¿Dónde digo yo que Foucault diga eso de la ley justa? Lo que he dicho es que es un autor que opina que a un sistema de dominación le sucede otro, y que la autoridad es inevitable. Eso no lo dice tan basto como yo, pero es a la conclusión que llego.libertas escribió:Foucault, por su parte, no recuerdo que exprese en ningún lado su creencia en esas cosas. Por lo general, se limita más bien a dar cuenta de lo que hay, y a pensar qué cosas se pueden (de facto, no de iure) subvertir desde su punto de vista. De leyes justas y legítimas habla poco. De hecho: ¿dónde lo hace? (pregunta sincera)Aceptar que hacemos leyes justas, obramos con autoridad legítima y poseemos capacidad represiva racional, configura un campo de maneras de pensar en la gente que está ahí dentro viviendo.
Foucault no se mete en si eso es justo o injusto, pero dado que opina que hay cosas que pueden ser subvertidas en esas leyes, por lo menos yo pienso que viene a decir que hay sistemas de dominación, leyes y autoridades que son mejores que otros. Supongo que ya que militó a ratos en partidos estalinistas, o M-L, o maoístas... simpatizaría a ratos con esos sistemas de dominación.
Son otras personas más bien las que están diciendo que existe una autoridad que es legítima cuando la ejerce el pueblo. A mí me parece que no. La autoridad no la puede ejercer el pueblo, porque el pueblo incluye a la totalidad, y la autoridad la ejerce siempre una fracción del pueblo, que es la que tiene la potestad de "obligar a". Si el pueblo gobierna, no hay gobierno. Si el pueblo manda, nadie manda. Cuestión de matemáticas.
Yo, a lo mejor no soy tan prolífico como Foucault, pero no estoy por la labor de comulgar con la rueda de molino autoritaria, viendo lo indigesta que ha sido para nuestros antecesores. El poder, según veo, se nutre de una asimetría, hay alguien que es más que otro. Existe en el contraste, alguien tiene que tener mucho, y otro muy poco. A mí me parece, que el que tiene poco se encuentra en una situación de legítima defensa, y si el anarquista lucha por restituir el equilibrio y la igualdad, no busca el poder, ni quiere ejercer la autoridad, ni pretende imponer leyes. Allí donde hay una situación de equilibrio, donde todos son iguales, lo diga Foucault o lo diga el papa, no hay una situación de dominación, ya que la intencionalidad de los demás hacia el uno se puede resolver con un simple "no". Al menos esa es mi experiencia personal.
Yo de este hombre, recuerdo un poco sus vaivenes. Que si marxismo leninismo, que si maoísmo, que si estructuralismo, que si Netzsche, que si el ayatola Jomeini... Ya lo de jomeini me dejó flipado, que llegase a pensar que una revolución que estaba siendo copada por clérigos fundamentalistas islámicos pudiese ser muestra de algo positivo, me hizo cavilar mucho en aquellas fechas sobre lo gilipollas que puede llegar a ser un genio.
En el aspecto político, el autor que hablaba del poder y lo analizaba en cachitos, no hubiera pensado ni en sueños declararse anarquista en su vida. Para esos autores de los años setenta el anarquismo es una doctrina cutre, acientífica, de albañiles. En en caso de Negri, ni te cuento. Esa es mi opinión.