antícrata escribió:quien prescinde de la liberación nacional, simplemente se doblega al nacionalismo dominante, y su construcción "municipalista" se construye desde el Estado ya dado.
Crucial. Pero algunos siguen sin verlo. Siguen pensando que admitir que hay diferencias étnicas y culturales entre la gente es hacer concesiones al nacionalismo (ya sea el burgués, el pequeñoburgués, o el de las masas proletarias alienadas). Pero
eso es tan idiota como pensar que admitir las diferencias entre hombres y mujeres es hacer concesiones al machismo.
Hete aquí que los elementos culturales comunes que supuestamente quieren hacer primar por sobre las diferencias étnicas y culturales (porque no conciben realmente a la unidad desde la diversidad, porque conciben que reconocer esas diferencias es hacerle el juego al nacionalismo), ¡son producto de la uniformización estatal!
Es por eso que
los anarquistas que no sólo no tienen en cuenta el aspecto de liberación nacional en la lucha proletaria sino que se pronuncian en contra de él, terminan siendo funcionales al nacionalismo dominante. En el caso de España, estar en contra del anarco-independentismo
por principio* es anarco-españolismo.
No es la primera vez que se presenta este argumento, pero por las discusiones anteriores lo que observo es que creen que dicho argumento no es más que una chicana o una respuesta despechada, una argucia política de los nacionalistas (porque eso es lo que los recalcitrantes siguen pensando del independentismo, que es "nacionalismo encubierto"). No creen en la realidad de dicho argumento porque parten de una forma de pensar donde lo que se niega en la teoría desaparece en la práctica.
Esta es la misma forma de pensar que, en el pasado, oponía resistencias a la organización feminista porque "dividía al movimiento".
Los anti-feministas en el anarquismo decían que si el anarquismo ya se orientaba hacia la emancipación del individuo y la lucha contra toda opresión, ¿de qué valía la organización específica de las mujeres anarquistas para luchar contra la opresión de género?
Y cuando quienes eran partidarias de la lucha feminista específica defendían la necesidad de enfrentar este tipo de opresión particular de manera no aislada, pero sí específica y de manera autónoma de las demás organizaciones anarquistas, se les acusaba de querer dividir el movimiento, de poner la lucha de género por encima de la lucha de clases, e incluso ¡de inventar diferencias entre hombres y mujeres!
Porque
los anti-feministas, al igual que los machistas, veían a las diferencias entre mujeres y hombres como origen de la discriminación y el sometimiento de las mujeres. Los machistas legitimaban el patriarcado debido a las "diferencias naturales" (vistas distorsionadamente, desde la ideología y no desde la ciencia) entre el hombre y la mujer. Los anti-feministas decían, simplemente, que había que hacer como si no existieran diferencias entre hombres y mujeres.
Con la cuestión nacional pasó exactamente lo mismo que con la cuestión de género. Hubo que enfrentar mucha tozudez para que en el anarquismo se reconociera la cuestión de género y la necesidad de que las mujeres se organizaran de manera autónoma para enfrentar esta cuestión de manera específica. Pero al final, los hechos siempre son más testaduros que la ideología.
Así como existe el anarquismo judío, en EEUU existe el anarquismo negro (
http://www.anarchistpanther.net/). ¿Y adivinen quienes son los que se pronuncian contra él?
Los anarquistas blancos. Anarquistas que creen que lo único necesario para combatir la estructura supremacista blanca es dejarse las rastas y denominarse "anti-racista".
Los "anti-racistas blancos"** niegan la necesidad de la lucha específica de los negros contra el racismo, o sólo la admiten si es bajo el patronazgo de la lucha por la liberación del individuo abstracto (encabezada por anarquistas blancos, obviamente). En el momento en que los anarquistas negros se resisten a este colonialismo ideológico, se los acusa de "racismo al revés". La imbecilidad humana no tiene límites.
En todos los casos, el anarco-independentismo, el anarco-feminismo, el anarquismo judío y el anarquismo negro, tuvo (¡y tiene!) que enfrentarse el cerrado modo de pensar de los anarquistas pertenecientes a las naciones imperialistas, al género masculino, y a la etnia dominante.
Debido a la miseria intelectual de quienes no desarrollaron la teoría anarquista más allá de los clásicos, se le claudica a la ideología dominante porque, al igual que el machismo, la opresión nacional y el racismo, se ve el origen de la discriminación y la opresión entre géneros, naciones y etnias en las diferencias y no en la alienación que permea toda nuestra existencia (y de la cual resultan todas las relaciones de explotación y dominación).
Entonces, en vez de reconocer que la opresión se da en múltiples formas y que los múltiples sujetos oprimidos deben luchar específica y autónomamente contra cada una de esas formas de opresión (y sólo desde esa base puede construirse la lucha general contra todo tipo de opresión), los anarquistas que no pertenecen a un género, una nación, o una etnia oprimida, sólo ven delante suyo la liberación del individuo y/o la liberación de la clase obrera. !Creen solucionar el tema pronunciándose como anti-machistas, anti-nacionalistas, anti-racistas! Creen que haciendo esto dejan de pertenecer al género dominante, a la nación imperialista, al supremacismo. Y, por lo tanto, ven como innecesaria y hasta como reaccionaria a la organización autónoma y específica de lxs anarquistas pertenecientes al género, nación, o etnia oprimida.
El problema de fondo aquí es una forma de pensar decadente, putrefacta, producto de la miseria intelectual y el desprecio a la actividad teórica (su concepción como repetición y aplicación del talmud anarquista). Una forma de pensar que todavía conserva un centralismo intrínseco que, de la misma manera voluntarista, sus portadores creen eliminar declarándose partidarios del federalismo.
El sujeto oprimido es únicamente el individuo. No sin problemas, se ha reconocido también a la clase obrera como identidad social oprimida, y la necesidad de la organización anarquista obrera. Hace relativamente poco el establishmente anarquista ha reconocido al género femenino y la necesidad de la organización anarco-feminista.
Pero en la cuestión étnico/nacional el establishment todavía no ha sido vencido. Sólo unos grupos anarquistas han reconocido la cuestión étnica y la cuestión nacional, y deben enfrentar la hostilidad y el escepticismo del movimiento anarquista no perteneciente a etnias y naciones oprimidas.
A veces se da la paradoja de que los más fervientes "anti-nacionalistas" son pertenecientes a naciones oprimidas, que por rechazar el nacionalismo local de carácter burgués o pequeñoburgués (con toda su carga chovinista y xenófoba) han adoptado la ideología libertaria desarrollada en la metrópolis. Estos son los más recalcitrantes y la avanzada del "anarco-cosmopolitismo" en el terreno local. Pero los hechos siguen siendo más testaduros.
* O sea, cuando la crítica no se dirige a determinada táctica y estrategia de los grupos anarco-independentistas, sino al anarco-independentismo como corriente histórica.
** Ver el excelente artículo en inglés:
The White Anti-Racist is an Oxymoron,
http://www.nathanielturner.com/whiteant ... letter.htm