Enviado por anonerror (no verificado) en Mar, 25/10/2011 - 00:32
En la actualidad estamos inmersos en un contexto social ciertamente desesperanzador. Seguro que han observado como el ánimo y la vitalidad de algunos amigos y conocidos o la suya propia se han ido desplomando al mismo ritmo que lo hacían los mercados, ese ente diabólico interesadamente indefinido.
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