insurreccionalismo o lastre?

Confrontación e intercambio de ideas entre las diferentes tendencias del Anarquismo, así como crítica desde un prisma libertario a otras corrientes ideológicas e información sobre éstas.
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_nobody_
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por _nobody_ » 30 Jul 2011, 16:44

a mí tb me parecía una corriente vanguardista. Creo que habían cogido lo peor de las prácticas cntistas de los 90 y las mezclaron con lo peor de la ideología insurreccionalista italiana. No podía salir bien. Al venir del ghetto Cenetista ignoraban experiencias sociales insurreccionales ibéricas que no venían del anarquismo precisamente (ejemplos de luchas en EuskalHerriak, que en los 90 vio su apogeo la lucha callejera), y se dedicaban a decirle a la gente quién era anarquista y quien no. Estas preocupaciones militantes me rallaban bastante. Dado que no puedes discutir con alguien que te mira por encima del hombro y se cree que lo sabe todo.

Luego en cuanto atrajeron la mirada de las fuerzas de represión, habían conseguido espantar a tanta gente que no tuvieron fuerza social para aguantarla. Otro grave error táctico. En general al anarquismo ibérico eso de la estrategia y la táctica políticas le trae al fresco, así nos va.
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Jove Obrer
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por Jove Obrer » 30 Jul 2011, 19:32

blia blia blia. escribió:Los griegos tienen una masa importante, ahora. Cuánto tiempo me he tirado escuchando que no había anarquistas griegos de más de 25 años, que era todo locura de juventud,
¿y eso ha cambiado?

En cuanto al insurrecionalismo, se le puede aplicar perfectamente los terminos de "foquismo" o "vanguardismo", sin que a priori eso sea negativo. Estos terminos tampoco quiere decir que excluya la "lucha social", si no como se intervinen en ellas: desde fuera, para luego desaparecer, y volver a aparecer cuando surge la tensión, normalmente forzando las situaciones hacia un enfrentamiento abierto y visual que es calificado como más "radical" y profundo que otra forma de lucha.

Independientemente de la valoración fuera de contexto de esta perspectiva de actuación, en el contexto actual no parece tener demasiado sentido. Toda la izquierda viene abandonando esas estrategias, incluso los viejos MLN, por otras exclusivamente de masas, por la simple razón de falta de complicidad y apoyo social. En un contexto en el que el uso de la violencia política, o la autodefensa popular, esta a niveles de -1, es un error pretender que tu actuacion genera pedagogia, más bien genera lo contrario.
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Imputacin
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por Imputacin » 01 Ago 2011, 22:07

Respecto al texto enlazado:
La propuesta organizativa del insurreccionalismo giraba en torno a la llamada «organización informal». Según sus planteamientos teóricos, la organización informal no aspiraba a perdurar en el tiempo ni a conquistar ninguna clase de hegemonía. Por ello, podía prescindir de siglas y de toda la parafernalia proselitista habitual. La organización informal estaba -por emplear una expresión hoy de moda- «en construcción permanente». Nacía de las relaciones de afinidad, confianza y conocimiento mutuo entre compañeros. Tomaba cuerpo en torno a tareas y proyectos puntuales, momentos de acuerdo o situaciones concretas de conflicto. En ella, la comunicación y el acuerdo debían darse de manera fluida y no mediante congresos, delegaciones, reuniones periódicas, etc. La idea motriz era reservar íntegramente la autonomía de cada grupo e individuo, que no debía ser sacrificada en aras de su unificación bajo lo que Bonanno llamaba «organización de síntesis».

Con todo lo que esto tiene de discutible, nos gustaría destacar una serie de implicaciones positivas que contenía este planteamiento. En primer lugar, desacralizaba de un golpe las formas organizativas. No solo las formas organizativas concretas del anarquismo ibérico, sino las formas organizativas en sendo genérico, abstracto. Permitía volver a pensar la organización como un medio, no como un fin en sí misma. Como algo, por tanto, que podía y debía evolucionar -y llegado el caso, desaparecer- al compás de las transformaciones históricas y las condiciones de la lucha. Volvía a poner los aspectos cualitativos por encima de los cuantitativos. Por todo ello, desbloqueaba el problema de la organización y lo abordaba con una flexibilidad que dentro del anarquismo ibérico se había extinguido por completo. Se abrían así las puertas para una experimentación creativa con las formas de organización.

En segundo lugar, dentro de la organización informal no había lugar para el militantismo. Por decirlo de otro modo: no había lugar para la alienación con respecto a la propia militancia. La organización informal no sometía al militante a la presión de unos ritmos decididos en instancias de coordinación superiores; no le hacía sentirse como un gusano que tenía que estar a la altura de la «grandeza» de la organización y de su historia mitificada; permitía volver a cuestionarlo todo en cualquier momento. La organización informal impedía, en resumen, la aparición de un fetichismo de la organización.

Por último, el planteamiento de la organización informal afectaba de lleno a una cuestión que en nuestros medios se había obviado por completo, como era la calidad de las relaciones humanas establecidas en el seno de la organización. Ya no era la posesión de un carnet o el sometimiento a unos «principios, tácticas y finalidades» lo que nos convertía en «compañeros» de personas en realidad desconocidas. Para la organización informal, la relación de solidaridad, de compañerismo, venía determinada por el conocimiento recíproco, directo, por la discusión y la colaboración práctica. Era por tanto una relación concreta, y no abstracta como lo había sido hasta entonces en muchos casos.

Se trata, como hemos dicho, de implicaciones positivas que estaban contenidas, en potencia, dentro del concepto de organización informal. Por lo general, no eran desarrolladas por los textos insurreccionalistas, y se tradujeron más bien en las experiencias de aquellos que intentaron plasmar en la práctica las formulaciones -a menudo muy vagas- de la organización informal.
Esto si me parece sumamente interesante. De ahí hay mucho jugo que sacar, otra cosa es que en la práctica la gente acabe quedandose solo con la parte espectacular de la violencia, pero bueno en el otro extremo tambien ocurre que mucha gente también se suele quedar con la parte espectacular del simbolismo, las consignas y la burocracia.
El sindicato puede surgir con un programa revolucionario o anarquista. Pero la lealtad a este programa sólo dura mientras tanto es débil e impotente, un mero grupo de propaganda. Cuanto más atrae trabajadores y se fortalece, menos es capaz de mantenerse fiel al programa inicial, que no se convierte en nada más que en una fórmula vacía. Malatesta

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blia blia blia.
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por blia blia blia. » 02 Ago 2011, 10:12

Como dijo García Oliver, "La verdad, la bella verdad solo puede ser apreciada si, junto a ella, como parte de ella misma, esta también la fea cara de la verdad." Voy a echar una de arena, no me desdigo de mis elogios, simplemente pongo la cara B del disco. Me espeluzna pensar que una nueva generación mitifique ese periodo. También quiero aclarar que nunca fui protagonista, y si fui testigo, fue de forma circunstancial. Pero seguí muy interesado la evolución de este fenómeno.

Creo que ya he dicho que enlacé el texto habiéndolo leído por encima. Es muy significativo que medio artículo se dedique a hablar de la ruptura o los enfrentamientos con cnt y que sea la única parte en que se da detalles concretos (menuda recapitulación que no habla de ninguna acción, de ninguna campaña, ni siquiera de detenciones concretas, de hechos ya juzgados y condenados). Además muchos de ellos están oportunamente tergiversados para hacer quedar a unos como unos burócratas garrulos y a otros como unos jóvenes de corazón puro. Alguna cosa he visto con mis propios ojos, otras me las han contado los protagonistas (no precisamente los de cnt) y en general tergiversan las cosas, cuando no mienten directamente.

Mi problema es que hago una re-lectura de la teoría insurreccionalista y me quedo únicamente con la organización informal (en plan IAI), la exigencia de los objetivos y no su negociación,... y dejo el ataque directo como algo simbólico que se hace de forma personal y no contemplo que la búsqueda del enfrentamiento violento implica un dirigismo en los movimientos sociales.

En España también se hizo una relectura de la teoría insurreccionalista. No se practicó en ningún momento la organización informal, que como dije necesita de toda la infraestructura de una coordinadora (comisión coordinadora, presentación de ponencias, órdenes del día, comicios,...) sino que se optó por la organización difusa, es decir, el colegueo. Si esto nos parece un avance organizativo, que baje San Bakunin y lo vea. Se trataba de que los grupos de afinidad estuvieran en contacto directo entre sí, para lo que había que estar viajando y llamando por teléfono continuamente. Siempre hubo chafardeo, pero al eliminar las reuniones, es lo único que quedó. Había que mostrar confianza en los otros y decisión en las propias convicciones, por eso a la más mínima se contaban cosas que no venían a cuento, o los más precavidos se daban una aureola de "secretismo", de que estaban metidos en algo chungo que no podían contar, discreción que muy bien podía caer tras unas cervezas o de hermanarse haciendo X.

Es cierto que hubo Encuentros donde se tejían complicidades, es decir, a ver quién iba más de duro y colegueo. Pero no hacían que cristalizara nada. Un caso típico y real: Se acuerda hacer una caja de resistencia, pero nadie se hace cargo y nadie pone un duro.

Ya el movimiento autónomo previo a la "epidemia" seguía la tónica de realizar ataques que luego publicaban en sus boletines. Ahora para hacerlo, además había que sacar unos folletos autoreferenciales, la mayoría infumables.

Así que si se le quiere llamar recuestionar el sentido de la organización, acabar con el militantismo y hacer que prevalezcan las relaciones de solidaridad, pues vale. Pero el individuo rebeldía necesitaba autoconvencerse de que lo era, de que su camino era el correcto, de que el resto de opciones estaban equivocadas, si a eso no lo llamamos militantismo lo podemos llamar neurosis. Pero cada vez que hubo un golpe represivo quedaron 4 apoyando, y no precisamente liándola parda, sino con abogados, apoyo moral,... todo muy light, lo que es perfectamente lógico en las circunstancias. El resto hacían una pila incendiaria con folletos y cartas y se quedaba tiritando en casa esperando que no apareciera por ahí la pestañí. O a lo mejor es que hacer lo que se dice es militantismo.

De todas formas la represión era buscada ardorosamente. El mayor razonamiento contra otros grupos fue "lo que no es reprimido, lo que el estado consiente su existencia, no es revolucionario". Si ellos querían demostrar ser radicales, tenían que ser reprimidos. Ya saldría el resto a quemar la ciudad, pero no salía nadie.

La verdad es que la cnt ha salido ganando con dejar de ser el centro del movimiento libertario (para mí nunca lo fue, era muy feliz con mi círculo de relaciones autónomo-anarco-vegeta-jarcoreta). Se ha quitado de encima un montón de gente que no les interesaba el sindicalismo, lo que me parece muy respetable y una opción como cualquier otra, siempre que no intentes entrar en un sindicato y pretendas transformarlo en lo-que-a-ti-te-parezca. No se puede evitar que esta sea el mayor tema de cotilleo cada vez que se juntan dos anarquistas, ni que se extrapolen a toda la organización comportamientos individuales o locales oportunamente tergiversados.
También parece que ha desaparecido en gran medida esa tendencia a que cnt cediera sus locales a colectivos a cambio que estos la pusieran a parir, no dieran un duro, no cogieran una escoba, su nivel de actividad fuera mínimo o nulo y encima se hicieran las víctimas cuando se les mandara a la mierda.

En fin, que respeto mucho la teoría insurreccionalista, más a quien la lleva o intentó llevar a la práctica de forma sincera, pero me jode que me cuenten películas y más todavía enlazarlas yo como un imbécil. Aquí no hay ni santos ni demonios, simplemente personas que hacen lo que pueden o lo que se atreven y se equivocan como todas las demás. Que sin darse cuenta se meten en callejones sin salida y autojustificaciones, que es fácil ver la paja en el ojo ajeno pero difícil la viga en el propio. Así que menos lobos, caperucita.

Que a gusto me he quedado.
Última edición por blia blia blia. el 02 Ago 2011, 11:50, editado 5 veces en total.

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turiferario
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por turiferario » 02 Ago 2011, 10:40

Te veo alteradillo, compañero blia blia blia... :wink:

Bueno, en esencia coincido bastante con tu análisis, pero a mí me conduce a una pregunta ¿Hubo alguna vez realmente insurreccionalismo en el estado?

Lo cierto es que las experiencias que se acercaron a la organización informal eran tan informales que duraron más bien poco y las que se aproximaron desde el punto de vista teórico eran incoherentes en sí mismas, por ser ejemplos del célebre militantismo (Un cliché perfecto que para mí no quiere decir absolutamente nada).

Es interesante la comparación que estableces con el tiempo en que el área de la autonomía tuvo una cierta fuerza, un pensamiento de lo más estimulante por otras cosas. La obsesión patológica contra las organizaciones, especialmente CNT, se convirtió en un lastre tal que las experiencias tuvieron un recorrido cortísimo, como sucedió con el insurreccionalismo, al que personalmente me refiero en pasado.

Pero aún así, yo creo que se podría sacar algo en claro de este tema si se puede debatir sobre el mismo serenamente, analizarlo con los protagonistas y con los anarquistas, que de una manera u otra vivimos esos tiempos desde fuera, pero supongo que aún hace falta un tiempo y enfriar las cosas.
“Todo el problema con el mundo es que los tontos y los fanáticos siempre están tan seguros de sí mismos, y la gente inteligente tan llena de dudas.”
- Bertrand Russell (A Word a Day)

bo
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por bo » 02 Ago 2011, 20:19

[ Comunicado FAI/ Frente Revolucionario Internacional] No digan que somos pocos A nuestros hermanos
http://madrid.indymedia.org/node/18103
Hay muchos problemas y pocas soluciones.
Muchas críticas, lo sé, y pocas son constructivas.
Kery James - Déséquilibre

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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por munyint la gata » 02 Ago 2011, 20:54

Bueno, aparte de que como primera acción revolucionaria ya podrian pasarles el escrito a las "secciones" de Mexico, Chile y Perú para que las traduzcan correctamente al castellano y su lectura sea más amena, voy a destacar una parte del texto que enlaza bo que ya me ha dejado a cuadros:
El poder golpea a derecha e izquierda, con operaciones represivas cada vez más fantasíosas, pero hasta ahora ninguno de nosotros ha sido nunca golpeado. Lo sentimos mucho por los/as compas que vienen arrestados y procesados, pero mejor que los/as culpables se queden fuera, libres de golpear y todavia golpear.
Claro claro, mejor yo fuera que dentro! eso es de perogrullo! que no se preocupen los de dentro, que seguro que estan trabajando pa sacarlos... Hay que joderse!

Bueno, por lo demás, la primera mitad del texto es realmente espectacular, igualable al apocalipsis de la Biblia. Es realmente épico, solo falta la musica de Wagner de fondo y esto está hecho.
Por lo de señalar con el dedo a los anarquistas malos (otra cosa habitual en discursos insurrecionales), me lo esperaba. De echo, en este post yo tambien los señalo con el dedo, pero no doy la sensación de estar diciendo "lo vais a pagar tarde o temprano", que aunque no lo dicen directamente, se respira en el ambiente y no me resulta especialmente simpático.

A parte , tambien es significativo este párrafo:
En nosotros ninguna solidaridad en el confronto de los sometidos, que si son explotados no muoven un dedo para lebantarse, contribuyendo asì tambien a nuestra opresion
.
Total, que no esperes ayuda si no te mueves. Da igual que estes puteado asta el cuello y de tu actitud dependa el plato en la mesa de tus hijos/as. "Eres un cabrón que por tu culpa yo estoy donde estoy".... :roll: un poco simplistas, no?

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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por Aitor Mena » 03 Ago 2011, 09:23

Comparto en general las opiniones de munyint la gata, turiferario, blia blia blia, jove obrer, _nobody_, etc

uno de mis primeros acercamientos al anarquismo fue con elementos insurrecionalistas de la FIJL en su momento (finales de los 90). Me llamó poderosamente la atención el que plantearan acciones marroneras sin una contextualización de lucha social concreta, sin una estrategia intrínseca ("romper por romper") y abiertamente en asambleas previamente convocadas publicamente (imagino que también habria quienes las planteaban en reuniones privadas). Estos dos elementos siempre me han hecho desconfiar de los intereses que puede haber detrás de la estrategia de arrastrar a militantes a este tipo de acciones que a la postre han llevado a la detención y anulación efectiva de los mismos (al menos durante unos años) y a la generación de un "movimiento" de acción-reacción sin ningún resultado tangible en lo que se refiere a la acumulación de fuerza social.
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por blia blia blia. » 04 Ago 2011, 16:00

Tampoco es que tenga las cosas tan claras.

Que se proponga abiertamente, que se valore y se respete el acuerdo (por lo menos del carácter de los actos conjuntos), teniendo en cuenta que siempre puede haber imprevistos,... me parece muy respetable.

Como dice Jove Obrer, tenemos mucho que aprender de la izquierda abertzale, que cuando cree que hay que liarla, la lía decidiendo en qué momento y de qué forma (por ejemplo, cuando todo la manifestación ha acabado ya y la gente que no quiere gresca se va para casa) y cuando cree que no, no permite que se le mueva una mosca. Ahora bien, la toma de decisiones en nuestro caso es más complicada.

Ir a liarla a un acto que se ha acordado que sea tranquilo es enfrentarse a los convocantes del mismo. Siempre puede haber imprevistos, pero aprovechar que hay unos cientos de personas que te hacen de escudo, sin su consentimiento, no.

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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por blia blia blia. » 28 Sep 2011, 18:56

En el nº2 de Infierno (Publicación Anárquica por el Desmadre y la Revuelta, que al menos tiene la virtud de contener artículos no muy vistos) viene un artículo que más que hacer una descripción de lo que fue el insurreccionalismo, plantea interrogantes a los análisis críticos que han hecho algunos de sus protagonistas.

La cuestión del insurreccionalismo ni me va ni me viene, pero señala cuestiones interesantes, como que el hecho de no buscar la represión no significa que esta no se vaya a dar, o como lanzar la pregunta de porqué vamos dando bandazos teóricos apuntándonos a la última moda.
Sobre insurreccionalismos:
Una década de luchas, “fracasos” y ¿derrotas? Península Ibérica (1996-2006)

A raíz de una serie de artículos y valoraciones producidas en los últimos años sobre el insurreccionalismo en el Estado español, y sobre una etapa concreta de lucha (de finales de los 90 a mediados de los 2000, más o menos), de una buena parte del anarquismo ibérico, caracterizada por un aumento cuantitativo y cualitativo tanto de la radicalización de análisis y discursos, de ataques contra intereses, personas y estructuras del sistema, como de la represión, surge la necesidad de este artículo.
Las valoraciones más destacadas, y probablemente las más acertadas, a la hora de analizar la etapa mencionada se encuentran, casi con toda seguridad, en algunos artículos publicados en la revista Resquicios (“La epidemia de rabia. 1996-2007”, de los Tigres de Sutullena) y en Ekintza Zuzena (“Entrevista al grupo Ruptura”). En dichos artículos, los autores dan una visión de esta etapa desde la vivencia y el protagonismo, con una reflexión (auto) crítica sobre el episodio insurreccionalista, ya pasado algún tiempo, y desde la óptica del abandono (o, si se prefiere, de la superación) de gran parte de dichos planteamientos, si no de todos. Pero faltaba algo por decir sobre esa etapa, también por parte de sus protagonistas, de sus “otros” protagonistas; de aquell@s que no abandonaron esos planteamientos (algun@s ni siquiera los sostuvieron de una manera “pura”); de esa minoría que inició “una huida hacia adelante bordeando el nihilismo” (o incluso sumergiéndose en él), en palabras del grupo Ruptura. Por eso, porque de todo lo dicho aun falta algo por decir, otra visión desde el interior del “enfermo” (pues eso es una epidemia, la extensión de una
“enfermedad”), sale a la luz esta pequeña aportación. La presente contribución no es una respuesta a los artículos citados, pues reflejan bastante bien lo que fue el periodo y lo que pasaba por las cabecitas de sus protagonistas, sino un complemento a los mismos, pero desde otro punto de vista. Desde el punto de vista de aquell@s que no se encontraron, en un momento dado, perdid@s, ni que decidieron tirar por otro camino, sino de algun@s de l@s que simplemente siguieron (y siguen) adelante de esa manera y, sencillamente, se quedaron sol@s.

Como ya se ha apuntado, gran parte del insurreccionalismo “español” surgió a finales de los 90 del seno de la FIJL, de las tensiones entre ésta y CNT-FAI, y de las tensiones internas de estas dos últimas organizaciones. Por supuesto que la deriva insurreccionalista no es exclusiva de la FIJL ni de la gente que anduvo en ella, y también otros grupos e individualidades a lo largo y ancho de la Península, y de fuera de ella, tuvieron un destacado e importantísimo aporte. Si mencionamos a la FIJL es sólo por dos motivos fundamentales: el primero es que era una organización a nivel estatal (y por ello el paso se da casi en bloque por todo el Estado) siendo más fácilmente reconocible e identificable que muchos pequeños grupos e individualidades diseminados por la península, con un radio de actuación más bien local; y el segundo porque tuvo un papel decisivo en la propagación de la mecha insurreccionalista, al haber salido una gran mayoría de l@s “insus” de sus filas por las tensiones antes mencionadas (y también porque en un momento dado la propia FIJL comenzó a denominarse “federación insurreccional”), al menos las primeras hornadas de ell@s, quienes básicamente fueron l@s que iniciaron el “contagio”. A partir de ahí la cosa fue creciendo y más o
menos ya se ha explicado cómo continuó.

Hasta aquí no se ha aportado nada excesivamente novedoso, y para quien quiera saber con un poco más de profundidad que ocurrió exactamente, nos remitimos a la revista Resquicios, en sus números 4 y 5, al ya mencionado artículo de los tigres de Sutullena. Ahora viene la valoración desde otra óptica y el qué ocurrió después. En un momento dado (ya en el 2000 más o menos), el insurreccionalismo se “divide” en dos (siempre hablando a grandes rasgos):
De una parte estaban l@s “pioner@s”, que fue alguna de la gente que había ido saliendo de la FIJL por las tensiones con CNT-FAI, o abandonándola por no compartir sus métodos e ideas, y que junto con otra gente de otras procedencias (Lucha Autónoma, la propia CNT, colectivos okupas, grupos anarquistas autónomos, etc.) fueron los que iniciaron, básicamente, esta “corriente” anárquica. La iniciaron, hay que decir, exportando directamente de Italia unas prácticas y reflexiones descontextualizadas y sin digerir (lo que no quiere decir que no sirvieran para el caso español, en todo caso tal vez no servían así), muchas veces malinterpretadas a partir de malas traducciones de fanzines, otras veces aplicando al pie de la letra lo que no era más que abstracta verborrea radical, y algunas otras interpretando y aplicando bien las reflexiones y las prácticas pero con unos no muy buenos resultados (seguramente por causas ajenas a est@s compañer@s). Pese a todo, el resultado fue muy positivo. Esta gente abrió los ojos y marcó el camino a toda una generación de jóvenes a l@s que les hervía la sangre y que estaban hastiad@s de la paralizante burocracia de las organizaciones tradicionales del “MLE”; un@s jóvenes a quienes, por qué no, les excitaba la idea romántica de un pasado heroico y con más o menos tino, con mejores o peores medios, quisieron escribir también páginas brillantes en la historia del anarquismo ibérico y acabar con la mierda de mundo en el que vivían.

De otra parte estaba la FIJL, que, con unas características casi calcadas a l@s jóvenes anteriores, y tras haber roto con el MLE en el 2000 (haciéndose luego más honda y abrupta dicha ruptura) pasa a redefinirse un poco más tarde como “insurreccional”. Toda la organización en bloque (no sin antes expulsar a una pequeña serie de grupos poco activos y que aun se mantenían en una cierta ortodoxia cenetista) sigue el camino marcado por la generación “pionera”, pero este insurreccionalismo no estará tan influido, al menos en su teoría, por el italiano, sino más bien estará impregnado de un fuerte individualismo, de posturas anti-civilización, rebuscará en el pasado más insurreccional de la propia historia de la FIJL (los años previos a la guerra civil, el grupo Primero de Mayo en los 60, etc), y algun@s de sus miembros coquetearán con el nihilismo y anarquismo ruso de finales del XIX.

Eran momentos hermosos, donde (como bien dicen los tigres de Sutullena) la cantidad de destrozos era ingente, se hablaba de caos (no todo el mundo claro), se trataba de poner en práctica lo que se pensaba, incluso de vivir de otra forma, había un montón de publicaciones (y de ese montón bastantes te las podías tomar en serio, porque la gente hacía más o menos lo que en ellas decía, aunque tal vez de una manera cutre y
magnificada)...hasta que llegó la represión y, antes que eso aun, el más que obvio aislamiento social. Y a partir de ahí la extraña sensación de que todo era un juego, aunque la peña se lo creyera. A partir de ahí el darse cuenta que mucha gente se había “caído de un guindo”, y de que mucha otra estaba fanatizada (entre esta última tal vez también la gente que escribe esto) y que no se daba cuenta de lo que estaba por venir, o que pensaba que era asumible por ell@s mism@s y por el movimiento. Craso error. Y luego llegó lo que casi tod@s llaman el “fracaso” o la “derrota”, y en este punto exacto, que es cuando mucha gente reculó y tomó otra dirección, es donde este punto de vista difiere totalmente de los artículos que este escrito toma como referencia (puede que hasta ahora sólo hubiera diferencia a la hora de exponer los hechos).

Hay que ser clar@s, madur@s, lúcid@s, y (auto)crític@s. Por qué lo que en un principio vale perfectamente y se defiende con fervor cuasi-fanático (y a la gente que escribe esto le cayeron chuzos de punta en forma de críticas y reproches por criticar el insurreccionalismo en su momento, por no ser “insus” pur@s, y no se escucharon las críticas en tiempo real que ahora, pasado más de un lustro, el resto realiza como si hubiese descubierto la tortilla de patatas), después no vale. Porqué hay pres@s, quizás, pero ¿a caso no estábamos en guerra? ¿y en una guerra no hay “bajas”? ¿no hay muert@s, no hay herid@s, no hay prisioner@s? ¿o nos esperábamos que después de cientos de sabotajes, de incendios, de explosiones (modestas eso sí, pero explosiones al fin y al cabo), de cristales y cerraduras rotas, de ataques o intentos de ataques a personas, e incluso de decenas de pequeñas expropiaciones e intentos de expropiaciones (e incluso de alguna grande), el sistema, nuestro enemigo, iba a dejar que la peña se fuera de rositas? Ciertamente que todo esto no fue una verdadera amenaza seria para el sistema, pero se le empezaban a tocar las narices y se estaba pasando de vegetar entre libros a hacer cosas, con el consiguiente peligro de ser una amenaza potencial. Lógicamente pasó lo que tenía que pasar, que cuando das, te dan, y el Estado casi siempre da más fuerte, más y mejor. Y eso que pese a todo, no lo hemos visto responder en serio ; sólo nos ha dado collejas, pudiendo haber dado puñetazos. ¿Fracaso porque lo que se decía y propagaba a los 4 vientos no valía o porque se vivió una situación que quedaba grande? Porque si lo que pasó es que no se supo afrontar la represión, eso no es cosa de los planteamientos, sino de quienes lo llevan adelante, sobre todo de quienes lo hacen de manera ingenua e idealizada (en un libro es todo muy bonito, pero a Bonnot y a los “suy@s” o a Di Giovanni o a Durruti o a más de un “insu” italiano de los 80, los mataron, y muchísima gente de aquellas épocas se fue para el talego y lo pasó fatal, y eso se sabía y se venía venir que a nosotr@s nos iba a pasar lo mismo –aunque en mucha menor medida, por supuesto–, y no se quiso ver). Pero ser un/a ingenu@ o un poco torpe, no significa fracasar.

¿Fracaso? ¿derrota? Por qué, porqué no se consiguió “llegar a la gente”, que el pueblo despertará e hiciera la revolución social. ¿Pero alguien que no viviera en los mundos de yupi o que no fuera bob@ podía tragarse eso? Si estaba más que cantado. Por mucho descontento que hubiera en esa época contra el Partido Popular , que era quien gobernaba, estaba más que claro que nadie iba a seguir el ritmo de l@s “insus” y que en cuanto asomara por algún lado la palabra “terrorismo” nos íbamos a quedar más solos que la una. Por qué fracaso. Porqué recibimos un rato, porqué nadie nos hizo caso (salvo el CNI, la Guardia Civil y la Policía Nacional). ¿o es que nos pensábamos que por un par de portadas en los diarios y algunos artículos de “investigación” en revistas de gran tirada éramos un movimiento imparable?. Pues no, casi todo fue bastante positivo, deberíamos aprender a vivir el momento en lugar de a hipotecar el futuro. A veces las cosas continúan, pero otras muchas veces no y eso no tiene por qué ser malo. Mucha gente llegó a tomar una cierta conciencia, se clarificaron mucho la posiciones y el quién es quién en el anarquismo en “españa” y al final la lucha se apagó por dos motivos: porque el insurreccionalismo en la península nació al calor de dos luchas específicas como eran la anti-globalización y la lucha contra el FIES (sobre todo con ésta última); y porque el sistema avanza imparable pacificando descontentos y apagando luchas (aunque las verdaderas luchas siguen a lo largo y ancho del mundo, quizás dispersas, o no ortodoxas o bajo otras formas, pero sigue habiendo gente politizada o no que no baja la cabeza, no nos creamos el ombligo del mundo) y además como en todo, aquí también hay ciclos, la gente se quema o es represaliada y el relevo generacional en los mismos términos, intensidades y números casi siempre es menor precisamente porque el sistema aliena, apaga y avanza inexorablemente. Pero que te zurren no significa fracasar, significa que te zurran. Si abandonas entonces sí fracasas, si cambias de rumbo, aun continuando, muchas veces también fracasas.

Ya para ir terminando, las últimas preguntas: ¿se fue todo al garete porque las posturas insus no hay por dónde pillarlas o porque al ver a la gente entrando en fila india al talego la peña tuvo miedo? ¿acaso probando otros medios no te van a reprimir si lo que haces es eficaz y/o genera un contagio? ¿si cada vez que nos desorientamos cambiamos, ya no sólo de medios, sino incluso de teorías, llegaremos a alguna parte? ¿todo el mundo que cambió era porque no se lo había pensado bien antes?

Hasta aquí este texto, que no quiere ni responder, ni atacar, ni tan siquiera criticar y que no está escrito ni con rencor ni con ánimo de generar peleas, sino de aportar otra visión, la de quienes huimos hacia delante (quizás sea cierto que fue una huida, pero preferimos llamarlo seguir firmes en lo que creemos y seguir en guerra permanente, con las mismas armas, porque no queremos cambiar el mundo, queremos destruirlo porque lo odiamos). Salud, anarquía y venganza.

Algun@s de l@s que huyeron hacia adelante

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_nobody_
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por _nobody_ » 28 Sep 2011, 19:44

se lo tendrían que leer los mexicanos
...vive como piensas o acabarás pensando lo que vives...

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blia blia blia.
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por blia blia blia. » 28 Sep 2011, 20:05

_nobody_ escribió:se lo tendrían que leer los mexicanos
Y muchos chilenos. Y también franceses, este verano estuve hablando con un gabacho y comentaba que está arrasando entre la juventud que se acerca al anarquismo, pero toda. Aquí la gente le decía que la mayor parte de quienes quedan ven las cosas con otra óptica, así que se volvió con algo de esperanza.

De todas formas, el escrito no es tan crítico. Reconoce que la mayor parte de la gente ha cambiado de opinión, pero se pregunta "¿Qué ha pasado para hacerlo? ¿Acaso no sabíamos que éramos mosquitos contra un gigante?"

Aquitania
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por Aquitania » 29 Sep 2011, 00:21

Mucha gente llegó a tomar una cierta conciencia, se clarificaron mucho la posiciones y el quién es quién en el anarquismo en “españa”
A ellos les parecerá positivo, pero a mí no. Por un lado, no me parece que nos haya ido bien con esto de estar continuamente determinando quién es o no es anarquista. Por el otro, no entiendo tanta mitificación del pasado glorioso sin reconocer que del movimiento libertario que vivió el 36 también formaban parte miles y miles de militantes quizá "menos gloriosos" que Durruti pero que construyeron las bases de un movimiento fuerte con cosas que imagino que éstos no considerarían anarquistas (cooperativas, sindicatos...)
Tienen una bandera negra,
a media asta sobre la esperanza.
(Léo Ferré)

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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por diego_chile » 04 Oct 2011, 05:58

mmmm no alcanzo a entender porque tantos chilenos deberían leer ese texto :P

Sobre el insurreccionalismo, por estos lados ha estado apareciendo harto en la prensa, desde hace varios años a causa de una serie de bombas de ruido y polvora que no hemos visto que hagan mucho más daño que romper vidrios, quemar algunos bancos y lamentablemente matar o dejar casi muertos a un par de compas muy jovenes. No se sabe si quien pone todas esas bombas son efectivamente siempre ellos, algun organismo de inteligencia, jóvenes marginales, jovenes que lo hacen porque si o jovenes marginales a sueldo de los partidos derechistas (que son los mismos que son sus "comandos" de campañas electorales).

Francamente no veo el mayor aporte en dichas acciones, que no provocan otra cosa que ¿miedo? (alguna vez un compa me lo justifico porque las bombas de ruido (jaja) provocaban al menos miedo en los burgueses ¿?), la rotura de un vidrio, un banco, que se reemplazan, provocando además un pequeño movimiento de capital en esa misma acción. Lo que justamente favorece al capital, y a nadie más. No veo nada bueno ni en eso, ni en cierta actitud matonesca de varios compas encapuchados en algunas marchas que no se interezan en evaluar la pertinencia de sus acciones, y van siempre a reventar espacios, como cuando quemaron un auto y apedrearon unos departamentos. Ojo, tampoco se sabe si eran ellos o inteligencia infiltrada, en fin, fuera quien fuera tampoco los detuvieron...


Por otro lado, tampoco le veo ningun beneficio mitico a la organizacion informal y momentanea, como no le veo un mal a la organizacion formal cuando es democratica y lo más horizontal que se pueda.

Si me parece que es un suicidio político y físico, me parece que no tiene ni pies ni cabeza, ni estrategia ni tactica, ni beneficios, noi analisis de ningun tipo. Para mi son como los troscos de por aqui, donde llegan revientan todo,m y al final nada sirve. Y el problema es que no tiene nada que ver con un método, por ahí no va el asunto, es justamente el aire a mesianismo cuasi ¿cristiano?, para los que moririan con esa comparacion jeje, no ayudan a nadie, no aportan a nadie, no generan poder popular, ni ganadas materiales, ni democratizan nada... En fin, no sirven para nada mas que para ¡sacar rabia? sentirse más macho, juvenilmente exitado.

A los 15 me gusto ai ferri corti, lo lei nuevamente a los 17 y lo bote a la basura :P

El insurreccionalismo chileno nacio como una conjuncion entre la izquierda de intencion revolucionaria marxista en retirada en los 90, post fin de la dictadura, notoriamente ex miembros de grupos armados, como el MJL-L, MIR, FPMR; que se quedaron botados, descolocados, sin conexion con la realidad social y además en retirada, con un monton de cabros estudiantes, muy jovenes, punks, en fin, jovenes enojados con tintes insurreccionales y otros posmodernos.

Para mi, hasta ahora, el insurreccionalismo, no la insurreccion, sino que el insurreccionalismo solo ha sido un lastre.

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Jorge.
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Re: insurreccionalismo o lastre?

Mensaje por Jorge. » 04 Oct 2011, 06:31

¿Y los mexicanos por qué deberían leer el artículo?

La verdad, yo viví en los noventa en España, y no me enteré de nada. Si acaso, de las detenciones, un poco de las rupturas de cuando la FIJL rompió o algo así con CNT... Yo no vi ni contagio, ni epidemia, ni cientos de acciones. No digo que no las hubiera, sino que no las percibí. Para mí no fue ningún lastre, ya que no lastró mis actividades (hablo de los noventa). Lo que dice ahí de que la gente cambió de opinión por la represión, y la pregunta del ¿qué se esperaban? Pues no sé... ¿Qué se esperaban? En líneas generales, si detienen a un grupito de veinte personas, y le echan a un par de ellos un añito de cárcel, inmediatamente el resto, poco a poco, adoptarán modos de vida más convencionales. Pero eso pasa también si no hay detenciones.

El asunto de las modas es otro curioso. Un día la autonomía, al siguiente el amoralismo, luego el insureeccionalismo, después el primitivismo, mas tarde el hedonismo, luego el moralismo estoico... No me entero de nada. Es como si cada cinco años, hubiera que descubrir algo muy rupturista.

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