama la participación de todxs. Nuestra lucha no puede limitarse a las críticas externas de los procesos populares. Hay que enlodarse los zapatos, enteradxs de que las revoluciones no se hacen con guantes blancos.

La disyuntiva (una vez más) es entre el fascismo o el Frente Popular. En enero de 1935, la CNT-FAI en el congreso regional catalán, dejó a un lado su campaña abstencionista. Sin llegar a pedir el voto por el Frente Popular a sus afiliadxs, facilitó la “libertad de acción” para que pudieran votar e impidieran el triunfo de la amenaza fascista “por vía legal”, como diría Abad de Santillán. El propio Joan Peiró no dudaría en admitir que si surgiera un frente electoral de clase contra el fascismo que ahora nos gobierna, yo, por primera vez en mi vida, votaría.” Dos años después, Jaime Balius y Los Amigos de Durruti, rebasarían por la izquierda a la República.

Hoy el sup Galeano nos reitera: “por qué le vamos a decir a alguien vota o no vota. Le tenemos que decir: tienes que organizarte.” Y ciertamente, el EZLN nunca ha llamado a la abstención en las elecciones, sino a organizarse.

Por eso hacemos este llamado a organizarnos. Nosotrxs nos reclamamos de abajo y a la izquierda, por lo que no centramos nuestras esperanzas en las instituciones democráticas del estado, ni en el régimen de partidos, ni en las clases políticas. Sin embargo, concientes de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es un producto de esa clase política, reconocemos (aún con todas las contradicciones de clase presentes en MORENA y la coalición “Juntos haremos historia”) que con su honestidad ha sabido aglutinar a las fuerzas populares más dignas y concientes de nuestro país, indignadas por la corrupción, la impunidad, la violencia del crimen organizado, y la depredación del neoliberalismo, y se presenta como la posibilidad de triunfo de un proyecto muy otro que sitúe a México en el marco de la lucha anti-imperialista latinoamericana.

Sin duda, la fuerza popular que ha logrado este candidato, aunada a la desaprobación y el rechazo que tienen los partidos tradicionales de derecha (PRI-PAN), plantea la posibilidad de que, por primera vez en la historia de México, se ponga en marcha un proyecto considerado por las masas como una opción de izquierda. Pero lo importante de este proceso de acumulación de fuerzas, como nos recuerda el sup Galeano, va más allá de las elecciones mismas. Se centra en las condiciones objetivas y subjetivas del contexto de lucha de clases en que se desarrola el actual proceso electoral, con la total paralización de la economía, con la inflación más alta y el mayor crecimiento de la pobreza extrema en el país, con miles de asesinatos, feminicidios y desaparecidxs, y, un sentimiento de hartazgo generalizado entre todxs lxs oprimidxs.

La clase trabajadora en México ha sido ultrajada miserablemente en los últimos tres sexenios presidenciales, despojándola de todas sus conquistas mediante la privatización sistemática de los sectores estratégicos (electricidad y petróleo) con la reforma energética, la reforma laboral, los recortes presupuestales al sistema de salud, y la reforma educativa.

Frente a estos atropellos se ha consolidado un Pueblo Fuerte en los últimos cinco años, que ha sabido organizarse y movilizarse ante la inseguridad y la violencia del narco-tráfico a travez de las autodefensas de los municipios autónomos y las policías comunitarias; por la defensa de la tierra en Atenco; por el derecho al sistema de “usos y costumbres” de los pueblos indígenas; contra los fraudes electorales de 2006 y 2012; contra los gasolinazos; en defensa del agua y contra los proyectos de muerte (como en Mexicali, donde el pueblo se puso en pie de lucha e impidió la construcción de la cervecería gringa Constellation, que pretendía robar y contaminar el agua); la heroica lucha de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y ahora nuevamente, la lucha contra la construcción del nuevo aeropuerto. Todas estas luchas autogestivas y expontáneas, han rebasado por la izquierda a los sindicatos charros y a los partidos políticos.

Tal escenario, nos brinda la oportunidad a los anarco-comunistas en México de rebasar por la izquierda el proyecto morenista. Las masas de trabajadores, campesinxs e indígenas que actualmente impulsan la victoria electoral de AMLO, han identificado en MORENA una herramienta de lucha capaz de sacar al Prian de Los Pinos, pero también reconocen las contradicciones de clase en su dirección política, y su desinterés en desarrollar un proyecto de país con autodeterminación y soberanía, dispuesto a promover un programa socialista que expulse a los grandes monopolios transnacionales y expropie a las empresas depredadoras, consecuente con los principios de autonomía y democracia directa en beneficio de las masas explotadas.

Nosotrxs nos hemos enseñado a través de las luchas que no basta con ir a las urnas y depositar nuestro voto. No nos dejamos ensordecer por el ruido de que todo se decide el 1 de julio, y vemos más lejos. Sabemos que no podemos limitarnos a sacar al PRI-PAN del gobierno, pero ese tiene que ser nuestro primer paso. Inmediatamente después tendremos que ejercer toda la presión posible hasta hacer estallar la conciliación de clases y poner fin a la lógica de explotación y opresión del sistema capitalista.

También sabemos que lxs políticxs profesionales junto a la clase empresarial que hoy conforma la clase dominante en nuestro país, no están dispuestos a ceder un milímetro sus privilegios, por eso han comenzado a preparar el nuevo fraude. Sin embargo, el “tigre” esta vez está listo para el gran asalto al cielo. Las masas populares están dispuestas a dar la batalla.

Ya sea que se materialice el fraude, o que gane los comicios AMLO, debemos estar preparadxs para enfrentar los desafíos. Ya sea para defender la voluntad del pueblo, o para rebasar por la izquierda a esta endeble coalición interclasista. Es por eso que lanzamos esta humilde convocatoria a conformar un Frente Popular clasista, e invitamos públicamente a un grupo de 30 personalidades comprometidas con la soberanía popular, integrado por connotadxs luchadores sociales, académicxs, feministas, e intelectuales, que proponemos para constituir una coordinación nacional con estos fines:

Subcomandante Insurgente Galeano, Pablo González Casanova, Adolfo Gilly, Paco Ignacio Taibo II, Magdalena Gómez Rivera, Jacobo Silva Nogales, Sergio Rodríguez Lascano, Juan Villoro, María de Jesús Patricio Martínez (Marichuy), Gustavo Esteva, Paulina Fernández, Ignacio del Valle, Claudio Albertani, Rosa Aída Hernández Castillo, Juan Carlos Beas, Márgara Millán Moncayo, Alfredo Velarde, Benjamín Maldonado, Felipe Canseco, Rubén Trejo, Eva Palma, Carlos Fazio, Narciso B. Bassols, Sylvia Marcos, Rafael Castañeda, Alicia Castellanos Guerrero, Carolina Saldaña, Eliza Zepeda, Víctor M. Toledo y Gloria Arenas Agis.

Desde luego que faltan muchxs más que esperamos se vayan sumando a esta gran tarea, pero a partir de esta coordinación nacional podremos constituir el Frente Popular clasista capaz de orientar a este pueblo empoderado y noble que está dispuesto a renunciar a todo menos a la victoria porque ya vislumbra la futura sociedad socialista.

Sabedores de que es posible ese otro mundo donde quepan muchos mundos, lxs comunistas libertarixs hemos decidido una vez más estar al lado del pueblo, acompañando el desarrollo de las luchas estudiantiles, populares, proletarias, campesinas e indígenas, creando comunidad, creando autogestión, creando poder popular, consolidando un Pueblo Fuerte capaz de ocupar tierras y fabricas, de expropiar los medios de producción a la clase parásita patronal, de repartir con justicia y dignidad los grandes latifundios, de devolver a los pueblos originarios su autonomía y todo lo que le han robado por más de 500 años. Un Pueblo empoderado y sin miedo, capaz de transformar la supervivencia y la resistencia rebelde en una victoria revolucionaria, apto para hacer triunfar la nueva Revolución Social mexicana, dispuesto a construir el Comunismo libertario en las narices del Imperio.

Arriba lxs de abajo y abajo los privilegios!

Arriba lxs que luchan!

Construyamos Poder Popular desde abajo y a la izquierda!

Por el Comunismo!

Por la Anarquía!

Desde el sonoro rugir del corazón rebelde del pueblo de México, abajo y a la izquierda,

5 de junio de 2018.

 

Algunxs Libertarixs Organizadxs.

Especial: 
México
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