Mensaje
por argy » 30 Ago 2009, 16:52
No es que me autodenomine primitivista, pero sí considero que la mayoría de realidades que mucha gente defiende como "avances tecnológicos" o justifica por el bien de los mismos me parecen propias de un contexto social basado en relaciones sociales de autoridad, y no de colaboración.
Las definiciones son ambiguas al estar influenciadas por los contextos sociales, y tendenciosas cuando estos se rigen por los intereses autoritarios, por eso yo no afirmo estar a favor de la tecnología, sino que veo práctico el uso de las herramientas de las que disponemos, especialmente si encontramos una manera de usar su potencial sin caer en gran parte en su parte negativa.
Un ejemplo: Yo considero que un ordenador es un artilugio creado en el seno de la alienación de una sociedad que vive en un permanente estado de terror y carencia, guiada por la autoridad de la explotación. No creo que personas libres necesitaran ordenadores en el mismo sentido que se necesitaban (en un sentido ansioso, obsesivo) cuando fueron desarrollados y se necesitan hoy día.
Sin embargo, independientemente del motivo por el que a día de hoy existen los ordenadores y son una herramienta al alcance de muchas personas, son una más que interesante herramienta para gestionar, organizar y llevar a cabo proyectos o iniciativas que tengan una gran utilidad para construir una alternativa de vida al margen del sistema establecido (normalmente como respaldo de iniciativas a pie de calle).
No pretendo caer en el tópico de que "la tecnología es buena o mala dependiendo de como se use", pues opino que el desarrollo tecnocientífico es, en definitiva, fruto de esa sociedad que vive en carencia y miedo, y que, al contrario de cualquier otra especie animal, necesita acumular, perpetuar e ir un paso más allá continuamente en cuanto a su modo de vivir respecta. Vamos, que yo siento que la humanidad, en general, no investiga para conocer su entorno (como lo hacen las crías) sino que investiga por un perpetuo e insaciable sentimiento de malestar con ese estilo de vida. Un sentimiento que nosotr@s comprendemos, claro, y que se vuelve infinito en la medida en que jamás se da un paso para solucionarlo. Así es como, por métodos propios del sistema y que se salen del tema del hilo, se desvían los esfuerzos que toda individualidad realiza naturalmente para cambiar aquello que le provoca daño, y los enfoca a una abstracción, a un mundo de cuento alejado de las necesidades básicas insatisfechas, materializada en la ciencia, la tecnología, y mil y una válvulas de escape.
Lo que pretendo decir, eso sí, es que estas herramientas pueden ser muy prácticas, especialmente desde esa perspectiva parasitaria que antes comentabais. Efectivamente, son iniciativas que necesitan de los residuos del sistema para existir, pero que solo necesitamos en la medida en el que el sistema existe.
Así pues, siguiendo con el ejemplo del ordenador, fomentar la reutilización de componentes informáticos y la creación de talleres de desarrollo informático, tal vez redes privadas al margen de la centralizada internet, talleres de montaje, "cybercafés" libertarios autogestionados, no fomenta la parte negativa de esta tecnología (como podría ser el consumo de coltán) sino que, en el peor de los casos dota a las personas de conocimientos que le eviten el consumo desenfrenado en el sector informático, y en el mejor de los casos crea una verdadera alternativa al modelo de consumo tecnológico actual que, para más inri, le da una cara no-alienante a internet, los ordenadores y la informática en general (pues fomenta iniciativas libertarias).
En resumen, que yo critico totalmente la "sociedad del bienestar" porque más bien me parece la "sociedad que intenta uír futilmente del malestar", y que dicho bienestar podemos alcanzarlo en cuanto substituyamos nuestro estilo de vida basado en relaciones sociales de autoridad por uno con relaciones sociales de colaboración, como encontramos en la naturaleza. Pero por otro lado, no creo que eso implique estrictamente volver al paleolítico o construir un futuro siempre en base a un pasado. Recordemos que, por algún motivo, algo pasó para que dicho pasado nos llevara al actual presente. Creo que en el aquí y él ahora tenemos suficiente información para construir un futuro distinto, sin la ansiedad de la carencia, se parezca o no a pasados mejores.
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