La lucha es el único camino

La lucha es el único camino.

Tras siglos de mentiras en la historia, de asesinatos, violaciones, recortes en derechos, en la libertad, en la vida. Se nos muestra que el único camino que nos queda es la rebeldía y la insumisión ante el estado y la patronal.

Así consiguieron nuestros abuelos los derechos que disfrutamos y que ahora estamos perdiendo a causa de nuestro miedo y obediencia, derechos que hemos podido disfrutar y que ellos pagaron con cárceles, muertes y exilios.

Fueron explotados por los patrones, se rebelaron y enfrentaron a sus sicarios y pistoleros. Organizándose en sindicatos, mediante huelgas, sabotajes, revueltas, expropiaciones y ocupaciones de tierras... sus armas fueron su solidaridad, su conciencia, su apoyo mutuo y su hambre de libertad.

Fueron traicionados por “lideres revolucionarios” que una vez posicionados, no les importo vender vidas y sueños por un trozo del pastel... Y así una vez más nada cambiaba perpetuando un sistema de clases en el que ideales de libertad e igualdad quedaban como una utopía de un mundo mágico o desprestigiadas y ensuciadas dándoles una fama de caos y destrucción, normalizando así un sistema realmente caótico, de desigualdad y explotación de una clase social sobre otra. Autoproclamandose este sistema tiránico como ejemplo de libertad, enarbolando la bandera de la “democracia” donde las decisiones que toma cada individuo sobre si mismo y su vida en la sociedad la política y la economía se reduce a elegir un dueño cada 4 años y siendo alienado día tras día, utilizado como una simple maquina de producción.

Y en estos tiempos parece que la gente a creído el cuento de hadas, lo que cuentan los periodistas y políticos parlanchines tergiversando las verdades, que dicen que todo es perfecto y que la rebeldía es innecesaria y no tiene sentido, que dicen que ya no hay hambre ni pobreza, que los ejércitos y las guerras son humanitarias, exaltando la patria y los nacionalismos frente a la lucha de clases. Mientras nos recortan en sanidad, educación, obligándonos a trabajar en condiciones precarias y de abuso y chantaje laboral.

Pero es hora de recordar como se hacían las cosas antes y como se deberán de hacer siempre, defendiendo lo que es nuestro, con solidaridad y sin miedo. Honrar a esa gente que lucho y perdió todo por darnos un futuro mas libre. Situando en el punto de mira a los explotadores que viven del robo del trabajo de la clase obrera. Parásitos que ni producen ni trabajan, y tampoco olvidar a sus sicarios de hoy en día, los medios de comunicación que nos venden la ideología del capital como la verdadera, buena y la correcta, manipulando los hechos y contando verdades a medias. Y sin olvidar tampoco a su mano ejecutora “las fuerzas de seguridad” encargadas de reprimir a los disidentes de este sistema, y no confundirlos con compañeros de clase, su papel es el de obedecer ordenes del enemigo y mientras las acaten serán el adversario. Devolviendo golpe por golpe y no aguantar ni una humillación o injusticia más.

No queremos convencer al enemigo de que es malo y tiene que dejar de machacarnos, seremos nosotros los que conquistemos nuestra libertad. Y lo tendremos que hacer como siempre, con nuestras armas, la huelga indefinida, la solidaridad entre obreros, la acción directa contra el sistema.

La lucha no sera fácil y nunca la fue, pero peor sera el futuro si seguimos dejándonos comer terreno.

“No queremos ricos, no queremos sacerdotes ni gobernantes; no queremos bribones que exploten las fuerzas de los trabajadores; no queremos bandidos que sostengan con ley a esos bribones, ni malvados que en nombre de cualquier religión hagan del pobre un cordero que se deje devorar de los lobos sin resistencia y sin protesta. Por que cualquiera que este una pulgada arriba de nosotros es enemigo.”  Ricardo Flores Magón

                                                                                      Hortaleza insurrecta.