Día 54 de huelga: los y las huelguistas salen del MWC

 
Ayer 30 de mayo se cumplieron 54 días de huelga y 8 de encierro en el Mobile World Centre. Fue una jornada de muchas tensiones Durante la tarde del viernes se produjeron conversaciones entre el equipo de Ada Colau y Kim Faura, director general de Telefónica en Catalunya para concretar una reunión entre la empresa y el comité de huelga. Solo los portavoces del comité de huelga de Barcelona tenían constancia de dichas conversaciones, en las que según les comunicaba BarcelonaEnComú, se rompió la voluntad de Telefónica de negociar en varias ocasiones.

Ya de madrugada, los portavoces comunicaron a los y las huelguistas que Telefónica se ofrecía a mediar en el conflicto entre las empresas contratistas y el comité de huelga y a retirar la denuncia por ocupación, previo abandono voluntario del Mobile World Centre. Como mediador por parte de Telefónica designaba a Jerónimo Vílchez, Director de Operaciones y Soporte a la Red en Telefónica, y por parte de los trabajadores a Oriol Rusca, Decano del Colegio de Abogados de Barcelona.

La asamblea tenía que decidir si aceptaba o no esta nueva propuesta de Telefónica en la que había dos puntos muy polémicos. En primer lugar, en la propuesta de reunión, Telefónica seguía rechazando su papel como parte interesada en el conflicto, que según la empresa está planteado entre las contratas y los y las huelguistas. En segundo lugar, la segunda ocupación del MWC se produjo con la convicción de que no nos marcharíamos sin garantías de que se abriría una mesa de negociación. La propuesta de Kim Faura no garantizaba que la reunión propuesta no fuera más que un encuentro para volver a decirnos, como ya lo hizo la empresa tras la primera ocupación del 9 de mayo, que ellos no iban a hacer nada.
Lo único que garantizaba el texto era que no habría represalias por la ocupación del MWC y que sería retirada la denuncia a nuestro portavoz Aitzol Ruiz de Azúa. La asamblea quiso introducir enmiendas al texto que proporcionan mayores garantías a los y las huelguistas de que la reunión llevaría a negociar. Sin embargo, desde BarcelonaenComú trasladaban la negativa de Telefónica a estudiar nuestras modificaciones al texto, que incluían que se eliminase el papel de mediadora de Telefónica en la reunión de la propuesta, se ampliase la garantía de no represión a todas las denuncias habidas en el marco de la huelga a nivel estatal y se valorase la posibilidad de realizar la reunión mientras estábamos todavía en el MWC. Los dos primeros puntos nos parecían imprescindibles y sobre el tercero había desacuerdo en la asamblea.
 
 
 
Al día siguiente, el equipo de Ada Colau comunicó a los portavoces de la huelga que Kim Faura “no podía conseguir a nadie en Telefónica ese día para analizar las enmiendas que proponían los y las huelguistas”. Telefónica volvía a mostrar su prepotencia y desprecio a la movilización, al querer convencernos de que tras ocho días en su tienda estrella en Barcelona no había nadie más con capacidad de decisión pendiente de la evolución del conflicto. La decisión que debía tomar la asamblea era entonces, o nos vamos de la tienda de una reunión con promesa de negociación o nos quedábamos en la tienda hasta que Kim Faura pudiese encontrar a alguien con capacidad de valorar las enmiendas al texto propuestas por los huelguistas.

La asamblea estaba muy dividida. Había mucha desconfianza. Mucha gente pensaba que salir con algo y sin represión era mejor que arriesgarse a ser desalojados por la policía. Otras personas consideraban que si Telefónica no estaba dispuesta ni siquiera a valorar las enmiendas, volvería a engañarnos organizando una farsa de reunión, y preferían seguir con el plan inicial de no salir hasta que la reunión se produjese.

 
Se produjo una nueva asamblea en la que se votó mayoritariamente la segunda opción. No obstante, aconsejados por las prisas y el miedo que se trasladaban desde las instancias mediadoras de Barcelona en Comú, que advertían de la posibilidad de que se hiciera efectivo el desalojo, se realizó una segunda asamblea en menos de diez minutos desde la celebración de la primera, en la que, se votó la primera opción, sin duda mediatizada por este escenario de prisa y temor infundidos y valorado, según el testimonio de algunos presentes, como un probable error estratégico.

A partir de ahí, los huelguistas dieron una rueda de prensa y abandonaron el local por su propio pie. Escenas de emoción, mezcla de alegría y tristeza, de rabia y esperanza, de agradecimiento y furor todavía, afloraron y se dejaron ver sin tapujos.

Ahora falta ver si realmente Telefónica no ha vuelto a hacer uso de su dominio de los poderes fácticos para que salgamos del Mobile World Center por nuestro propio pie. Esperemos que no sea así y que se abra una mesa de negociación real. En todo caso, sea o no sea así, esta lucha no ha acabado, sigue en pie. Aunque las presiones de las empresas, las amenazas, la vulneración del derecho a la huelga, ha hecho que el seguimiento en Madrid y Barcelona haya decaído, Bizkaia y Gipuzkoa mantienen un seguimiento ejemplar del 90-95%. Cada vez estamos mejor organizados y cada vez contamos con más apoyos. La lucha sigue.

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http://teleafonica.blogspot.com.es/2015/05/dia-53-de-huelga-los-y-las-huelguistas.html
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