Proyecto de experiencia anarcoprimitivista

[Phillip Guadaña]

Noticias desde Isla Sierraroka.

Tras varios meses de avituallamiento, alocada planificación y un surrealista casting para la idónea elección de los participantes, al final hemos conquistado "La Roca" (así la llamamos cariñosamente). Trajimos bastantes herramientas, y poco alimento, pues pensamos que así nos espabilaríamos y porque en la balsa no cabía más carne en salazón. Nos quedamos en el casting con tres sujetos de sexo masculino y dos de sexo femenino, atendiendo como principal patrón a su robustez, capacidad resolutiva y tamaño de callos de los piés (como entendereís, no hay tiempo ni ganas para andar fabricando zapatos). La mezcla de esas cualidades y de las personas que asistimos da como resultado un variopinto grupo con pocas cosas en común, pero seguro dos: una dudosísima reputación y un pasado apocalíptico y oscuro.
Ahora , tras pocos meses, hemos conseguido mantenernos en las cuestiones más básicas y estamos camino de reproducirnos y todo (los tres primero meses lo intentamos a diario, pero decidimos que era mejor probar hombre-mujer). Casi tenemos que lamentar también alguna pérdida, pues la primera semana, según se acaabaron los alimentos, vivimos momentos de desesperación mutante y salí como primer candidato a ser sacrificado y devorado, debido a mi ligera obesidad. Suerte que la asamblea al final se retractó. Yo ya había mandado un mensage botellero a mis familiares y aceptaba tranquilo mi san antón.
Estamos ahora en un proyecto de reproducción y cruce de distintas especies. Salí igualmente elegido (cómo rechazar esta magnífica oportunidad) para mantener relaciones con un selecto ejemplar de gaviota. Puso un par de huevos en cuanto nos dimos cuenta de que también necesitábamos aquí una hembra para mi, puesto que en el mundo gaviotil se reproducen nuestros esquemas.
El problema fue que de los huevos nacieron gaviotinos con la cara de nuestro compa Zarco. Y claro, yo me puse celoso y me cabreé con él.
Escribo ahora estas lineas porque estoy considerando marcharme con Bruna (mi novia gaviota) a un par de islas más allá, a 3500 km. Y bueno, quién sabe, dentro de poco quizá os visite en Madrid par casarme en las nuevas Vegas Madrid, cuando se construyan, que creo que allí permitirán nuestro etnoaviar amor. Por descontado, todas y todos convidados!!


Sin más, me despido desde mi cómodo nido al brode de un escarpado cliff, con mi compañer Bruna al lado. Os manda graznidos. Besos y hasta pronto!