Mensaje
por Fakkirr » 05 Jul 2005, 18:44
Es muy bonito reivindicar el viejo ideal de vive y deja vivir, el "yo te acepto a ti con tus diferencias y igualdades", etc. etc. Pero no se puede pretender exigir a los catalanes que no reivindiquen sus diferencias cuando desde los diferentes gobiernos con sede en Madrid de los últimos siglos se ha pretendido ningunear, despreciar y eliminar a una de las naciones más avanzadas en el mundo en comercio (cuando en Catalunya se comerciaba con todas la civilizaciones antiguas de la cuenca mediterrania, en el resto de la península sólo había tribus celtíberas que se machacaban los cranios con palos); en democracia y gobierno ( recuerda que el primer parlamento en Europa tuvo lugar en Catalunya, y es más antiguo que el Parlamento Inglés), en arte (véase el románico catalán de los siglos X, XI, XII..., y las principales tendencias artísticas que tuvieron su entrada y desarrollo en Catalunya, léase Modernismo, y tantas otras); en lengua (recuerda que el latín ya se hablaba en lo que es hoy territorio catalán mucho antes que en el resto de península. Y de hecho, como es lógico, el paso del latín al latin vulgar y por consiguiente al catalan antiguo se dio mucho antes que en la península (la comunidad lingüística mundial, que no la española, reconocen que fue el antiguo idioma español el que tomó referencias y pautas del catalan. No al revés.); en economia (cuando se van a hacer públicos, sin ningún tipo de manipulación, los datos del expolio a que se ha sometido Catalunya y se somete a nivel de impuestos a pagar?); podría continuar en tantos campos como se desease...
El hecho es que pese a todo esto la nación catalana se ha visto siempre perseguida y expoliada. El reino de España siempre se ha caracterizado por matar a sus propias gallinas de oro. El reino donde nunca se ponía el sol o mejor dicho el gigante con pies de barro, El reino que se dilapida tanto como tiene y más. Incluso dentro de su propio territorio, poniendo arena dentro de su principal motor, agarrándose y negándose a perder su última conquista como cuál país imperialista que fue y sigue siendo, a un territorio conquistado e invadido por la fuerza de las armas: CATALUNYA.
Soy catalan de sangre y de corazón (y atención, es tan catalán como yo el que siente lo que yo siento por mi nación, sea de orígen extremeño, madrileño, gallego, marroquí o taiwanés), soy español por la fuerza y por derecho de conquista. Mi pasaporte dice que soy español y ello me avergüenza terriblemente. No reconozco a un borbón como rey puesto que fué su extirpe la que terminó, de un hachazo, con la NACIÖ CATALANA el 11 de septiembre de 1714. No reconozco a la selección española como la propia. Porqué sencillamente no lo es.
Se dice que no tenemos que reivindicar nada, que tenemos que respectarnos todos y bla bla bla. Y yo digo, ahora encarcelaremos a los niños de tres años que peguen a sus papás ya que por lo visto, ahora, el grande, el mayor, el pobrecito, le ha salido un hijito movidito y protestón.
Majetes, hasta que España no haga un gesto que dignifique de una vez por todas su fraudulenta historia y federalice el estado no será nunca una nación respetable y que respetuosa. Y ya no digo Independència, que esto ya es imposible, digo estado federal.
Reivindicar. Mira cuanto nos queda por reivindicar. Peajes autopista, lengua oficial en Europa, Independència, selecciones catalanas oficiales, nuevo Estatut, cese del expolio fiscal, papeles de Catalunya en Salamanca, Trasvase del Ebro (que no temáis, cuando vuelva el PP, se hará, y rápido. El proyecto del campo de golf más grande de Europa con sus miles de xalets con piscina que lo circunden ya no puede demorarse más), desarticulación de Fira de Barcelona en beneficio de Feria de Madrid (de 17 ferias se pasó a 5 con el PP), sigo..., sigo?
Vive y deja vivir. Esto es un sueño tan antiguo que se está convirtiendo en una quimera imposible.