Las verdaderas esencias de la CNT

Dentro del anarcosindicalismo nos encontramos a menudo con afirmaciones lapidarias sobre unos Principios, Tácticas y Finalidades inmutables. Se nos conmina a creer que CNT es así desde 1910, y que de hecho la actual interpretación de la esencia del anarcosindicalismo tiene más de un siglo. Esta visión ha traspasado la generación que la ideó y ha llegado a nuestros días replicada por nuevas generaciones de anarcosindicalistas. Pero, ¿de dónde viene esta idea?

Si retrocedemos a 1900 veremos que la situación de la clase obrera era más que desesperada. Se estaba viviendo una crisis económica acompañada de la crisis política derivada de la derrota militar de la guerra de 1898. La dispersión de las organizaciones obreras hacía imposible conseguir victorias duraderas en tanto a derechos y libertades y por supuesto, en tanto a derechos laborales y condiciones.

Desde finales de 1899 se consiguió gracias a la Revista Blanca crear una pequeña organización sindical que continuaría con la idea de la Primera Interenacional, la FTE. La nueva organización se llamaría Federación de Sociedades de Resistencia de la Región Española. Desde luego no unificó la clase trabajadora, pero sí que comenzó a colocar las bases para una futura central sindical con carácter unitario, bajo su modelo de "sindicalismo societario", aún basado en sociedades obreras gremiales y no en sindicatos de ramo. La organización fue destruida tras la huelga de 1902, pero quedó en el aire entre la clase trabajadora que era bueno estar organizados correctamente.

Este impulso se repitió en 1907 con Solidaridad Obrera. Como curiosidad decir que fue impulsada por la Agrupación Socialista de Barcelona, que no quiso refundar la UGT en Catalunya y que en lugar de eso decidió crear un organismo unitario de la clase trabajadora. Enseguida se unieron todo tipo de sociedades obreras, muchas bajo el influjo del republicanismo y del anarquismo. En aquellos tiempos el anarquismo estaba cambiando y poco a poco importando las ideas sindicalistas revolucionarias que venían de Francia. De manera que la táctica sindicalista fue poco a poco calando en Solidaridad Obrera y el discurso de ésta fue cada vez más genuinamente libertario.

Cuando se fundó la Confederación Nacional del Trabajo en 1910 se hacía bajo unas premisas unitarias, es decir que organizaba a los trabajadores y trabajadoras españoles independientemente de su ideología. Dentro de los sindicatos había socialistas, republicanos y libertarios. Y esto era la herencia de Solidaridad Obrera, que fue vista como modelo a seguir. De hecho no se creó la CNT antes debido a la huelga de julio de 1909 y sus secuelas, conocida como la Semana Trágica. CNT adoptaba desde entonces unas tácticas sindicalistas revolucionarias, y gracias al trabajo de los anarquistas que operaban dentro, poco a poco los principios libertarios también fueron adoptados por las sociedades obreras y los sindicatos.

El punto de inflexión para la creación de lo que conocemos como "anarcosindicalismo" es el Congreso de Sants, de la Regional catalana. El anarcosindicalismo es una táctica que moderniza la organización sindical del movimiento obrero. Su éxito se basa en la masividad y la capacidad de movilización y de paralizar la economía capitalista. Sería curioso ver hoy en día un congreso de una regional de CNT o de CGT que cambiase totalmente la forma de funcionar del sindicato. Probablemente serían desfederados, dados los permanentes problemas internos del anarcosindicalismo actual. Antes se entendía el confederalismo de una manera diferente a la actual.

Otra cuestión a estudiar es que el anarcosindicalismo en su época gloriosa tenía pretensiones hegemonistas. Es decir, que buscaba la hegemonía sindical y anular cualquier otra vía. Por eso en cuanto hubo otro sindicato que le hizo sombra, la UGT, nunca supo muy bien como lidiar con esta cuestión, y de hecho trataba la UGT como si fuera un sindicato autónomo, obviando su control y vinculación con el socialismo. Este fue un problema durante la Guerra Civil en áreas donde decir UGT era decir Partido Comunista. La Alianza CNT-UGT que desde el anarcosindicalismo se veía como la unidad de la Clase, estaba sometida a la política.

Ahora bien, volviendo al comienzo, el "anarcosindicalismo" tal como lo conocemos hoy nació en el exilio francés de Toulouse. La CNT del exilio dominada por el sector de los "pieles rojas" volvió a un purismo ideológico y a apartarse de toda relación con otras fuerzas políticas republicanas. En esta época de vuelta a los valores libertarios convirtieron la CNT del exilio en un partido, más que en un sindicato, puesto que no tenían ninguna función sindical (para esto estaban los sindicatos franceses), sino de organización política de los anarquistas del exilio. Sus escisiones, sus purgas, sus congresos fueron moldeando una forma de entender los hechos históricos de entre 1910 y 1939 de una forma determinada que fue pasando a la siguiente generación activa políticamente desde los años 1950 y 60.

La escisión de la CNT del exilio se resuelve en 1961 en el Congreso de Limoges y la parte minoritaria es derrotada táctica e ideológicamente. Durante la segunda mitad de la década de los 60 comienzan nuevas purgas en la CNT del exilio que hunden definitivamente la organización.

Pero llegando a 1975 CNT comienza a renacer. Lo hace en base a los grupos anarquistas y comunistas libertarios que se van generando en las luchas obreras del período 1970-76 que provocan la politización de la sociedad. Pero desde el primer momento de la reconstrucción de CNT llegan del exilio gentes con un áura mística de grandes luchadores de la Guerra Civil y la Revolución social. Trajeron a España las gestas heroicas de Durruti, Ascaso, García Oliver... tenían la memoria de los maquis, de las grandes huelgas de los años 30, de las milicias, de la Canadiense... Y los jóvenes los miraban con veneración, aunque alguno con escepticismo dadas sus actitudes dirigistas. De alguna manera el sector exilio logró hacer que el discurso CNT Toulouse fuese adoptado por CNT, cosa que también se replicó durante la escisión de lo que daría lugar a CGT.

A decir verdad la CGT no viene de la rama histórica del trentismo, que fue destruido en 1936, ni del colaboracionismo cenetistas entre organizaciones republicanas, via acabada en Limoges, ni siquiera del cincopuntismo colaboracionista del franquismo en los 60, que no llegó a ninguna parte, sino de las tendencias posibilistas del exilio francés que también participaron en la reconstrucción de CNT y que fueron dando lugar a toda una tendencia dentro del anarcosindicalismo de los 70.

Después llegó la desastrosa década de los 80, cuando el anarcosindicalismo dejó de tener ningún peso en la sociedad y en la clase obrera. Los locales estaban vacíos, y el anarquismo pivotó hacia la contracultura, las formas de vida alternativas y los movimientos sociales. Pero en los 90 ante un repunte producido por la entrada en los anarcosindicatos de otra generación se produce una reafirmación de unos Principios, Tácticas y Finalidades que imponen una idea basada en una mitificación de la historia. CNT en su congreso de Granada cambia sus estatutos y por vez primera se autodenomina anarcosindicalista. Esto ocurre porque CGT en aquellos años también está reivindicando la etiqueta, y CNT la quiere en exclusiva. El resultado es la existencia de esta sensación de que la CNT del 2015 sigue fielmente la esencia de la CNT del 1910, lo cual es falso. Y es falso también para la CGT, que tampoco representa aquel espíritu en tanto que cae habitualmente en un sectarismo idelógico.

Si quisiéramos volver a las esencias de aquella década 1900-1910 tendríamos que empezar a fundar un sindicato desde cero. Volviendo a la base que, es la sección sindical y que éstas se federen con otras en sindicatos de ramo, y luego entre varios sindicatos formen una federación local. Tarea titánica, pero eso fue lo que ocurrió más o menos con CCOO durante los primeros años 60 que lo convirtió en unos pocos años como el sindicato que representaba a la clase trabajadora y que mucha gente veía como el sindicato unitario, de todos - aunque aquella vez estuvo impulsado por los comunistas.

Debemos analizar la historia de forma que se entienda, que se eliminen de una vez los mitos históricos. Si pretendemos ser algún dia una alternativa real al sistema capitalista neoliberal no podemos atorarnos en cosas del pasado sino avanzar con la sociedad intentando cambiarla desde la base.
 
Josep Negre

 

Comentarios

Imagen de Octavio Alberola

Claro que Josep Negre tiene el derecho de pensar que la historia de la CNT es la que él describe en este breve texto; pero ese mismo derecho lo tienen también cuantos, desde las actuales CNT y CGT, sostienen otra visión de esa historia y sacan otras conclusiones.

Independientemente pues de que es obvio que esa historia es más compleja y que, en consecuencia, habría que matizar más las conclusiones sobre el proceso de reconstrucción de la CNT en los años setenta del siglo pasado, lo que si tiene sentido es plantear hoy, en 2015, el problema de "volver a las esencias de aquella década 1900-1910"; pues es igualmente obvio que las condiciones del mundo del trabajo no son hoy las que eran en aquella época. 

Ahora bien, más allá de eliminar los "mitos históricos", si se analiza con objetividad la situación actual no queda más remedio que reconocer lo enganchada que está la clase trabajadora al sistema de producción y consumo capitalista, y que es por ello que el sindicalismo hoy es necesriamente reformista e integrador. O sea que, mientras la clase trabajadora tenga el imaginario y el deseo colonizados por los mitos capitalistas (cada vez más), sólo adherirá al sindicalismo reformista (el mayoritario) y cualquier tentativa que se pretenda revolucionaria (CNT O CGT) será totalmente marginal y marginada. Aunque eso no significa que esa marginalidad no sea útil para mantener viva la perspectiva emancipatoria frente a la apisonadora capitalista neoliberal; pues peor sería la situación si sólo existiera la perspectiva colaboracionista del sindicalismo reformista  

  

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