Florencio Sánchez
Nace el 17 de enero de 1875 en Montevideo (Uruguay). Hijo de Olegario Sánchez y de Josefa Mussante, tuvo 11 hermanos. Tras abandonar sus estudios secundarios, aunque fue un incansable lector, alternó su vida entre Montevideo, Buenos Aires y Rosario. Fue en estas ciudades donde desarrolló una intensa labor periodística (La Voz del Pueblo, El Siglo, La Razón, El Nacional, El País) y teatral. En 1893 se instaló en La Plata donde trabajó en la Oficina de Estadística y de Indentificación Antropométrica, que había instituido el policia Juan Vucetich.
Al estallar en 1897 la guerra civil en Uruguay, se incorporó a las filas de Aparicio Saravia en seguimiento de la tradición partidaria de su familia; ocasión en que trabó contacto con algunas destacadas personalidades de la intelectualidad, como Eduardo Acevedo Díaz. Consternado por el clima que envuelve el alzamiento, desertó y pasó a Brasil. De este período surgirá su desencanto por las posturas políticas tradicionales y comienza su activa militancia en el anarquismo.
Andadura anarquista
De vuelta a Montevideo ingresó en el Centro Internacional de Estudios Sociales, organización libertaria de carácter literario cuyo lema era: «El individuo libre en la comunidad libre». En Rosario fue secretario de redacción de La República, publicación dirigida por Lisandro de la Torre. Fue aquí donde publicó numerosos artículos de carácter políticosocial y anarquistas. En ellos aparecía el realismo crítico y mordaz que caracterizó a su producción teatral.
Acentuó su militancia anarquista en Buenos Aires, escribiendo artículos en Caras y caretas, La Protesta y en la revista El Sol, dirigida por Alberto Ghiraldo, y participando en el movimiento anarcosindicalista. Sus obras Ladrones y Puertas adentro se inscriben en este modelo libertario.
El 25 de septiembre de 1903 se casó con Catalina y sus padrinos fueron José Ingenieros y Joaquín de Vedia. También en 1903 escribió el sainete La gente honesta y su primera obra teatral Canillita, que se representó por una compañía española de zarzuelas.
Apasionado observador, tuvo como temas preferidos para sus obras de teatro los referidos al mundo proletario: la familia, el conventillo, lxs immigrantes, las miserias, el mundo laboral, la vida cotidiana, etc. Solidario con los obreros gráficos en huelga, pierde el empleo. A su vez la policía impide el estreno de La gente honesta. Sin embargo, Sánchez no declina en su compromiso con el pueblo.
El 25 de septiembre de 1909 embarcó hacia Europa en el barco italiano «Príncipe di Udine» como a comisionado oficial del presidente uruguayo, Claudio Williman, para informar sobre la conveniencia o no que el Estado uruguayo participara en una proyectada Exposición Artística en Roma, llegando a Génova el 13 de octubre de 1909. Después de pasar unos meses derrochando una importante suma de dinero como anticipo de los derechos de representación de sus obras en Europa en diferentes ciudades italianas y francesas, enfermo de tuberculosis, murió a las 3 de la madrugada del 7 de noviembre de 1910 en el Hospital de Caridad «Fate Bene Fratelli» de Milán (Italia), donde había estado internado cinco días antes por una bronquitis en el pulmón izquierdo. El 21 de enero de 1921 sus restos mortales llegaron a Montevideo y llevados al Panteón Nacional.
En homenaje al escritor, en la fecha de su muerte, se conmemora el «Día del Canillita», el vendedor de periódicos en la calle, en el Río de la Plata.
Obras de teatro
- La gente honesta (1903, retitulada Los curdas).
- M'hijo el dotor (1903)
- Canillita (1903)
- Cédulas de San Juan (1904)
- La pobre gente (1904)
- La gringa (1904)
- Barranca abajo (1905)
- Mano santa (1905)
- En familia (1905)
- Los muertos (1905)
- El conventillo (1906)
- El desalojo (1906)
- El pasado (1906)
- Los curdas (1907)
- La tigra (1907)
- Moneda falsa (1907)
- El cacique Pichuleo (1907)
- Los derechos de la salud (1907)
- Nuestros hijos (1908)
- Marta Gruni (1908)
- Un buen negocio (1909)