Alexander S. Neill

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Alexander S. Neill
Neill no fue un científico, ni un investigador, fue quizás un filósofo, y sobre todo un soñador y un idealista. No fue el hombre de una escuela pedagógica o psicológica en particular, no desarrolló jamás un enfoque metódico y reflexivo. Toda su obra no es más que la extensión de su propia personalidad. Pese a que escribía mucho, sus textos a menudo sólo eran impulsos generosos, afirmaciones vehementes, anécdotas, reacciones indignadas, aunque también argumentaciones simplistas. Jamás se preocupó por articular sus ideas entre sí ni por evaluarlas a la luz de la realidad.

Alexander Sutherland Neill, era hijo de George Neill, un maestro de escuela rural, y de Mary Sutherland. Nació en la localidad escocesa de Forfar, el 17 de octubre de 1883, en el seno de una familia numerosa de una estricta y puritana educación calvinista. Recordará durante mucho tiempo su felicidad contrariada por la amenaza constante de la ira divina, el temor del pecado, el temor de morir sin haber podido salvar su alma. Pero este miedo surgía más de la vida familiar que de la Iglesia. Y en esa familia numerosa, entre un padre que apenas los estimaba y una madre distante, el joven Alexander no parece haber recibido el amor que reclamaba, ese amor que supo prodigar a sus propios alumnos. Esa infancia forja en él un individualista a ultranza, profesando un odio implacable a todo tipo de enseñanza religiosa, a toda imposición de valores, sean cuales fueran sus formas.

Ya de pequeño su padre le recriminaba su poca ambición ante los estudios, con solo 14 años fue enviado a Edimburgo a trabajar de mozo en una empresa de contadores de gas, pero poco después perdió el trabajo y decidió volver a estudiar. Después de otro fracaso escolar lo pusieron a trabajar de aprendiz en una tienda de ropa cerca de Kingsmuir. Este trabajo tampoco era para Neill, y su padre medio desesperado lo puso de ayudante en su escuela cuando tenía 15 años. Enseñando creció su motivación por aprender y cuando acabo la fase de aprendiz de profesor al lado de su padre, en 1903, hizo una prueba de acceso en una escuela de Formación de Profesores.

En 1906, comenzó de profesor suplente en Newsport, una localidad obrera donde abundaba la manufactura de esparto y donde las condiciones de vida eran duras para la infancia obrera. Aquí estuvo hasta el año 1908. Durante las últimas semanas de estancia en este pueblo, supero el examen de entrada para la universidad -en las ramas de latín y física- así como la segunda parte para profesor suplente. Por aquel tiempo, todo sea dicho, ya había comenzado también a adoptar ese estilo de relación no convencional con la educación, que lo caracterizaría durante toda su vida.

Más tarde trabajó de periodista en Edimburgo, En la publicación Student. El día 5 de julio de 1912 se licenció de Inglés en Edimburgo, con mejores resultados de los esperados. Durante esos cuatro años, Neill se hizo un adepto de las ideas socialistas. En 1913, Neill se traslada a Londres, donde continuó su trabajo de periodista en diferentes editoriales. Encontró trabajo de redactor de una nueva publicación, el Picadilly Magazine. En Londres aumento su preocupación por los temas de justicia social.

Fue entonces cuando se encargó de la dirección de la escuela de Gretna, al sur-oeste de Escocia. Allí instauró un sistema pedagógico libre, eliminando los trabajos en casa y desarrollando un agudo espirito critico respecto a los libros de texto en uso.

En esa época publicó sus dos primeros libros A Doiminie´s Log (diario de un profesor rural) y A Doiminie´s Dismisset (un profesor acomodado), entre 1916 y 1917. Por aquellos tiempos su ideología del socialismo utópico estaba influenciada por las ideas de un enemigo del pueblo: “La mayoría nunca tiene razón”. Como profesor era muy agradable pero poco exigente, “no ponía lecciones”. Su primer libro provocó muchos comentarios en la prensa e inicio lo que un diario definió como “una lucha contra el formalismo y la tradición”. En el invierno de 1917 Neill conoció a un pedagogo que le influye enormemente, Homer Lane, el pionero de la Little Commonwealth, cerrada en el año 1918. Las prácticas de Lane en la Little Commonwealth fueron cortas, solo dos años, pero decisivas en la vida de Neill. Lane murió en Paris tras un juicio en Inglaterra, acusado de “inmoralidad” con los alumnos, pero lo que en realidad se juzgó fue su vanguardismo que rompía con el sistema. El veredicto obligó a Lane a abandonar la isla. Por lo que se refiere a Neill estaba decidido a abrir su propio establecimiento de enseñanza. Había tenido la ocasión de comprobar que si el equipo de enseñanza no estaba compenetrado en una línea, y si el régimen escolar no era de internado poca cosa se podía hacer. Participa en el Movimiento de la Escuela Nueva, y comienza su experiencia en Alemania (Dresde) y Austria (Viena), donde se acerca más a los grupos de psicoanálisis. Ante todo Neill intentó basar su pedagogía libertaria en los aportes del psicoanálisis, precisamente en el momento en que las ideas de Freud comenzaban a entrar en el mundo de la educación. Dos obras de Freud, Interpretación de los sueños y Psicopatología de la vida cotidiana, le proporcionan los instrumentos para comprender los comportamientos propios y de los demás; se divierte con ellas pero sobre todo halla una justificación para su teoría, especialmente las nociones de traumatismo y de represión.

En 1921, en Lyme Regis, en la costa sur de Inglaterra, Neill instaló una comunidad terapéutica libre. Aquí comienza Summerhill. En el año 1924, Neill trasladó su escuela a Leiston, a unos cien kilómetros al noreste de Londres, en el condado de Suffolk. En 1937 conoce a Wilhelm Reich en Noruega, comenzará con él su terapia psicológica y recibirá otra de sus grandes influencias en el trato con los niños, especialmente en cómo se ejerce la represión sexual. Mantienen durante veinte años una extensa correspondencia. Le permite confirmar lo que venía desarrollando sobre la libertad. Neill escribe ”Luchamos para lograr que los niños sean libres en su interior, libres del miedo, de la hipocrecia, del odio, de la intolerancia”.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la escuela de Summerhill se traslada al norte de Gales para evitar los raids aéreos de los aviones nazis. En 1945 regresa a Leiston.

Escribe durante ese período uno de los libros más humanos y críticos sobre educación. Teniendo en cuenta que lo había escrito con todas las restricciones, necesidades y privaciones de la guerra: “Corazones, no solo cabezas en las escuelas”.

En 1948 va a EEUU a dar conferencias y al primer Congreso Internacional que organiza Wilhelm Reich sobre Orgonomía. En 1950 las autoridades de inmigración estadounidenses le niegan el ingreso. Sus ideas estaban prohibidas tanto en Rusia como en Norteamérica.

Recién en la década del 60 con la edición de “Summerhill (a radical approach to child rearing)” y los cambios que comenzaban a aparecer en Europa y América, lxs pedagogxs iban entendiendo qué quería decir Neill.

Erich Fromm en el prólogo del libro escribe: “ En mi opinión, su libro es de gran importancia, porque representa el verdadero principio de la educación sin miedo. En la escuela de Summerhill la autoridad no disfraza un sistema de manipulaciones. ‘Summerhill’ no expone una teoría; relata la experiencia real de casi 40 años.” El autor sostiene que ‘la libertad funciona’.

Ese inicio de reconocimiento con la traducción de su libro ‘Summerhill’ a quince idiomas, salvó a Neill de la bancarrota a la que se estaba aproximando para seguir sosteniendo su escuela. Fue nombrado ‘Doctor Honoris causa’ en varias Universidades. A fines de los 60 ya existían en Norteamérica y Europa varias escuelas tipo Summerhill. En los 70 su libro iba por la décimoquinta edición en español.

Cuando Margaret Tatcher fue ministra de educación en Inglaterra intentó cerrar Summerhill, (como hace poco el gobierno de Blair), no lo pudieron conseguir debido a la movilización que se produjo. Neill siguió participando en movimientos pacifistas y antinucleares con su avanzada edad, este hombre que lo había visto todo: dos guerras mundiales, el ascenso del fascismo y el nazismo, la guerra fría. Seguìa teniendo esperanza en la condiciòn humana. Fallece el 22 de septiembre de 1973, a los 89 años.