De "Anarquismo y Poder Popular". Centro de Investigaciòn Libertaria y Educaciòn Popular
"... El poder popular es sobre todo potencia, porque anticipa el mundo futuro, porque en el presente manifiesta lo que está por venir. De esta forma va creando en el día a día espacios de libertad, de solidaridad, de igualdad y horizontalidad. Esto último es muy importante, ya que de nada sirve construir una sociedad libre utilizando medios opresivos, jerárquicos y discriminadores. La nueva sociedad debe construirse, entonces, por medios horizontales, participativos e incluyentes. Pero, además, reconociendo las diferencias, teniendo en cuenta que cada persona alza su voz desde su perspectiva particular.
Ahora bien, si el poder popular no es sinónimo de dominio, sino de la creación de una sociedad alternativa diversa, horizontal y libre, ¿no van de la mano anarquismo y poder popular? ¿No tiene como objetivo el anarquismo la creación de un nuevo ethos donde se logre la abolición de todo privilegio económico, político, social? ¿No busca el anarquismo una sociedad libre e igualitaria que se vaya construyendo aquí y ahora? ..."
"... En otras palabras, la autogestión anarquista construye poder popular creando espacios alternativos de vida colectiva, lugares materiales y virtuales que escapan al control del capitalismo y de la autoridad. Siendo así, asociar poder popular y anarquismo no es una contradicción ni una broma de mal gusto, sino un desafío rebelde, un llamado a la acción..."
La utilización ideológica de cada uno de los conceptos no se da solo con el término "poder popular". El marxismo tiene su concepto de "poder popular", ejerciéndolo desde ese "poder cupular" que mencionaba el compañero de Alternativa Libertaria, y al que se refiere también Jorge, y hace que consecuentemente se genere un rechazo por parte de quienes rechazamos ese funcionamiento jerárquico y autoritario. Pero no es el único concepto en el que se difiere con el marxismo. También hemos dejado que el término "democracia" acabe teniendo un cierto rechazo entre el anarquismo, "cediendo" su uso, o renunciando al mismo, y dejándolo en manos de aquellos que de democracia muy poca o incluso ninguna en muchos casos. O el término "socialismo" incluso, por no decir el término "comunismo". Y ya no hablemos también de diferente uso que cada uno pueda dar al término "autoridad", que eso si que trae inevitable conflicto, pero mucho más que el término "poder", vaya éste acompañado o no del "popular". Son palabras siempre "conflictivas" por el diferente uso, o interpretación, que cada uno hace de ellas, pero no porque el marxismo proponga una dictadura del proletariado, voy a renunciar yo ni al término socialismo, ni porque ellos propongan un modelo de comunismo autoritario, voy a renunciar yo al comunismo libertario. Ellos tienen sus conceptos y su funcionamiento, y los anarquistas los nuestros. Ellos pretenden generar el "poder popular" desde sus cúpulas y su centralismo democrático, jerarquizando y ejerciéndolo desde el partido sobre el pueblo; los anarquistas construimos el "poder popular" desde la autogestión y la horizontabilidad. No lo ejercemos, sino que fomentamos y luchamos por su "construcción", ejerciéndolo el pueblo desde esos "espacios de libertad, de solidaridad, de igualdad y horizontalidad", y enfrentándolo a los "medios opresivos, jerárquicos y discriminadores". Algo así creo yo entender, más o menos.
Si no debemos renunciar ni a los términos democracia, ni socialismo, ni comunismo, por el mal uso que le de el marxismo, tampoco tenemos porqué renunciar al término "poder popular". En la historia del anarquismo, se han vivido diferentes épocas, diferentes fases, que no por tener cada una sus características dejan de ser parte y fondo del anarquismo. Anarquistas eran quienes participaban en las sociedades de resistencia o en el sindicalismo revolucionario como anarquistas eran, o son, quienes militaban o militan en el anarcosindicalismo; anarquistas eran, o son, quienes formaban o forman cooperativas para trabajar, al igual que el anarquista que trabaje de asalariado en una empresa cualquiera, como anarquistas eran los que participaban en los Ateneos Obreros (o Populares) y anarquistas los que participan o participaban en Ateneos Libertarios. Como dice Jorge, en otras épocas se daba un sistema de organización y ahora se dan otras, e incluso ahora mismo en unas latitudes se dan unas y en otras también otras, pero tanto la participación en aquella época y aquellas formas de asociación u organización, como las actuales, pues pueden ser igual de legítimas.
Por otro lado, tanto el término "poder popular", como las organizaciones que lo propulsan, son del ámbito Latinoamericano, y sobre todo del Cono Sur, surgiendo del Uruguay y extendiéndose a Chile, Argentina, Brasil, ... Pero, al igual que ese anarquismo se extendió por el Cono Sur y se va extendiendo también hacia el Norte, tampoco veo el porqué no puede irse extendiendo a otros continentes. Igual la vieja Europa no se lo sabe todo y puede aprender e importar ideas (y porqué no también terminología) de aquellas latitudes, al igual que en otros tiempos el recorrido se hacía en sentido inverso. Igual si vamos complementando ideas y experiencias de unos con otros, pues igual avanzamos más que enfrentando ideas, fraccionando y dividiendo esfuerzos.