Mensaje
por Stalker » 27 Nov 2008, 15:16
Cuando hay una comunidad donde cantidades importantes de sus miembros parten de lenguas maternas diferentes y se pretende imponer una sola, exclusivamente, en las escuelas, eso supone un totalitarismo cultural, una negación de derechos, sobre las personas cuya lengua a sido excluida, e implica una creación de unas relaciones de poder clasistas.
Si se reclama el derecho a hablar la propia lengua, es muy hipócrita negar ese derecho a otro que reclama lo mismo, porque su lengua es diferente.
Hacen falta lenguas vehiculares cuando la diversidad cultural es muy grande. Pero si eso se entiende desde un punto de vista nacionalista, entonces se confunde con la imposición. Para Franco, por ejemplo, el castellano era la lengua exclusiva de la escuela de su nación, porque quería tener una nación cohesionada y le molestaba que a su alrededor hubiese gente que no fuese como él lingüísticamente. Para otros totalitarios la lengua variará, pero seguirá reafirmando la necesidad de que toda la población a su alrededor deba usar esa lengua en las escuelas, le guste o no.
Si ponemos el énfasis en la libertad de las personas, la lengua vehicular debería ser un acuerdo, no partir de la orden obligatoria de una autoridad. Debería ser un acuerdo entre individuxs que deciden que y como quieren aprender y enseñar, en que condiciones, no una imposición unilateral de una de las partes.
En el caso de los niños muy pequeños, que probablemente no tienen suficiente capacidad para elegir por sí mismos, pues probablemente haya que llegar a un convenio entre los padres y el resto de la gente que les rodea. Pero a medida que el educando empieza a tener consciencia y capacidad para pronunciarse por sí mismo, debería ser libre para aprender libremente en el fondo y en las formas, no lo que le impogan los que le rodean. Y el profesor a poner también las condiciones de lo que realmente está dispuesto y como enseñar.
O la sociedad o la educación se organizan de arriba abajo, de la "voluntad nacional" que exige una cohesión a los individuos, cosa que me parece indeseable. O se organiza de abajo arriba, de la voluntad individual a "las voluntades nacionales", que en éste caso serían la libre confluencia de muchas sensibilidades culturales individuales, no una voluntad nacional abstracta.
Hay casos en los que son necesarias políticas de discriminación positiva a favor de opciones desfavorecidas en el pasado, pero teniendo cuidado de no caer en discriminar negativamente. Es decir, de hacer especialmente factible y visible una opción poco agraciada en el pasado, pero no a costa de cargarse la posibilidad de optar.
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Stalker el 28 Nov 2008, 01:10, editado 1 vez en total.