Iguales y solidarios

Dice la prensa del día de hoy, que el 12% de los infectados son sanitarios, y que más de 200 están de baja de diversa consideración. Y también que llaman a filas a médicos jubilados, y es de suponer a todo técnico que se pueda arrastrar hasta el hospital o el Centro de Salud, "para ayudar". Claro, con los recortes obligaron al excedente de licenciados y diplomados, a largarse a Noruega, Suiza, Portugal… Y ahora llaman al triste desempleado dándole un contrato de tres semanas, para enfrentarse al coronavirus. Y a eso lo llaman heroísmo y solidaridad, mientras apelan a voluntarios y militarizan la sociedad con tipos que entenderán mucho de disparar metralletas, pero muy poco de atender neumonías y ancianos.

Dicen la prensa, la radio, el gobierno, los partidos, los curas y la patronal, que tenemos que ser solidarios unos con otros. Pues perfecto: que empiecen a ser solidarios ellos, dando una paga a todos cuantos no fueron contratados por cancelación de eventos, congresos tecnológicos, conciertos, eventos deportivos, sociales, políticos, religiosos, por cierre de hoteles… Es que no se trata solo de los que son despedidos a patadas, si no de los que se despiden del empleo que aguardaban para sobrevivir los próximos seis meses. Ea pues, la patronal, los bancos y los accionistas de multinacionales, que sean solidarios y que devuelvan sus beneficios de la última década a toditos los trabajadores. Que sea solidario el Gobierno y contrate con estabilidad a todos los sanitarios y haga volver a todos los que se fueron. Es que la Solidaridad no consiste en ser imbécil y exponerse a una plaga que ha demostrado ser democrática, y que afecta por igual a pobres y a ricos, solo que los ricos lo tienen muchísimo más fácil que el resto de la humanidad. La Solidaridad es otra diferente…

La base de la solidaridad es la siguiente: la igualdad. No hay superioridad, no hay ayuda, no hay caridad. Se comparte lo que se tiene con quien no tiene. ¿Y quiénes son los que más tienen? Pues los millonarios, eso es. Veréis que esa… Banda, no suelta ni un duro, y que se limitará a dar préstamos que habrá que devolver, a emitir deuda que tendremos que pagar, y a lanzar moratorias que habrá que apoquinar. No amigos y amigas, los ricos no tienen solidaridad, ni piedad: hacen negocios simplemente. Y si se toman medidas contra esta plaga, es porque los poderosos han echado cuentas y han visto que les saldría muchísimo más caro dejarla circular masacrando a la clase obrera. Cuando suspendieron las multinacionales el Congreso Mundial de Móviles en España, tanto el gobierno como los empresarios lo tenían ya muy claro.

Por supuesto seamos solidarios, pero de forma bien entendida, entre iguales. Y para que todos seamos iguales, hay que tomar medidas para llevar a cabo una inmensa expropiación de forma organizada, desde abajo y sin condescendencia, porque como dice el refrán, ricos y avarientos, jamás estarán contentos. Démosles por tanto, algo de alegría solidaria.