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Debate sobre "poder popular"

Publicado: 03 Ago 2013, 18:59
por blia blia blia.
En el apartado de Noticias está teniendo lugar un debate que bien podríamos trasladar aquí.

Empieza con un artículo de Manu García sobre el segundo aniversario del 15M: Indignación: continuidades y cambios
Manu García escribió:El pasado 15 de mayo se cumplieron dos años desde la irrupción de uno de los fenómenos sociales más importantes y revulsivos desde la reforma política del franquismo (la llamada transición), en el marco de una profunda crisis económica y de legitimidad del sistema y sus gestores.

Ya desde el momento de su surgimiento los análisis en el seno de la izquierda acerca de su naturaleza, composición, proyección política y posibilidades fueron disímiles, primando por fortuna la postura de caracterizarlo como un movimiento saludable con elementos positivos, que realizaba una crítica amplia y tomando elementos de nuestra cultura política a la institucionalidad surgida de los “consensos de la transición” y que abría un campo de posibilidades importante de cara a la ruptura con ella. Los libertarios tendimos a resaltar, además, sus énfasis en el protagonismo popular y su búsqueda de mecanismos democráticos de funcionamiento.

Caracterizarlo como un movimiento positivo no impidió, también, ser conscientes de sus deficiencias y limitaciones, teniendo en cuenta fundamentalmente el contexto en el que surgía, con una izquierda rupturista aquejada “de dispersión orgánica, de falta de cuadros preparados y con fuerte inserción en su medio social, de carencia de continuidad generacional y escasez de práctica de masas, con su correlato de sectarismo y estrechez a la hora de encarar la actividad militante” (1) y su composición social.

Hace dos años comentaba al respecto que lo más notable era la entrada en liza y la politización incipiente de una “franja nada despreciable de jóvenes técnicos y profesionales proletarizados por la crisis”. Desde entonces a esta parte el deterioro de las condiciones de vida de este sector se ha profundizado, pero sin redundar en un aumento en los niveles de claridad política y de densidad orgánica, por la continuidad de una “enorme debilidad de las organizaciones reivindicativas y las expresiones políticas de las clases subalternas”.

Con algunas salvedades. Hace dos años hablábamos de “las actuales limitaciones de la protesta: objetivos difusos, laxitud organizativa y dificultad para ampliar su base social partiendo de problemáticas concretas e inmediatas (las movilizaciones contra los desahucios son una excepción que hay que procurar desarrollar, sistematizar y proyectar a nivel estatal)”. Esa sistematización y proyección se ha producido, consiguiendo instalarse la PAH como un actor social de alcance estatal a ser tenido en cuenta y con capacidad para marcar la agenda pública y conseguir algunas victorias concretas, importantes para, en un momento de retroceso generalizado, dar moral al movimiento y demostrar que la lucha da frutos.

También se ha conseguido desde entonces a esta parte conectar desde la izquierda rupturista y el sindicalismo combativo con ese magma social difuso activado por los efectos de la crisis sobre franjas sociales amplias, careciendo sin embargo de la capacidad de capitalizarlo y apuntar hacia la constitución de alternativa hegemónica, salvo en algunos territorios en que este polo se caracteriza por un elevado acumulado orgánico y político y habilidad y altura de miras para moverse con flexibilidad en escenarios cambiantes: hablamos fundamentalmente de Euskal Herria y de Cataluña.

En otros territorios, como en Andalucía, uno donde sus clases populares están sufriendo más, ha habido capacidad de interesar a la opinión pública por embriones de poder popular y de generar simpatías en torno a ellos y a acciones de un elevado simbolismo (ocupaciones de tierras y de viviendas, expropiaciones, iniciativas como el “banco güeno”…), pero debido a las carencias antedichas no se ha capitalizado. Se han creado y se han plantado ejemplos, pero no se ha conseguido entrar en el campo de la disputa y la construcción de alternativa hegemónica.

A nivel estatal la iniciativa política sigue en manos de la derecha y el movimiento popular se encuentra a la defensiva y apegado a lo reivindicativo, con poca capacidad de movilización masiva y de incidencia. Hay que seguir insistiendo, como lo hemos tendido a hacer los libertarios, en lo fundamental de construir organización popular sólida, con protagonismo de masas, con independencia de clase, con iniciativa.

Pero no basta con construir, también hay que disputar, también hay que contribuir a abrir escenarios más favorables para dicha construcción, etapas en los que se pueda dar la lucha con más garantías y que posibiliten un aumento en los niveles de politización de amplios sectores sociales.
Manu García

(1) Aquí y en lo sucesivo, lo entrecomillado está extraído del artículo "Ser con otros o no ser" http://www.anarkismo.net/article/20478

Re: Poder Popular y otras hierbas

Publicado: 03 Ago 2013, 19:02
por blia blia blia.
La utilización del término poder popular y la referencia a movimientos sociales, sindicales y políticos de Euskalherria, Catalunya y Andalucía provocan la respuesta de Octavio Alberola: Sobre "continuidades" y "cambios" en la Indignación
Octavio Alberola escribió:En un reciente artículo (*), que aún está en la sección “análisis”, Manu García nos da a conocer su balance sobre las “continuidades” y los “cambios” que se han producido en la “Indignación”, desde la irrupción del 15M hace dos años.

El problema que plantea dicho artículo es que Manu presente su análisis y sus conclusiones y propuestas en nombre de los libertarios en general y que utilice, además, expresiones que no son usuales en el imaginario libertario y que se prestan a confusión.

Que lo que él consideró hace dos años como “lo más notable” de la irrupción del 15M, “la entrada en liza y la politización incipiente de una franja nada despreciable de jóvenes técnicos y profesionales proletarizados por la crisis”, le parezca ahora que no ha redundado “en un aumento en los niveles de claridad política y de densidad orgánica, por la continuidad de una ‘enorme debilidad de las organizaciones reivindicativas y las expresiones políticas de las clases subalternas’”, pese a que “desde entonces a esta parte el deterioro de las condiciones de vida de este sector se ha profundizado”, me parece discutible.

Por supuesto, Manu tiene el perfecto derecho de pensarlo y decirlo de la manera en que lo ha dicho. Cada uno se expresa como puede y quiere…

No obstante, me parece que ciertas expresiones, tales que “claridad política” y “densidad orgánica”, merecían ser precisadas para saber el sentido que ellas tienen en su análisis; puesto que él parece lamentar que esa franja no haya conseguido aumentar esos “niveles” de “claridad política” y “densidad orgánica”.

Es verdad que, en un texto libertario, tales expresiones no requerirían ser precisadas; pues es obvio que, para un libertario, la “claridad política” significa ser consciente del simulacro, de democracia, que es la democracia llamada “representativa y delegativa”, y que la “densidad orgánica” significa extensión de las organizaciones horizontales, sin jerarquías y autónomas.

Tales expresiones no plantearían problema si, en el texto, no aparecieran otras cuyo sentido, precisamente por la ambigüedad semántica, induce a pensar que no se trata de un texto libertario sino de uno que, a pesar de ser político y partidista, no quiere aparecer como tal. De ahí que me haya parecido necesario poner en evidencia esa ambigüedad para ver si es posible salir de ella.

Sobre todo para saber dónde se sitúa Manu; pues, aunque nos hace asumir su pensamiento a todos los libertarios, parece más bien hablar desde otro campo. El de “la izquierda rupturista y el sindicalismo combativo” que, según él, ha conseguido conectar “con ese magma social difuso activado por los efectos de la crisis sobre franjas sociales amplias”; pero careciendo aún “de la capacidad de capitalizarlo y apuntar hacia la constitución de alternativa hegemónica”. Una “alternativa hegemónica” que si ha sido posible constituir –según él- en algunos territorios, fundamentalmente Euskal Herria y Cataluña, “en que este polo se caracteriza por un elevado acumulado orgánico y político y habilidad y altura de miras para moverse con flexibilidad en escenarios cambiantes”. Pero sin decir en qué consiste tal “alternativa hegemónica” ni los límites de tal “flexibilidad”...

Como tampoco nos dice cuál es ese embrionario “poder popular” que, según el, en Andalucía ha interesado a la opinión pública a través de esos “embriones” (“ocupaciones” y “expropiaciones”) que han generado “simpatías en torno a ellos”. Por lo que me parece legítimo interrogarse sobre el por qué de utilizar tal oxymoron, “poder popular”, sabiendo lo que se entiende por poder (inclusive con minúscula) en el pensamiento libertario, y que, para esas “ocupaciones” y “expropiaciones”, la expresión usual de los libertarios es la de experiencias o prácticas de acción directa.

Y no sólo me parece legítimo por razones de clarificación semántica sino también por razones políticas; pues bien sabemos (por lo menos los libertarios) lo que es el “poder popular” del Partido Popular en España y el “poder popular” instaurado en Cuba, Venezuela, China, Corea del Norte, etc., desde los partidos que detentan la hegemonía del Estado.

Y es legítimo preguntarse el por qué de tal ambigüedad porque Manu agrega que, a pesar de esos “embriones”, “no se ha conseguido entrar en el campo de la disputa y la construcción de alternativa hegemónica.” Es decir: que lamenta que no se haya podido construir tal hegemonía… Claro que Manu no dice de quién, con quién y sobre quién; aunque, por el contenido del artículo, parece ser que, para él, es con “la izquierda rupturista y el sindicalismo combativo”.

Que el lo piense y lo desee es, repito, su derecho; pero me parece un abuso presentar tal deseo como el de los libertarios. Que yo sepa, ninguna de las organizaciones libertarias ha tomado acuerdos en este sentido y, si nos atenemos a lo que primaba en las proclamas del 15M, pocos debían ser los que soñaran con una alternativa hegemónica.

Una cosa es luchar juntos contra el enemigo común y otra construir una “alternativa hegemónica”

Que, para Manu, lo “fundamental” siga siendo insistir en construir una “organización popular sólida, con protagonismo de masas, con independencia de clase, con iniciativa”, vale.

¡Claro que puede seguir haciéndolo! Pero debería hacerlo en su nombre y en el de los que piensen como él; pero debería evitar de decir: “como lo hemos tendido a hacer los libertarios”.

Salvo si, al hablar de organización popular, por sólida que se desee que sea, se está hablando de una organización no autoritaria, horizontal, completamente diferente a lo que son las organizaciones “sólidas” y “con protagonismo de masas” tuteladas por el “poder popular” realmente existente. Pues me parece que la mayoría de los libertarios seguimos aspirando a una sociedad sin poder de unos sobre otros.

Octavio Alberola

(*) http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/25727

Re: Poder Popular y otras hierbas

Publicado: 03 Ago 2013, 19:05
por blia blia blia.
Y en la misma noticia se suceden un Comentario a la rápida de Manu García:
Manu García escribió:Octavio, por supuesto que es legítimo que no te guste el lenguaje empleado en el artículo, o que no compartas algunas de las opiniones vertidas en él, pero desde luego que no hay ninguna pretensión en él de hablar a nombre de todos quienes nos consideramos libertarios.

Veo que centras tu crítica al artículo en el uso de conceptos que consideras que no deberíamos usar los libertarios porque lo emplean otras corrientes políticas (por ejemplo, "poder popular"). Pero si nos perdemos en un asunto de "patriotismo terminológico" y nos ponemos quisquillosos, nos podríamos cuestionar, también, por qué seguir utilizando conceptos como "democracia" (que maneja el Partido Popular), "socialismo" (PSOE), "libertario" (Zapatero se definió como tal, también la extrema derecha norteamericana usa el término "libertarian"), "autogestión" (supongo que no tendría pedigree libertario al 100% y nunca, siguiendo tu razonamiento, deberíamos haberla empleado, pues procede de la Yugoslavia de Tito), "anarquía" (¿hace falta que explique la polisemia de la palabra y su significado para la mayoría de la población?)...

Y bueno, acabaríamos por renunciar al uso del lenguaje o inventando una "neo-lengua" para comunicarnos.

Pero no se trata de eso, sino de (también en ese campo de la fijación de sentidos y creación de consensos), disputarle la hegemonía al capitalismo. Lo siento si no te gusta la expresión.
Respondido a su vez por Octavio Alberola:
Octavio Alberola escribió:Manu: Admito que, como dices, no había ninguna intención de tu parte en hablar, en el artículo, "a nombre de todos quienes nos consideramos libertarios". Pero reconocerás que es en ese sentido que se podían interpretar estas frases: "Los libertarios tendimos a resaltar" y "como lo hemos tendido a hacer los libertarios".

Sabes bien que no es un problema de "patriotismo terminologico" sino de terminología clara, y veo que en tu respuesta no la aclaras; justificándolo con lo de no ser "quisquillosos"...

Los términos no sólo pueden ser polisémicos sino que muchos de ellos se prestan a confusión. Por eso los libertarios, al hablar de libertad, precisan que es para TODOS y no sólo para unos cuantos, como la entienden los que aspiran al poder.

La expresión "poder popular", que reconoces es empleada por otras corrientes y que es, además, la denominación de la institución de control de masas en Cuba, Venezuela, etc., es un buen ejemplo; pues no ignoras que, para esas corrientes y esos regímenes, el concepto de "poder popular" es bien preciso y corresponde practicamente a una forma del poder del Estado.

Que tú quieras utilizar tal expresión en un sentido diferente es tu derecho; pero, me parece que si es en un sentido libertario, se debe precisar bien que no tiene nada que ver con lo que es el "poder popular"para esas corrientes y en esos países.

Y ya puestos en lo de "fijación de conceptos y creación de consensos", reconocerás que es tan impreciso y anodino decir "construyamos la anarquía" que "disputarle la hegemonía al capitalismo".

Re: Poder Popular y otras hierbas

Publicado: 03 Ago 2013, 19:14
por blia blia blia.
Y aparecen dos artículos sobre el concepto de poder popular en la sección de análisis:

Consideraciones sobre el poder popular y una tesis para el enfoque territorial libertario Sebastián Osorio / Pespectiva Diagonal

http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/25860 Ali Bei Publicado originalmente en catalán en ‘Pèsol negre’, número 60

Re: Debate sobre "poder popular" y otros

Publicado: 03 Ago 2013, 20:26
por salvoechea
Yo lo siento, debo ser un posibilista de tomo y lomo, un reformista un iluso, un desengañado o un cínico. "Gato blanco o gato negro... da igual; lo importante es que cace ratones"

Sí utilizando otra terminología se consigue que masas populares que se dejan llevar por líderes populistas cambian de actitud porqué en esas luchas por el poder popular se engloban anarquistas y al final se consigue pasar de esos lideres y se consigue avanzar hacia una sociedad socialista libertaria me parecerá bien. Sí para que se realicen cambios por pequeños que sean, para que amplias capas de la población entienda que el paradigma capitalista actual se puede sustituir y hacerlo para organizar la sociedad de forma horizontal sin jerarquía y donde la sociedad este organizada para que la economía este al servicio del bienestar de las personas y donde se garantice libertad y condiciones de vida justas para todo el mundo, a mi me va a dar igual si se apela al poder popular si eso realmente funciona. Como me va a dar igual dejarme algunos pelos en la gatera si con eso se consigue algún cambio hacia esa dirección.
Claro está que esos cambios deben ser claros y concretos, porqué para transformar lo que tenemos en algo parecido en lo que se han llamado revoluciones y tomas del poder por el pueblo y han acabado siendo pasteleo de unos pocos dirigiendo y el cotarro y utilizando al pueblo como "cla", mejor dejamos los términos a un lado y seguimos llamando las cosas por su nombre.

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 04 Ago 2013, 12:42
por Lebion
Acratosaurio rex en su sección: http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/25897
Cuestiones terminológicas sobre el poder popular

Las palabras, al ser simbólicas, significan muchas cosas, y depende de quien las emplee, significan cosas más o menos concretas. Por ejemplo: los anarquistas, por definición dogmática, estamos en contra de todo Poder, ya que el Poder es la capacidad de obligar, imponer, castigar a otro que está en posición de defensa y no puede resistir. Pero los anarquistas no estamos en contra del poder hacer algo, como poder ir al retrete cuando las ganas aprietan.

Existen pues, términos que en principio a un anarquista le pueden rechinar. Poder Popular (1), ¿qué es para un anarquista? Pues no es más que la extensión en el seno del pueblo (los pobres, los dominados, los desposeídos), de la capacidad de decidir sobre aquello que les atañe. Si el pueblo, de manera significativa y contundente, es capaz de influir, dirigir, implantar sus puntos de vista de acuerdo con sus intereses colectivos, el poder popular funciona.

¿Eso como se hace? Pues mediante el pueblo organizado, es decir, mediante una red de organizaciones sindicales, vecinales, barriales, feministas, estudiantiles, ecologistas, medios de comunicación, radios, cooperativas, grupos de consumo, religiosos de base y todo eso, normalmente peleadas entre ellas. Nadie tiene una preponderancia, nadie posee una capacidad institucional para salir en la foto, pero todos persiguen objetivos comunes para extender la democracia (2), y definir en cada momento qué es lo que más nos conviene a todos.

Pero bueno, el Poder Popular, ha sido también el gancho publicitario de movimientos políticos que aspiran al Gobierno. Ese es el Poder Impopular (3). Es un problemón, porque en la izquierda alternativa, a pesar de que se hundió la URSS, se asegura que el pueblo manda cuando ellos conquistan el poder, y en realidad el que manda es el líder y su banda. Que terminan siendo: a) los que monopolizan el discurso; b) los que redistribuyen la pasta a quienes participan en las luchas, en los trabajos voluntarios, en las asambleas y en una serie de rituales de afirmación del jefe; c) los que aplican las sanciones. Y eso es una traición, una usurpación, cuando lo que se pretende es que todos puedan gobernar. Recuerda: repartir mantequilla para que la gente calle y obedezca, no es el colmo de la democracia. Es un truco muy viejo de curas, cabecillas, caciques y abusones.

Mi opinión: que no te enredes en discusiones terminológicas, porque lo importante es que tú sepas lo que significan las cosas, que puedas explicarlas, y que participes en la batalla con sencillez y sin prepotencia, haciéndote esta simple pregunta: ¿de qué forma puedo colaborar, para que se exprese y obre nuestra clase, con el máximo beneficio colectivo?

Para hacer hay que pensar, y para pensar hay que nombrar. Objetivo común: poder popular. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.


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NOTAS

En otros tiempos he hablado de alguna cosilla de estas y os dejo los enlaces por si os aclara algo, aunque lo mismo os enturbia aún más el entendimiento.

(1) El dilema del Poder Popular: http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/19341

(2) Democracia: http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/16948

(3) Los problemas del poder impopular. http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/19407

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 04 Ago 2013, 21:20
por blia blia blia.
Ya se ha hablado de que los anarquistas tienen una concepción errónea sobre el poder, por ejemplo analizando la revolución española, la postura del sector anarco-bolchevique de la FAI y demás.

A mí el término me parece que viene asociado a una estrategia que no ha tenido mucho arraigo en España, la de integrarse en espacios de lucha no muy definidos ideológicamente. Aquí los sindicatos deben ser anarco, y los ateneos y todo lo demás, libertarios. No estamos acostumbrados a trabajar en estructuras que no funciones a nuestra manera intentándolas dotar parcialmente de contenido libertario, sin que nuestra ideología tenga que ser su estandarte. Las colaboraciones con otras corrientes ideológicas son escasas y suelen acabar mal --también las colaboraciones entre nosotros, no sé si es un problema ideológico, que intentemos mezclar agua y aceite o que unos y/u otros no sabemos trabajar en común.

El 15M, la situación de crisis, la PAH,... parece que están cambiando estas posturas. La CNT colabora a nivel confederal con otras organizaciones como nunca (o hace décadas al menos) no había hecho, los anarquistas participan en asambleas de barrio, en cooperativas, en plataformas,... que no tienen la coletilla de libertario/a.

En latinoamérica, que ha tenido un marxismo mucho más combativo que en Europa, no solo en lo armado, sino impulsando movimientos de base y que ha sufrido, junto a los anarquistas si existían, una represión brutal, la asimilación de prácticas, estrategias y teorías y el trabajo en común parece algo hasta natural.

Entonces, "poder popular" para "insertarnos" en movimientos más amplios, lo malo es que con algunos coincidiremos en el término, pero no en su significado (que antes debemos aclarar).

También utiliza Manu García el término gramsciano hegemonía en la expresión alternativa hegemónica (y por aquí se empieza a leer también contrahegemónico) y el término "claridad política", otra palabra tabú. Recientemente me he enterado de qué van los "análisis de coyunturas",...

En fin, que son conceptos que vienen acompañados de estrategias. ¿Abandonaremos el anarcoliberalismo? Patria o muerte. Venceremos.

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 02:36
por JuGuEtE RaBiOsO
Este texto ya ha sido colgado en su momento, pero viene al caso:

Grupos libertarios y poder popular: Dinamitando el anarquismo desde adentro
(Boceteando una discusión pendiente entre nosotros/as)


La ausencia de espacios de intercambio, así como de mecanismos de discusión entre los y las anarquistas de América latina, precisa que cualquier tópico a ventilar sea precedido de una aclaración del lugar desde donde se origina la reflexión. La falta de continuidad orgánica, o movimientista si se desea, nos obliga a un cíclico eterno retorno, en donde no caben los sobrentendidos si lo que se desea es un real diálogo y confrontación de argumentos.

Este artículo desea cuestionar el uso del vocablo “poder popular” (PP) entre algunos círculos libertarios, sin pretender agotar una discusión que aún, salvo algunos escritos dispersos aquí y allá, no se ha dado con la necesaria rigurosidad, que debido al corto espacio tampoco será realizada aquí. Nuestra invitación a la deliberación debe comenzar con algunas aclaraciones. Quienes han venido promoviendo, en algunos países con más visibilidad que en otros, la utilización del término para sintetizar una presunta propuesta anarquista adecuada a los nuevos tiempos, lo hacen para diferenciarse de otros y otras libertarios que combaten como antagónicos, curiosamente con mucho más énfasis que al resto de la izquierda autoritaria. Según, este anarquismo de PP enfrenta a otro anarquismo que califican, siguiendo a Murray Bookchin, como “de estilo de vida”, y que caricaturizan como “dogmático”, “elitesco”, “encerrado en el pasado” y nucleado, mayoritariamente, en el denominado “insurreccionalismo”. No pretendemos negar que algunas iniciativas en el continente puedan aglutinar algunas o todas las características anteriores. Sin embargo si rechazamos con vehemencia que toda la variedad de las expresiones del movimiento libertario, desde el Río Grande hasta la Patagonia, pueda simplificarse única y exclusivamente en este maniqueísmo: el “anarquismo organizado” –como se autocalifican los cultores del PP- versus el “insurreccionalismo”.

En cambio el anarquismo con el que nos identificamos es aquel que -reconociendo la importancia de la participación en grupos de afinidad específicamente libertarios-, entiende que los valores anarquistas sólo podrán desarrollarse en un espacio dinámico de movimientos sociales, horizontales y autónomos, en conflictos concretos y reales por mejorar aquí y ahora las condiciones de vida de los oprimidos y oprimidas de cualquier signo. Y la intervención ácrata, junto a personas de otro pensamiento, no difumina nuestra identidad como anarquistas, por el contrario la potencia. Porque los valores –y no las etiquetas- que ha defendido nuestro movimiento a lo largo de la historia aspiran a ser vividos por cualquier persona con aspiraciones de justicia social y libertad, y no sólo por un grupo reducido de anarquistas convencido/as.

El viejo fantasma de la dictadura del proletariado

La propuesta anterior no es ni la mejor ni la única que complejiza la interesada polarización construida por los promotores rojinegros del PP: De un lado ellos, construyendo organización al lado del pueblo en una inédita y heterodoxa interpretación del anarquismo. Del otro, los anarquistas dogmáticos de café y biblioteca, encerrados en ghettos alejados de las masas, cuyas iniciativas aventureras solamente alimentan a la reacción. La caricaturización de la discusión en estos términos sólo esconde la propia superficialidad de las propuestas de los “anarquistas organizados”. Vayamos por partes.

El uso del término PP es una moda, en tiempos de presunto giro del continente hacia la izquierda por parte de gobiernos, entre comillas, “progresistas”. Por lo general, buena parte de la izquierda propone la creación del PP sin aclarar que cosa se está definiendo por ese término. En nuestros predios la confusión es aún mayor, pues se nombran cosas correctas utilizando el concepto equivocado. Antes decíamos que como anarquistas nos importan poco las etiquetas, sin embargo esta noción, como explicaremos, necesariamente adopta una significación que, precisamente, termina con hipotecar hacia la nada los valores que nos definen como antiautoritarios. Citemos el concepto que utiliza el CILEP de Colombia: “El poder popular es sobre todo potencia, porque anticipa el mundo futuro, porque en el presente manifiesta lo que está por venir. Esto último es muy importante, ya que de nada sirve construir una sociedad libre utilizando medios opresivos, jerárquicos y discriminadores” (http://www.anarkismo.net/article/12227). Como se podrá constatar la definición no descubre nada nuevo que no hayan dicho los anarquistas en el último siglo, sin embargo se esta describiendo aquello que antes se expresaba como “autogestión”, “acción directa”, “colectivismo” o cualquier concepto afín y específico del discurso libertario. La única razón para utilizar un término ajeno como propio es tender puentes y establecer alianzas con aquellas iniciativas que realizan un uso diferente de la expresión PP. El contrabando lingüístico se justifica en nombre de un supuesto “antidogmatismo”, sin embargo uno de sus objetivos es normalizar entre los anarquistas la utilización de conceptos y referentes provenientes de las organizaciones partidarias de izquierda. No es casual que el artículo del CILEP comience con una cita de Miguel Enríquez, fundador del MIR chileno.
En su precedente podemos constatar que las adjetivaciones no son fortuitas ni inocentes. El término PP es una actualización de lo que los autoritarios definían, antes de la caída del Muro, como “dictadura del proletariado”. El diccionario ruso de filosofía la definía como “resultado de liquidar el régimen capitalista y destruir la máquina del Estado burgués (…) El proletariado hace uso de su poder para aplastar la resistencia de los explotadores, consolidar la victoria de la revolución, conjurar a tiempo las tentativas de restaurar el poder de la burguesía y defenderse contra las acciones agresoras de la reacción internacional”. Esta explicación también pudiéramos hacerla nuestra, sin embargo si alguna cosa enfrentaron los anarquistas que nos precedieron fue precisamente a la dictadura del proletariado. Y buena parte de los argumentos utilizados pudiéramos rescatarlos para debatir hoy con los entusiastas del PP “libertario”. En “Estatismo y anarquía”, por ejemplo, Bakunin afirmaba: “De cualquier punto de vista que se encare ese problema, se llega siempre al mismo triste resultado, a la dirección de la inmensa mayoría de las masas populares por una minoría privilegiada. Pero esta minoría, dicen los marxistas, se compondrá de trabajadores. Sí, quizás de los que fueron trabajadores, pero que tan pronto se conviertan en jefes o representantes del pueblo, dejarán de ser obreros y contemplarán al pueblo laborioso desde la altura gubernamental; no representarán ya más al pueblo, sino que a sí mismos y sus pretensiones al gobierno del pueblo”.
Más recientemente el concepto de PP intentó desarrollarse durante la truncada experiencia de gobierno de Salvador Allende en Chile y posteriormente como propuesta de gobierno de iniciativas de izquierda, como por ejemplo la Venezuela de Hugo Chávez, en donde todas las oficinas y ministerios públicos se refundaron como “del poder popular”.

Los dos problemas del Poder Popular
Así como ayer la dictadura del proletariado tenía dos objeciones -¿Cuál dictadura? y ¿Qué proletariado?-, el PP encierra, de partida, un par de problemas: ¿De qué poder estamos hablando?, por un lado, y “¿quién define qué es lo popular?” por el otro.

Poder es una palabra polisémica, de diferentes significados. En primer lugar es una facultad, una capacidad de hacer, una habilidad para hacer cosas, el denominado “poder-hacer”. Por otra expresa una relación de dominio, un “poder sobre”. John Holloway explica el paso de un estadio a otro por la fractura del flujo social del hacer, lo cual lo transforma en su opuesto, el poder-sobre. Quienes reivindican el PP desde el anarquismo proponen la promoción infinita del poder-hacer sin aclararnos cómo se evita que no se transforme en poder-sobre. El marxista irlandés tampoco pudo explicarlo, por lo que escogió el camino anarquista: proponer cambiar al mundo sin tomar el poder. Y esto fue así porque poder es verbo y adverbio Como propuesta política el uso del término poder, como adverbio, tiene un único significado: relación de autoridad de unas personas sobre otras. Y si ayer el uso de la palabra “dictadura” sólo podía tener la consecuencia que tuvo, hoy la acumulación del poder, tenga el adjetivo que tenga, sólo tendrá un derrotero: la opresión.

En segundo lugar tenemos la propia definición de “lo popular”. El “pueblo” es una definición vaga e imprecisa que puede significar cualquier cosa. ¿Qué es popular y qué no? Supongamos que sea el nacer dentro de las clases más excluidas de la sociedad. Esta particularidad de origen ¿se mantiene para toda la vida independientemente de los roles que la persona ocupe y las acciones que realice? Ignacio Lula da Silva, de origen obrero, ¿es un presidente “popular”? O por el contrario popular ¿es sinónimo de aceptación por las mayorías? Por último esta mitificación de lo “popular”, como contrario a lo “elitesco”, mitifica a sus componentes como buenos por naturaleza. Y cualquiera que haya estado en un barrio o una favela sabe que su composición es tan diversa como la del resto de la sociedad: individuos potencialmente revolucionarios que conviven con otros claramente conservadores. Esta falsa confrontación, la del “poder popular” versus el “poder de las élites”, esconde la multiplicidad de relaciones de dominio que bien describe Foucault en “Microfísica del poder”.

Crisis de la izquierda, crisis del anarquismo

No es un secreto que la teoría y práctica revolucionario se encuentra en crisis en el mundo entero. De la confusión y ausencia de propuestas nuevas no escapa el anarquismo. Lo curioso es que algunas organizaciones libertarias presenten como novedosas estrategias que el socialismo autoritario han demostrado, durante diferentes momentos de la historia, como contrarías a la libertad y la justicia social. La promoción del PP por parte de iniciativas anarquistas las coloca a la zaga de organizaciones cuya táctica es la acumulación de fuerzas para la toma del poder político. Creemos que la mayor parte de los compañeros/as que han apostado por esta estrategia se encuentran confundido/as, sin referentes claros e ignorantes no sólo de la trayectoria de las luchas revolucionarias en el mundo entero. Sin embargo, es claro que en algunos emprendimientos concretos hay una intención de implosionar al anarquismo desde adentro, por parte de partidos políticos de izquierda autoritaria que, ante el descrédito por sus magros resultados históricos, necesitan rejuvenecerse adoptando una fachada seudolibertaria. Una cosa es ser cola de ratón de los partidos de izquierda, por muy “radicales” que se vendan, y otra muy diferente ser parte de las tensiones y enfrentamientos sociales con los poderes establecidos.

Es una tristeza que los aportes más interesantes en el fortalecimiento de conflictos y la promoción de las luchas populares en la región vengan de la mano de los sectores autodenominados autonomistas (Holloway, Colectivo Situaciones, etc), que precisamente han incorporado valores anarquistas a sus propuestas, afirmando que este resultado es parte de la “evolución” de su marxismo. Sin embargo, esta y cualquier crisis también son una oportunidad. Pero para superar este estancamiento, o el claro retroceso al que nos invitan los deslumbrados por el poder popular, hay que experimentar apasionadamente en la propia vida cotidiana y descifrar los enigmas y retos de nuestro tiempo. Aquí coincidimos con las palabras de nuestro querido y recordado Daniel Barret: “una creación social libertaria y socialista no puede concebirse como el resultado espontáneo de una nebulosa legalidad histórica ni como un designio caudillista ni como una operación de ingeniería bajo la forma de la planificación central ni como una casualidad ni como un advenimiento mágico: una sociedad libertaria y socialista sólo puede ser el fruto de una profunda decisión autonómica y de una interminable sucesión de luchas y de gestos que se forman en los pliegues de la conciencia colectiva”.

Autor: Rafael Uzcátegui
Publicado en: Libertad!, Nº 57, Enero 2010. Buenos Aires

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 08:53
por blia blia blia.
Estoy muy de acuerdo con las dos primeras partes del escrito de Rafael Uzcátegui.
Como se podrá constatar la definición no descubre nada nuevo que no hayan dicho los anarquistas en el último siglo [...] La única razón para utilizar un término ajeno como propio es tender puentes y establecer alianzas con aquellas iniciativas que realizan un uso diferente de la expresión Poder Popular.
Con la tercera no. No creo que sean desconocedores de la historia e ideología anarquista --por lo menos los principales impulsores, habrá gente nueva y menos formada como en todas partes-- son perfectamente conscientes de lo novedoso de su propuesta. Que ha habido casos en que han sido engañados e inducidos a tomar esa vía por la izquierda, habría que demostrarlo. Es como decir que los insus chilenos son unos tontitos que les ha comido el coco viejos lautaristas o echar la culpa de las compañías por lo que hace tu hijo. Cada uno sabe a quién se junta.

Un apunte: Yendo a lo lingüístico, poder no es verbo y adverbio, es verbo y sustantivo. Consultando el diccionario: Como sustantivo siempre tiene una connotación de autoridad o dominio. Como verbo suele no tenerla, pero sí en determinados casos: Puedo a Fulanito, la situación me puede.

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 08:58
por _nobody_
En otro hilo rojinegro_acrata nos recordaba que la palabra Autogestión tiene una parte de sus raíces en el proceso de cogestión Yugoslavo. Hoy en día es un término asociado al anarquismo. La "batalla" por esta palabra se dio en los años 70 y fue aceptada por la mayoría de anarquistas y por los movimientos sociales.

Creo que con "poder popular" puede ocurrir lo mismo. Que está ligado a un pasado marxista. Y que de hecho una parte de los movimientos marxistas actuales lo siguen utilizando. No sólo eso, sino que también el Gobierno de Venezuela lo usa para nombrar a sus ministerios. Pero por otro lado es un término que se entiende solo, por lo que tiene fuerza y queda bien en los manifiestos. Cuando lo usas a todo el mundo le queda más o menos claro a lo que te refieres.

Por cierto, quiero recordar que este concepto ha aparecido en unas cuantas pancartas de las manifestaciones de las pasadas huelgas generales y del 1 de mayo. Creo que impulsado por los sindicatos independentistas de izquierdas, pero asumido sin mayores discusiones por las organizaciones libertarias (si no no habría salido escrito en la pancarta de la cabecera de la manifestación). Organizaciones que aquí suelen ser anarcosindicalistas o anarquistas de síntesis.

Con respecto al anarquismo latinoamericano, veo que desde hace tiempo se está reivindicando a grupos de los 60 y 70 que tuvieron mucha influencia política. Algunos fueron grupos armados, otros eran partidos que luchaban contra las dictaduras. Si se reivindica a esta gente (Rafael Uzcátegui de Venezuela habla de que el CILEP de Colombia cita al MIR y de Miguel Enríquez) se hace por reconocerles su espíritu de lucha, su capacidad de organización y por nadar a contracorriente en una época hostil. Los pensadores anarquistas del siglo XIX cogían lo que les gustaba de otros socialismos y lo adaptaban a su pensamiento. Bakunin tradujo El Capital al ruso. No veo porqué no vamos a aprender nada de lo que otros tengan que decir.

No creo que sea que estos plataformistas se estén volviendo marxistas ambiguos. El tiempo del marxismo ya ha pasado en la historia. Tuvieron medio mundo y lo perdieron. Dudo que vuelvan a tener otra oportunidad. Ahora los grupos anarquistas "izquierdistas" están haciendo un resumen de lo que se puede aprender del marxismo latinoamericano de los 60 y 70 y adaptándolo a ese anarquismo. No encuentro nada malo en ello.

También en Europa los insurreccionalistas se quedan boquiabiertos y continuamente ponen por las nuebes a la RAF alemana, Action Directe de francia, Comandos Autónomos u otros grupos de la extrema izquierda no anarquistas. ¿Tengo que recordar que Ulrike Meinhof era marxista? Y a pesar de ello hizo unos análisis impresionantes. No pasa nada porque los anarquistas italianos, por ejemplo, reconozcan su valía y sean los continuadores de su legado histórico. Cuando estuvo Jann Marc Rouillan en Barcelona las charlas se llenaron hasta la bandera. El tipo no tenía rubor en decir que se consideraba comunista. Y el público no salió corriendo, ni le linchó. Se limitaron a escucharlo y a aprender lo que se puede aprender.

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 09:57
por Jorge.
blia blia blia. escribió:Estoy muy de acuerdo con las dos primeras partes del escrito de Rafael Uzcátegui.
Pues los del entorno de patria o muerte venceremos lo ponen de espía imperialista y cosas de esas. Ya que se trata de tender puentes y todo eso, no estaría de más que alguien recomendase evitar el soniquete de "agente del imperio". O al menos que presente las nóminas.

Patria o muerte.
Patria patria.

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 13:03
por anenecuilco
+1 a nobody pero me da repelús que se llame "marxistas" a "quienes tuvieron medio mundo".

Igual si Marx resucitara hoy, se sentiría más identificado (aunque seguramente tampoco del todo) con las corrientes centrales del anarquismo que con la mayoría de los autodenominados "marxistas". Esas corrientes anarquistas son las únicas que hablan de vez en cuando de llegar a una forma de producción basada en el trabajo asociado, que es de lo poco de lo que hablaba Marx en su parte propositiva aunque luego se le ha juntado con todo tipo de inventos despóticos.

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 13:10
por _nobody_
me da repelús que se llame "marxistas" a "quienes tuvieron medio mundo".
Quizás marxistas-leninistas o repúblicas populares sean términos más correcto. Lo cierto es que tuvieron miles de cuadros formados en las escuelas soviéticas de marxismo. Eso en el Partido, ya que en la universidad era corriente citar a marx cada dos por tres para justifica cualquier cosa. Se tomaba a Marx como medida de todas las cosas, se leyeron las obras de Marx y Engels del derecho y del revés. Y fueron cientos de miles, millones de personas que durante generaciones se consideraron marxistas, los herederos de Marx del "socialismo real".

Me refería a que dudo mucho que vuelvan a tener opciones en ningún país, dado el recuerdo que dejaron sus gobiernos. Sus últimas victorias, por ejemplo en el Nepal, son muestras muy contraproducentes para el marxismo (en general). El marxismo revolucionario, queda en manos de guerrillas maoistas (los naxalitas indios, los maoístas filipinos), de ejércitos populares (FARC), o de grupos que mezclan marxismo con otras cosas (ELN, etc.) El resto son pequeños grupos ultra-radicales sectarios (consejistas, leninistas, etc.), y una abrumadora mayoría de partidos socialdemócratas (eurocomunistas, troskos...) que no parecen apostar en serio por la revolución social. Solo en el terreno de la liberación nacional y del antiimperialismo tienen un discurso decente, y por allí van muchos de sus intelectuales. Evidentemente estoy generalizando con brocha gorda. :wink:

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 15:57
por anenecuilco
A ver es que el marxismo no es tanto una propuesta política como un método de análisis y un análisis del capital, el "motor" del capitalismo.

La propuesta política, que el proletariado tome el estado y desde ahí se transite al socialismo, es bastante vaga, pero yo diría que lo que se considera "marxismo" en sus diferentes variantes desde hace una pila de años puede tener algo de evolución de la propuesta marxista pero distan bastante.

Las dos "evoluciones" serían la socialdemocracia (un partido que toma el estado legalmente y desde ahí se transita al socialismo) y el bolchevismo (una evolución de la socialdemocracia que quiere tomar el estado legal o ilegalmente y crear el capitalismo de estado).

Socialdemocracia no veo que exista en ningún lado desde hace casi un siglo, quizá algunos partidos políticos pequeños lo serían. Lo que se suele considerar la socialdemocracia derivó hace mucho al social-liberalismo (mantener el modo de producción capitalista haciéndolo consistir con un mayor peso del estado en la economía en algunos aspectos) y posteriormente al neoliberalismo, o sea derecha pura y dura.

Bolchevismo tampoco veo que exista a gran escala, los que se suelen reivindicar así son en la práctica pequeñas formaciones socialdemócratas o ni eso. Si acaso podrían encuadrarse ahí algunos movimientos armados de los que comentas, o quizá algún partido minoritario en algunos sitios. Estados de este estilo serían Corea del Norte, Cuba (capitalismo de estado con partes mixtas) y creo que ya.

Creo yo, vaya.

Re: Debate sobre "poder popular"

Publicado: 05 Ago 2013, 17:11
por Ith
anenecuilco escribió:Las dos "evoluciones" serían la socialdemocracia (un partido que toma el estado legalmente y desde ahí se transita al socialismo) y el bolchevismo (una evolución de la socialdemocracia que quiere tomar el estado legal o ilegalmente y crear el capitalismo de estado).
Te olvidas de las corrientes marxistas "libertarias" (luxemburguismo, consejismo, situacionismo...).