Cómo resolver conflictos [Modo bosquimano]

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Fionn Mac Cumhaill
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Cómo resolver conflictos [Modo bosquimano]

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 04 Oct 2009, 20:45

En 1989 visité el desierto de Kalahari, en el sur de Africa, y pasé varias semanas con dos grupos diferentes de bosquimanos, uno de Botswana y otro de Namibia, con la intención de averiguar cómo resolvían sus conflictos. Me impresionó el ingenio y el esfuerzo que ponían para impedir y resolver sus disputas.

El pueblo bosquimano vive en el desierto de Kalahari desde hace miles de años. Aunque casi todos sus integrantes hoy se dedican a la agricultura y la ganadería, hasta hace una generación aún quedaban algunos que llevaban la misma vida que sus antepasados, es decir una existencia nómade basada en la caza y la recolección. De ellos podemos aprender algunas cosas sobre el estilo de vida tradicional de los bosquimanos y la forma en la que resuelven sus diferencias.

Tradicionalmente, los bosquimanos viven en pequeños grupos de alrededor de 25 personas, o en redes sociales más grandes de hasta 500 integrantes. Hay gran fluidez entre los grupos. Los individuos y hasta familias enteras van cambiando de un grupo a otro. Si hay sequía o un desequilibrio estacional, los bosquimanos irán a visitar a sus familiares y amigos, quienes estarán dispuestos a compartir su territorio y su alimento. El estudio de uno de estos grupos ha demostrado que dos terceras partes del tiempo se utilizan visitando o recibiendo la visita de amigos y familiares. Las relaciones sociales, incluidas las que existen entre hombres y mujeres, son bastante igualitarias.

No es que falten disputas entre los bosquimanos. Cada hombre posee un arco y flechas con la punta envenenada que condenan a la víctima a una lenta y prolongada agonía. Entonces, y ante la ausencia de un gobierno central, ¿qué es lo que impide que un conflicto serio termine en mortal violencia o hasta en una guerra entre diferentes grupos?

Un sistema para manejar los conflictos

Un sistema eficaz para manejar los conflictos incluye seis funciones. La primera es impedir que surjan las disputas cuando resulte posible. Las siguientes cuatro funciones tienen que ver con la forma de resolver los conflictos que surgen. Resolver las disputas significa curar las heridas emocionales, reconciliar los intereses encontrados, determinar los derechos y probar, de ser necesario, el poder relativo de las partes. La sexta función consiste en contener cualquier conflicto no resuelto que amenace con desencadenar la violencia, y canalizarlo nuevamente hacia el sistema para poder resolverlo.

Generalmente se supone que en un conflicto intervienen dos fuerzas opositoras. Entre los bosquimanos hay siempre una tercera fuerza: la comunidad circundante dentro de la cual tiene lugar el conflicto. Las fuerzas opositoras no están separadas de esta comunidad mayor sino que forman parte de ella: en realidad, ésa es la razón por la que la comunidad puede ejercer su influencia.

El secreto del sistema bosquimano para la resolución de conflictos reside en la participación vigilante, activa y constructiva de la comunidad. Es la comunidad la que socializa a los jóvenes para evitar la violencia y la que ejerce una influencia pacificadora sobre la familia y los amigos.
La comunidad no descansa hasta que el conflicto sea resuelto, porque cada disputa amenaza con romper el tejido social y destruir los vínculos que son esenciales para asegurar la unidad y la supervivencia colectiva.

En una de las oportunidades les pregunté qué pasaba cuando había una disputa entre personas de diferentes grupos. Un bosquimano de edad me respondió: “Mandamos a buscar a una persona del otro grupo. Si esa persona no viene, vamos nosotros y conversamos allí”.

Todo esto significa que en todo conflicto serio entre dos individuos o grupos, siempre hay un tercer componente. Habitualmente no se trata de una sola persona sino de una colectividad de terceras personas: una tercera fuerza integrada por familiares, amigos y mayores preocupados.

Esta tercera fuerza suele tener lazos muy fuertes con una de las partes o con ambas. No puede haber conflictos privados serios porque cualquier conflicto los afecta a todos. Los que juegan el papel de terceros no lo hacen por un altruismo desinteresado sino por un iluminado interés propio. Un conflicto, especialmente si es violento, los obligaría a tomar partido, quizá hasta luchar, y se destruirían de este modo los vínculos emocionales, los valores y las relaciones comerciales que comparten.

La tercera fuerza es, en síntesis, una comunidad que trabaja denodadamente para evitar, resolver y contener los conflictos. La comunidad es el “contenedor” dentro del cual se trabaja para resolver la disputa. Se reparan las heridas emocionales y las relaciones dañadas dentro del contexto de la unidad emocional de la comunidad.

Los intereses en pugna se resuelven dentro del contexto del interés de la comunidad por la paz. Las peleas por los derechos se resuelven dentro del contexto de las normas de la comunidad. Las luchas de poder quedan contenidas dentro del contexto del poder general de la comunidad.
La tercera fuerza es la voz de la comunidad. Es la voz de las normas e intereses colectivos: “el camino de la violencia es erróneo”. Es la voz del poder colectivo: “nadie”, subraya la voz, “puede lastimar o matar a uno de nosotros sin comprometer al resto”. La tercera fuerza es la voluntad de paz de la comunidad, la fuerza que contrarresta a la violencia y la guerra.

Un sistema circular basado en la comunidad

Me gustaría resumirles el sistema de manejo de conflictos de los bosquimanos en un diagrama, aún a riesgo de reducirlo a un sistema ideal. Tal como indica el gráfico, este sistema impide las disputas en la medida de lo posible, resuelve las demás, y contiene a aquellos conflictos que amenazan con convertirse en violentos. Consiste en una serie de redes de seguridad sucesivas que incluyen a las disputas y a los contendientes. Si un método no funciona, se puede probar de inmediato con otro.

Las actividades siguen una relativa secuencia –impedir, resolver, contener- pero obsérvese la manera en la que los bosquimanos logran que esa secuencia sea circular. Para ellos no es suficiente con contener un conflicto para evitar que engendre violencia; insisten en volver al punto para resolverlo. Tampoco les basta con resolver el conflicto; buscan reparar las relaciones dañadas para impedir que las partes vuelvan a caer en un conflicto por otro tema.

El sistema de manejo de conflictos de los bosquimanos tiene cuatro hilos o niveles de disputa: las emociones, los intereses, los derechos y el poder. Los cuatro conviven en cualquier contienda como los hilos de una soga. En las diferentes etapas del proceso de resolución, son diferentes los hilos que sobresalen. Aquí también hay una secuencia relativa.

Paso por paso

La primera tarea consiste en crear una atmósfera emocional favorable. En verdad, en algunos casos, esto puede ser suficiente para resolver un conflicto. La segunda tarea es identificar y tratar de reconciliar los intereses subyacentes. En ocasiones, la disputa puede resolverse en este punto. La tercera tarea consiste en determinar los derechos, en otras palabras, en aplicar las normas apropiadas a la disputa o, dicho en términos simples, decidir quién tiene razón.

Si el conflicto no se resuelve en esta etapa, la cuarta tarea consiste en probar el poder relativo de las partes de la manera más económica posible. Aquí hay una especie de comprobación de la realidad: ¿quién es más poderoso?, ¿quién necesita más al otro? De esta forma, el sistema bosquimano resuelve las disputas curando las heridas emocionales, reconciliando los intereses, determinando los derechos y probando el poder relativo.

El sistema se basa en la comunidad. El contexto dentro del cual se produce y se maneja la disputa es la comunidad circundante. Las dos fuerzas en pugna de cualquier conflicto están acompañadas por una tercera fuerza, la colectividad de terceros que emergen de la comunidad circundante y que se esfuerzan por impedir, resolver y contener las disputas. Tal como muestra el diagrama, este tercer componente es la fuerza vivificante en la que se basa el sistema bosquimano.

Aunque este pueblo no siempre triunfa cuando se propone evitar la violencia, sí logra resolver sus diferencias de un modo pacífico y sumamente constructivo. Y esto logro es más notable aún cuando comprendemos que lo hacen sin el mecanismo de un gobierno formal y teniendo a mano un arsenal mortífero de flechas envenenadas al que cada hombre puede recurrir cuando lo desee. Nosotros, que vivimos en sociedades tecnológicamente mucho más avanzadas, tenemos algunas lecciones que aprender de esta sociedad para muchos muy simple pero sin duda mucho más avanzada socialmente.


William Ury es reconocido internacionalmente como uno de los mayores especialistas en el área de negociación y administración de conflictos.
Co-autor del best seller Sí... ¡de acuerdo! Cómo negociar sin ceder, que fue publicado en 22 idiomas y vendió más de tres millones de copias en todo el mundo. Su libro ¡Supere el no! Cómo negociar con personas que adoptan posiciones obstinadas, se ha convertido en un éxito a nivel mundial y lleva vendidos más de 500.000 ejemplares. Su último libro, Alcanzar la paz, propone diez caminos para resolver conflictos en la casa, en el trabajo y en el mundo. Ury es co-fundador del Programa de Negociación de la Universidad de Harvard y director del International Negotiation Network, organismo que actúa como intermediario neutral en negociaciones internacionales de gran complejidad y cuyo director es el ex-presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter. Consultor de renombre internacional, registra larga experiencia en fusiones de grandes compañías, resolución de huelgas en sectores estratégicos y negociaciones entre empresas, sus clientes y proveedores.



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Última edición por Fionn Mac Cumhaill el 05 Oct 2009, 00:04, editado 2 veces en total.
El tiempo se hunde en decadencia
como una vela consumida,
y a las montañas y bosques
les llega el día, les llega el día;
pero tú, amable turbamulta antigua
de los estados del ánimo nacidos del fuego,
tú no desapareces.


W. B. Yeats, 1893

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Urkijo
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Re: Cómo resolver conflictos [Modo bosquimano]

Mensaje por Urkijo » 04 Oct 2009, 21:58

Editado a petición de Fionn
Última edición por Urkijo el 05 Oct 2009, 11:43, editado 1 vez en total.
“Yo me examino: la conciencia habla al hombre a sus solas. En el silencio de la noche, cuando el sueño no viene, repaso mi vida; y nada encuentro de que deba avergonzarme [...]. Esta tranquilidad de conciencia me hace superior a las injusticias y las proscripciones”

Urkijo (otro Urkijo)

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