Crítica de un heterodoxo al anarquista

Danzando por estos mundos de la Libertad, un Anarquista con una clara premisa (ninguna autoridad), puede llegar a una conclusión amarga: en el mundo “libertario” hay demasiada autoridad.

No se alarme querido lector, no coja su hacha de decapitar “herejes” y se lance sobre este pobre “plumilla”. Es usted un ser al que se le presupone, por ser Anarquista, una gran amplitud de miras. Trague un poco del ajenjo que le ofrezco y después de saborearlo, hágame entonces gárgaras en la cara, pero mientras tanto sólo escúcheme. Es un pequeño consejo; tómelo o quémelo.

Coja mis palabras como las de un viajero, como un Gulliver moderno que le va relatando los ambientes, monstruos y bienhechores con los que se ha encontrado. Le habla alguien que, siendo Anarquista, y con no menos errores que usted en su haber, observa el mundo circundante con cierto tesón y, a veces, desamparo.

Criticaré a continuación al “anarquista” (permítanme la minúscula para no confundirnos a lo largo del texto), pero no al sujeto que, con taras, problemas y meteduras de pata, se opone a la Autoridad con cada fibra de su deshilachada alma. Sino a otra serie de “fenotipos” bien diferenciados. Conste antes que nada que no trato aquí de separar “la mies de la paja”, de pontificar quién es el “buen” y el “mal” Anarquista (un resultado así se alejaría bastante de mi cometido inicial). Sólo trato de derribar cualquier icono con el que nos topemos; lleve los ropajes que lleve.

En mi humilde calidad de observador, he percibido que ser “idealista” (usando la acepción grosera de esta palabra y no la filosófica, la que le daba Bakunin) está hoy muy mal mirado en ciertos ambientes que se dicen “anarquistas”. Un chaval, con tantas dudas como corazón, se acerca a un colectivo humano que se dice “libertario”. El chico o chica tiene el pecho repleto de hermosas “utopías”: el mundo acabará mañana, una gran noche lo cubrirá todo y empezará la Anarquía, habrá Libertad ilimitada, mayúscula, y se acabará la dinámica de “leones y corderos”. Este pensamiento es simple, es tremendamente básico ¿pero no es acaso hermoso?, ¿no es la esencia del espíritu Anarquista aún no filtrado por el tamiz duro de la militancia? Algunos “anarquistas” le dirán rápido a este chaval que es “tonto”, que el Anarquismo no es ninguna “simpleza” (como quieren sus detractores) que es algo muy “científico” muy articulado. El chico o la chica, recogiendo el alma del suelo, puede hacerse un desubicado “artístico”, un Anarquista instintivo, emocional, que nunca se bautizará con tal nombre, o puede seguir con sus nuevos “compañeros” convencido de que le enseñarán algo que él desconoce.

El grupo al que se acerque, y el corolario que siga después, puede ser muy distinto, pero podemos glosarlo grosso modo (yendo de lo general a lo particular). El Anarquista “amateur” puede dar con un grupo que, paradójicamente, estando compuesto por Libertarios, puede ser homogéneo y monolítico. Allí se le dice al joven que para ser Anarquista hace falta adscribirse a una tradición, conocer una teoría y ser aceptado por el “grupo”. Para el “anarquista” gregario el campesino andaluz que alzaba la hoz y la horquilla no podía ser Anarquista si antes no se había empapado de teoría. Al “anarquista” mimético no se le puede explicar que los “pioneros” no encontraron tradición alguna a la que adscribirse ¿A cuál se adhirieron Proudhon o Godwin?, ¿a cuál los Libertarios “pre-históricos” de Lao- Tsé o Faigny? Para el “anarquista” arribista sólo vale la “verdad colectiva”; la Individual puede ser sacrificada. El grupo, la mayoría. Siempre tiene razón; si discrepas sólo conseguirás ser “Un Enemigo del Pueblo”. Usan el “organízate y lucha” como una amenaza. “¿No te organizas, no te dejas absorber por el conglomerado? Entonces no eres un verdadero Anarquista”. Eso parecen decir.

La dinámica entonces parece estribar entre “organizados” y “desorganizados”, “formales” e “informales”, pero esto no es más que una falacia. ¿Puede alguien censurar a quien cree que es más productiva la actividad colectiva que la individual? ¿Es peor querer colaborar con un gran grupo que con uno pequeño? La militancia con colectivos mayestáticos no dista demasiado de la actividad grupúscular (la individual si guarda ciertas distancias, pero ese es otro tema). El círculo vicioso que aplasta la potestad Individual se da tanto en un caso como en otro. El sujeto es reprimido por la opinión de una mayoría cuantiosa o por la de una pírrica ¿acaso importa? Unos oprimen en pos de la ortodoxia y otros en pos de la “modernidad y renovación” ¿Qué diferencian hay en ello? El inexperto se acerca a estos grupúsculos con una bella sensibilidad y quizás con cuatro frases de Bakunin mal asimiladas; de repente, se le censuran los aspectos más estrambóticos de una conducta que él ni siquiera sabía que mantenía. Se deleitó en discutir un silogismo que no entendía y al rato se convirtió, para sus “nuevos compañeros”, en un “anarquista de salón”. “Basta de teorías anquilosadas le dicen”, y mientras Zerzan o Bonanno son cacareados aquí o allá, se olvidan de que los “amorfistas”, los “atomistas”, los “antiorganizzatore”, los “desorganizados”, ya habían expuesto opiniones anti-grupales, a través del acervo Individualista, desde hacía más de un siglo (y sin que tuvieran que dejarse babear por ningún “neo-marxista”). Se habla de “primitivismo” con el “sursum corda”, cuando Henri Zisly y los Individualistas llevaban mascándolo desde el XIX. Idea viejas con nuevos nombres, y la censura de siempre. Así se desenvuelve el “poseur”.

Quizás opte, ese joven al que antes hicimos referencia, por incrustarse en el Anarco sindicalismo. Embebido de 1936, seducidos por los libros que le hablan de la más grande Revolución Anarquista de la Historia, el pobre se dice: “he aquí mi palanca”. En cuanto el chico o la chica llegan al sindicato le cae el jarro de agua fría: otra vez es tonto. Le sueltan un soniquete ya sabido: “Hoy no es posible repetir el 19 de Julio del 36, las circunstancias son otras, el proletariado también, y hay que adaptarse al nuevo momento político-histórico”. Se le aducirá además que “hoy no hay la miseria de antes, el trabajador se ha hecho ‘comodón’ y es más difícil convencer a la gente”. El joven, si fuera perspicaz y un lector curioso, podrá espetarles: “¿Está más lejos ahora la Revolución que cuando un italiano reunió a un grupo reducido en Madrid? ¿Más complicada que cuando se recorría en pollino todos los cerros y secarrales difundiendo la ‘Idea’? ¿No existen hoy día carestía y crisis de subsistencia? ¿Acaso estoy ciego y es falsa la miseria que salpica mi ventana y mi televisión?”. Pero se callará y recibirá con dolor aquello de que “no puede confundirse Anarquismo con Anarco sindicalismo, pues no son lo mismo”. El joven, confuso, se preguntará, como nosotros “¿Es el sindicalismo el adjetivo del Anarquismo o es el Anarquismo el adjetivo del sindicalismo? ¿Quién adjetiva a quién?”.

Todo se le tornará claro cuando, precisamente por ser partidario de un sindicalismo entendido como Anarquismo, impugne la legalidad. Entonces las pléyades de abogados y manifestaciones legales le chocarán en la cara. Los “anarquistas” lo tomarán por un provocador, por un traidor, y a él le tocará doblar el palio.

La actitud dogmática, la frívola, la autoritaria, conviven sin dificultad en esta clase de “anarquista”. Todo convierte al Anarquismo en un agregado de algo: del grupo, de la post-modernidad, del sindicato. No puede el Anarquismo subordinar a estas figuras y herramientas; él debe claudicar.

Ante esta coyuntura todavía hay quien se extraña de los múltiples epítetos antagónicos que suelen acompañar al “Anarco”. La Autoridad ha desarmado a estos “anarquistas”. Puede que alguien, un individuo cerrado, inflexible, marcadamente autoritario, se haya adherido al Anarquismo por la fuerza que tiene el razonamiento “antigubernamental”. Así, este individuo, avasallador y sancionador, redució el Anarquismo al anti-estatismo. De tal modo, es posible que un buen día se le haya presentado un marxista que se dijera libertario, y puede que le hablara de lo imperativo del pragmatismo, de la gran relevancia que tiene el pensamiento unitario y rigurosamente estructurado. Este “anarquista” y aún otros, distintos a él pero también convencidos de que el Anarquismo es sólo oposición al Estado, se acomplejaron ante el fatuo cientifismo y la dialéctica férrea y encopetada (a la par que grosera). Por si les quedaba algún resquemor en su interior bastó que el marxista se reconociera opositor al Estado para que él, y su teoría, fueran ahora “libertarios”. Mientras se oponga al Estado “es de los nuestros”. Poco importa si la estructura social que propugna se basa en una férrea jerarquía, si la autoridad de los hombres “preparados” sigue superponiéndose a la voluntad de los “inaptos”, si su clasismo sigue relegando a los “sin-clase” (lumpen, así lo bautizaron) o al campesinado, si la Ciencia se vestirá, según sus deseos, de Religión y será la nueva “madre eterna”, poco importa si una férrea red de comités ocupa el lugar del Estado y reproduce sus funciones coactivas… Nada importa mientras se oponga al Estado.

Así se abre la vía de la Patria. El nacionalista toca a la puerta y el discurso del “anarquista” queda en agua de borrajas mientras este último se oponga al Estado. Se habla de las luchas nacionales bakunianas y se desoye su “todo patriotismo es un egoísmo en masa”. La cuestión de la Nación orbita y brilla con gran importancia, y mientras en ella no haya Estado todos se complacen en admirarla. Pero si el Individuo es inmolado ante la abstracción colectiva, si quien nace lo hace con una carta otorgada, si hemos de ser o de parecer tal y como agrada al lugar donde nos han arrojado al mundo, si hemos de estar sujetos a una “identidad innata”, si somos alumbrados con una cultura de serie y la Patria se hace mayestática, si persiste la Autoridad que supone estar condenado a ser absorbido por una postura general sin más prerrogativa que el nacimiento y la imposición educativa, si la Nación no puede reducirse a nuestros zapatos y tiene que aglutinar al Individuo hasta hacer de este pueblo, y del pueblo masa… Nada importa mientras no haya Estado.

En tal tesitura, tanto la Autoridad marxiana como la homicida abstracción “españa”, pueden ser libertarias con tan sólo oponerse al Estado.

¿Por qué nos extrañamos entonces de la cantidad de reaccionarios que deambulan con su A circulada? La caterva capitalista que se reclama Anarquista, son el producto descompuesto de esta circunstancia. Aquéllos que defienden el “homo homini lupus”, el “¡vae victis!”, el “struggle for life”, el dominio de un hombre sobre otro, el darwinismo social, la supeditación de la Voluntad a la abstracción dinero, la rendición del obrero al patrón, la sujeción del explotado ante el explotador, la represión para-policial, la subordinación de las necesidades a la potestad del propietario, quienes prohíben el libre acceso al consumo tratan de llamarse ahora “anarcas”… Porque mientras se opongan al Estado, aún ciegos de Autoridad, nada importa.

No obstante, parece que ante esta eventualidad muchos han reaccionado, aunque no sepan por qué. Saben que el Capital es opresivo, pero les desconcierta el pretendido antigubernamentalismo del que hablan los capitalistas. Aún no han captado que la Autoridad puede darse aun sin Estado (como puede darse aun sin capitalismo). La opresión genérica y racial, la tiranía nacional o la individual, la de la mayoría sobre el sujeto aislado o la del autarca sobre el pueblo, puede darse sin estructura de gobierno convencional.

Puede que los “anarquistas” abandonen las vías autoritarias antes de que les hablen de un “Dios Anarquista” y de misas alrededor de una bandera negra. Pero si aceptamos la autoridad del colectivo, la de las poses, la de cierto sindicalismo reformista, también la del individuo estrella, la del marxismo, la de la patria ¿cómo oponernos a una “religión anárquica”, a un “dogma de fe libertaria” o incluso a las aberraciones que van mutándose en el campo fascistoide?

Ésta es la opinión de quien no ha intentado sentar cátedra. Sin aseverar quien sigue el fantástico “manual” del “Anarquista correcto”, sólo constato que existen ese tipo de “anarquistas” que tratan de conciliar reformismo, sentido interno de la legalidad y autoridad con Anarquía. Y el problema no es que se ahoguen en su legalismo, su amarillismo y su cerrazón, sino que nos obligan a sojuzgarnos a los demás a la ortodoxia de turno (los trinos que dan el poder a las mayorías, a la retórica marxiana o la grandeza de la patria son los que pasan hoy por ortodoxia; en otro tiempo hubieran sido el detritus minoritario). No condeno aquí a los que tienen una voz moderada. Muchos son buenos compañeros, y su canto sosegado no asfixia su espíritu radical. Gente que como el Noi del Sucre, que pueden ser timoratos en las ideas pero estar dispuestos a disolver un mitin reaccionario a tiros. Yo hablo de los que disuelven el mitin de sus propios compañeros con una sola voz de reproche y desagrado. No hablo tampoco de quienes claman por una Patria unipersonal y un Dios privado, de quienes se delectan profundizando en los recovecos marxianos, o quienes buscan en las “nuevas tendencias” un reflejo de sí mismos; hablo de quienes condenan al hedonista al martirologio del “militante consciente” o de quienes hostigan al melancólico por no ser lo suficientemente “lúdico”. Hablo de quienes tratan de poner en connivencia sus prejuicios culturales, sexuales y étnicos con la “liberación humana” o de quienes imitando a un inflamado Nietzsche nos condenan a la ergástula por la vía de la “moral esclava”. Hablo de quienes estrangulan, en colectivos cerrados, toda la potencialidad que reside en la queja del Hereje.

Se quejaba Anselmo Lorenzo (así constata Manuel Buenacasa en la reseña que le dedicó al “abuelo”) que en este “mundillo” nuestro hay muchos rencores. Ojalá el rencor naciera y muriera con el rencoroso ¡Cuán bueno sería eso! El problema es que el rencoroso se inserta en una sensibilidad que desconoce, y trata de convertirla en escuela y de hacer del rencor Iglesia. Es a ese “anarquista”, al que lo es sólo de nombre (y que me perdonen los que disientan) y, quizás, por el beneplácito de la mayoría, al que le dedico todo el veneno de este humilde artículo.

Pero nada está perdido, el asunto no es tan grave. En posteriores artículos hablaremos de las virtudes del Anarquista (con mayúsculas), pero eso, por ahora, tendrá que esperar.

Comentarios

Oh, basura individualista ¿por qué hueles mejor que el postre de los arribistas?

para el del ultimo, bueno en primer lugar darte las gracias por tu tono didactico de compartir, y de aportar tu vision de una FORMa humilde y comprensiva para los que nos estamos tan leidos, aun asi justificar la palabra timorato para segui no me aparece apropiado, en cuanto a lo de orientar a las masas de alguna forma hay que reseñar la influencia que ejercia las ideas desegui en la cnt, cuando la cnt era la confederacion y aun no habia sido convertida en organizacion, que para mi hay una diferencia, entre las trifulcas para imponer lineas mayoritarias dentro de la misma, no entrare en quien tiene mas razon, la vida me ha demostrado que las verdades absolutas no existen, y que defendiendo la pureza de no se que uno se pierde y al final defiende lo que queria destruir, dices que estoy envenenado pero vaya comunicar contigo es un buen antidoto para mejorar, aunque te dire no me gusta nada la historia oficial o la cientiffca del movimiento libertario y dentro de este la de la cnt, siempre tratando de imponer una verdad que yo me cuestiono mucho, porque en la tradicion escrita deja bastante que desear por lo menos para mi, y ya no entremos en la interpretacion de lo escrito, pero bueno si pudieses ver que a veces el insulto o el uso de una palabra concreta para unos es divertaido para otros lo es menos, puedas entender mis simpatias para con la figura de segui sin entrar a la adoracion sino porque me gusta su forma de vivir la anarkia, podras entender que no me parece justo el uso de timorato para el, pero bueno tampoco pasa nada, si le quereis decir timorato hacerlo, dicen que rectificar es de sabios, pero vaya reafirmarse en algo tambien tiene valor, yo a veces ya te digo hago como el prefiero ser hijo de puta que no de santa, ya para acabar darte las gracias por tu interes en mostrarme mis defectos y por compartir a pesar de ellos toda tu sabirduria sobre lo que es la historia anarkista, sin nada mas y esperando seguir enetendiendo e intentado que la mutua ayuda solo es posble a traves del afecto, tratare de entender lo de timorato como algo afectuoso que se dice a alguien en que tienes confianza y loaprecias y por ello ya no es insulto sino mas bien esa comunicacion entre los que comparten afectuosamente el hacerse mejores para poder contribuir en la emancipacion colectiva. salud y anarkia

Para el último:

Se agradece tu buen sentido y disposición por comprender la postura ajena. Mi exposición sólo trataba de demostrar que podemos decir, sin complejos, que un compañero es más moderado (timorato) que otro cuando está dispuesto a apoyar eventuales colaboraciones con partidos políticos o sindicatos amarillos. Eso no tiene porque ir en menoscabo del la trayectoria compañero, o suscitar en nosotros una inquina personal hacia él; ahora bien, que nada nos impida disentir de ese compañero, enmendarle la plana y oponernos con todas nuestras fuerzas a su proyecto (siempre y cuando trate de implicarnos en el mismo). Que no sea el “respeto” algo que nos amordace y nos obligue a acatar acuerdos dudosos. Sobre el papel de Seguí en la CNT, fue transcendental y muy relevante, pero no más que el estibador anónimo que se quitaba unas horas de descanso para ir a las asambleas. No más que la del presidario que, recién liberado en el 36, cogió las armas y empezó a construir el Comunismo Libertario. No más que la del afiliado anónimo que supo gritar en público que unos cuantos tunantes estaban reformando, vendiendo y matando a la CNT. Esas influencias, mudas por el paso del tiempo, son las desconocidas y las que más valen.

Con afecto, Salud, Anarquía y Liquidación Social.

viene a cuento a los que enmendan a los otros, en el libro de emma godman que escribe sus memorias hay un trozo que explica que en una huelga algunos son tachados de reformistas poruqe aceptan unas condiciones que a otros les parecen que no son suficientes, enma godamn tiene una discusion con su mas allegados, cuando estos reprochan que la revolucion social no es tener agua caliente, y ella les contesta que en las condicioes diarias tan duras de algunos esas mejoras pequeñas son aceptablesw, ante tanta insistencia de supuestos radicales revolucionarios, de que la revolucion social esta por encima de esas pequeñas mejoras, ella vuelve a decir que en el dia a dia de los desposeidos esas pequeñas mejoras son un gran avance y las defiende es por eso reformista, las palabras como sentencias son una mierda y mas desde una supuesta verdad historica asi que decir que uno es timorato y hacerlo igual a reformista es como aquellos que criticaban a kropotkin por el manifiesto de la guerra, y despues no solo tuvieron que pelear en una si no que se pusieron el uniforme del ejercito frances y encima alardean de ello como si fuese una gran proeza el entrar vestidos de soldados franceses en la liberacion de paris, o sea que hay como una gran academia historica que segun las tendencias santifican o cualifican de timoratos a unos u otros, vaya otra mierda, y ya el colmo es creerse porque uno cita libros y se apoya en ellos para ejercer la autoridad de imponer la verdad de lo que ocurrio, esta bien perder el respeto pero lo que yo creo que no esta bien es hacerlo desde la prepotencia de creerse mejor del que ya no respetas, eso de querer matar a la cnt y otros de que la estan salvando me hace tanta gracia jejejeje, sweguramente los que enmendais sois los defensores de la vida de la cnt, pero vaya para la vida que tiene actualmente la cnt que quieres que te diga, la cnt solo tiene una funcion bajo mi parecer y es la accion directa, pero la accion directa o es de masa o no es mas que una mierda de cuatro iluminados que se creen en posesion de la verdad y que los demas estan equivocados, pero claro el posibilista y no se que mas aparte de timorato es el noi del sucre, que este si que se atrevio a ser fil de puta y le mataron.

Los que tratan de reducir a los demás a la condición de acólitos complacientes no son los que tienen el problema; el problema lo tenemos quienes lo consentimos.

En el Anarquismo, como en cualquier idea que se hace colectiva, han existido compañeros que han andado a tientas por el machismo, el antisemitismo, la homofobia y los más variados prejuicios. Muchos han pertenecido al Estado, han defendido la creación de organismos parapoliciales e incluso han sido partidarios de la pena de muerte. Individuos con ciertas ideas válidas, con vidas útiles y sacrificadas, y con errores que no pueden olvidarse para no vernos obligados a repetirlos.

Estar dispuestos a reconocer los errores propios, a admitir los errores ajenos, nos salvaguarda de caer en el estatus de lacayos. Hay comprender por qué hacemos lo que hacemos, por qué tal o cual compañero hizo lo que hizo, pero no omitirlo y esconderlo bajo la alfombra. Eso es el negacionismo, el buen siervo que esconde en el armario los cadáveres que produce su amo.

¡Abramos los sótanos y que se aíren los fantasmas! Lo contrario es transformarnos en “creyentes”.

De lo contrario tenemos múltiples ejemplos. Para algunos Marx nunca fue frenólogo, ni racista, ni defensor del colonialismo y las guerras imperialistas, tampoco fue antisemita (a despecho de que la sistematicidad “étnica” le cosifique como judío). Otros tantos gastaron páginas y páginas escribiendo tesis para exculpar a su “líder” espiritual. De esos lodos, de ese espíritu acrítico, nace la infalibilidad dogmática que le aplicaba el bolchevismo a sus más brutales desmanes.

Yo, personalmente, llamo timorato a un compañero que trata de conciliar a un sindicato legalista con uno que, por entonces, era antigubernamental. Llamo timorato a quien intenta que los militantes de una organización se impliquen en política. Llamo timorato a quien hace un llamado para que se paralice una huelga o un motín.

De igual modo reconozco la valía quien sabe plantarle cara a las críticas que lo anatemizan como traidor. Apruebo con efusión al que no se deja herir por las palabras y prefiere enfrentarse con los palos, e incluso las balas, de la patronal. Tengo afecto por el compañero que sobrevive pintando casas sin dejarse absorber por el brillo de la relevancia pública. Y lamento que una vida así pueda ser segada.

Esas son las sombras y luces del Noi; y que no quiera apreciar sus lados oscuros sólo no sobra alumbrar lo que en ellos hay de luz.

Esto es extensible a miles de compañeros anónimos, partidarios de la CNT, desencantados o incluso opositores a la misma. Muchos recibieron una muerte igual de amarga, sin reseña periodística que la glose. Otros murieron sin “heroicidad convencional”, olvidados en los márgenes de la historia. Estos individuos, tan válidos como el Noi, no deben ser eclipsados, y todo endiosamiento o demonización los cubre un poco más de penumbras.

La muerte, tan común, no debería ser lo único que se pueda recordar de alguien. Muchos murieron “con las botas puestas”. Morir en primera línea nos habla del valor, entendido como cualidad, de una persona; no de su carácter revolucionario. El “che” murió con el fusil en la mano, cosa muy loable, y para algunos, esa circunstancia limpia su currículo autoritario y les obliga a proclamar: “¿Tú has muerto participando en una guerrilla? Pues hasta que no mueras así abstente de opinar?”. No se es consciente de que si uno no inicia una profunda experiencia de crítica (a todo y a todos, incluyendo a uno mismo) puede morir como un cascaron vacio. Sí, muere en la guerrilla, pero vive de forma tan iconoclasta que tu muerte sea un colofón y no una excusa. Lo contrario, negar toda objeción, es el “culto a la personalidad”, el servilismo ante los grandes hombres y los grandes nombres. Y eso es la defunción, firmada y certificada, de la Rebeldía, de la Anarquía.

Cuando las críticas a Seguí arreciaban, se metió en un cuarto con los acusadores. Puso la pistola sobre la mesa y les sugirió que acabaran de una vez con el asunto, que se apagaran las luces, cada uno sacara su arma y se liaran a tiros. Las luces se apagaron y nadie hizo nada (la crítica era inconsecuente, añado yo). Así que cogió la puerta y añadió: “Vuestro silencio os denuncia ¡Abur!”. El Noi no querría que nadie silenciara su crítica ante él, que nadie se callara; ni por él ni por nadie.

Salud y reflexión.

que hermoso el escrito ultimo reflexionando sobre la muerte, la loa a la grann belleza del aporte anonimo de tantos y tantas al ideal colectivo de la anarkia, da gusto leer a veces esos escritos porquese ve el afecto y ese afecto es la energia para la mutua ayuda, aveces no obstante me pierdo no entiendo eso de que el che murio con el fusil en las manos, he visto la peli de benizio y alli el che muere desarmado y cautivo, asi que parece segun nos conviene se da por metaforico a lo que no se ajusta a lo que sucedio pero nos viene bien para explicar lo que estamos tratando de comunicar, asi a veces la comunicacion es dificil pues algunos quieren dejar bien claro que para comunicar hay que aceptar una coordenadas y si no lo haces ues entonces viene la descalificacion, decir timorato a salvador segui que seguramente tendria sus fallos y defectos sigo creyendo que no es lo mas acertado, pero bueno tampoco pasa nada, yo no adoro ni lo idolatro, como figura revelante de la cnt en llos años 20 me cae bien por lo que llevo su vida en cuanto a lo de hacer politica entramos en algo que no sabemos, pues su muerte nada mas nos deja en la incertidumbre de lo que hubiera pasado en su forma de pensar y de actuar, en cuanto a lo de que desconvoco la huelga tampoco tenia a nivel personal tanto poder para hacerlo, se le puede achacar cosas que hizo o dijo que son mejorables, pero eso se puede aplicar a cualquiera sin tener que decirtle timorato y poner de ejemplo de algo que esta explicando la exclusion y el desencanto de la gente con la idea de la anarkia, pues mas bien el fue todo lo contrario, ayudo o influencio o oriento o lidero o lo que se quiera decir, al menos fue uno de los responsables mas visibles dentro del movimiento de la cnt, de que esta fuera inclusive y se atreviera a hacer accion directa de la de verdad o sea de masas, para que esta mejorara las vidas de los que creian en la anarkia, yo no se porque creer que la anarkia mejorara mi vida me hace creyente, bueno pues lo asumo creo en la anarkia, en la mutua ayuda y en la afinidad para hacer grupo, eso mas que una creencia aunque tambien lo es se ha convertido en confianza a traves de la experiencia en la vida, la historia o lo que ocurrio se puede ver e interpretar de diferentes formas y el que se cree que tiene verdad absoluta alla el, es de una pesadez insoportable a no ser que se sea un egolatra el tener todao el rato la razon, y seguramente si estuvieran poniendo al salvador el segui que no el puigantic que esa es otra, como una especie de heroe semidios como a veces ocurre con el durruti quizas yo estaria sacando sus cosas que menos le favorecen, aun asi creo que ha sido bueno el articulo del heterodoxo anarkista y la polemica que ha suscitado, yo he escrito he leido o sea he participado y encima lo he hecho a traves de ineternet, y eso que mi parte ludita me hace seleccionar mucho el participar tarves de malinas en la comunicacion, pero la anarkia amigos aun a pesar de todos mis carencias y defectos, me motiva a vivir experimentando estas tecnicas tan extrañas para mi, si no quieres retirar lo de timoarto al noi pues no lo hagas igual tienes razon, la forma de medir segun los pqarametros no es igual para todos, para mi una persona que se atreve a vivir como lo hizo el noi del sucre si algo no es, es timorato, mucho mas timorato veo yo a durruti queriendo ir a conquistar zaragoza, timorato e iluso, por no decir corto o tonto en ir a madrid a hacer lo que hizo, y hablando de muerte solo hace falta ver quien era mas timorato si segui o durruti hay que ver el entierro de uno y de el otro, en el de noi del sucre iban en la cabecera una cnt que era confederacion, en la de durruti una cnt que era organizacion y de tan organizada iba de la mano de un gobierno es mas siendo gobierno, pero claro el timorato es segui. salud y anarkia.

He leído el texto y he leído los comentarios y me pregunto ¿Qué sentido tiene la discusión sobre Seguí? Somos conscientes de que en el texto sólo se dice esto:
“No condeno aquí a los que tienen una voz moderada. Muchos son buenos compañeros, y su canto sosegado no asfixia su espíritu radical. Gente que como el Noi del Sucre, que pueden ser timoratos en las ideas pero estar dispuestos a disolver un mitin reaccionario a tiros”.
Es decir que lejos de atacar a Seguí el texto lo alaga. Dice que es moderado en lo que planteaba, porque es obvio que defendía el posibilismo, pero que en los hechos estaba dispuesto a “batirse el cobre” pues tenía (como dice el texto) un “espíritu radical”. Vamos, que no sé de dónde demonios viene la discusión. Podemos decirle timorato a quien nos dé la gana (díganselo al Durruti si les parece bien), y más si es el propio aludido el que se considera conciliador y etapista. Con que a la hora de la verdad sepamos mostrarnos tan dispuestos como ellos, toda crítica es válida. El texto tiene mucha miga, mucho que comentar. Es absurdo enredarse en esas menudencias. Basta de ver el dedo y miremos al sol.

Fuera de pequeños desacuerdos, creo que pone el dedo en la llaga. Se resume en "no creas que hay que esperar a mañana", pon a manos a la obra. Salud.

Ni creo que se ataque a Seguí, ni creo que sea un artículo de alguien que lo critica todo cómodamente. Se trata de darse cuenta de cómo muchas veces tenemos actitudes que por pensar que están las cosas mal, que nadie nos sigue, que no está bien visto, dejamos a un lado la posibilidad de actuar, y lo que es peor, le quitamos las ganas de actuar a quienes las tienen.

hala, mas alla de lo timorato, en la comunicacion que suscita lo de decir timorato a segui, hay que tener mente abierta para ver y leer el que estamos polemizando, que no es nuevo, para tratar de entender a segui su pensamiento hay que situarlo en su contexto, es ahi donde vienen las diferencias, yno mirar el dedo y no ver la luna, tampoco es nuevo, en la barcelona anarkista se da a traves de su historia, por eso a veces al generalizar no se quiere ver los hechos que estaban sucediendo, bueno se puede ver en el enbfrentamiento de los treintstas y los faistas dentro de la cnt, que en barcelona llega a clarificarse, si estamos hablando de mirar sin complejos, porque hay gente que le molesta lo polemica de timorato y segui, quizas porque al señalar los defectos del posibilismo vemos tambien los de los contrarios que se creen tan puros y libres de ellos, pero cuando en barcelona la cnt era la confederacion o sea UN GRUPO DE COLECTIVOS COMUNALES, las primeras criticas contra lo que se avecinaba a traves de la trabazon verdadera cercenacion de la libertad, pues convierte a la confederacion en federacion grupo de colectivos coordinados creando una centralizacion en pos de una efectividad que es muy cuestionable, quizas lleguemos alli donde el articulo que inicia esta comunicacion nos invitaba, a cuestionar toda la historia oficial que ultimamente nos constriñe haciendo sagrado algunos terminos que sus resultados son decir timorato a segui y alabar otrs tendencias como el sumun de no se que, para muestras un boton en el enfrentamiento que mantenian por liderar la cnt, si no quereis decir liderar poner la palabra que querais, porque ya es bien triste que una de la frases que se le otorgaN A DURRUTI ES LA DE NO TENER LIDERES, y que lo diga el ya tiene guasa, en la comarca del bergueda se da el hecho que dos pueblos con una fuerte implantacion confederal, que son proximos geograficamente y las personas se conocen personalmente unos son treintas los otros son faistas y cuando lees los escritos de unos y otros, quien es mas reformistas y quien mas radical revolucionario yo ten go mis dudas y me planteo que todo lo que sa por supuesto para mi no lo es tanto, asi que lo de timorato a segui no es secundario sino que se trrata de algo que todos damos por supuesto, pero que pienso que habria que replantearselo, y lo que esta dando los escritos me reafirma mas en mis dudas pues veo que la gente supuesta que se replantea todo no esta dispuesta a rectificar que en las ideas segui fuera timorato, eso si era como persona buen anarkista pero lo de timorato no se lo quita, pues nada sigo creyendo que lo de santificar unas tendencias y otras despreciarlas, nada mas demuestra como el pensamiento del opresor esta dentro de las ideas del oprimido y cuando se esto ocurre no hay liberacion, hay mas revolucion emancipacion y liberacion en las ideas de timorato de segui, que en las del heroe de durruti, solo haY QUE ANALIZAR la influencia dentro de la cnt de uno y otro y hacerlo sin la herencia pesada y castradora de esa historia oficial que parece sagrada del movimiento libertario, y tener valentia de hacerlo a traves de la anarkia, dos muestras lo que se le atribuye a uno y lo que se atribuye a otro, el uno decia la anarkia es la mas alta graduacion del pensamiento humano, el otro no tengais lideres, si observa se ve claramente uno llega a una conclusion que no dice nada paternALmente nos habla de iguales, el otro nos habla como un padre dando una especie de consejo, que seguramente habria llegado despues de haber visto que el posibilismo era reformista y timorato, ya, que quiero decir con esto que si uno se qatreve a tener sus propias conclusiones ve ciertas formas de interactuar con la historia que desde posiciones oficiales estan denostadas y ademas como en el movimiento libertario esta mal visto el prohibirlas se acude a desprestigiarlas, que es sino el uso de timorato para segui que el desprecio por la inclusion que hizo posible que la confederacion fuese una fuerza temible para sus adversarios, por no poder coordinarla ni centralizarla. ya para acbar tambien puedes pensar al leer todo esto si has tenido paciencia como la tuve yo al leer todo lo que se ha ido escribiendo tener tu propia conclusion que acepto la que sea incluso que no se lo que digo ya no me asusta nada leido y visto lo que hay que se puede decir y usar la certeza de ue las ideas de segui la hacian timorato que se podria decir de mi u otros anonimos que nos sentimos afines a esas ideas y no se si nos batiriamos el cobre o llevariamos pistola como el. salud y anarkia.

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