Francesco Barbieri

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Francesco Barbieri

Nacido en Calabria, en Briatico el 14 de diciembre de 1895 en una familia holgada, Barbieri se diplomó como geometra y salió para Argentina. Sensible a la propaganda patriótica de la embajada italiana, se alistó como voluntario participando en la guerra mundial en las tropas de asalto. Dos veces herido, fue condecorado.

Vuelto a Calabria a principios de 1919, quedó muy decepcionado por no dar el gobierno tierras a los antiguos combatientes. Adoptó las ideas anarquistas y participó en una cooperativa agrícola en que era contable. Surgieron discrepancias y Barbieri se fue a una cooperativa de consumo, pero la adhesión al partido fascista era obligatoria. Barbieri se negó a ingresar y aprovechando una disposición en favor de los antiguos combatientes, regresó a en Argentina en abril de 1922 para trabajar en Patagonia.

La represión y los 1.500 huelguistas de la Sociedad Obrera fusilados por el ejército en Patagonia en 1921-22 hicieron que Barbieri quedase en Buenos Aires. Frecuentó los grupos italianos socialistas y anarquistas que le encontraron un trabajo como portuario y aprendiz en una imprenta. En 1924, Barbieri participó en el boicoteo del crucero del paquebote Italia a favor del fascismo mussoliniano. La policía argentina detuvo a numerosos militantes italianos. Barbieri huyó y se contactó con calabreses anarquistas, Severino Di Giovanni, los hermanos Alejandro y Paulino Scarfó, así como Silvio Astolfi, Umberto Lanciotti y Miguel Arcángel Roscigna. Juntos, formaron un grupo para combatir el fascismo, y también para apoyar la campaña en favor de Sacco y Vanzetti.

Las acciones consistían en cometer atentados con dinamita contra objetivos norteamericanos. Barbieri, aprovechando los conocimientos adquiridos durante la guerra, era responsable de la fabricación de las bombas. En 1926, cuando Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso llegaron a Argentina, el grupo colaboró activamente en no pocas expropiaciones en empresas argentino-inglesas.

El 3 de mayo de 1928 Di Giovanni colocó una maleta con una bomba en el consulado de Italia. La explosión provocó nueve muertos y treinticuarto heridos. La represión de la policía contra los anarquistas italianos obligó Barbieri a refugiarse primero en Montevideo, luego en Rio de Janeiro y en Belo Horizonte. La policía brasileña le expulsó a Italia.

En Argentina, una violenta polémica estalló en los medios libertarios. La Protesta, órgano de la FORA, que pretendía ser un sindicato anarquista con muchas críticas al anarcosidicalismo español considerado como reformista, bajo la pluma de Abad de Santillán y López Arango, denunció prácticamente al grupo de Severino Di Giovanni. La Antorcha, periódico anarquista crítico de la FORA y víctima de sus sicarios armados en 1926, tendía a comprender los atentados. La polémica paró cuando López Arango fue asesinado en su casa por Di Giovanni, que exigió un jurado de honor anarquista para zanjar entre él y Santillán. Por supuesto fue «indultado».

Barbieri, que no tenía ningún cargo en contra suya en su país, estuvo en Calabria, luego se fue clandestinamente a Marsella. Allí tomó contacto con los refugiados antifascistas italianos. En marzo de 1931, fue condenado en rebeldía a un año y seis meses de cárcel por emigración clandestina y como «subversivo peligroso». En febrero de 1932, fue condenado en Tolón a ocho meses de cárcel por uso de falsa documentación.

Purgada su pena fue a Ginebra. La policía italiana le atribuyó una serie de atentados antifascistas en la Costa Azul y en Lyon. «En 1932, conoció a Camillo Berneri que le consideraba “como un compañero valiente, indispensable para la lucha armada. “ El director de la policía política fascista juzgaba Barbieri como siendo una suerte de « consultante militar » de los anarquistas y que, en sus viajes, les asesoraba para la fabricación de explosivos (nota de junio de 1935 a los cónsules italianos en Francia, Suiza, Bélgica, España, Holanda y Alemania). Además, el dosié político de Barbieri está compuesto de unas « 413 cartas redactadas durante decenas de años por servidores celosos del régimen fascista, que reproducían noticias transmitidas por la policía sobre las principales actividades políticas del anarquista más conocido (pero no demasiado) en Calabria.» (1)

En octubre de 1935, Barbieri fue expulsado de Suiza y paró en casa de Berneri en París. Participó indirectamente en la «conferencia de discusión» de los anarquistas italianos que Berneri, Giglioli y otros habían preparado para elaborar un programa insurreccional. Berneri aconsejó a Barbieri a que se refugiara en España donde podía contar con un grupo italiano y amistades del periodo argentino. Fue a Palma de Mallorca para montar una empresa de impor-export de frutas y verduras. Durante sus numerosos viajes a Barcelona, fue denunciado por la policía italiana en febrero de 1936, detenido y encarcelado. El ministerio de Asuntos Exteriores italiano demandó su extradición o su expulsión a Portugal, de allí habría sido más fácil la extradición.

Tras dos meses de cárcel, Barbieri quedó en libertad gracias a un decreto de amnistía. Regresó clandestinemente a Suiza. A fines de julio 1936, salió con un grupo de anarquistas suizos y encontró a Berneri en Barcelona, así como los compañeros italianos exiliados en Francia. Formó parte de la sección italiana de la columna Ascaso, de la que Berneri era el comisario político y Barbieri se convirtió en su edecán.

Después de la batalla de Monte Pelado en Aragón, siguió a Berneri en Barcelona que publicó Guerra di classe mientras Barbieri organizó una red de atención a los milicianos italianos. Barbieri buscó fondos, armas, medicamentos, ambulancias. Estuvo en relación con los dirigentes españoles y sirvió de agente de contacto. Cuando se estructuró la organización de los anarquistas italianos - Comitato Anarchico di Defesa -, encabezada por Virgilio Gozzoli, Barbieri no tuvo una función precisa. Sin embargo, para la policía fascista, sería el jefe de la policía en Barcelona.

El piso en el que vivían Barbieri, Berneri, Tosca Tantini y Fosca Corsinovi fue muchas veces allanado por comunistas y ugetistas durante las jornadas de mayo 1937 en Barcelona. El 5 de mayo un nuevo grupo de unos quince hombres, con pistolas en la mano, irrumpieron en el piso de los compañeros. Tras un violento altercado, Barbieri y Berneri fueron conducidos hacia la plaza de Cataluña. Las dos mujeres quedaron solas.

Al día siguiente, se encontró el cuerpo de Barbieri en las Ramblas con varias heridas de balas.

(1) Oscar Greco, Contropotere - giornale anarchico, n° 14 - julio-agosto 2003.

Francesco Barbieri (fuera de la sombra) biografía redactada a partir del " Dizionario Biografico degli Anarchici Italiani (2004)" por Frank Mintz.