Mustapha, estamos contigo!

La noticia de que un vecino del barrio había entrado en coma tras ser detenido por los Mossos d’Esquadra nos dejó heladas. La impotencia y la rabia se fueron apoderando de nosotras remitiéndonos inevitablemente al asesinato que el yerno de los Tous cometió hace ya algunos años para defender sus innumerables riquezas.

El pasado 31 de Agosto, Mustapha, un joven de 33 años, tuvo que salir corriendo de una identificación policial al no tener los “papeles” en regla. La desesperación lo llevó a esconderse al interior de un contenedor en su truncada huída para seguir en este país. De todo lo que pasó luego sólo se conoce la versión policial de los hechos. Intento de suicidio, dicen. Con estricta custodia policial y en el tercer piso bajo tierra del hospital Sant Joan de Déu de Manresa. Cómo si paradójicamente los esbirros quisieran enterrarlo en vida de antemano.

No hace falta ser una enterada para saber cuáles son las aberrantes prácticas policiales con muchas de las personas detenidas. Sólo hace falta tener el valor y el tiempo para querer y saber escuchar a alguna de las desenas de personas que han pasado por sus manos. Las cámaras en las comisarías no han hecho más que trasladar las torturas y palizas a los vehículos policiales, ángulos muertos y boxes penitenciaros de los hospitales.

Las circunstancias que llevaron a la situación actual de Mustapha, las querían y querrán sepultar con todos los medios posibles. La hermeticidad de la prisión y las detenciones han permitido dejar cualquier crimen cometido por la policía en total impunidad. Seguramente nunca podremos llegar a saber que es lo que pasó aquél maldito 31 de Agosto, por que todo está predispuesto para que quede en el olvido. De todas formas, los indicios son múltiples y las sospechas están más que infundadas. Cualquier crimen en reclusión es un crimen de estado.

Lo que si está claro es que a las 5 de la tarde se encontraba perfectamente de salud y que tres horas después estaba al limbo de la muerte. Que si le hubieran dejado en paz estaría libre y en la calle y no enclaustrado a una cama. Fue la horrible política de extranjería la que le llevó a la situación actual de la misma forma que asesina a miles de personas que intentan cruzar el estrecho. Fueron los mercenarios, que a cambio de una placa se deshicieron de su corazón, los que le llevaron a la UVI. Fueron los ni 100 euros de mierda que cobran los policías de prima por extraditar vidas y desmantelar sueños.

Por si la situación de la familia y los amigos no fuera lo suficientemente complicada, una maldita y predecible campaña mediática ha pretendido justificar lo injustificable.

Tal vez a nosotras no nos vaya mucho lo de pedir la verdad a un estado mentiroso y lo de pedir justicia a una justicia injusta. Pero son los deseos de la familia, los entendemos totalmente y no somos quienes para cuestionarlos.

Cuando Lluís Corominas asesinó a Sinaní, no tuvimos las fuerzas suficientes para tomar las calles. Ahora la situación es otra. Tenemos otra oportunidad de demostrar que las nuestras no son palabras vacías!
Extendamos la solidaridad!

Tags: 
Aviso Legal  |  Política de Privacidad  |  Contacto  |  Licencias de Programas  |  Ayuda  |  Soporte Económico  |  Nodo50.org