Published on Alasbarricadas.org (http://www.alasbarricadas.org/noticias)

Inicio > Necrológica para un militar anarquista.

Necrológica para un militar anarquista.

Enviado por Acratosaurio rex en Mar, 29/09/2009 - 12:08

Ha muerto mi compañero y maestro J. M. J. Jaramillo, a la edad de 87 años, en un accidente al chocar contra la puerta de cristal de un supermercado. Nacido en 1922 en una familia campesina, ingresa temprano en las Juventudes Libertarias de Marchena. Desde los diez años hace de agente para la CNT, de la que era afiliado. Se le encarga con quince años, durante la Guerra Civil, tomar contacto con antifascistas en Tánger y suministrarles armas para provocar un levantamiento en el Protectorado, misión que se malogra por una delación. Vuelve a la Península y participa como sargento en la batalla de la Sierra de Pandols, y más tarde en la división de Mera en el Ejército de Centro donde alcanza el grado de teniente. Tras la derrota atraviesa la Península a pie hasta que llega a Francia. Su facilidad para los idiomas le hizo aprender el francés, el inglés y alemán a la perfección, habilidad que le valió para pasar inadvertido durante la ocupación alemana. Integrándose en la Resistance, participa en la voladura de vías férreas, líneas telefónicas y de suministros. Tras la derrota nazi pasó por la guerra civil en Grecia, aplicando sus conocimientos en la inteligencia comunista en Atenas y Salónica. Posteriormente por las guerras de Vietnam (contra los franceses), participó en el levantamiento Húngaro contra los soviéticos, nuevamente en Vietnam contra los americanos, en la Revolución Sandinista, con el Comandante Cero contra los sandinistas, en el apoyo a los muyahidines de Afganistán contra los soviéticos (se hizo musulmán para integrarse en la población), estuvo presente en la Caída del Muro, en las manifestaciones antiglobalización de Génova en el 2000, y en la insurrección griega de 2008… Su hoja de servicios militar empaña la de Alejandro Magno, porque prácticamente no conoció ningún momento de paz, estando perpetuamente en armas desde 1935 hasta su muerte. Nunca le deprimió la derrota. Fue un políglota asombroso, capaz de dominar cualquier idioma en cuestión de días. Hábil en infiltración y sabotaje. Infatigable caminante, capaz de atravesar campo a través cincuenta kilómetros por día. Siempre clandestino, desapercibido, discreto, anodino, jamás se expuso a la curiosidad del público, ni participó de la vida orgánica de ninguna organización (él fue su propia organización), de forma que es casi desconocido, salvo para quienes tuvimos la suerte de colaborar con él esporádicamente en sus empresas. Se vanagloriaba de no haber matado nunca a nadie (suponía eso al menos). Su lema fue: “los enemigos de mis enemigos, son mis enemigos”. En su urna de incineración reposa el carné de la Confederación Nacional del Trabajo de Marchena. Ella fue su única Patria, a la que nunca pudo volver por su condición de errante y solitario. Pacifista convencido. Nunca quiso que se conociera su nombre, porque lo que importan son los actos, y si menciono lo poco que sé de él, es para que no se pierda el ejemplo. Salud y anarquía.


Source URL: http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/11628