Mensaje
por Godwin » 22 Sep 2006, 12:32
Gracias Pablek.
Ya que veo que te interesa el tema de Leon Czolgosz, te pongo a continuación toda la nueva información que he ido recopilando de él para la cuarta o quinta revisión que he hecho de este trabajo …¡uffff! Y lo que me queda, tengo aún multitud de manuscritos que clasificar, traducir y añadir, y se que así y todo siempre quedara algún dato oculto.
Lo que era un pequeño trabajo de difusión se ha convertido en un libro de más de cien páginas, y dentro de poco serán varios tomos.
Así que para los que les interese iré poniendo aquí los nuevos fragmentos.
Empecemos entonces por Leon Czolgosz:
A su vez, el 6 de Septiembre de 1901, el presidente de los Estados Unidos William McKinley sería asesinado por los dos disparos del Anarquista norte americano (nacido en Detroit en 1873), aunque de origen húngaro Leon Czolgosz (también se dice que era de origen polaco y que la forma más correcta de escribir su nombre es Czolgocza). Según los distintos datos McKinley agonizaría durante 8 días antes de morir. A partir de entonces se establecería una ley por la cual “Ningún Anarquista podrá entrar en los Estados Unidos de Norteamérica” (esa ley sigue vigente en la actualidad). Czolgosz era hijo de una pobre familia de inmigrantes de Europa del Este, su madre era lavandera y su padre pocero. Ya desde pequeño Leon trabaja en una fábrica.
Toda apunta a que los rumores que empezaron a circular sobre la posible “deslealtad” de Czolgosz a la causa Anarquista, fueron los que le impulsaron a actuar, con el fin de limpiar su nombre. Goldman se destacó en su defensa, llegando a decir: “Leon Czolgosz y otros hombres de su clase, lejos de ser depravadas criaturas de bajos instintos, son en realidad seres supersensibles incapaces de resistir las grandes presiones sociales. Esto les lleva a expresarse de forma violenta, incluso con el sacrificio de sus propias vidas, porque no pueden ser testigos indolentes de la miseria y el sufrimiento de su prójimo. Por tales actos se debe culpar a aquellos que son responsables de las injusticias y la inhumanidad que domina el mundo”. Precisamente esta campaña por salvar la vida de Czolgsz, fue la que sirvió de excusa para intentar implicar a Goldman en la preparación del atentado, pero al final como es lógico, nada pudo probarse. Aun sigue siendo curioso como este asesinato “sirvió” para tirar abajo toda supuesta “conspiración internacional” dentro del movimiento Anarquista, ya que las confabulaciones que pudieron propagarse con respecto a los quiméricos intereses Anarquistas en la Guerra de Cuba, quedaron irreversiblemente barridos cuando se comprobó que no respondería a ningún plan lógico que Angiolillo y Czolgosz, acabaran respectivamente con los dos dirigentes de los Estados en conflicto. Esto vino a reforzar la imagen independiente y ajena de los “propagandistas” Anarquistas a cualquier maniobra “política”, ya fuera de carácter nacional o internacional.
Por su parte Leon Czolgosz no mejoraba su situación personal al declarar: “He cumplido con mi deber. El presidente era enemigo de los buenos trabajadores… Creo que no debemos tener dirigentes. Matarlos es justo. Soy anarquista”. Asistiría a su juicio con la cabeza vendada y casi inconsciente debido a las palizas y torturas a las que fue sometido. Sus abogados se disculpaban al tribunal, y mostraban la vergüenza que les producía defender “al asesino de nuestro honrado Presidente”. No se le permitió declararse inocente, lo cual hubiera evitado que fuera condenado a muerte. Así que el 29 de Octubre de 1901 sería asesinado mediante la silla eléctrica, sus últimas palabras serían: “No lamento nada. He matado al presidente porque era un enemigo de la clase trabajadora”.
Así como el Individuo busca la Justicia en la Igualdad, la Sociedad aspira al Orden en la Anarquía.