Tango y anarquía: "El desafío es que estos dos productos tan genuinos vuelvan a tener sentido a los ojos de la gente"
A primera vista hablar de tango y anarquismo parece un absurdo, pero, en realidad, no lo es. Y esto lo podemos constatar en la siguiente entrevista con el libertario Lautaro Kaller de Argentina. ¡Confírmalo!
Agencia de Noticias Anarquistas > Cuentame algo acerca de quién es Lautaro Kaller…
Lautaro Kaller < Nací el 20/3/73 en Bouquet (Santa Fe). Terminado el colegio secundario me trasladé a Rosario, donde cursé estudios de Licenciatura de Análisis Político (que no finalicé). Paralelamente, comencé a realizar investigaciones relativas al tango y a trabajar en diferentes emisoras de radio de la ciudad. Actualmente dirijo un programa semanal en LT2 (AM 1230) y realizo participaciones en otro programa diario irradiado en la misma emisora. Por otra parte, finalicé este año un trabajo sobre el tango en Rosario, que recorre las distintas épocas del género en la ciudad, así como los personajes y directores de orquesta más importantes. El mismo será editado por la Editorial Municipal de Rosario.
ANA > ¿Cuándo comenzaste a interesarte por estos temas, el tango y el anarquismo? ¿Cómo se da esta conexión en lo práctico, qué tienen en común?
Lautaro < Siempre tuve afición por el tango y por el anarquismo. Desde pequeño frecuenté lecturas y otros elementos sobre ambos temas. En cuanto a la conexión, es algo que fue madurando en mí. Cuando encontraba algún ingrediente en el tango que tuviese que ver con el anarquismo (y viceversa) le procuraba un tratamiento más que especial. Así, pude ir compilando una serie de datos.
De todos modos, cabe aclarar que este acercamiento entre tango y anarquismo no quiere significar que estén ligados indisolublemente, sino que a través de él, intento destacar puntos de acercamiento (y alejamiento) entre ambos.
En cuanto a los puntos en común, debo señalar, en primer lugar, el contexto social y el momento histórico en el que se gestan (en Argentina) y se desarrollan el tango y el anarquismo.
Estamos hablando de fines del siglo XIX y principios del XX. Ambos productos de la inmigración aluvional y valiéndose de la población criolla, sobre todo del gaucho. El caso del tango es que a los distintos géneros musicales extranjeros (habanera, romanza, ritmos negros) se sumó el canto del payador. De todo esto, y en relación dialéctica en sentido marxista (donde la síntesis supera sus anteriores), es de donde proviene el tango. En cuanto al anarquismo, conocemos que también proviene intelectualmente de grupos extranjeros, principalmente europeos, y que en nuestra región logra, tal cual lo señalara en más de una oportunidad Rodolfo González Pacheco, calar hondo en el espíritu de libertad del gaucho, y por ende en el canto del payador.
No sería loco decir, entonces, que en un fragmento de tiempo, el mismo grupo social creó los dos espacios, de tanta trascendencia en Argentina (creo que demás está decir el auge que logro el anarquismo en este país).
Ahora bien, el desafío es hacer un seguimiento de ambos desarrollos y tratar de desentrañar los puntos de acercamiento y alejamiento. En realidad, si los postulados que ese mismo sector social promulgó para la ideología anarquista, fueron también llevados a cabo en el tango. Y por que no, si la esencia misma del tango se trasladó al anarquismo.
Desde aquí todo parece indicar que el anarquismo es una producción totalmente revolucionaria y proletaria y el tango una producción pequeño burguesa, con todo lo que eso implica.
Sin embargo, creo que esa visión es falsa, o al menos incompleta, y que se debe a la posterior adaptación que el mercado hizo del tango. Es indudable que la maquinaria discográfica, aprovechando su real y enorme popularidad, se posó sobre el tango con el consabido resultado. Sin embargo, considero que ese género musical ha tenido una importancia decisiva, en cuanto a creación artística popular.
Por otra parte, hago hincapié en los ingredientes anarquistas en la producción tanguera (algo un poco más arriesgado) y por último, los actores que se movieron en la cocina misma del tango y que fueron anarquistas.
ANA > ¿Cuáles serían esos componentes?
Lautaro < Los ingredientes pueden ser, entre otros: una demostración de ateísmo, como en “Como abrazao a un rencor” (Rafael Rossi-Antonio Podestá); alusión a la Ley de Residencia 4144, tan preocupante para el movimiento anarquista, como en “Al pie de la Santa Cruz” (Enrique Delfino-Mario Battistella); la protesta de inequidad social, como en “Pan” (Eduardo Pereyra-Celedonio Flores); o algunas diatribas directas contra la burguesía, como en tangos anónimos de principios de siglo.
ANA > ¿El tango efectivamente formaba parte de los ambientes anarquistas en la Argentina?
Lautaro < El tango no forma parte de ambientes anarquistas, sino que, del mismo segmento social se desarrollan en nuestro país el anarquismo y el tango.
ANA > ¿Pero durante el auge del movimiento anarquista argentino, el tango era un elemento de las fiestas, del ocio en los espacios anarquistas, anarco-sindicalistas?
Lautaro < Para muchos anarquistas sí. Existen, incluso, algunos tangos que eran interpretados en los picnics de la Isla Maciel, típicamente anarquistas. Otros ácratas, más preocupados por la militancia, tuvieron que "aflojarle" a los bailongos y al tango porque le quitaban tiempo para sus funciones de militante, tal como, por ejemplo, lo cuenta Jacinto Cimazo.
ANA > ¿Parece que era común encontrar en las letras del del tango un trasfondo anarquista, no?
Lautaro < No es común encontrar letras de tango con un fondo anarquista. En realidad, habría que distinguir entre lo que es el repertorio conocido (lo que se ha llevado al disco), de la gran cantidad de obras que han quedado en el olvido. En estas últimas, solemos encontrar letras con fuerte contenido social. En las primeras se hace mucho más difícil.
ANA > Hace mucho tiempo leí un artículo en un revista brasileña, donde se decía que las mejores composiciones del tango habían sido hechas por el argentino Virgilio Expósito, quien era hijo de anarquistas. ¿Coincides con esta opinión?
Lautaro < Virgilio Expósito fue un muy buen compositor de tango, pero no al punto de ser reconocido como el mejor melodista del género. Sus obras destacadas llevan letra de su hermano Homero, quien sí es considerado un letrista fundamental del tango. Con lo cual, podemos decir que Virgilio ha realizado verdaderas creaciones (“Farol”, “Naranjo en flor”, “Maquillaje”, “Absurdo” –vals-, “Chau, no va más”, “Tu casa ya no está” –vals-, “Siempre París”, entre las más importantes) pero nadie estima que es el realizador de las mejores composiciones (hay melodistas cuantitativa y cualitativamente más importantes como Aníbal Troilo, Lucio Demare, Sebastián Piana, Armando Pontier, etc). En cambio, hay muchos que consideran a Homero Expósito como el letrista más importante; considerando que, además de las obras con su hermano, escribió con Pontier, Enrique Mario Francini, Domingo Federico, Troilo, etc (comparte el podio de la letrística tanguera con Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo, Celedonio Flores, Enrique Cadícamo y Cátulo Castillo)
En cuanto a su ascendencia, eran hijos de un anarquista llamado Manuel Juan Expósito, pastelero de profesión y poeta de vocación, que llegó a dominar cuatro idiomas y que había nacido en la Casa de Niños Expósitos (huérfanos) de la calle Montes de Oca, en Buenos Aires. Su madre, Rafaela del Giúdice Cafaro, también era anarquista y era conocida con el seudónimo de Lucha.
ANA > ¿Y las nuevas generaciones de los anarquistas argentinos mantienen esa relación con el tango, o les resulta algo distante?
Lautaro < La nueva generación de anarquistas argentinos está muy dispersa y, me temo, totalmente alejada del tango (percibo que el punk atrae a muchos jóvenes). Presumo que ni siquiera saben lo que es el tango. En realidad, la sociedad argentina está alejada del género. La comercialización de la música a niveles increíbles ha hecho estragos en los géneros populares argentinos. Por otra parte, conocemos la problemática y las controversias sobre las nuevas vertientes anarquistas
ANA > Se suele definir al tango como machista. ¿Cuál es tu opinión?
Lautaro < En general, creo que el tango soporta, lamentablemente, una gran dosis de machismo. Hay frases en algunos tangos clásicos que lo demuestran claramente: “las mujeres siempre son las que matan la ilusión” (de “La casita de mis viejos” –E.Cadícamo-), “mujer pa’ ser falluta” (de “Las vueltas de la vida” –Manuel Romero-, etc). Esto se debe, según creo, a su condición de producto artístico reflejo de una época.
Sin embargo, los grandes poetas románticos del tango, como Homero Manzi o José María Contursi, muestran un trato sumamente respetuoso hacia la mujer.
ANA > ¿Pero también hubo muchas compositoras y cantantes mujeres, no es así?
Lautaro < Es cierto, ha habido muchas cancionistas en el tango, alguna de las cuales, alcanzaron gran esplendor (Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Rosita Quiroga, Mercedes Simone, Adhelma Falcón, etc). También algunas compositoras como Herminia Velich o Rosita Melo, pero esto no contradice el espíritu machista que se anidaba en la sociedad argentina, y por ende, en el tango.
ANA > ¿En su investigación conseguió descubrir alguna mujer anarquista, que fuese compositora o cantante?
Lautaro < Libertad Lamarque (tal cual el nombre lo indica) provenía de una familia anarquista de Rosario. Su padre, Lorenzo Lamarque era un activo militante de la ciudad. Ella no mostró durante su carrera artística inclinaciones ideológicas o políticas. Solo aquella cachetada que le pegó a Eva Perón, tras lo cual debió exiliarse en México.
ANA > ¿Es verdad que en el origen del tango, era muy común encontrar a dos hombres bailando juntos?
Lautaro < Es verdad que, en sus orígenes, era común encontrar dos hombres bailando juntos. Esto se debía, principalmente, a que se lo practicaba en lugares en que las únicas mujeres que entraban eran prostitutas, muchas veces escasas para tantos hombres solos (recordemos el aluvión inmigratorio que recibió la Argentina a fines del siglo XIX y principios del XX).
ANA > ¿La iglesia censuró al tango?
Lautaro < El tango fue censurado continuamente por los poderes de turno. Durante muchísimos años fue mal mirado por la oligarquía y, obviamente, por la iglesia católica. Fue prohibido por el Papa, y en la Argentina, por ejemplo, Monseñor Franceschi, arengó para que la gente no fuera al entierro de Carlos Gardel. Por otra parte, continuamente fue censurado el uso del lunfardo, por lo que se obligaban a cambiar palabras con su lógico perjuicio. A nosotros, estimado Moésio, nos estorba el idioma, por lo cual no le transcribo algunas barbaridades que se llevaron a cabo con nuestro tango.
ANA > ¿Esa censura se debió al hecho de que el tango tiene una fuerte carga erótica, por pertenecer a los ambientes bohemios como los prostíbulos?
Lautaro < Esa censura por lenguaje prostibulario ocurrió en los comienzos del tango (fines del siglo XIX y principios del XX), donde, efectivamente, se colocaban letras de alto contenido erótico (el tango “Cara sucia”, por ejemplo, se denominaba “Concha sucia”, y en el estribillo se hacía constante referencia al título).
ANA > ¿Cuál película sobre el tango destacaría, alguna en especial?
Lautaro < El cine argentino estuvo desde sus inicios, íntimamente relacionado con el tango. Basta señalar que la primera película sonora de nuestro país se llamó “Tango” (dirigida por Moglia Barth), donde desfilan gran cantidad de intérpretes. Luego, en muchos filmes se han recreado, acertadamente, ambientes tangueros, o bien, se han narrado historias de tangos o de sus personajes. Esto, especialmente en la época peronista y, por ende, atravesado de populismo. Le advierto que no encontrará allí un gran espíritu libertario.
ANA > ¿ Para concluir nuestra entrevista, bailas tango? [risas]
Lautaro < No, estimado Moésio, no bailo tango. Muchas veces me han preguntado que como podía ser, pero es así.
ANA > ¿Quieres dejar algún mensaje final? ¡Gracias!
Lautaro < Creo que, el espíritu creativo libertario, que tanto proclaman los críticos ácratas, se ha dado con creces en la génesis del tango. Luego, la industria comercial aprovechó su popularidad y el tango ha debido mutar algunos de sus aspectos.
De todas maneras, ese grito de rebeldía, esa legítima expresión popular no se ha perdido del todo. Está, indudablemente, en la mano izquierda de Aníbal Troilo, en la “mugre” de la orquesta de Alfredo Gobbi o en ese tono retozón y “compadre” del idioma porteño.
De la gesta anarquista no hay nada que agregar. Su desarrollo en la Argentina ha sido una historia de solidaridad, entrega, heroísmo y canto a la libertad.
Personalmente, me hubiera gustado que el tango tuviese un poco más de anarquismo y, ¿por qué no? Que el movimiento anarquista argentino tuviese un poco más de tango.
El desafío es que estos dos productos tan genuinos vuelvan a tener sentido a los ojos de la gente.
Contato: Lautaro Kaller > lautaro_k@yahoo.com.ar
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Fuego
QUEMAR
Dos víboras sin cabeza
se enroscan
en mis venas sangrando
sale el sol lejos de acá
puedo sentir
la niebla de sus mentes
Brujas que hoy
viven en mí
son el calor
quemando las serpientes
Matías Kocens
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