Galico escribió:Por cierto, Joreg, si es importante leer Eliseo, es una herramienta muy importante si se utilza bien y no se está como ciertos sindicatos antes, inundando esta herramienta de mierda constantemente.
Hice mi última acta en mayo de 1996. Desde entonces me he abstenido de mirar cualquier tipo de documento orgánico, salvo los que me afectaban directamente en un par de ocasiones, que fueron leídos, contestados y enviados a la papelera. Tomé esta decisión, porque llegué a la conclusión, mirando a la gente que llevaba el sindicato en esa época, que leer documentación orgánica volvía a la gente loca.
Por culpa de internet, algunas veces leo a la ligera y por mero morbo algún manifiesto ideológico. Y lo que leo es tan absurdo, tan caótico, tan irracional, tan bizarro y barroco, y lo que es peor, tan lleno de mentiras, que a lo que me impulsa más y más, es a no leer ese tipo de documentación.
En los últimos veinte años, en resumen, he permanecido apoyando al sindicato y cuantas causas he considerado justas, evitando cuidadosamente lo que me parecen jilipolleces orgánicas. Es una actitud la mía, higienista. Creo que mi actitud introspectiva, es la que me ha permitido seguir siendo fiel a las ideas de mi juventud. Porque lo que te juro, es que el entorno libertario, me lo ha puesto muy difícil, procurando por todos los medios, que me largara.
Los problemas en los que se desenvuelve mi entorno, son los de la precariedad, la pobreza, el desempleo, la falta de expectativas, el machismo, el racismo... Hay una explotación brutal, un saqueo, que es aceptado por la población resignadamente. Los abusos son cotidianos, la impotencia es colosal. Peor aún, porque a medida que avanza la edad, aparecen en las personas que te rodean enfermedades, carencias, acosos, problemas de difícil y complicada o imposible solución. Prefiero dedicar mi tiempo a intentar que todo vaya un poco mejor, por ejemplo, prefiero llevar a un gato abandonado a un refugio, que leer en el Eliseo. Además, debo de ostentar el récord de permanencia sin haber entrado ahí, y como comprenderás no lo voy a perder ahora.
No obstante, como digo siempre: no domines, no seas dominado, y haz lo que quieras. Quien desee entrar en el Eliseo, pues que entre no más. Pero quisiera hacer una propuesta: crear grupos de apoyo y autoayuda para damnificados mentales de la CNT, anarquistas e incluso de otras ideologías autoritarias. Reconocer que se tiene una patología y que siempre hasta la muerte se padecerá sin posibilidad de cura, es el primer paso para intentar ordenar un poco la existencia de esas pobres criaturas que vagan por limbos ideológicos surrealistas. Un espacio seguro, donde puedan escucharse unos a otros sin sentirse juzgados, compartir los sentimientos, y ver que no están solos... Podríamos celebrar reuniones, contratando un monitor, sicólogo, terapeuta o algo así, y aprender técnicas para procurar, que si alguna vez llega la anarquía de la mano del pueblo obrero, no la hagamos estallar los propios anarquistas.
Lo que se gana en velocidad, se pierde en potencia. Lo que se gana en potencia, se pierde en velocidad.