Dicho esto, aclarar que las diferencias que podamos tener con su línea mayoritaria (lógicas por otra parte debido a diferentes contextos, tradiciones históricas y culturales, estructura social y política, relación entre lo político y lo social) no varían en nada nuestro respeto y admiración y que les consideremos COMPAÑEROS con mayúsculas. No tenemos por qué compartir estrategias y tácticas, programa y política de alianzas para ello. Esto, que es una obviedad, para algunos parece que no lo es.
Entrando a lo que comenta "nobody" acerca del artículo (no soy ninguno de los autores pero lo comparto en líneas generales):
En realidad no se trata de imitar ninguno de los modelos que comentas, aunque en el texto se nombren varios de ellos como ejemplo en diferentes sentidos. Se trata de pensar con cabeza propia la situación actual del movimiento popular y de la izquierda en Chile 2013 (y sobre todo el escenario dinámico que se va a abrir tras noviembre) y actuar en consecuencia, fomentando mayores niveles de claridad programática, de cohesión orgánica y combinando con inteligencia las formas de lucha, en el marco de una estrategia de poder popular. Ese es el sentido de los debates que estamos dando los libertarios de Chile, del que este artículo y el de Manu García que nombras son tan solo dos aportes a él.entiendo que están proponiendo que los libertarios sean impulsores de una especie de partido tipo Unidad Popular que reúna a las organizaciones dispersas de la izquierda chilena en un frente común. Este frente no sé hasta qué punto será socialista, aunque por quienes lo impulsan se pretende que así sea, pero dependerá de qué organizaciones entren. Y tampoco sé hasta qué punto será algo parecido al movimiento abertzale vasco o al MIR chileno o van hacia un Frente Popular de los años 30 o a la UP de Allende. Dependerá del proceso de debate entre las organizaciones y del acuerdo en las tácticas. Entre otros debates estarán las elecciones o tener representantes en las instituciones del estado, no como anarquistas, sino como la organización de la izquierda.
No se trata de etapas, de primero acumular fuerza social y una vez que se ha conseguido pasar a disputar la conducción del país, la construcción y la disputa siempre se dan de manera simultánea. Como libertarios no podemos esperar a ser hegemónicos en la izquierda para dar los pasos en el sentido que comentaba antes. Y como izquierda no podemos esperar a tener organizaciones de masas todo lo potentes que quisiéramos antes de entrar en una disputa con el bloque dominante. Esa disputa no es un momento de la lucha de clases, es constante y es dinámica, de tal forma que la correlación de fuerzas puede variar no sólo por la variación (al alza o a la baja) del factor "niveles de la organización popular" sino por otros factores como los citados de organicidad de la izquierda, de disputa programática, de despliegue táctico/estratégico...Lo que no sé es si lo están proponiendo demasiado pronto, sin haber acumulado la suficiente fuerza y experiencia o si ya creen haberlas alcanzado. Yo sin conocer mucho la realidad de allá, creo que aún falta mucho. Se tiene fuerza en el movimiento estudiantil, pero sinceramente falta mucha organización en los otros frentes.
En cuanto a la experiencia, en este como en tantos otros campos de la vida, es algo que se consigue en el camino
Creo, entonces, que lo que se ve por internet no se condice mucho con el estado real del movimiento de masas y de la izquierda en Chile, donde esas expresiones que nombras son mucho más marginales y apenas tienen peso, de tal manera que hartos compañeros que en su momento fueron orgánicos de grupos de cultura MIR o que se interesaron por la cuestión social a través del anarquismo más identitario o ligado con la contracultura, a día de hoy están vinculados con el comunismo libertario (que se nutre por otra parte de ambos aportes ¡y de muchos más, por supuesto!).Por lo que se ve, hay mucho que va hacia el anarquismo en sentido tradicional, identitario, y hay mucho que tira hacia el legado del MIR y la vieja izquierda chilena.
Que quede claro, los libertarios no somos la fuerza hegemónica pero sí una a tener en cuenta (y así lo hacen el resto de fuerzas) en el panorama general de la izquierda, y no sólo en el ámbito estudiantil. Nadie, por ejemplo, puede ignorar el peso en el movimiento obrero chileno de la Unión Portuaria, o que los libertarios tengamos una presencia territorial sólida desde Arica hasta Puerto Montt.
Lo que más se valora acá de la izquierda vasca son 3 cosas:¿Habláis del movimiento abertzale? Pues creo que su gran éxito entre la juventud ha sido precisamente que hay gaztetxes y Herriko Tabernas en cada barrio y pueblo y que tenían una organización armada detrás que hacía las delicias de los sueños húmedos de gran parte de esta juventud. Hay un enorme entramado cultural de organizaciones sociales y comunitarias que comparten el proyecto abertzale. Y no hablemos del sindicato LAB y su creciente expansión.
1 su capacidad de persistir como factor importante en la vida política y social de una sociedad de capitalismo avanzado en el siglo XXI
2 su modelo organizativo y el amplio tejido social que han construido, con gran participación de la juventud y dinamismo
3 su línea política y su flexibilidad táctica en escenarios cambiantes, manteniendo firmeza en los principios de soberanía y liberación social
Entendiendo que 3 tiene gran parte de "culpa" en 2, y que 3 y 2 lo tienen en 1
Son buenos motivos para tenerles a los compañeros vascos al menos tanto respeto y admiración como a ustedes
