Encerrarse puede ser una decisión o una imposición. Sumirse en los propios amores, miedos, odios, sueños y deseos, o someterse a la cotidianidad impuesta por la explotación laboral, la carrera por el éxito, la lucha por el pan y la restricción de la libertad. En ambos casos la explosión creativa es una forma de resistencia a la crisis: pensarse a sí mismx y pensar la otredad.