COVID, apoyo mutuo y control social: sólo el pueblo salva al pueblo [en actualización]

Los tiempos se han acelerado y la sobredosis informativa hace difícil llevar la deglución de contenidos al día. Aunque hemos ido compartiendo por TW todas las guías que van saliendo contra ERTEs, sobre EPI's, PRL, lo cierto es que pese a estar encerrados en nuestras casas apenas nos da tiempo a podernos sentar tranquilos durante un par de horas a sistematizar todo lo que ya sabemos.

Y por el momento lo que sí sabemos es que al igual que se multiplican las recetas solidarias y grupos de apoyo mutuo (que siempre tienen en mente lo que necesita el pueblo, porque son pueblo); también lo hacen las recetas autoritarias basadas en el miedo, la fe y la obediencia ciega hacia autoridades que en realidad sólo poseen potestas (capacidad de imponer decisiones mediante la coacción y la fuerza) pero no autorictas (poder moral basado en el reconocimiento y respeto). Jerifaltes, generales y uniformados nos llaman soldados en ruedas de prensa en las que brillan por su ausencia las voces realmente necesarias, las que además de tener autorictas saben que aunque el miedo sea un factor movilizador, también es peligroso porque no razona, sólo se asusta y embiste contra lo que aún ni siquiera entiende.  Como compartíamos estos días, en palabras de Simone Weil: «La guerra sólo es una alternativa para los que consideran que matar es más fácil que pensar». 


(Desconocemos a quien acreditar, pero desde aquí ¡te queremos!)

En apenas un abrir y cerrar de ojos, la militarización de nuestros espacios, los aplausos a quienes se saltan todas las recomendaciones para estrecharse manos y la policía de los balcones insultando a trabajadores, familias monoparentales que se llevan al niño al super o personas con diversidad funcional que en muchos casos ni acaban de entender lo que está pasando o necesitan calmar de alguna manera la angustia que los medios inyectan por vena con sus retransmisiones. El miedo vende, la información no tanto, y la delación se convierte en pasatiempo y jolgorio compartido en linchamientos vecinales, placajes policiales y arbitrariedad desmedida: los mismos que incumplen sistemáticamente los protocolos de distanciamiento social son aplaudidos por quienes linchan a aquellos que sí los cumplen, pero no están uniformados. Tanto que hablábamos de distopías y ya las tenemos aquí.

Pero no podemos hablar sólo, y mucho menos en estos espacios, de lo que ya todos esperamos de sociedades autoritarias que no ponen la reproducción de la vida en el centro, sino la del capital. Desde el primer minuto las iniciativas autogestionarias, asamblearias y de apoyo mutuo han surgido como esporas. Por ejemplo la imagen que encabeza este artículo está directamente tomada de la maravillosa guía que se curraron los compas de It's going down fichando los recursos autónomos para hacer frente a esta pandemia al margen de instituciones, gubernamentales y no gubernamentales.  Rápidamente fueron apareciendo más grupos, como en Alemania o por ejemplo en UK mientras BoJo soltaba tan tranquilamente que se preparasen para centenares de miles de muertes sin hacer nada, ya estaban organizándose numerosas redes (en FreedomNews podemos encontrar un recopilatorio de las mismas).

En España también han ido surgiendo numerosísimas redes vecinales y comunitarias de Apoyo Mutuo, de las que se puede obtener una impresión a vista de pájaro en el Mapa de Apoyo Mutuo Covid19.

También comenzaban los primeros problemas: si bien las redes comunitarias parten con la ventaja de llevar toda una vida organizando este tipo de apoyos y conociendo las necesidades de sus vecinos, los políticos necesitan echarse una foto pareciendo solidarios, así que en algunos casos el desembarco de social-demócratas nada acostumbrados al trabajo de base, horizontal y transparente acaba derivando en incapacidad funcional para atender casos y la creación de nuevos grupos sin "expertos organizadores" ni "activistas culturales" ni ninguna de las rimbombantes etiquetas que se ponen los que están más acostumbrados a dar órdenes que a mandar obedeciendo. Un relato de esta situación lo podemos encontrar en el grupo de apoyo mutuo de Londres (aunque si ya estáis organizados, habréis tenido oportunidad de "disfrutar" de experiencias así). Muchos confunden el Apoyo Mutuo con la "economía colaborativa" y requieren intermediarios, geolocalización y un alejamiento y distanciamiento del foco real (¡habla con tus vecinos, carajo!), quizá porque nunca han sabido distinguir la solidaridad del paternalismo jerarquizado.

Pero no ha habido movimiento sólo en las redes que atienden cuidados de grupos de riesgo, sino también mucho DIY en el colectivo sanitario ante la absoluta carencia material dictada por casi una década de austericidio y una falta de previsión que se sale de todas las gráficas. No podemos dejar sin mentar a la comunidad "maker", viciosos del auto-emsamblaje que disfrutan poniendo sus creaciones en abierto: los "coronamakers" del grupo A.I.R.E. han conseguido en apenas una semana diseñar aparatos para la ventilación mecánica y a día de hoy, domingo, están siendo testados en ámbitos sanitarios para poder comenzar a imprimir respiradores lo antes posible para aliviar la intensa demanda mundial de estos aparatos.

Curiosamente, pocas empresas con las máquinas tope de gama se han ofrecido para la labor (van llegando noticias de ententes desde HP para Cataluña y áreas de I+D de ArcelorMittal, que suelen estar raudas para recortes y ERES, pero no tanto para socializar su producción aún teniendo todo lo necesario), pero miles de pequeños precarios con sus aparatos están al pie del cañón sin apenas dormir intentando montar dispositivos seguros para que los sanitarios puedan realizar su labor sin el agobio que supone el tener que hacer medicina de guerra y desahuciar a quienes sí podrían ser salvados si hubiese algo tan sencillo como las mismas camas de UCI y hospital existentes antes del gran austericidio y los recortes bestiales que supusieron no reponer bajas, defunciones o jubilaciones en profesional sanitario con tasas de reposición del 5%.  Mientras tanto, miles y miles de trabajos para represores, subidas de sueldo y "equiparación salarial", porque como bien sabemos, ante una crisis económica lo que preocupa es el mantenimiento del orden público y aostiar a quien se rebele contra los recortes, no preocuparnos por los más débiles de entre nuestra sociedad. Personas privadas de su libertad, de su movilidad, de su nacionalidad... fueron y son hoy aún más privados de todo ello.

Entre mientras, el "confinamiento y distanciamiento social" sigue sin afectar a todos los sectores productivos por igual. La gig economy se ofrece como solución para las personas encerradas, enviando a repartidores que se juegan su salud por apenas 3€ la hora sin ningún tipo de protección individual. El gobierno ni siquiera contempla la situación de este tipo de trabajadores, da igual que sea en España, UK o EEUU: Amazon, Glovo... no quieren que el flujo de la producción pare así caigan contagiados parte de su plantilla. Otras empresas realmente esenciales como Correos cuentan ya en plantilla con centenares de contagiados, casi 200 infectados (cifra de hace 2 días) y una víctima mortal, una cartera rural, eventual y precaria en La Pobla de Claramunt. Se  multiplican los llamados solidarios a sostener aquellos negocios que ya estaban al borde de la quiebra incluso antes, por ejemplo realizando pedidos a ese librero de barrio tan próximo ya a echar la persiana. Desde aquí, volvemos a recordar: se puede ser solidario, se debe ser solidario, pero también se puede esperar 15 o 30 días para que nos llegue ese paquete con los libros que hemos pedido. Algunas editoriales como Virus ya han optado por no hacer envíos mientras no se garanticen las condiciones del reparto.

Los grandes filántropos deciden donar 37.000 trabajadores a las arcas del INEM y millones de personas con tiempo libre se lo recuerdan. Como resultado, sindicatos que no suelen conseguir mejorar en absoluto las condiciones de sus trabajadores se ponen medallas por haberle torcido un poco el brazo al patroncito, mientras éste se corona con alguna que otra donación (exentas por supuesto de tributar y deducibles, que tontos tampoco somos). Parece que el cagarla y a posteriori enviar mascarillas se convierte en tendencia en las agencias de relaciones públicas para mitigar el daño en momentos en los que hay demasiada gente ociosa y con tiempo para cuestionarse las sandeces que en otras ocasiones la vida no les da tiempo ni a contrastar.

Sectores como la logística y el transporte, considerados esenciales, se mantuvieron en los primeros días sin ningún tipo de protección para los trabajadores. Como resultado muchos cayeron enfermos. Los transportistas ya no necesitan tacómetro: deben y pueden hacer miles de kilómetros sin tener siquiera un lugar en el que dormir, asearse o comer al estar cerradas todas las áreas de descanso. Afortunadamente, sólo el pueblo salva al pueblo y muchos se auto-organizaron para ofrecer cama, comida y una ducha a sus compañeros, circunstancia que, a 10 días del decreto del Estado de Alarma, sigue sin estar contemplado en absoluto por las autoridades.  En el transporte también se produjo un fenómeno habitual entre los encargadillos: huir despavoridos de miedo mientras mandan al resto a hacer lo que ellos no hacen. El problema de esas estrategias es que suelen dejar en evidencia que muchos cargos intermedios son innecesarios y estorban más de lo que aportan

En el sector de la distribución alimentaria, los días previos a la declaración oficial del Estado de Alarma (recordemos, aunque se decretó un sábado, desde el día anterior se sucedían las no-informaciones en prensa con filtraciones de lo que podría venírsenos encima, desatando una lógica reacción de miedo e inseguridad) fueron de total frenesí y sálvese quien pueda, precisamente concurriendo a las enormes aglomeraciones que más podrían perjudicar en el contagio. La acaparación, el individualismo, la necesidad inenarrable de papel del WC, la acumulación de mercancía perecedera o la evidencia de que precisamente los más necesitados (los que viven al día, aquellos a quienes les cuesta moverse o llevar pesos) fueron excluidos desde el primer minuto por las hordas voraces de papel higiénico... no hacen más que retratar a esa sociedad individualista en la que vivimos. Aún tardarían, unos cuantos días, en facilitar a sus trabajadores un EPI mínimo y sólo algunos supermercados empezaron a ordenar las filas, las distancias de separación... no está de más recordarlo para cuando todo esto termine.

Las situaciones de "arrasamiento", los insultos a reponedores, la batalla por la botella de aceite... no son más que evidencias de la miseria individualista en la que nos obligan a vivir. También, todo sea decirlo, desde el primer momento circulan peticiones bienintencionadas aunque obviamente no organizadas para, por ejemplo, ceder la 1ª hora de apertura a la población más mayor o con problemas de movilidad, para evitar escenas dantescas. Nos hemos acostumbrado a las distopías americanas en las que yo, mi familia y mi rifle necesitamos estar preparados para el Apocalipsis, pero una sociedad que es fuerte con los más débiles y sumisa con los poderosos, ya se encuentra en el apocalipsis y la apoptosis, sólo que aún no es consciente. Ya empezamos incluso a ver en redes "quejas" de esos trabajadores porque alguien sólo vaya a comprar un producto en vez de llenar un carrito con 100€: recordamos HASTA EL MOMENTO NINGUNA PERSONA EN SITUACIÓN DE NECESIDAD HA RECIBIDO NI UN EURO NI UN PAQUETE DE ALIMENTOS POR PARTE DEL GOBIERNO Y EL EJÉRCITO. Algunos pequeños ayuntamientos sí han tenido el detalle de preocuparse por sus mayores y facilitarles los trámites, a otros ni están ni se les espera. Estamos ahora mismo a día 23 y desde el día 13 no han aparecido hasta HOY teléfonos de Cruz Roja/Acción Social (el voluntariado espontáneo, recordemos, está prohibido y centralizado en esa entidad) para facilitarle la compra a mayores y enfermos crónicos: 10 días a su suerte, y lo que queda.  La misma circunstancia ocurre con los comedores escolares para peques becados: a algunos (un 17% del total de necesitados) Telepizza y Rodilla a través de la FEN les encasquetan menús que se saltan todas las recomendaciones dietarias para la infancia, a otros quizá les devuelvan las cuotas de comedor y aquellos al menos no despiden a las empresas proveedoras de la alimentación de sus peques y organizan repartos lógicos.

También cabe reseñar que pese a que algunos centros, como los del gran amigo de la patronal y mejor despedidor de personas en plena baja firmando acuerdos de confidencialidad, soportaban momentos de psicosis, en otros supermercados simplemente era un poco más intenso que un día normal. Por contra, los pequeños ultramarinos y mercados de barrio siguen incluso hoy con escasísima clientela y teniendo problemas con el stock al no poder darle salida, con lo que en muchos casos han optado por aumentar las entregas a domicilio para colectivos de riesgo.

En Cataluña, Ambulancias FALCK y Transport Sanitari de Catalunya intentan realizar un ERTE en el peor momento posible para no tener técnicos de ambulancia, que son uno de los colectivos más expuestos en los traslados (sin contar con cuanto tiempo se queda inmovilizada una ambulancia en base tras transportar a un infecto-contagioso y cumplir todo el protocolo para seguir trasladando enfermos, muchos de los cuales no se desplazan por capricho, sino, por ejemplo, para seguir realizando la diálisis que les mantiene con vida). En el primer caso el ERTE se logró tumbar. La CGT pide su "nacionalización". En el caso de TSC, ambulancias, ésta empresa pidió acogerse al ERTE, pero la resolución de Falck y la gran respuesta que hubo por redes logró hacer recapacitar a la compañía, que ahora niega haberlo mencionado siquiera.

Aún así la cuestión es que el gobierno permite un escape legal a las empresas para que no tengan pérdidas (o no tantas) en estos tiempos de "alarma". De esta manera las empresas despiden temporalmente a los trabajadores, que son asumidos por el estado (a base de pagarlos el paro - si es que está todo en regla) y cuando acabe la crisis supuestamente volverán a sus puestos de trabajo. La avalancha de despidos en forma de ERTE alcanza el cuarto de millón y sigue ascendiendo a pesar de que la Unión Europa prohibe expresamente esta práctica. Durante la semana pasada los sindicatos han estado desbordados haciendo frente a este tipo de prácticas, que en muchos casos son un claro fraude de ley.


el neoliberalismo sí que es pandemia

Hoy lunes leemos hasta a De Guindos hablando de Rentas Básicas (o Impuestos Negativos sobre la Renta, que le gusta más Milton Friedmann), "que todos nos hagamos cargo de las necesidades básicas de la población más vulnerable": podía habérsele ocurrido mientras arrojaban él y su gobierno neoliberal a la clase trabajadora a convertirse en trabajadores pobres, cuando no indigentes o sintecho mientras se cargaban todo vestigio de asistencia pública para encasquetarle a sus amiguitos las contratas (vía modificación de la Ley de Contratos del Sector Público para facilitar la baja económica en las licitaciones,  favorecer a quienes hubiesen facturado varios millones en otros ejercicios -versus pequeñas empresas locales, dedicadas, especializadas y que, además, ¡pagan sobre convenio!- y perjudicar al usuario final). No olvidemos jamás quienes privatizaron residencias de ancianos, centros de día, centros de atención a la diversidad funcional, cerraron plantas de hospital, privatizaron comedores escolares, hospitales públicos de gestión privada... la lista es demasiado extensa y sus efectos, hoy, MATAN.  Tampoco olvidaremos los nombres de esos protagonistas de la desatención a nuestros mayores, que lo mismo salen en prensa mintiendo sobre medios que demandan que son capaces a dejar morir a sus residentes mientras se quejan de... ¿el gobierno socialbolivariano? quien sabe.

Como cosa positiva, si quisiéramos ver el vaso medio lleno, está que los sindicatos alternativos están atreviéndose a formular propuestas mucho más ambiciosas y contundentes que en otros procesos de crisis. Si bien, es poco probable que desde el sindicalismo revolucionario instale en el imaginario colectivo la idea de la expropiación, está claro que el ambiente que existe en estos días hace que este tipo de mensajes se puedan oir con mucha más frecuencia que antes. Un ejemplo, es la petición de intervención del transporte público de Barcelona

Otro aspecto de la lucha de clases que han tenido lugar en estos días han sido los parones espontáneos en diversas fábricas y otros centros de trabajo. Los más redifundidos han sido los de las fábricas de coches, auténtico termómetro de la lucha de clases en los países occidentales. El lunes 16 los trabajadores de Mercedes Benz de Vitoria pararon la producción por los riesgos de extender el coronavirus. Su acción fue viral y pronto otras fábricas siguieron su ejemplo. La SEAT se adelantó a sus trabajadores proponiendo un cierre temporal para 7.000 trabajadores. Lo cierto es que en muchos polígonos industriales se puede ver casi una actividad normal. En muchos centros de trabajo no hay medidas de seguridad, ni productos de higiene y como es lógico los trabajadores y trabajadoras tienen miedo de contraer la enfermedad. En ocasiones las empresas dan vacaciones obligatorias a la plantilla, de forma irregular. Seguramente tendrán que recuperar estos días que cierren. La plantilla de las oficinas puede acogerse al teletrabajo en algunos casos.

Si nos atenemos a lo que se vivió en las semanas previas en Italia, nos quedó tremendamente claro que los medios no estaban difundiendo las convocatorias de huelgas salvajes para frenar la producción y proteger la vida. Los compas de BorrokaGaraia tienen una síntesis interesante de ese período inicial, antes de que hace apenas escasas 24 horas el gobierno de Conte decidiese (tras el rapapolvo de los expertos chinos asustados por ver el transporte público funcionando y a nadie con mascarillas) frenar toda actividad esencial. Dar ideas a la clase trabajadora para proteger su bien más preciado, su salud y su libertad, no suele estar en la agenda de la clase dirigente. Por ello hemos visto estos días numerosísimas sanciones y multas por conductas que si bien se "saltan" ese RD en realidad no suponen peligro alguno para los demás, mientras que la lista de empresaurios y centros de trabajo no esenciales expedientados y sancionados de momento, al menos por las informaciones "oficiales" es igual a cero.

Precisamente el teletrabajo es el símbolo de nuestros tiempos.  Se trata de trasladar la producción a los hogares trabajadores. De esta manera la sociedad se ahorra estos desplazamientos. Por contra la mayoría de empresas no han puesto los medios de trabajo necesarios para desarrollar la actividad laboral ni se han implementado soluciones de software libre para evitar sobrecargas en redes. De forma que los trabajadores tienen que utilizar sus equipos e incluso su propio teléfono (hay denuncias). Otro punto de conflicto es la situación de las familias. Al cerrar las escuelas, las niñas y niños están en el hogar. Esto dificulta sobremanera llevar a cabo una rutina laboral mínimamente eficaz en el caso de las familias con hijos pequeños. Es una contribución más a caldear el ambiente dentro de los hogares de la clase trabajadora, como hace también la subida de precios a costa de la escasez. La situación se agrava en el caso de familias monoparentales que no pueden permitirse ni dejar de trabajar ni recurrir al habitual apoyo familiar de los abuelos al ser población de riesgo: ninguna de las medidas tomadas hasta el momento contempla esta situación, de la que son reos, sobre todo, mujeres, un 82% de las familias monoparentales en nuestro país y en muchos casos a una letra o una caries de la exclusión social.

Un caso que ha tenido resonancia en esta semana ha sido la paralización de la actividad de la empresa de telemárqueting Konecta-KBO. Esta empresa tenía a miles de trabajadoras y trabajadores sin la menor protección y sin respetar las distancias de seguridad. La acción de la plantilla combinada con los sindicatos CGT, Solidaridad Obrera y la USO logró paralizar la empresa, que dejó de abrir el dia 18. Después se denunció que esta empresa seguía intentando abrir diversos centros. Otro punto de fricción es el campo, donde no se disponen de medidas de protección. En este caso, como en otros, el trabajo basado en temporeros inmigrados se lleva la palma.

En resumen, una de las paradojas de estos días es la llamada al confinamiento de la población mientras las empresas abren con impunidad. Hay multas a ciclistas (e incluso persecuciones a caballo) mientras que los "autónomos" de glovo o ubereats llevan comida a domicilio en bicicleta, y eso es legal. Los atascos para ir al trabajo o el transporte público masificado no han supuesto escándalo alguno en el gobierno, que se niega a paralizar la economía como tocaría.

Otros de los grandes excluidos en esos "paquetes de medidas sociales" que nos quieren vender como conquistas del proletariado mientras los generales nos llaman soldaditos, son, por supuesto, todas las personas que también ya antes de este problema se enfrentaban a alquileres abusivos, arrendatarios de fondos buitres y rentistas que le sacan más partido a un pisito en AirBNB por días que para una familia. Los contratos de alquiler son privados y sacrosantos, nos dicen. Los rentistas que pagan su hipoteca subiéndole el alquiler a sus arrendatorios sufren mucho, nos cuentan. En algún irónico gesto del destino, zonas con bolsas de pisos turísticos ahora se ofrecen para familias que, de todos formas, todavía no han recibido un duro ni pueden hacer mudanza alguna. Y en medio de todo esto, por supuesto, la convocatoria a una huelga de alquileres que lleva tomando forma también desde el minuto 1. Desde la FAGC/SIGC ofrecían una propuesta que ya os habíamos comentado, pero es que las #rentStrike empiezan a ser un movimiento en sí mismos y para el 1 de abril están convocadas en muchas áreas (como por ejemplo el area periurbana de Seattle) un plante e impago de alquileres.

Los compas de la FAGC se curraron un hilo bastante ilustrativo del poderío que puede tener una huelga de alquileres y los orígenes anarquistas de estas reivindicaciones, de obligada lectura en estos momentos de dispersión absoluta. Hoy lunes ya envían esta convocatoria a diversos colectivos para sumarse al #rentstrike

 

 

 

"Los llamados a la solidaridad y el apoyo mutuo, a romper el aislamiento de las personas presas", se suceden entre los grupos de apoyo a las personas presas. Está teniendo lugar en todas las prisiones del estado un profundo malestar. En primer lugar por el miedo al contagio en un lugar tan vulnerable. En 2º,  por el aislamiento social e individual al que se ven sujetos los internos en las prisiones. Ante la amenaza del coronavirus se suspende el contacto con la calle, quedando rotos los vínculos familiares y afectivos tan necesarios en la cárcel. El 17 de marzo La Directa informaba del aislamiento de 167 personas presas por posibles contagios. En las prisiones se están dando protestas públicas ante la situación de abandono, hacinamiento e incertidumbre, que se mezcla con las malas prácticas y la negligencia de las autoridades penitenciarias, como se ha denunciado. Si los reclusos disponían de apenas 7 minutos para hablar telefónicamente con sus allegados (por supuesto Telefónica en su tarjeta de obligada compra sigue quedándose el remanente que les sobra hasta los 10€ de la recarga), en algunos casos se ha conseguido duplicar ese tiempo y se siguen solicitando salas para instalar videoconferencias.

Todo esto tiene lugar semanas después de la oleada de motines en las prisiones de Italia, saldadas con más de una decena de muertes, parte de ellas tras el asalto a los módulos de enfermería ante una situación en la que se veían más encerrados aún de lo habitual, sin el apoyo familiar de las visitas y encima tratando a diario con funcionarios que entraban, salían pero no tenían EPIs. La democrática Europa se ve que no puede hacer como la dictadura iraní, que liberó nada menos que 70.000 presos.

También habría que mencionar la situación de los CIE (centros de internamiento de extrajeros), donde hay miles de personas esperando su deportación. En este caso el defensor del pueblo ha pedido al gobierno que libere a estas personas porque en estos momentos es imposible que sean deportadas, ya que no hay vuelos. En su habitual labor de lavado de cara a las instituciones más represivas, la UME ha empezado a instalar algunos pabellones y ciertas entidades sociales hacen lo mismo en polideportivos para alojar a los sintecho, a los que paradójicamente se les pedía que se quedasen en casa. Las "soluciones" varían en cada área, pero en muchas se opta por confinarlos a todos ellos en un espacio común con baños comunes, haciendo "recogidas" por todo el área provincial para concentrarlos. En el caso madrileño, durante días se los estuvo echando de espacios y enviando hacia IFEMA, donde todavía ni siquiera estaba abierto el dispositivo. En el caso de menores no tutelados, en algunos sitios el repertorio de acciones incluía impedirles acercarse a los núcleos de población o tener acceso a alimentos y agua potable, "por su seguridad". Menos mal que eran menores...

Un aspecto poco estudiado es el impacto del confinamiento entre la población con problemas de salud mental. Está demostrado que no poder salir de casa implica mayor irritabilidad. Son de esperar más casos de violencia doméstica (no necesariamente relacionados con la salud mental) pero también de depresión, claustrofobia y ansiedad. El confinamiento también entiende de clases: los barrios obreros, sin terrazas ni jardín propio, no permiten llevar el aislamiento con tanta holgura. Aún así, la solidaridad de clase, el conocer a tus vecinos y el saber que estás rodeado de gente como tú también suponen una fortaleza en momentos así.

A todo esto habría que apostillar que en estos momentos el ejército patrulla las calles de varias poblaciones. Se ve que es más fácil hacer un ejército de militares que de científicos a la hora de combatir un virus. Han sido virales las fotos de varias patrullas militares vigilando poblaciones que aún no tienen ningún caso de personas infectadas con el virus. En muchos países los militares están en las calles, esperemos que no le pillen el gusto. De momento aquí el Rey - justo en un momento donde está fuertemente cuestionado debido a los negocietes de su padre - nos envía a la Guardia Real para combatir el coronavirus. Estamos en buenas manos.

 

No podemos decirlo lo suficiente, las formas y medios de "comunicación" han fracasado estrepitosamente, tanto a nivel gubernamental con una dosificación de información, sobredosis de palabras grandilocuentes que pretenden tranquilizar pero que por su escasa aclaración de detalles vitales tienen el efecto totalmente contrario (sobrecargando por ende a quienes aún no tienen ni idea de cual ha sido la última ocurrencia gubernamental hasta las 00:00h que se publique en el BOE, como pueden ser los sindicatos, desbordados de consultas), como en las tertulias de todólogos 24/7 dándole vueltas a lo archiconsabido, negando evidencias y repitiendo una y otra vez lugares comunes, no por ello más ciertos. La población mayor, quizá con menos acceso a otro tipo de medios online, se ve diariamente agobiada por "especiales" y tratamiento sensacionalista de la información, que ni siquiera se corrobora (recordemos estos mismos días la xenofobia cambiante: primero fueron los madrileños en fuga, luego los valencianos yéndose a la playa... e incluso medios que se supone suelen ser más cuidadosos en la corroboración de fuentes dieron por buenas imágenes que no respondían a domingueros, sino a trabajadores siendo forzados a desplazarse y además a someterse a 2 y 3 controles en apenas 100 metros). En tiempos como estos, hacemos un llamado, como siempre, a no contribuir a la rumorología, a verificar las fuentes de aquello que compartimos y a intentar tomarnos de vez en cuando un instante para respirar y olvidarnos de aquello que nos quieren hacer temer. Una población ansiosa y asustada se "maneja" mejor que una informada y consciente, pero como decíamos al principio, activar el sistema de supervivencia, de "lucha o huye", puede tener consecuencias imprevistas (no nos hace falta ya un experimento de Stanford o Milgram para saber que muchos han mutado en carceleros de lo ajeno en vez de exigir responsabilidades a quien les encierra).

- Guías Jurídico-Laborales:

- Nº1 Guía Jurídica ERTEs Fuerza Mayor [ACTUALIZADA 18 MARZO] Incluye información sobre prestaciones desempleo, autónom@s y soci@s cooperativistas   [ACTUALIZADA 27 MARZO]

- Nº2 Guia Jurídica ERTEs Causas objetivas [ACTUALIZADA 27 MARZO]

- Nº3 Guía Jurídica Teletrabajo [24 MARZO]

- Nº 4: GUÍA DERECHOS LABORALES EMPLEADAS DEL HOGAR[27 MARZO] Por las que cuidan y sostienen la vida.

- Nº 5  GUÍA JURÍDICA CONTRATO TEMPORAL, OBRA Y SERVICIO EVENTUALES [30 MARZO]

 

- Guía de ERTEs y PRL ante el COVID-19

 

Sindicatos abiertos:

 

 

 

 

 

Materiales de autogestión de la salud:

- Tutorial mascarillas DIY en Paris Luttes

Artículos relacionados:

- Sociedades de papel (Ruymán Rodríguez)

- Realidad y Control Social (del Grupo Apoyo Mutuo)

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- Contagio social: guerra de clases microbiológica en China Originalmente se publicó el 6 de febrero de 2020 en el sitio web de Chuang, a cargo de un grupo de comunistas chinos que critican tanto el “capitalismo de Estado” del Partido Comunista Chino como la versión neoliberal de los movimientos de “liberación” de Hong Kong. En su sitio web publican, además de los artículos de su blog, una revista temática que ya tiene una edición en inglés. Red.

- Surviving the Virus: An Anarchist Guide /Sobreviviendo al Virus: una guía anarquista + ¿Y después del virus? Los peligros por delante (colectivo Crimethinc)

When Every Community is Ground Zero: Pulling Each Other Through a Pandemic. Radical solidarity through Covid-19

- Collective Care Is Our Best Weapon against COVID-19

- We Are All We Got — Resources for Mutual Aid During the Coronavirus Pandemic

CONFINEMENT & DYSTOPIE TOTALITAIRE (Nantes Revoltée)

- The Other Occupy Oakland: Lessons from Depression-Era Mutual Aid interesante reflexión desde It's Going Down sobre los mecanismos de solidaridad y apoyo mutuo aparecidos tras la Gran Depresión.

- Los recortes y la corrupción matan. No es un lema, es una dramática realidad  el profesional en Salud Pública Luis Ocampo explica porqué el no disponer de datos abiertos y una recogida sistemática de los mismos dinamita una estructura sanitaria ya de por sí devastada ante la oleada privatizadora y la multiplicación de gestores que no tienen ni idea sobre los auténticos problemas de la sanidad y la salud pública. 

- La crisis sanitaria como herramienta de domesticación (Biblioteca Social Contrabando 3 de abril 2020 )

An Epidemic of Stupidity & Authoritarianism, opinión firmada por Pink Panther

 

 

Contra el virus autoritario vacuna de auto-organización (Asel Luzarraga)

 

- Mirada oblicuaPrimavera Silenciosa(Resistenza al Nanomondo)

 

Publicaciones creadas desde la pandemia:

#1 "Madriz: Cuarentena City"

- Sopa de Wuhan: Pensamiento contemporaneo en tiempos de pandemias

- Todo lo que nos queda es (el) ahora. Textos con corazón y dignidad sobre la pandemia de nuestro tiempo

- Hackear la pandemia: Estrategias narrativas en tiempos de COVID-19 (visto en La Peste.org)

Comunicados de colectivos anarquistas:

- CNT ante las medidas económicas y laborales adaptadas por el gobierno

 

Comunicado de los Sindicatos de la CNT del Alto Aragón ante el estado de alarma y el riesgo sanitario provocado por el COVID-19

Comunicado de Embat sobre el coronavirus y el estado de alarma

 

 

- Ante la Pandemia Capitalista, Apoyo Mutuo y Solidaridad de las y los de Abajo (de la Federación Anarquista de Rosario)

 

 

Una aproximación hacia las posibles secuelas pandémicas en el periódico "Gato Negro"

 

 

Reflexiones sobre la pandemia global (Grupo Libertario Vía Libre)

 

 

 

- FRENTE A LA PANDEMIA CAPITALISTA, SOLIDARIDAD ENTRE LOS PUEBLOS – Analisis de coyuntura – Abril 2020 (Federación Anarquista Uruguaya)

 

Perspectivas autónomas sobre economía, estado, #coronavirus desde Alemania: análisis publicado por colectivos autónomos en Alemania sobre la estupidez de sacrificar la libertad por el miedo a que un modelo estúpido que atenta contra la vida se desmorone

 

 

Las pandemias del capitalLos títeres del capital desde la comunidad de lucha Barbaria

 

 

 

 

 

 

Sus virus, nuestros muertos: acerada crítica al sistema tecnoindustrial que crea las condiciones perfectas para la reproducción de pandemias y amenaza la vida, aunque las recetas para salir de esta crisis parecen ser la profundización aún mayor de dichas medidas tecnológicas y la separación física (y moral) de la humanidad compartimentada y segmentada según su capacidad de acceso a las "bondades" de dicho sistema.

 

 

- Face à la pandémie : solidarité et entraide : oui ; union sacrée : non (CNT-F)

 

 

 

- Ante la crisis sanitaria y la deriva autoritaria del Estado ( Federación Anarquista Ibérica)

 

 

Medidas sanitarias, sociales y económicas ante la actual situación (CNT Regional Centro)

 

- Comunicato diffuso dalla Commissione di Corrispondenza della Federazione Anarchica Italiana

Materiales de apoyo jurídico:

Multas y detenciones en tiempo de Coronavirus: Una mirada jurídica

- DUDAS CORONAVIRUS – Me han multado por estar en la calle ¿Cómo se recurre la sanción? De los compas de RedJurídica

Manual práctico sobre las #LeyesMordaza

- DUDAS CORONAVIRUS – ¿Qué actividades esenciales continúan trabajando a partir del 30 de marzo? ¿Qué ocurre con el teletrabajo? de los compas de Red Jurídica

Trámites legales tras el fallecimiento de un familiar : por desgracia los compas de Red Jurídica han de editar estos pequeños consejos sobre cómo hacer frente (jurídica y económicamente) al fallecimiento de una persona amada.

Redes contrainformativas anarquistas en tiempos de pandemia:

- The Plague & The Fire: con textos en varias lenguas europeas, pretende poder compartir reflexiones radicales más allá de las fronteras lingüísticas y nacionales.

Comment s’organiser en ligne ? Une brochure pour lutter !: algunas ideas para la organización online más allá del capital.

Radios libres en emisión pandémica: sólo el pueblo informa al pueblo

Y, a qué negarlo: ¡se está mucho mejor escuchando música que sandeces! Nunca estamos del todo solos cuando tenemos comunidades que trascienden la mera relación de intercambio capitalista. Ayer, hoy y siempre: ¡aupa las radios libres frente al individualismo del podcast!¡sigamos juntándonos, aunque sea por teléfono, para compartir! Dado que nuestra sección de Radios Libres cascó hace una temporada y todavía no hemos podido arreglarlo, os animamos a y agradecemos por supuesto que nos paséis las radios libres que en vuestro territorio estén alegrándoos los días y permitiendo compartir.

 

- Radio Almaina (Graná):  programación especial de las Radios Libres desde el confinamiento

Más allá del Coronavirus - Radio Almaina (GR) Lunes 21h y viernes 10h. Repeticiones miércoles 12h y domingos 20h.



Rompiendo el Aislamiento - Radio Bronka (BCN) de lunes a viernes 15h



Cápsulas víricas - Ágora Sol Radio (Madrid) lunes, miércoles y viernes 22h

*Durante el estado de alarma algunos de los programas de producción propia y en redifusión han parado sus grabaciones por la imposibilidad de acceder a sus estudios. Tenedlo en cuenta a la hora de consultar la parrilla.

 

- Radio Topo

 

 

 

 

 

- Radio QK

 

 

 

 

 

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Artículos de Opinión en El Salto:

Coronavirus y lucha de clases: los que limpian las calles  ¿Cómo trabajan los que limpian las calles? ¿En qué situación están? De nuevo, un asunto de clase: acerado retrato de Jose Luis Carretero sobre los no-cuidados que aplicamos a quienes velan, de verdad, por nuestra seguridad.

Las grandes superficies especulan con bienes de primera necesidad y disparan los precios + Comercio de proximidad frente al “oportunismo” de Mercadona o Amazon: 2 artículos que, juntos, nos recuerdan que no es Juan Roig ni sus reponedoras quienes garantizan la disponibilidad de productos agrarios, sino los productores a los que esos mismos intermediarios rebañan hasta la miseria. Las tiendas de barrio han de vender más caro por la especulación en productos básicos de nuestros "salvadores" y comeremos calabacines de hace 40 días pero más baratos gracias a su "servicio". ¡Compra en tu comercio local/grupo de consumo más cercano!

Asalto a la autosuficiencia ruraluna vecina de un pequeño pueblo de Toledo expone las problemáticas que el decreto del estado de alarma ha generado en la vida rural, afectada por la mirada urbanocentrista de la normativa.

Los grandes propietarios vuelven a ser rescatados, el resto de la ciudadanía vuelve a endeudarse: "Econocabreado" vuelve a poner los puntos sobre las íes en lo que se refiere a la subvención de rentistas y, pobres, pequeños arrendatarios con sólo 8 pisos en alquiler agobiados versus la socialización de la deuda para todos. 

Qué mundo queremos:   de la pluma de Noelia Sánchez Suárez una radiografía del capitalismo del desastre y las "externalidades" que ninguna empresa computa en sus balances de costes/beneficios, como la contaminación o gestión de residuos.  Se nos recuerda también que mientras que en el resto de esferas de la vida (familia, amigos, vecindario…) los valores que sirven y guían nuestro comportamiento son pro─sociales (cooperación, empatía, altruismo, generosidad, solidaridad, amor…), consideramos normal que la economía y las empresas puedan comportarse, por el contrario, como perfectos psicópatas (practicando el egoísmo, el lucro individual, la insensibilidad, la competencia, la avaricia).

Discursos bélicos y narrativas emancipadoras: las metáforas son un elemento crucial de nuestro lenguaje, son elementos fundamentales para describir la realidad. La elección, por parte del Gobierno, de un marco bélico para entender y explicar la crisis es una mala señal. Joseba Permach explica desde una perspectiva sociológica como esa "perfomatividad" de la que tanto se abusa últimamente, veces sí que crea realidades paralelas, en las que el enemigo nunca es el culpable de nuestros males, pero sí un buen chivo expiatorio.

 

- Libertad y Salud Pública. Un apasionado encontronazo sin protección: Jimmy Muelles para Público nos recuerda también otro de los monstruos que crea esta crisis, ya no las gestapillos de balcón azuzadas por miedos atávicos y señores con fusiles cada mañana, sino la inquietante vena autoritaria de alguna izquierda de orden, muy transversal.. a la hora de que le importe un pepino el que sancionen a un convecino por hacer algo que no pone en peligro más que la tranquilidad mental de los idiotas.

Sostenerse desde los márgenes: apoyo mutuo en salud mental en medio del confinamientos: los GAM de Salud Mental que estaban funcionando ahora deben readaptarse para proporcionar a sus componentes un apoyo vital que es difícil sustituir sin contacto directo y lenguaje no verbal.

 

Material Gráfico:

 

 


Proyecto "Propaganda & Conciencia" Cartel VIRUS Gran OM & Co (Kloer illustración y street art- Kloer Kloerk, visto en FB)


Diseño de Mr. Zé

 

 

 

 

Y ¡recordad! las comunidades fuertes no necesitan policías, ni delatores, ni represión: nos tenemos unos a otros y en ello reside nuestra fuerza, que jamás se manifiesta como caridad, sino como solidaridad entre iguales. Sólo no puedes ¡con tus amigos sí! Consigna que muchos tuvimos en mente desde la infancia y que hoy más que nunca cobra una auténtica dimensión: no nos podemos tocar, pero nos podemos sentir, apoyar, consolar, reír y mantener fuertes esos lazos que, en realidad, son lo único que nos permite mantener la cordura ante la inenarrable estupidez del sistema turbocapitalista en el que vivimos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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