The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
No entendi tu ultimo mensaje supernova. ¿La unica poblacion que permite el planeta para grupos de casadores recolectores es de 100 millones? ¿de donde salio ese dato? ¿hay alguna expliacion detallada de los estudios y analisis que se hicieron para determinar eso?
Realmente no parece reelevante saber el dato, pero por otro lado me resulta muy curioso.
Lo dijiste sobre deforestacion, no lo entendi en lo mas minimo.
Realmente no parece reelevante saber el dato, pero por otro lado me resulta muy curioso.
Lo dijiste sobre deforestacion, no lo entendi en lo mas minimo.
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
he revisado mi traducción de Extractos de Cartas a un alemán, ahora creo que está más correcto, va en 3 posts
EXTRACTOS DE CARTAS A UN ALEMÁN,
ESCRITO EN 2006 POR TJK
Hay dos dificultades relacionadas con las típicas cuestiones de victimización de la izquierda como son la supuesta opresión de las mujeres, de los homosexuales, de las minorías raciales o étnicas, y de los animales. En primer lugar, estas cuestiones distraen la atención del problema de la tecnología. Energías rebeldes que podrían haber sido dirigidas contra el sistema tecnológico se emplean en problemas irrelevantes como el racismo, el sexismo, etc. Por lo tanto, habría sido mejor si estos problemas se hubiesen resuelto completamente. En ese caso, no podrían haber distraído la atención del problema de la tecnología. Pero los revolucionarios no deberían tratar de resolver los problemas como el racismo, el sexismo, etc, ya que, al abordar esos problemas, distraerían todavía más la atención del problema de la tecnología. Además, los revolucionarios podrían contribuir muy poco a la solución de los problemas de las mujeres, las minorías, etc, porque la propia sociedad tecnológica ya está trabajando para resolver estos problemas. Todos los días (al menos en los Estados Unidos) los medios de comunicación nos enseñan que las mujeres son iguales a los hombres, que los homosexuales deben ser respetados, que todas las razas que deben recibir igual trato, y así sucesivamente. Por lo tanto, cualquier esfuerzo hecho en este sentido por los revolucionarios sería superfluo
A través de su obsesiva focalización en cuestiones de victimización tales como la supuesta opresión de las mujeres, los homosexuales, y las minorías raciales, los izquierdistas aumentan enormemente el grado en que estas cuestiones distraen la atención del problema de la tecnología. Pero sería contraproducente para los revolucionarios tratar de obstaculizar los esfuerzos de los izquierdistas de resolver los problemas de las mujeres, las minorías, etc, ya que tal obstrucción intensificaría la controversia sobre estas cuestiones y por lo tanto distraería todavía más
la atención del problema de la tecnología.
En lugar de ello, los revolucionarios deberían señalar y hacer hincapié en que el gasto energético utilizado en las cuestiones de victimización de la izquierda es un desperdicio, y que esa energía debería ser utilizada en el problema tecnológico.
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Una segunda dificultad relacionada con la victimización es que cualquier grupo que se ocupa de esas cuestiones atraerá izquierdistas.
Como sostiene el Manifiesto, los izquierdistas son inútiles como revolucionarios porque la mayoría de ellos realmente no quieren derrocar la actual forma de sociedad. Ellos están interesados sólo en la satisfacción de sus propias necesidades psicológicas a través de vehemente defensa de "causas". Cualquier causa sirve en la medida en que no sea específicamente de derechas.
Así, cuando cualquier movimiento (que no sea un movimiento de extrema derecha)
surge y aspira a ser revolucionario, los izquierdistas llegan en un enjambre como moscas a la miel hasta que superan en número a los miembros originales del movimiento, lo toman, y lo transforman en un movimiento de izquierdas. A partir de ese momento, el movimiento es totalmente inútil a efectos revolucionarios. El caso del movimiento de Earth First! proporciona un buen ejemplo de este proceso. (Ver Martha F. Lee, Earth First!: Environmental Apocalypse, Syracuse University Press, Syracuse, New York, 1995.) Así, la izquierda sirve como un mecanismo para debilitar incipientes movimientos revolucionarios y hacerlos inofensivos.
Por lo tanto, a fin de formar un movimiento de efectivo, los revolucionarios
deben esforzarse en excluir a los de izquierdas del movimiento. Para ahuyentar a los de izquierdas, los revolucionarios no sólo deben evitar participar en los esfuerzos para ayudar a las mujeres, los homosexuales, o las minorías raciales, sino también rechazar cualquier interés en tales cuestiones, y deberían enfatizar una y otra vez que las mujeres, los homosexuales, las minorías raciales, etc. deberían considerarse afortunados, porque nuestra sociedad los trata mejor que la mayoría de las sociedades anteriores han hecho. Al adoptar esta posición, los revolucionarios se separarán de la izquierda y desalentarán a los izquierdistas de intentar unirse a ellos
--
Parece que piensas que aumentando la presión a la que está sujeta la gente en la sociedad moderna será suficiente para producir una revolución. Pero esto no es correcto. Sin duda un serio agravio debe estar presente para que se produzca una revolución, pero una grave injusticia, o incluso el mayor sufrimiento, por sí mismo no es suficiente para llevar a cabo una revolución. Las personas que han estudiado el proceso de la revolución están de acuerdo en que, además de un agravio, algún factor precipitante es necesario. El factor precipitante puede ser un líder dinámico, algún acontecimiento extraordinario, o algo que despierte nuevas esperanzas de que la rebelión pueda aliviar el sufrimiento.
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Así pues, Trotsky escribió:
"En realidad, la mera existencia de privaciones no es suficiente para provocar una insurrección... . Es necesario que… nuevas condiciones y nuevas ideas abran perspectiva de una salida revolucionaria. " [1]
En opinión del filósofo-sociólogo Eric Hoffer: "[L]a presencia de un destacado dirigente es indispensable. Sin él no habrá ningún movimiento. La madurez de los tiempos no produce automáticamente un movimiento de masas... "[2].
Del mismo modo, en la Enciclopedia Británica: "La actitud de cualquier grupo, especialmente uno grande, ha demostrado ser notablemente pasiva hasta que es despertada por líderes casi paternales a los que admiran y en los que confían. "[3]
Por supuesto, los requisitos previos para la revolución son mucho más complejos que la mera presencia de dirigentes dinámicos o de "nuevas condiciones y nuevas ideas ", que despiertan la esperanza. Para un extenso debate, véase Neil J. Smelser, Theory of Collective Behavior, Macmillan Company, New York, 1971, páginas 313-384. El hecho es, sin embargo, que los revolucionarios no pueden esperar pasivamente a que las condiciones duras produzcan una revolución. En vez de eso, los revolucionarios deben participar activamente de preparar el camino para la revolución.
Debo añadir que las observaciones acerca de izquierdismo, aquí y en el Manifiesto, se basan en la observación de la izquierda Americana. No sé si las observaciones pueden aplicarse sin modificación a la izquierda europea.
Tu escribes: "No nos engañemos sobre la verdadera función de la mujer". Si quieres decir que la maternidad es la única función válida para las mujeres, entonces estoy de acuerdo. Al margen de la crianza de los niños, las mujeres siempre han hecho un trabajo muy importante e incluso indispensable, y un tipo de trabajo que suele ser muy duro físicamente o que requiere gran habilidad. Por mencionar sólo algunos ejemplos: Entre los pigmeos de Mbuti África y a parte de la crianza de los niños, las mujeres trabajaban mucho más que los hombres, proporcionaban la mayor parte de los alimentos, construían las cabañas, y su trabajo era a menudo muy difícil. Entre
otras cosas, llevaban enormes pilas de leña al campamento
1. (1) Leon Trotsky, The History of the Russian Revolution, translated
by Max Eastman (three volumes in one), Pathfinder, New York, 1980,
Vol. Two, page vii.
2. (2) Eric Hoffer, The True Believer, § 90.
3. (3) The New Encyclopaedia Britannica, 15th edition, 2003, Vol. 26,
article "Propaganda", page 175
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cargadas sobre sus espaldas [4]. Las mujeres en sociedades cazadoras-recolectoras
de climas cálidos por lo general siempre proveen la mayor parte de los alimentos,
mientras que en países fríos los hombres proveen la mayor parte a través de la caza [5]. Sin embargo, en países fríos las mujeres producen el vestido [6], que en estos climas es indispensable, y, al hacerlo las mujeres de ciertas sociedades cazadoras-recolectoras han mostrado una habilidad extraordinaria [7].
Así pues, sin negar la importancia de su papel como madres, también debemos reconocer la importancia del papel de las mujeres como trabajadoras de base y como hábiles en trabajos hechos a mano. Y además, mantengo que las mujeres, tanto como los hombres, necesitan trabajar, es decir, actividades dirigidas hacia un objetivo (el "proceso de poder") [8]. Y sospecho que la razón por la cual hoy en día las mujeres quieren asumir ocupaciones masculinas es porqué su papel de madre no es suficiente para satisfacerles ahora que la tecnología ha reducido ocupaciones tradicionalmente femeninas a la trivialidad. La mujer moderna no necesita hacer ropa, porque la puede comprar, no necesita hacer canastos porque tiene a su disposición cualquier número de buenos contenedores, no necesita buscar frutas, frutos secos, y raíces en el bosque, porque se puede comprar buena comida, etc.
--
Tu escribes: "El sistema funciona de manera tan insidiosa que convence a las minorías étnicas que la pérdida de su identidad es algo bueno. Las minorías son manipuladas en su propia desventaja, totalmente y sin que puedan percibir que las obligan". Sí,
estoy de acuerdo con esto, excepto que en algunos países el sistema es más astuto todavía: En lugar de decirle a las minorías étnicas que la pérdida de su identidad es una cosa buena les dice que mantengan su identidad étnica pero, al mismo tiempo, el sistema sabe muy bien cómo eliminar la esencia de la identidad étnica y reducirla a meras apariencias.
4. (4). Paul schebesta, Die Bambuti-Pygmaen vom Ituri, 11.Band, I.Teil,
Institut Royal Colonial Beige, Brussels, 1941, pages 11-21, 31, 142, 170.
5. (5). Carleton S. Coon, The Hunting Peoples, Little, Brown and
Company, Boston and Toronto, 1971, pages 72-73. Elizabeth Cashdan,
"Hunters and Gatherers: Economic Behavior in Bands", in S. Plattner,
Economic Antrophology, stanford University Press, 1989, page 28.
6. (6). Coon, op. cit., page 48.
7. (7). Gontran de Poncins, Kabloona, Time-Life Books, Alexandria,
Virginia, USA, 1980, pages 14, 15, 124.
8. (8). Industrial Society and its Future, paragraphs 33-37.
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Esto ha sucedido tanto en los Estados Unidos [9] como en la Unión Soviética.
--
Por supuesto, sé muy poco acerca de las universidades alemanas, pero los intelectuales de las universidad americanas, aparte de raras excepciones,
no son en absoluto adecuados para ser miembros de un movimiento revolucionario efectivo. La mayoría pertenecen a la izquierda. Algunos de estos intelectuales
podrían ser útiles mediante la difusión de ideas acerca de la el problema de la tecnología, pero la mayoría de ellos tienen miedo a la idea de la caída sistema y no pueden ser revolucionarios activos. Son los "hombres de las palabras" sobre los que Eric Hoffer ha hablado:
"El trabajo preliminar de socavar las instituciones existentes, de familiarizar a las masas con la idea de cambio y de crear una receptividad a la nueva fe, se puede hacer sólo por hombres que son, en primer lugar y sobre todo, los escritores o oradores... . Así, imperceptiblemente el hombre de palabras socava las instituciones establecidas, desacredita a los que tienen el poder, debilita las lealtades y creencias imperantes, y establece el escenario para el surgimiento de un movimiento de masas. "[10]
"Cuando el viejo orden empieza a desmoronarse, muchos de los vociferantes
hombres de palabras, que rezaban siempre por la llegada de ese día, dejan de encontrarse a gusto. El primer vistazo de la cara de anarquía aterroriza sus mentes. "[11]
"El hombre de palabras creativo, no importa cuán amargamente pueda criticar
y burlarse del orden existente, está en realidad, anclado al presente.
Su pasión es reformar, no destruir. Cuando el movimiento de masas
se mantiene totalmente en sus manos, lo convierte en un asunto leve. Las reformas que inicia son superficiales, y la vida vuelve a su curso sin una súbita interrupción. "[12]
--
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.
Confucio
Confucio
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Tu escribes: "El movimiento debe ser un nuevo comienzo, más allá de todas las posiciones de la izquierda y de la derecha.” ¡Sí, por supuesto! ¡Estoy totalmente de acuerdo!
--
9. (9). Ver Sociedad Industrial y su Futuro, párrafo 29.
10. (10). Hoffer, op. cit., Sección 104.
11. (11). Hoffer, op. cit., Sección 110.
12. (12). Hoffer, op. cit., Sección 111.
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Tienes razón: tenemos que preocuparnos por el factor tiempo. Pero
también tenemos que tomar en consideración la posibilidad de que la lucha
dure mucho tiempo, quizás muchas décadas. Debemos derrocar el sistema tan pronto como sea posible, pero debemos, sin embargo, prepararnos para un esfuerzo revolucionario a largo plazo, porque puede resultar que ningún rápido derrocamiento del sistema será viable.
Tu señalas que el progreso tecnológico se desarrolla a la velocidad del relámpago, que llevará tal vez veinte años desarrollar los primeros ordenadores que superen cualquier cerebro humano en capacidad de computación, que la ingeniería genética, inevitablemente, se aplicará para la "mejora" de los seres humanos. Todo esto puede ser cierto. Pero el futuro puede ser diferente de lo que esperamos. Por ejemplo:
"Un científico en el Instituto Tecnológico de Massachusetts cree que dentro de ocho años una máquina con más inteligencia que la un genio será desarrollada... Otros científicos ... sólo están en desacuerdo en la fecha. Sugirieron 15 años ... "
Esto es de el periódico The Chicago Daily News, 16 de noviembre de 1970. Obviamente, lo que los científicos predijeron no ha ocurrido. Del mismo modo, los intentos de curar determinadas enfermedades humanas por medio de la tecnología genética han encontrado dificultades: La terapia genética puede causar cáncer. Por lo tanto, es posible que los ordenadores no puedan sobrepasar la inteligencia de los seres humanos tan pronto como se cree; la ingeniería genética puede no ser tan fácil de aplicar a los seres humanos, etc. Por otro lado, también es posible que estos acontecimientos se desarrollen incluso más rápido de lo que ahora sospechamos. En cualquier caso, las consecuencias sociales de las nuevas tecnologías son imprevisibles y pueden ser diferentes de lo que esperamos. Los consecuencias sociales del progreso tecnológico que ha ocurrido hasta el momento actual son diferentes de lo que esperaba cuando era joven. Por lo tanto, tenemos que prepararnos para todas las posibilidades, incluida la posibilidad de que nuestra lucha puede durar un tiempo muy largo.
Hay dos errores que casi todas las personas, con la excepción de los políticos con experiencia y los científicos sociales, hacen cuando idean un plan para cambiar la sociedad. El primer error es que uno trabaja en un plan a través de la razón pura, como si uno estuviese diseñando un puente o una máquina y, a continuación, esperan que el plan tenga éxito. Se puede diseñar con éxito un puente o similar, porque los objetos materiales obedecen normas precisas de manera fiable. Así se puede predecir cómo los objetos materiales reaccionarán bajo determinadas circunstancias. Pero en el reino de los fenómenos sociales tenemos a nuestra disposición muy pocas
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normas exactas que sean fiables, por lo tanto, en general, no podemos predecir los fenómenos sociales de manera fiable.
Entre las pocas predicciones fiables que podemos hacer es la
predicción de que un plan no tendrá éxito. Si dejas a un automóvil
sin conductor caer por una pendiente pronunciada, no puedes predecir la
ruta que el automóvil tomará, pero puedes predecir que
no seguirá una ruta previamente seleccionada. Si liberas un grupo
de ratones de una jaula, no puedes predecir en qué dirección correrá cada ratón, pero puedes predecir que los ratones no marcharán de acuerdo a un plan previamente especificado. Así funciona, en general, en el
reino de los fenómenos sociales.
Los científicos sociales comprenden lo difícil que es llevar a cabo cualquier
plan de largo plazo:
"La historia no tiene lecciones para el futuro, excepto una: que nunca nada
funciona como los participantes quisieron o esperaban". [13]
"La primera Guerra Mundial… terminó en diversos planes para la paz tan ilusorios como los planes para la guerra habían sido. Tal como el historiador William McNeill escribió ‘La irracionalidad una planificación profesional y racional no puedo haberse manifestado más claramente’ "[14]
"La mayoría de la planificación social es a corto plazo ...; los objetivos de la planificación a menudo no son alcanzados, y, aunque el plan tenga éxito en términos
de los objetivos declarados, a menudo tiene consecuencias imprevistas. Cuanto más amplio y más largo sea el periodo de tiempo planificado, más difícil es alcanzar los objetivos y evitar imprevistos y consecuencias no deseadas... . Los desarrollos sociales a gran escala y a largo plazo en cualquier sociedad siguen siendo mayoritariamente no planificados."[15]
Lo anterior es indiscutiblemente cierto, y además se refiere a
el plan del Estado. El Estado tiene el poder, grandes cantidades de
información, y la capacidad para analizar y utilizar esas cantidades
de la información. No tenemos el poder y una relativamente escasa capacidad
para reunir y analizar información. Si es imposible para el
Estado para llevar a cabo planes sociales a largo plazo con éxito, entonces más imposible es para nosotros.
Por lo tanto, sostengo que los revolucionarios no deben comprometerse con ningún plan predeterminado, a largo plazo o comprensible. En lugar de ello, en la medida de lo posible deberían basarse en la experiencia
13. (13). Gordon S. Wood. "The Making of a Disaster", de Nueva York
Review, de 28 de abril de 2005, página 34.
14. (14). The New Enciclopedia Brtannica, 15 ª edición. 2003, Tomo
21, artículo "International Relations", página 807.
15. (15). Ibíd., Tomo 27. artículo "Social Structure and Change", página 370.
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y proceder mediante ensayo y error, y sólo comprometerse a
planes sencillos y a corto plazo. Por supuesto, los revolucionarios deberían también
tener una plan comprensible a largo plazo, pero esto debe ser siempre
provisional, y los revolucionarios deben estar siempre dispuestos a
modificar el plan comprensible, o incluso a abandonarlo por completo,
siempre que nunca olviden el objetivo final, que es de derrocar
el sistema. En otras palabras, el movimiento debe ser flexible
y estar preparado para cualquier eventualidad.
El segundo de los errores mencionados anteriormente es que uno propone
un plan (asumamos que es un plan muy bueno) y, a continuación, cree
que un número suficiente de personas seguirán el plan
solo porque es bueno. Pero si el objetivo del plan es cambiar
la sociedad, entonces, sin importar cuán excelente sea el plan pueda ser, su excelencia no es lo que se moverá a la gente a seguirlo. Tenemos que tener en consideración las motivaciones humanas.
En la vida privada, la razón pura a menudo puede mover a una persona a seguir
un buen plan. Por ejemplo, si a través del uso de la razón podemos
convencer a una persona que un médico es más hábil que otro,
entonces la persona probablemente consultará al médico más hábil,
porque sabe que de esta manera se va a recuperar de su mejor
dolencia.
Por otra parte, si podemos convencer a una persona que un cierto
plan será útil para la sociedad a condición de que un número suficiente
de personas sigan el plan, esto da a la persona, en el mejor de los casos, un
motivo muy débil para seguir el plan, porque sabe que es muy
poco probable, o incluso imposible, que su participación individual
que por sí misma tenga ningún efecto perceptible en la sociedad. Por ejemplo:
Muchas personas saben que sería mejor para el mundo si todo el mundo
se negase a utilizar automóviles. Sin embargo, aparte de raras
excepciones, cada una de estas personas tiene su automóvil, porque
se dice a sí mismo que si se niega a conducir sufrirá grandes
molestias sin hacer ningún tipo de bien para el mundo;
el mundo no obtendrá ninguna ventaja perceptible a menos que muchos
millones de personas se niegen a utilizar automóviles.
Por lo tanto, debemos siempre tener en cuenta que, con raras excepciones,
una persona se une a un movimiento revolucionario, no primordialmente para lograr el objetivo del movimiento, sino para satisfacer sus propias necesidades físicas o psicológicas o de experimentar alguna forma de placer. Sin importar cuán fiel y sinceramente dedicado esté al objetivo revolucionario, su devoción ha surgido de alguna manera de sus propias necesidades o de los placeres que ha experimentado.
Por supuesto, la consecución de un objetivo del movimiento puede cumplir
las necesidades de un miembro, pero en general sólo las acciones de unos pocos
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líderes pueden aumentar sensiblemente la probabilidad de que la meta sea alcanzada. Como se indicó anteriormente, el “miembro de base” sabe que su propia participación tendrá, como mucho, un efecto imperceptible sobre los progresos hacia la meta. Por lo tanto antes de la meta por sí misma, y la razón sola, no pueden
motivar al miembro base.
Ya que el entusiasmo produce gran placer, el entusiasmo por un
objetivo fuertemente deseado puede ser suficiente para mover a una persona a la acción revolucionaria, pero sólo cuando el logro de la meta está muy cercano. Cuando el logro de la meta parece ser improbable
o distante en el tiempo, el objetivo por sí solo no puede despertar mucho
entusiasmo.
Cuando el logro de la meta no está cerca, entonces las siguientes
satisfacciones, por ejemplo, pueden motivar a un miembro base de un movimiento revolucionario: (i) Sentido de propósito, la sensación de que uno tiene un objetivo en torno al cual organizar la vida. (ii) El sentido de poder [4]. (iii) Sentido de pertenencia, la sensación de formar parte de un grupo social cohesivo. (iv) Status o prestigio dentro del movimiento; la aprobación de otros miembros del movimiento. (v)
Ira, venganza; la oportunidad de tomar represalias contra el sistema.
Por supuesto, también se puede encontrar una satisfacción en la contribución a la
a la futura realización de los objetivos revolucionarios, incluso si la
contribución individual sólo tiene un efecto imperceptible,
pero en ese caso la satisfacción es demasiado débil para mover a nadie a
realizar importantes esfuerzos revolucionarios, aparte de raros casos excepcionales.
Por lo tanto, un movimiento revolucionario debe basarse
principalmente en otras motivaciones.
En cuanto a la sensación de poder, una célula que consta de diez personas
no puede darle a un miembro mucho sentido de poder. El miembro obtendrá un sentido de poder sólo cuando se incorpore a los círculos que tienen el poder en la sociedad y, entonces, el miembro recibirá su sentido de poder no del movimiento revolucionario, sino de su posición dentro del sistema. Él tiene una oportunidad tal vez en un centenar de obtener una posición de poder, y puede llegar esa posición
sólo a través de esfuerzos llevados a cabo durante un largo período.
Una persona realizará dichos esfuerzos y persistirá en ellos sólo
si encuentra satisfacción en su carrera. Vamos a suponer, entonces, que un
miembro de una célula revolucionaria ha tenido una exitosa carrera y
después de veinte años de esfuerzo se ha sumado a los círculos de poder.
Le gusta su carrera, ahora tiene poder, y ha logrado estas
satisfacciones a través de largos años de esfuerzo. ¿Querrá perder
todo esto a través de la destrucción del sistema? En casos raros, excepcionales, querrá, pero por lo general no. La historia nos ofrece
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incontables ejemplos del joven rebelde de sangre caliente que juraba resistir el sistema para siempre, pero que luego tiene una carrera exitosa,
y cuando es mayor, más rico y tiene estatus y prestigio,
llega a la conclusión de que el sistema no es tan malo después de todo,
y que es mejor adaptarse a él.
Hay más razones para creer que tu plan no puede tener
éxito. El plan requiere que el movimiento se mantenga en
secreto y desconocido para el público. Pero eso es imposible. Uno
puede estar bastante seguro de que algún miembro del movimiento
cambiará de opinión o cometerá un error, por lo que la existencia del
movimiento será de conocimiento público. Entonces habrá investigaciones oficiales y así sucesivamente. En la historia hallamos ejemplos de
sofisticadas redes de espionaje el secreto le las cuales fue cuidadosamente
guardado, pero que sin embargo se conoció, aunque algunas
de sus células lograsen mantenerse en secreto. La existencia
del movimiento que propones también, sin duda,
acabaría conociéndose.
En la cuarta sección de tu carta propones que líderes
y agitadores de la izquierda fuesen "instruidos"
por los miembros del movimiento. Pero, salvo en casos excepcionales,
es imposible creer que los miembros del movimiento pudiesen tener tanto control sobre las personas que tienen la capacidad de convertirse en exitosos líderes y agitadores.
Si logras infiltrar en los círculos de poder tan
sólo tres o cuatro revolucionarios que, además, posteriormente no
traicionasen la revolución con el fin de mantener su poder y
su prestigio, sería un éxito asombroso. Tales infiltrados
podrían quizás desempeñar un papel en la revolución, pero su papel
probablemente no sería decisivo.
Dices que las revoluciones no son nunca planeadas en una mesa de dibujo,
y tienes razón. Pero yo no diría que las revoluciones siempre han
sido atribuibles al descontento de grandes segmentos
de una sociedad. La insatisfacción es una condición previa para la revolución, pero la
insatisfacción por sí sola no es suficiente para provocar una revolución.
He enfatizado eso antes. Entre otras cosas, un mito revolucionario
es necesario, y sobre este tema escribes que las revoluciones
nunca han elegido sus ideales y mitos libremente, que es
muy cierto. Pero luego de escribes: "Las circunstancias bajo las que
de personas viven no les dejan otra opción que adoptar exactamente
esos mitos e ideales y no otros." Yo no estoy totalmente de acuerdo con esto.
Un mito no puede ser elegido arbitrariamente. Un mito puede tener éxito sólo si
responde a las imperantes (quizá en parte inconscientes) insatisfacciones
y anhelos. Pero no estoy convencido de que las circuns-
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9. (9). Ver Sociedad Industrial y su Futuro, párrafo 29.
10. (10). Hoffer, op. cit., Sección 104.
11. (11). Hoffer, op. cit., Sección 110.
12. (12). Hoffer, op. cit., Sección 111.
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Tienes razón: tenemos que preocuparnos por el factor tiempo. Pero
también tenemos que tomar en consideración la posibilidad de que la lucha
dure mucho tiempo, quizás muchas décadas. Debemos derrocar el sistema tan pronto como sea posible, pero debemos, sin embargo, prepararnos para un esfuerzo revolucionario a largo plazo, porque puede resultar que ningún rápido derrocamiento del sistema será viable.
Tu señalas que el progreso tecnológico se desarrolla a la velocidad del relámpago, que llevará tal vez veinte años desarrollar los primeros ordenadores que superen cualquier cerebro humano en capacidad de computación, que la ingeniería genética, inevitablemente, se aplicará para la "mejora" de los seres humanos. Todo esto puede ser cierto. Pero el futuro puede ser diferente de lo que esperamos. Por ejemplo:
"Un científico en el Instituto Tecnológico de Massachusetts cree que dentro de ocho años una máquina con más inteligencia que la un genio será desarrollada... Otros científicos ... sólo están en desacuerdo en la fecha. Sugirieron 15 años ... "
Esto es de el periódico The Chicago Daily News, 16 de noviembre de 1970. Obviamente, lo que los científicos predijeron no ha ocurrido. Del mismo modo, los intentos de curar determinadas enfermedades humanas por medio de la tecnología genética han encontrado dificultades: La terapia genética puede causar cáncer. Por lo tanto, es posible que los ordenadores no puedan sobrepasar la inteligencia de los seres humanos tan pronto como se cree; la ingeniería genética puede no ser tan fácil de aplicar a los seres humanos, etc. Por otro lado, también es posible que estos acontecimientos se desarrollen incluso más rápido de lo que ahora sospechamos. En cualquier caso, las consecuencias sociales de las nuevas tecnologías son imprevisibles y pueden ser diferentes de lo que esperamos. Los consecuencias sociales del progreso tecnológico que ha ocurrido hasta el momento actual son diferentes de lo que esperaba cuando era joven. Por lo tanto, tenemos que prepararnos para todas las posibilidades, incluida la posibilidad de que nuestra lucha puede durar un tiempo muy largo.
Hay dos errores que casi todas las personas, con la excepción de los políticos con experiencia y los científicos sociales, hacen cuando idean un plan para cambiar la sociedad. El primer error es que uno trabaja en un plan a través de la razón pura, como si uno estuviese diseñando un puente o una máquina y, a continuación, esperan que el plan tenga éxito. Se puede diseñar con éxito un puente o similar, porque los objetos materiales obedecen normas precisas de manera fiable. Así se puede predecir cómo los objetos materiales reaccionarán bajo determinadas circunstancias. Pero en el reino de los fenómenos sociales tenemos a nuestra disposición muy pocas
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normas exactas que sean fiables, por lo tanto, en general, no podemos predecir los fenómenos sociales de manera fiable.
Entre las pocas predicciones fiables que podemos hacer es la
predicción de que un plan no tendrá éxito. Si dejas a un automóvil
sin conductor caer por una pendiente pronunciada, no puedes predecir la
ruta que el automóvil tomará, pero puedes predecir que
no seguirá una ruta previamente seleccionada. Si liberas un grupo
de ratones de una jaula, no puedes predecir en qué dirección correrá cada ratón, pero puedes predecir que los ratones no marcharán de acuerdo a un plan previamente especificado. Así funciona, en general, en el
reino de los fenómenos sociales.
Los científicos sociales comprenden lo difícil que es llevar a cabo cualquier
plan de largo plazo:
"La historia no tiene lecciones para el futuro, excepto una: que nunca nada
funciona como los participantes quisieron o esperaban". [13]
"La primera Guerra Mundial… terminó en diversos planes para la paz tan ilusorios como los planes para la guerra habían sido. Tal como el historiador William McNeill escribió ‘La irracionalidad una planificación profesional y racional no puedo haberse manifestado más claramente’ "[14]
"La mayoría de la planificación social es a corto plazo ...; los objetivos de la planificación a menudo no son alcanzados, y, aunque el plan tenga éxito en términos
de los objetivos declarados, a menudo tiene consecuencias imprevistas. Cuanto más amplio y más largo sea el periodo de tiempo planificado, más difícil es alcanzar los objetivos y evitar imprevistos y consecuencias no deseadas... . Los desarrollos sociales a gran escala y a largo plazo en cualquier sociedad siguen siendo mayoritariamente no planificados."[15]
Lo anterior es indiscutiblemente cierto, y además se refiere a
el plan del Estado. El Estado tiene el poder, grandes cantidades de
información, y la capacidad para analizar y utilizar esas cantidades
de la información. No tenemos el poder y una relativamente escasa capacidad
para reunir y analizar información. Si es imposible para el
Estado para llevar a cabo planes sociales a largo plazo con éxito, entonces más imposible es para nosotros.
Por lo tanto, sostengo que los revolucionarios no deben comprometerse con ningún plan predeterminado, a largo plazo o comprensible. En lugar de ello, en la medida de lo posible deberían basarse en la experiencia
13. (13). Gordon S. Wood. "The Making of a Disaster", de Nueva York
Review, de 28 de abril de 2005, página 34.
14. (14). The New Enciclopedia Brtannica, 15 ª edición. 2003, Tomo
21, artículo "International Relations", página 807.
15. (15). Ibíd., Tomo 27. artículo "Social Structure and Change", página 370.
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y proceder mediante ensayo y error, y sólo comprometerse a
planes sencillos y a corto plazo. Por supuesto, los revolucionarios deberían también
tener una plan comprensible a largo plazo, pero esto debe ser siempre
provisional, y los revolucionarios deben estar siempre dispuestos a
modificar el plan comprensible, o incluso a abandonarlo por completo,
siempre que nunca olviden el objetivo final, que es de derrocar
el sistema. En otras palabras, el movimiento debe ser flexible
y estar preparado para cualquier eventualidad.
El segundo de los errores mencionados anteriormente es que uno propone
un plan (asumamos que es un plan muy bueno) y, a continuación, cree
que un número suficiente de personas seguirán el plan
solo porque es bueno. Pero si el objetivo del plan es cambiar
la sociedad, entonces, sin importar cuán excelente sea el plan pueda ser, su excelencia no es lo que se moverá a la gente a seguirlo. Tenemos que tener en consideración las motivaciones humanas.
En la vida privada, la razón pura a menudo puede mover a una persona a seguir
un buen plan. Por ejemplo, si a través del uso de la razón podemos
convencer a una persona que un médico es más hábil que otro,
entonces la persona probablemente consultará al médico más hábil,
porque sabe que de esta manera se va a recuperar de su mejor
dolencia.
Por otra parte, si podemos convencer a una persona que un cierto
plan será útil para la sociedad a condición de que un número suficiente
de personas sigan el plan, esto da a la persona, en el mejor de los casos, un
motivo muy débil para seguir el plan, porque sabe que es muy
poco probable, o incluso imposible, que su participación individual
que por sí misma tenga ningún efecto perceptible en la sociedad. Por ejemplo:
Muchas personas saben que sería mejor para el mundo si todo el mundo
se negase a utilizar automóviles. Sin embargo, aparte de raras
excepciones, cada una de estas personas tiene su automóvil, porque
se dice a sí mismo que si se niega a conducir sufrirá grandes
molestias sin hacer ningún tipo de bien para el mundo;
el mundo no obtendrá ninguna ventaja perceptible a menos que muchos
millones de personas se niegen a utilizar automóviles.
Por lo tanto, debemos siempre tener en cuenta que, con raras excepciones,
una persona se une a un movimiento revolucionario, no primordialmente para lograr el objetivo del movimiento, sino para satisfacer sus propias necesidades físicas o psicológicas o de experimentar alguna forma de placer. Sin importar cuán fiel y sinceramente dedicado esté al objetivo revolucionario, su devoción ha surgido de alguna manera de sus propias necesidades o de los placeres que ha experimentado.
Por supuesto, la consecución de un objetivo del movimiento puede cumplir
las necesidades de un miembro, pero en general sólo las acciones de unos pocos
311
líderes pueden aumentar sensiblemente la probabilidad de que la meta sea alcanzada. Como se indicó anteriormente, el “miembro de base” sabe que su propia participación tendrá, como mucho, un efecto imperceptible sobre los progresos hacia la meta. Por lo tanto antes de la meta por sí misma, y la razón sola, no pueden
motivar al miembro base.
Ya que el entusiasmo produce gran placer, el entusiasmo por un
objetivo fuertemente deseado puede ser suficiente para mover a una persona a la acción revolucionaria, pero sólo cuando el logro de la meta está muy cercano. Cuando el logro de la meta parece ser improbable
o distante en el tiempo, el objetivo por sí solo no puede despertar mucho
entusiasmo.
Cuando el logro de la meta no está cerca, entonces las siguientes
satisfacciones, por ejemplo, pueden motivar a un miembro base de un movimiento revolucionario: (i) Sentido de propósito, la sensación de que uno tiene un objetivo en torno al cual organizar la vida. (ii) El sentido de poder [4]. (iii) Sentido de pertenencia, la sensación de formar parte de un grupo social cohesivo. (iv) Status o prestigio dentro del movimiento; la aprobación de otros miembros del movimiento. (v)
Ira, venganza; la oportunidad de tomar represalias contra el sistema.
Por supuesto, también se puede encontrar una satisfacción en la contribución a la
a la futura realización de los objetivos revolucionarios, incluso si la
contribución individual sólo tiene un efecto imperceptible,
pero en ese caso la satisfacción es demasiado débil para mover a nadie a
realizar importantes esfuerzos revolucionarios, aparte de raros casos excepcionales.
Por lo tanto, un movimiento revolucionario debe basarse
principalmente en otras motivaciones.
En cuanto a la sensación de poder, una célula que consta de diez personas
no puede darle a un miembro mucho sentido de poder. El miembro obtendrá un sentido de poder sólo cuando se incorpore a los círculos que tienen el poder en la sociedad y, entonces, el miembro recibirá su sentido de poder no del movimiento revolucionario, sino de su posición dentro del sistema. Él tiene una oportunidad tal vez en un centenar de obtener una posición de poder, y puede llegar esa posición
sólo a través de esfuerzos llevados a cabo durante un largo período.
Una persona realizará dichos esfuerzos y persistirá en ellos sólo
si encuentra satisfacción en su carrera. Vamos a suponer, entonces, que un
miembro de una célula revolucionaria ha tenido una exitosa carrera y
después de veinte años de esfuerzo se ha sumado a los círculos de poder.
Le gusta su carrera, ahora tiene poder, y ha logrado estas
satisfacciones a través de largos años de esfuerzo. ¿Querrá perder
todo esto a través de la destrucción del sistema? En casos raros, excepcionales, querrá, pero por lo general no. La historia nos ofrece
312
incontables ejemplos del joven rebelde de sangre caliente que juraba resistir el sistema para siempre, pero que luego tiene una carrera exitosa,
y cuando es mayor, más rico y tiene estatus y prestigio,
llega a la conclusión de que el sistema no es tan malo después de todo,
y que es mejor adaptarse a él.
Hay más razones para creer que tu plan no puede tener
éxito. El plan requiere que el movimiento se mantenga en
secreto y desconocido para el público. Pero eso es imposible. Uno
puede estar bastante seguro de que algún miembro del movimiento
cambiará de opinión o cometerá un error, por lo que la existencia del
movimiento será de conocimiento público. Entonces habrá investigaciones oficiales y así sucesivamente. En la historia hallamos ejemplos de
sofisticadas redes de espionaje el secreto le las cuales fue cuidadosamente
guardado, pero que sin embargo se conoció, aunque algunas
de sus células lograsen mantenerse en secreto. La existencia
del movimiento que propones también, sin duda,
acabaría conociéndose.
En la cuarta sección de tu carta propones que líderes
y agitadores de la izquierda fuesen "instruidos"
por los miembros del movimiento. Pero, salvo en casos excepcionales,
es imposible creer que los miembros del movimiento pudiesen tener tanto control sobre las personas que tienen la capacidad de convertirse en exitosos líderes y agitadores.
Si logras infiltrar en los círculos de poder tan
sólo tres o cuatro revolucionarios que, además, posteriormente no
traicionasen la revolución con el fin de mantener su poder y
su prestigio, sería un éxito asombroso. Tales infiltrados
podrían quizás desempeñar un papel en la revolución, pero su papel
probablemente no sería decisivo.
Dices que las revoluciones no son nunca planeadas en una mesa de dibujo,
y tienes razón. Pero yo no diría que las revoluciones siempre han
sido atribuibles al descontento de grandes segmentos
de una sociedad. La insatisfacción es una condición previa para la revolución, pero la
insatisfacción por sí sola no es suficiente para provocar una revolución.
He enfatizado eso antes. Entre otras cosas, un mito revolucionario
es necesario, y sobre este tema escribes que las revoluciones
nunca han elegido sus ideales y mitos libremente, que es
muy cierto. Pero luego de escribes: "Las circunstancias bajo las que
de personas viven no les dejan otra opción que adoptar exactamente
esos mitos e ideales y no otros." Yo no estoy totalmente de acuerdo con esto.
Un mito no puede ser elegido arbitrariamente. Un mito puede tener éxito sólo si
responde a las imperantes (quizá en parte inconscientes) insatisfacciones
y anhelos. Pero no estoy convencido de que las circuns-
313
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.
Confucio
Confucio
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
tancias en las que vive la gente siempre deben determinar con precisión
un mito. Por ejemplo: El profeta Mahoma creó un
extraordinariamente exitoso mito cuando escribió el Corán. Te atreverías a decir que no hay nada que no sea precisamente el Corán que hubiese podido responder a los anhelos de los árabes?
Incluso si tuvieses razón y para cada revolución un solo
mito fuese posible, todavía no tendríamos derecho a suponer que
la gente desarrollase el mito adecuado, y lo desarrollase
a tiempo. Los mitos de las revoluciones francesa y rusa no se
desarrollaron por el pueblo en general, sino por un pequeño número de
intelectuales. Tal vez la labor de los intelectuales consistió sólo
en dar forma y estructura a la insatisfacción y los anhelos generales de la nación que carecían de forma y eran inconscientes. Sin embargo, este
trabajo fue indispensable para el éxito de la revolución.
Por lo tanto, mantengo que la tarea de los revolucionarios no es aumentar
o intensificar los motivos de la insatisfacción. Hay
ya suficientes motivos para la insatisfacción. En lugar de ello, los revolucionarios
deben hacer lo siguiente:
(a) Hay ciertos falsos motivos de insatisfacción
(por ejemplo, los supuestos problemas de las mujeres, de las minorías étnicas, de los homosexuales, la crueldad con los animales, etc), que sirven para desviar la atención
de los verdaderos motivos de insatisfacción. Los revolucionarios deben
negar o eludir de alguna manera estas tácticas de desviación.
(b) Los revolucionarios deben poner en funcionamiento de manera efectiva los motivos reales de la verdadera pero pobremente percibida insatisfacción.
(c) Para ello debe revolucionarios deben (entre otras cosas)
desarrollar un mito revolucionario. Esto no significa que deben
inventar un mito arbitrariamente. En lugar de ello, deben descubrir y dar luz al verdadero mito que ya existe en forma incipiente, y
darle una estructura definitiva.
Tienes razón en decir que el papel de los revolucionarios es
sólo el de catalizador. Los revolucionarios no pueden crear una revolución
de la nada. Todo lo que pueden hacer es darse cuenta de las posibilidades que
les ofrecen las condiciones en las que vive la gente, al igual que
un catalizador puede dar lugar a una reacción química sólo si todos los
reactivos necesarios están disponibles. Pareces creer que uno
puede desempeñar mejor el papel de un catalizador intensificando los
motivos de insatisfacción. Pero estoy convencido de que los
motivos de insatisfacción objetivos son ya suficientes. Con el fin
para desempeñar el papel de un catalizador se debe lograr un efecto psicológico, por ejemplo, mediante el descubrimiento y la utilización del mito adecuado.
314
Hay muchos jóvenes que reconocen que el sistema tecnológico está destruyendo nuestro mundo y nuestra libertad, quieren resistirse, pero ellos saben que no pueden lograr nada solos, por lo tanto, buscan un grupo o un movimiento en el que puedan participar. Bajo las circunstancias existentes en la actualidad, no pueden encontrar ningún grupo o movimiento otro que los izquierdistas o similares. Así que cuando una persona joven se une a uno de estos grupos o bien se convierte a su
ideología, o bien se desalienta, deja el grupo, se da por vencido,
y se vuelve apático. Lo que se necesita es un verdadero movimiento revolucionario
al que estos jóvenes puedan unirse antes de que acaben
atraídos por algunos grupos de izquierdas y echados a perder por los mismos.
Acelerar el sistema. No siempre es más seguro proceder
pensando que el peor de los casos se va a producir. Por ejemplo:
estamos a bordo de un buque que se hunde. El "peor caso" es que la nave se hunda dentro de dos minutos. Así que inmediatamente tiramos en el bote
el agua, saltamos en el bote y remamos lejos de la nave. Entonces nos damos cuenta que vamos a morir porque no hemos traído ningún alimento o agua. Hubiera sido mejor habernos pertrechado de alimentos y agua en lugar de remar en la distancia con
tanta prisa, pues el buque no se ha hundido tan rápido como nos temíamos. Pero
ahora es demasiado tarde...
Por lo tanto, no debemos prepararnos para el peor de los casos sólo
sino, en la medida de lo posible, para todos los casos.
Tu mantienes que hay que acelerar la acción de "la
máquina "(es decir, del sistema) para que la máquina se destruya a sí misma. Sin embargo, en la destrucción de la propia máquina también nos destruirá a nosotros
y nuestro mundo, y quizás todas las formas superiores de vida. Recuerda
que no todos los procesos destructivos iniciados por el sistema
se detendrán tan pronto como el sistema se desmorone. Considera, por ejemplo,
el efecto invernadero.
"Los sistemas globales climáticos son una trampa con puntos máximos y circuitos de retroalimentación, con umbrales tras los cuales la lenta degradación del medio ambiente da lugar al repentino y auto perpetuado colapso. Bombea suficiente CO2 en el cielo y la última parte por millón de gases de efecto invernadero se comportará como el 212 grados Fahrenheit 212 [212 ° Fahrenheit = 100 ° C] que convierte una olla caliente de agua en una columna de vapor. ... "Las cosas están sucediendo mucho más rápido que nadie predijo ", dice Bill Chameides, director de scientist for the advocacy group Environmental Defense y ex profesor de química atmosférica. "Los últimos 12 meses han sido alarmantes. " añade Ruth Curry de la Woods Hole Oceanographic Institute of Massachusetts. "La onda expansiva a través de la comunidad científica es palpable .'... ¿Es demasiado tarde para invertir los
315
cambios que el calentamiento global ha causado? Esto todavía no está claro ...."
La revista Time, 3 de abril de 2006, páginas 35,36.
La liberación de tanto dióxido de carbono a la atmósfera ya ha perturbado el clima de la Tierra de tal manera que incluso los especialistas en el campo no pueden predecir las consecuencias. Incluso si el sistema pusiese fin inmediatamente a la liberación de dióxido de carbono, el clima de la Tierra probablemente no volvería a su condición anterior. Nadie sabe donde acabará nuestro clima. Ni siquiera sabemos a ciencia cierta si la Tierra seguirá siendo habitable al final de este siglo. Por supuesto, cuanto más dióxido de carbono el sistema emite, mayor es el peligro.
Sí, el sistema se podría destruir a sí mismo progresando más rápido y liberando mayores cantidades de dióxido de carbono, pero en el proceso destruiría todo lo demás, también.
Ya he enfatizado que lo que podría llevar a una revolución
no sería el empeoramiento de las condiciones de vida, sino una
situación psicológica favorable a la revolución. Y una de las condiciones psicológicas previas indispensables para la revolución es que las personas deben tener esperanza. Si no hay esperanza, no habrá revolución. Un problema grave es el hecho de que muchas de las personas inteligentes ya han perdido la esperanza. Piensan que es demasiado tarde, que la Tierra no puede ser salvada. Si aceleramos la acción destructiva del sistema sólo expandiremos y profundizaremos esta desesperanza.
316
------ FIN DE LA SECCIÓN
un mito. Por ejemplo: El profeta Mahoma creó un
extraordinariamente exitoso mito cuando escribió el Corán. Te atreverías a decir que no hay nada que no sea precisamente el Corán que hubiese podido responder a los anhelos de los árabes?
Incluso si tuvieses razón y para cada revolución un solo
mito fuese posible, todavía no tendríamos derecho a suponer que
la gente desarrollase el mito adecuado, y lo desarrollase
a tiempo. Los mitos de las revoluciones francesa y rusa no se
desarrollaron por el pueblo en general, sino por un pequeño número de
intelectuales. Tal vez la labor de los intelectuales consistió sólo
en dar forma y estructura a la insatisfacción y los anhelos generales de la nación que carecían de forma y eran inconscientes. Sin embargo, este
trabajo fue indispensable para el éxito de la revolución.
Por lo tanto, mantengo que la tarea de los revolucionarios no es aumentar
o intensificar los motivos de la insatisfacción. Hay
ya suficientes motivos para la insatisfacción. En lugar de ello, los revolucionarios
deben hacer lo siguiente:
(a) Hay ciertos falsos motivos de insatisfacción
(por ejemplo, los supuestos problemas de las mujeres, de las minorías étnicas, de los homosexuales, la crueldad con los animales, etc), que sirven para desviar la atención
de los verdaderos motivos de insatisfacción. Los revolucionarios deben
negar o eludir de alguna manera estas tácticas de desviación.
(b) Los revolucionarios deben poner en funcionamiento de manera efectiva los motivos reales de la verdadera pero pobremente percibida insatisfacción.
(c) Para ello debe revolucionarios deben (entre otras cosas)
desarrollar un mito revolucionario. Esto no significa que deben
inventar un mito arbitrariamente. En lugar de ello, deben descubrir y dar luz al verdadero mito que ya existe en forma incipiente, y
darle una estructura definitiva.
Tienes razón en decir que el papel de los revolucionarios es
sólo el de catalizador. Los revolucionarios no pueden crear una revolución
de la nada. Todo lo que pueden hacer es darse cuenta de las posibilidades que
les ofrecen las condiciones en las que vive la gente, al igual que
un catalizador puede dar lugar a una reacción química sólo si todos los
reactivos necesarios están disponibles. Pareces creer que uno
puede desempeñar mejor el papel de un catalizador intensificando los
motivos de insatisfacción. Pero estoy convencido de que los
motivos de insatisfacción objetivos son ya suficientes. Con el fin
para desempeñar el papel de un catalizador se debe lograr un efecto psicológico, por ejemplo, mediante el descubrimiento y la utilización del mito adecuado.
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Hay muchos jóvenes que reconocen que el sistema tecnológico está destruyendo nuestro mundo y nuestra libertad, quieren resistirse, pero ellos saben que no pueden lograr nada solos, por lo tanto, buscan un grupo o un movimiento en el que puedan participar. Bajo las circunstancias existentes en la actualidad, no pueden encontrar ningún grupo o movimiento otro que los izquierdistas o similares. Así que cuando una persona joven se une a uno de estos grupos o bien se convierte a su
ideología, o bien se desalienta, deja el grupo, se da por vencido,
y se vuelve apático. Lo que se necesita es un verdadero movimiento revolucionario
al que estos jóvenes puedan unirse antes de que acaben
atraídos por algunos grupos de izquierdas y echados a perder por los mismos.
Acelerar el sistema. No siempre es más seguro proceder
pensando que el peor de los casos se va a producir. Por ejemplo:
estamos a bordo de un buque que se hunde. El "peor caso" es que la nave se hunda dentro de dos minutos. Así que inmediatamente tiramos en el bote
el agua, saltamos en el bote y remamos lejos de la nave. Entonces nos damos cuenta que vamos a morir porque no hemos traído ningún alimento o agua. Hubiera sido mejor habernos pertrechado de alimentos y agua en lugar de remar en la distancia con
tanta prisa, pues el buque no se ha hundido tan rápido como nos temíamos. Pero
ahora es demasiado tarde...
Por lo tanto, no debemos prepararnos para el peor de los casos sólo
sino, en la medida de lo posible, para todos los casos.
Tu mantienes que hay que acelerar la acción de "la
máquina "(es decir, del sistema) para que la máquina se destruya a sí misma. Sin embargo, en la destrucción de la propia máquina también nos destruirá a nosotros
y nuestro mundo, y quizás todas las formas superiores de vida. Recuerda
que no todos los procesos destructivos iniciados por el sistema
se detendrán tan pronto como el sistema se desmorone. Considera, por ejemplo,
el efecto invernadero.
"Los sistemas globales climáticos son una trampa con puntos máximos y circuitos de retroalimentación, con umbrales tras los cuales la lenta degradación del medio ambiente da lugar al repentino y auto perpetuado colapso. Bombea suficiente CO2 en el cielo y la última parte por millón de gases de efecto invernadero se comportará como el 212 grados Fahrenheit 212 [212 ° Fahrenheit = 100 ° C] que convierte una olla caliente de agua en una columna de vapor. ... "Las cosas están sucediendo mucho más rápido que nadie predijo ", dice Bill Chameides, director de scientist for the advocacy group Environmental Defense y ex profesor de química atmosférica. "Los últimos 12 meses han sido alarmantes. " añade Ruth Curry de la Woods Hole Oceanographic Institute of Massachusetts. "La onda expansiva a través de la comunidad científica es palpable .'... ¿Es demasiado tarde para invertir los
315
cambios que el calentamiento global ha causado? Esto todavía no está claro ...."
La revista Time, 3 de abril de 2006, páginas 35,36.
La liberación de tanto dióxido de carbono a la atmósfera ya ha perturbado el clima de la Tierra de tal manera que incluso los especialistas en el campo no pueden predecir las consecuencias. Incluso si el sistema pusiese fin inmediatamente a la liberación de dióxido de carbono, el clima de la Tierra probablemente no volvería a su condición anterior. Nadie sabe donde acabará nuestro clima. Ni siquiera sabemos a ciencia cierta si la Tierra seguirá siendo habitable al final de este siglo. Por supuesto, cuanto más dióxido de carbono el sistema emite, mayor es el peligro.
Sí, el sistema se podría destruir a sí mismo progresando más rápido y liberando mayores cantidades de dióxido de carbono, pero en el proceso destruiría todo lo demás, también.
Ya he enfatizado que lo que podría llevar a una revolución
no sería el empeoramiento de las condiciones de vida, sino una
situación psicológica favorable a la revolución. Y una de las condiciones psicológicas previas indispensables para la revolución es que las personas deben tener esperanza. Si no hay esperanza, no habrá revolución. Un problema grave es el hecho de que muchas de las personas inteligentes ya han perdido la esperanza. Piensan que es demasiado tarde, que la Tierra no puede ser salvada. Si aceleramos la acción destructiva del sistema sólo expandiremos y profundizaremos esta desesperanza.
316
------ FIN DE LA SECCIÓN
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.
Confucio
Confucio
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Con lo siguiente que me voy a poner es con las primeras dos "Letters to David Skribina" pags 212-222, pero voy a ir muy lento incluso solo con eso.
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.
Confucio
Confucio
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
traducción de las dos primeras cartas a David Skrbina, es bastante interesante.
CARTAS A DAVID SKRBINA
CARTA A DAVID SKRBINA 2 de enero, 2004
He podido identificar sólo tres formas (aparte de reformas modestas), en que las intenciones de los seres humanos relativas al futuro de su propia sociedad puedan ser realizadas con éxito: (i) una inteligente
administración puede prolongar la vida de un orden social existente. (Por ejemplo, si los zares rusos del siglo 19 hubiesen sido mucho menos competentes de lo que fueron el zarismo se podría haber venido abajo antes de lo que lo hizo. Si Nicolás II hubiese sido más competente de lo que lo fue, el zarismo podría haber durado unas pocas
décadas más.) (ii) la acción revolucionaria puede lograr, o al
menos acelerar, la ruptura de un orden social existente. (Por ejemplo,
si no hubiese habido movimiento revolucionario en Rusia, un nuevo
Zar sin duda habría sido nombrado tras la abdicación de
Nicolás II y el zarismo habría sobrevivido durante un tiempo.)
(iii) Un orden social existente a veces puede ser ampliado para abarcar
más territorio. (Por ejemplo, el orden social Occidental fue ampliado con éxito a Japón tras la Segunda Guerra Mundial.)
Si estoy en lo cierto, y si queremos ejercer una influencia racional
(más allá de reformas modestas) sobre el futuro de nuestra propia sociedad, entonces tenemos que elegir una de las alternativas anteriores.
CARTA A DAVID SKRBINA 29 de agosto, 2004
Me enviaste una copia del articulo de Bill Joy "Why the Future Doesn't
Need Us", y me dijiste que estarías interesado en mi evaluación
del mismo. Leí el artículo poco después de que fuera publicado. Ya había
leído en otra parte la mayoría de los riesgos tecnológicos descritos
por Joy, pero consideré útil su artículo porque daba más
información acerca de ese tipo de riesgos. Además, el hecho de que incluso un distinguido
tecnófilo como Bill Joy tenga miedo de a dónde nos está llevando la tecnología debería ayudar a persuadir a la gente de que los peligros
de la tecnología son reales. Aparte de eso el artículo de Joy no me impresionó. Supongo que su experiencia técnica es sólida, pero
212
me parece que su comprensión de la naturaleza humana y de cómo funcionan
las sociedades humanas es ingenua. Un par de personas que
me escribieron sobre el artículo, expresaron opiniones similarmente poco entusiastas sobre el mismo.
Para dar un ejemplo de lo que considero que es la ingenuidad de Joy, el escribe:
"Los sistemas de verificación también exigirán que científicos e ingenieros
adopten un fuerte código de conducta ética... y que tengan
el valor para dar la voz de alarma según sea necesario, incluso a un alto coste personal... [E]l Dalai Lama sostiene que lo más importante es
para nosotros llevar a cabo nuestras vidas con amor y compasión por los demás,
y que nuestras sociedades necesitan desarrollar una noción más fuerte de la responsabilidad universal de nuestra
interdependencia..."
Si Bill Joy piensa que se logrará algo mediante este tipo de predicación, entonces está fuera de contacto con la realidad. Esta parte
de su artículo sería divertida si lo que está en juego no fuese tan desesperadamente
grave.
Releí el artículo de Joy para ver si me había perdido algo,
pero descubrí que mi impresión era la misma que antes.
Por supuesto, es posible que el artículo tenga méritos que se me hayan pasado por alto
--
Yo no considero la tecnología de pequeña escala cómo particularmente aceptable, es simplemente inevitable. Ver ISAIF, párrafos 207-212.
No veo ninguna manera de deshacerse de ella. La gente no puede utilizar tecnología que dependa de organizaciones, si la organización social se rompe.
Por ejemplo, no se puede conducir un automóvil si las refinerías no están produciendo
gasolina. Pero, ¿cómo podrías evitar que la gente utilice tecnología de pequeña escala? ¿Por ejemplo, trabajando el acero, construyendo de un molino de agua, o
arando y plantando los campos?
Me preguntas si consideraría un primitivo motor de vapor cómo tecnología de pequeña escala. Para dar una respuesta franca tendría que saber más acerca de motores a vapor primitivos
y sus posibles aplicaciones, pero creo que los motores a vapor
probablemente no puedan ser tecnología de pequeña escala. “[Newcomen steamengines'].
el consumo de grandes cantidades de combustible hacía que no saliesen a cuenta
cuando se utilizaban donde el carbón era caro, pero en el las explotaciones británicas de carbón
realizaban un servicio esencial manteniendo minas profundas libres de agua..."[l]. Una comunidad local y autónoma,
1.Encyclopedia Britannica, 15 ª ed., 2003, vol. 28, artículo "Tecnology",
p. 451.
213
sin ayuda externa, encontraría muy difícil construir
un motor de vapor adecuado, y el motor probablemente sería de
poca utilidad para esa comunidad. Teniendo en cuenta el esfuerzo necesario para
construir y mantener el motor, para producir aceite para lubricarlo, y
para recoger leña para aportar el combustible, cualquier trabajo que el motor pudiese hacer por
una pequeña comunidad probablemente podría ser hacho más eficientemente mediante potencia muscular animal o
humana. El motor de vapor muy probablemente podría
haberse inventado mucho antes de lo que lo fue, pero, me
supongo, que habría sido de poca utilidad hasta que ciertos desarrollos económicos y tecnológicos del siglo 17 y
18 ofrecieron trabajo para el que los motores a vapor eran adecuados.
--
Estoy bastante seguro de que será imposible controlar las condiciones posteriores a la revolución, pero creo que tienes razón al decir que una
"visión social positiva" es necesaria. Sin embargo, el ideal social que yo presentaría es el de sociedades cazadoras-recolectoras.
En primer lugar, yo diría que para ser un éxito un movimiento revolucionario
debe ser extremista. Jacques Ellul dice en alguna parte que
una revolución que debe tener como ideal lo contrario de lo que intenta derrocar a [2]. Trotsky escribió: "Las diferentes etapas de
un proceso revolucionario [son] certificadas por un cambio de partes en que la
más extrema que siempre sustituye a la menos..."[ 3]. La sociedad
nómada cazadora-recolectora es recomendable como
ideal social ya que se encuentra en el extremo opuesto cultural y humano de la de la sociedad tecnológica.
En segundo lugar, si uno toma la posición de que ciertos logros
de la civilización deben ser salvados, por ejemplo, logros culturales hasta
el siglo 17, entonces se estará tentado a hacer concesiones
cuando se trate de eliminar el sistema technoindustrial, con el posible o probable resultado que no se tendrá éxito en la eliminación del sistema en absoluto. Si el sistema se rompe, ¿que
2. O algo en ese sentido. Esto es, probablemente, de la “Autopsy of Revolution” de Ellul
En esta, y en cualquier carta que te pueda escribir, por favor, ten en
cuenta la advertencia sobre la falta de fiabilidad de la memoria que he mencionado en una
carta anterior. Siempre que no cite una fuente hasta el número de página,
por cualquier hecho que sostenga, puedes asumir que estoy basándome para ese hecho en mi
(posiblemente errónea) memoria de algo que he leído (posiblemente muchos años
atrás). A menos que el hecho sea de conocimiento común o se pueda buscar fácilmente en
las fuentes disponibles, tales como enciclopedias o libros de texto estándar.
3. Leon Trotsky, History of the Russian Revolution. trans. by Max Eastman.
1980 ed.. Vol. One, pp. xviii-xix.
214
ocurrirá con los museos de arte con sus pinturas sin precio y estatuas? ¿O a las grandes bibliotecas, con sus vastas reservas de libros?
¿Quién se hará cargo de la obras de arte y libros, cuando no haya
organizaciones lo suficientemente grandes y ricas para contratar los conservadores
y bibliotecarios, así como policías para impedir el saqueo y
vandalismo? ¿Y qué hay del sistema educativo? Sin un
sistema organizado de educación los niños crecerán incultos
y quizás analfabetos. Evidentemente, cualquier persona que sienta importante
preservar los logros culturales humanos hasta el siglo 17
va a ser muy reacia a ver una completa ruptura del sistema,
y por lo tanto, buscará una solución de compromiso y no tomará las
francamente irresponsables medidas que son necesarias para derribar nuestra sociedad fuera de su actual curso de desarrollo tecnológicamente determinado.
Por lo tanto, sólo pueden ser revolucionarios eficaces los que
estén dispuestos a prescindir de los logros de la civilización.
En tercer lugar, para la mayoría de la gente, la vida de cazador-recolector les
parecerá mucho más atractiva que la ofrecida por la civilización preindustrial. Incluso muchas personas modernas disfrutan de la caza, la pesca,
y la recolección de frutos silvestres. Creo que pocos gozarían de
tareas como labrar, escardar, o trillar. Y, en sociedades civilizadas, comúnmente
la mayoría de la población ha sido explotada
de una u otra manera por las clases altas: Si no eran
esclavos o siervos, entonces a menudo eran trabajadores contratados o agricultores arrendatarios
sujetos a la dominación de los terratenientes.
Las sociedades civilizadas preindustriales a menudo fueron víctimas de epidemias desastrosas o
hambrunas, y la gente común, en muchos casos, tenían una nutrición pobre.
En cambio, los cazadores-recolectores, excepto en el extremo norte,
generalmente tenían una buena nutrición [4]. Las hambrunas entre ellos probablemente eran
raras [5]. Fueron relativamente poco perturbados por enfermedades infecciosas hasta que esas enfermedades les fueron introducidas por pueblos más "avanzados"[6]. La esclavitud y las jerarquías sociales bien desarrolladas
podían existir entre cazadores-recolectores sedentarios, pero
(aparte de la tendencia de las mujeres a estar en cierto grado subordinadas
a los hombres), las sociedades nómadas cazadoras-recolectoras normalmente (no
4.E.g., Elizabeth Cashdan, "Hunters and Gatherers: Economic Behavior
in Bands", in s. Plattner (editor), Economic Anthropology, 1989. pp.
22-23
5. "En cada bien documentado ejemplo, los casos de penurias [= hambre]
pueden atribuirse a la intervención de intrusos modernos". Carleton S.
Coon, The Hunting Peoples, 1971, págs. 388-89.
6. Considero esto como "conocimiento común" entre los antropólogos.
Sin embargo, tengo poca información específica sobre este tema.
215
siempre) se caracterizaron por la igualdad social, y normalmente no practicaron la esclavitud (aunque yo sé de una excepción: Al parecer, algunos indios Cree que probablemente eran cazadores-recolectores tenían
esclavos) [7].
Sólo en caso de hayas leído escritos anarcoprimitivistas que
retratan el estilo de vida cazador-recolector, como una especie de Jardín del Edén políticamente correcto donde nadie tenía que trabajar más
más de 3 horas al día, hombres y mujeres eran iguales, y todo era
amor, cooperación y compartir, eso son sólo un montón de tonterías, y
si me lo pides te lo probaré con numerosas citas literarias.
Pero incluso cuando uno descuenta la visión idealizada de los anarcoprimitivistas y tiene una dura mirada dirigida a los hechos, las sociedades cazadoras-recolectoras nómadas
parecen mucho más atractivas que
las civilizadas preindustriales. Me imagino que tu principal objeción
a las sociedades de cazadores-recolectores ante (por ejemplo) la alta edad media, o la civilización renacentista europea será su
relativamente muy modesto nivel de logro cultural (en términos de
arte, música, literatura, estudios, etc.) Pero tengo serias dudas
que algo más que una pequeña fracción de la población de la moderna
la sociedad industrial se preocupe mucho sobre este tipo de logros culturales.
La sociedad de cazadores-recolectores, además, han demostrado su atractivo como
ideal social: El anarcoprimitivismo parece haber logrado una amplia
popularidad. Uno difícilmente puede imaginar el mismo éxito para un movimiento
que tomase como su ideal, por ejemplo, la sociedad de la alta edad media. Por supuesto,
uno tiene que preguntarse hasta qué punto el éxito del anarcoprimitivismo
depende de su imagen idealizada de las sociedades de cazadores-recolectores.
Supongo, o al menos espero, que ciertos aspectos inconvenientes de las sociedades de cazadores-recolectores (por ejemplo, la dominación masculina, el trabajo duro) desmotiven a los izquierdistas, los neuróticos, y los vagos pero
que esas sociedades, mostradas realísticamente, sigan siendo atractivas para el tipo de personas que podrían ser revolucionarios eficaces.
No creo que todo un regreso mundial a la economía de caza y recolección fuese un resultado plausible tras un colapso
de la sociedad industrial. Ninguna ideología persuadirá a la gente para que se muera de hambre
cuando pueden alimentarse plantando cultivos, por lo que presumiblemente
la agricultura se practicará cuando el suelo y el clima
sean adecuados para ello. Volver a la caza y la recolección como únicos medios de subsistencia podría ocurrir sólo en las regiones inadecuadas para la agricultura, por ejemplo, el sub ártico, las llanuras áridas, o las montañas accidentadas.
7. Encyclopaedia Britannica, 15 ª ed., 1997, vol. 10, artículo "Slave", p. 873.
216
No estoy terriblemente interesado en las cuestiones de los valores del tipo que discutes, como "valores de rebaño" frente a la "voluntad de poder".
A mi modo de ver, el problema abrumadoramente dominante de nuestro tiempo
es que la tecnología amenaza con destruir el mundo o
transformarlo de forma tan radical que todas las anteriores cuestiones de los valores humanos
simplemente serán irrelevantes, ya que la raza humana, tal como
la conocemos, ya no existirá. No quiero decir que la raza humana necesariamente sea físicamente extinguida (aunque esa es una
posibilidad), sino que la forma en que los seres humanos funcionan socialmente y
psicológicamente será transformará de manera tan radical como para hacer cuestiones tradicionales
de valores prácticamente carentes de sentido. El antiguo
conformista quedará tan obsoleto como el antiguo
individualista.
Dado que este es el momento más crítico en la historia de la
raza humana, todos los demás temas deben ser subordinados al problema
de detener el gigante tecnológico antes de que sea demasiado
tarde. Si yo abogo por una ruptura con la moralidad convencional, no lo hago
por estar en desacuerdo con la mentalidad de rebaño, sino porque la moralidad convencional
actúa como un freno al desarrollo de
movimiento revolucionario efectivo. Además, cualquier movimiento revolucionario efectivo
probablemente tenga que hacer uso de la mentalidad de rebaño.
La imitación es parte de la naturaleza humana, y uno tiene que trabajar con ella en lugar de predicar en su contra.
Posiblemente malinterpretes mis motivos para destacar el
"proceso de poder". El propósito de hacerlo no es exaltar la "voluntad
al poder". Hay dos razones principales por las que discutir el proceso de poder. En primer lugar, el debate del proceso de poder es necesario para el análisis de la psicología de las personas a las que yo llamo "izquierdistas".
En segundo lugar, es difícil lograr entusiasmar a la gente para que trabajen para evitar un mal futuro. Es menos difícil conseguir que la gente se entusiasme con derribar un mal presente. La discusión sobre el proceso de poder
ayuda a mostrar a la gente como una gran parte del descontento y la frustración es el resultado de vivir en una sociedad tecnológica.
Debo admitir, sin embargo, que yo personalmente estoy muy inclinado
al individualismo. Idealmente, no debería permitir que mis predilecciones individualistas influyesen en mi pensamiento sobre la estrategia revolucionaria
sino que debo llegar a mis conclusiones objetivamente. El hecho de que tú
hayas visto mis inclinaciones individualistas puede significar que no he sido tan objetivo como debería.
Pero incluso dejando de lado todas las cuestiones de utilidad "política" y
considerando solamente mis predilecciones personales, no tengo mucho interés
217
en cuestiones filosóficas como la conveniencia o inconveniencia
de la "mentalidad de rebaño". Las montañas del oeste de Montana me ofrecían casi todo lo que necesitaba o quería. Si las montañas hubiesen podido permanecer iguales a cómo lo eran cuando me mudé por primera vez a Montana en 1971, me habría dado todo igual. El resto del mundo podría haber tenido una mentalidad de rebaño o una mentalidad individualista o lo que sea, y me habría dado igual. Pero, por supuesto, bajo las condiciones actuales no había manera de que
las montañas permaneciesen aisladas del resto del
mundo. La civilización se instaló y me apretó, así que…
--
Sí, el crecimiento de la población de las naciones y el aumento de la diversidad racial/étnica sin duda ha afectado a los valores sociales. Pero el aumento de la diversidad
racial/étnica ha sido sin duda una consecuencia de eventos
tecnológico, básicamente, el desarrollo relativamente seguro y eficaz de barcos veleros, junto con los factores económicos (por lo tanto, también
tecnológicos) que proveyeron incentivos para el comercio, los viajes, y las amplias migraciones. Presumiblemente, el crecimiento de la población también dependió de
factores tecnológicos, tales como mejoras en la
la agricultura que permitieron alimentar a más gente.
--
Voy a hacer una distinción entre un movimiento revolucionario y
un movimiento de reforma. La distinción no es válida en todas las situaciones,
pero creo que es válido en la situación actual.
El objetivo de un movimiento revolucionario, en contraposición a un
movimiento de reforma, no es hacer pequeñas correcciones de los distintos
males del orden social. Los objetivos de un movimiento revolucionario son: (i) a construir su propia fuerza, y (ii) aumentar
la tensión en el seno del orden social hasta que las tensiones llegan al punto crítico.
La corrección de este o ese mal social es probable que disminuya las
tensiones en el seno del orden social. Esta es la razón para el clásico
antagonismo entre los movimientos revolucionarios y los movimientos de reforma.
En términos generales, la corrección de un mal social sirve a los
efectos de un movimiento revolucionario sólo si (a) constituye una
victoria para el movimiento revolucionario que mejora el
prestigio del movimiento, (b) representa la humillante derrota del actual
orden social, (c) se logra por métodos que, si no son ilegal, son al menos ofensivos para el orden existente, y (d) es ampliamente percibido
como un paso hacia la disolución del orden existente.
218
En la situación particular a la que el mundo se enfrenta hoy, es posible que también haya otro caso en que la corrección parcial o lenta de
un mal social pueda ser útil: Puede darnos tiempo. Por ejemplo,
si el progreso de la biotecnología se produce más lentamente, será menos probable que se produzca una catástrofe biológica antes de que tengamos tiempo para derrotar al
sistema.
--
A fin de abordar específicamente tu argumento de que un enfoque en la reducción de la población
es adecuado, al menos como "enfoque auxiliar",
no estoy de acuerdo por dos razones: (I) El esfuerzo para reducir la población
sería inútil. (II) Aunque se pudiese lograr, la reducción de población no lograría nada en contra del sistema.
Por estas razones, un enfoque en la reducción de la población sería una pérdida de tiempo y energía que deberían dedicarse a actividades más
útiles.
(I) Si fueras tan viejo como yo soy, y hubieses visto el desarrollo
de nuestra sociedad durante cincuenta años, no creo que sugieras una
campaña contra el crecimiento de la población. Se ha intentado y se ha
fracasado. En los 60 y principios de los 70, la preocupación por el problema de la población estaba de moda. Existía incluso una organización nacional
llamada "Zero Population Growth" (crecimiento cero de la población), cuyo objetivo era su nombre.
Por supuesto, nunca consiguió nada. En aquellos días, el hecho de
que la población era un problema era un nuevo descubrimiento, pero en la actualidad
está “pasado de moda", la gente está hastiada con el tema y es mucho más difícil despertar a la gente sobre la superpoblación de lo que fue en la década de 1960.
Sobre todo porque las últimas predicciones son que la población mundial se nivele en unos 9 mil millones en algún momento a mediados de
este siglo. Estas previsiones no son fiables, pero, no obstante,
reducen la ansiedad acerca del galopante crecimiento de la población.
En cualquier caso, no podrías hacer que un gran número de personas
tuviesen menos hijos simplemente señalándoles los problemas
causados por la superpoblación. Como bien saben los propagandistas profesionales, la razón por sí sola es de poca utilidad para influir en las personas en masa [8]. Para tener cualquier efecto sustancial deberías recurrir a las propias técnicas de propaganda del sistema. Al ensuciarte tus sus manos de esta manera, cualquier movimiento anti sistema quizás se desacreditaría. De todos modos, es tremendamente improbable que tal
movimiento fuese lo suficientemente rico para montar una
8. Ibíd., Vol. 26, artículo "Propaganda", págs. 175-76 ( "Los propagandistas deben darse cuenta de que ni los argumentos racionales ni los lemas pegadizos pueden, por
sí mismos, hacer mucho para influenciar el comportamiento humano.")
219
campaña de ámbito mundial o incluso nacional que persuadiese a las personas a tener
menos hijos. "La propaganda que tiene como objetivo inducir cambios importantes
ciertamente conllevará grandes cantidades de tiempo, recursos, paciencia y ser indirecta, salvo en épocas de crisis revolucionaria cuando viejas
creencias han sido destrozadas... [9]. El artículo de The Enclyclopedia Britannica
Macropredia article ”Propaganda" ofrece una buena visión de la
base técnica de la propaganda moderna y, por lo tanto, una idea de la gran
cantidad de dinero que necesitarías para lograr cualquier
impresión substancial sobre la tasa de natalidad a través de la persuasión. "Muchas de
las más grandes y más ricas agencias de propaganda... llevan a cabo campañas de “símbolo” y operaciones de creación de imagen, operaciones hechas con precisión matemática, utilizando cantidades de datos que solamente pueden ser procesados
por ordenadores [10]. etc. etc. (Esto debería bastar para desestimar tu sugerencia de que
“..La propaganda puede ser opuesta con contra-propaganda ".
A menos que tengas miles de millones de dólares a tu disposición, no hay
forma en la que puedas derrotar el sistema en una lucha propagandística.
Un movimiento revolucionario tiene que encontrar otros medios para lograr un impacto.)
Lo difícil que sería reducir la tasa de natalidad se puede observar en el hecho que el gobierno chino ha estado tratando de hacerlo durante años. Según los últimos informes que he oído (varios
años atrás), solo han obtenido un éxito muy limitado, y eso que
tienen mucho más recursos que cualquier movimiento revolucionario podría esperar tener.
Además, una campaña en contra de tener hijos podría ser una especie de suicidio para un movimiento, tus adversarios tendrían hijos. Dado que la orientación política de los niños tiende estadísticamente a
asemejarse a la de sus padres, tu movimiento se debilitaría
con cada generación.
Y, para decirlo sin rodeos, un movimiento revolucionario necesita un
enemigo, necesita alguien o algo que odiar. Si estás trabajando en
contra de la sobrepoblación, entonces ¿quién es tu enemigo? ¿Las mujeres embarazadas?
No creo que eso funcionase muy bien.
(II) Aun suponiendo que pudieses reducir la tasa de natalidad, un decline en la población
sería de poca utilidad y bien podría ser contraproducente.
No entiendo tu declaración (página 7 de tu
carta) de que el crecimiento de la población. "parece conducir todo el proceso tecnoindustrial hacia adelante a un ritmo acelerado". El aumento de la población sin duda es un estímulo importante para el desarrollo económico,
9. Ibíd., P. 176.
10. Ibíd., P. 174.
220
pero es apenas un factor decisivo. En los países desarrollados,
el crecimiento económico probablemente se produce mediante el incremento de la demanda de bienes y servicios por parte de cada uno de los individuos
que a través de un aumento en el número de individuos. En cualquier
caso, ¿en serio crees que los científicos dejarían de desarrollar
supercomputadoras y biotecnología, si la población
comenzase a descender? Por supuesto, los científicos necesitan apoyo financiero
de grandes organizaciones como las empresas y los gobiernos.
Pero el gran apoyo de las organizaciones de investigación no está impulsado por
el crecimiento de la población, sino por la competencia por el poder entre grandes
organizaciones.
Así que creo que podemos decir que la población es una variable dependiente,
la tecnología es la variable independiente. No es principalmente
el crecimiento de la población lo que impulsa la tecnología, sino que es la tecnología la que
hace posible el crecimiento de la población. Además, dado que el hacinamiento
es incómodo para la gente y aumenta el estrés y la agresividad, una reducción de la población tendería a disminuir la
las tensiones en nuestra sociedad, por lo tanto, sería contraria a los intereses
de un movimiento revolucionario, que, como ya se ha señalado, tiene que
aumentar la tensión social. Incluso en el improbable caso de que una victoria
sobre la cuestión de la población pueda lograrse, no creo que satisficiese ninguna de las condiciones (b), (C), (d) que he enumerado anteriormente en
esta carta. Probablemente, la disminución de la población pueda "darnos tiempo" en
el sentido que ya he mencionado, pero comparándolo con
otros factores que he descrito creo que el balance se reduce
decisivamente en contra de un esfuerzo para reducir la población. Sin embargo, un movimiento revolucionario puede hacer uso de la cuestión de la población señalando
a la superpoblación como una de las consecuencias negativas del progreso tecnológico.
--
No creo que la situación de los EE.UU. sea tan única como tú dices. En cualquier
caso, no haría hincapié en la situación de los EE.UU., porque ya hay
demasiadas personas que están demasiado dispuestas a centrarse en los EE.UU. como el villano del mundo. Yo no soy un patriota ni tampoco estoy especialmente interesado
en defender los EE.UU. Sin embargo, el obsesivo anti-americanismo distrae
la atención del problema de la tecnología igual como lo hacen las cuestiones de
sexismo, racismo, etc. Dada la presente situación económica y tecnológica mundial, si los EE.UU. no estuviesen jugando el papel de matones del mundo probablemente algún otro país o grupo de
países lo estaría haciendo. Y si los rusos, por ejemplo,
estuviesen desempeñando ese papel, sospecho que lo desempeñarían de manera más dura que
los EE.UU.
221
No estoy seguro exactamente de lo que quieres decir con tu observación final sobre que
existen "muchos caminos a la revolución". Pero yo diría que un
movimiento revolucionario no puede darse el lujo de ser diverso y ecléctico.
Debe ser flexible, y hasta cierto punto debe permitir el disenso
dentro del movimiento. Sin embargo, un movimiento revolucionario debe estar
unificado, con doctrina y metas claras. Creo que un movimiento “abierto a todos”
que trate de abarcar simultáneamente todos los caminos a la
revolución fracasará. Un par de casos de muestra:
A. Baje el Imperio Romano hubo varios movimientos religiosos salvacionales análogos al cristianismo. Encontrarás una discusión
de esto en “Daily Life in Ancient Rome” de Jerome Carcopino. Parece ser que, con la excepción del Cristianismo, todos estos movimientos religiosos eran sincretistas y mutuamente tolerantes; uno
podía pertenecer a más de uno de ellos [11]. Sólo el cristianismo
requería devoción exclusiva. Y no tengo que decirte que
religión se convirtió finalmente en la religión dominante de Europa.
B. En la primera etapa de la Revolución Rusa de 1917, el
partido revolucionario social era el dominante; el partido bolchevique
era pequeño y aislado. Sin embargo, el partido revolucionario social,
era un cajón de sastre que aceptó a todos los que vagamente estaban
a favor de la revolución. "Votar por los revolucionarios sociales
significaba votar a favor de la revolución en general, y no implicaba ninguna otra obligación"[12]. Los bolcheviques, en cambio, estaban razonablemente
unificados y desarrollaron un programa de acción con objetivos claros.
"Los bolcheviques actuaron, o se esforzaron por actuar como revolucionarios intransigentes...”13]. Y al final fueron los bolcheviques, no
revolucionarios sociales, los que determinaron el resultado de la
revolución.
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.
Confucio
Confucio
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contralamaquina
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Quede demaciado entuciasmado cuando por este foro me entere que Ted había sacado un libro, más aun cuando vi que rodri y carlmn estaban traduciendo parte de este.
La verdad es que noce como funciona el foro, y me gustaria contactarme con rodri y carlmn para ver si han traducido algo más del libro, puesto que ha pasado un mes desde que se dejo de comentar en este post, y yo recien hoy supe de esto...
Bueno ojala alguien pueda ayudarme
Saludos desde el otro lado del charco!
(A)
La verdad es que noce como funciona el foro, y me gustaria contactarme con rodri y carlmn para ver si han traducido algo más del libro, puesto que ha pasado un mes desde que se dejo de comentar en este post, y yo recien hoy supe de esto...
Bueno ojala alguien pueda ayudarme
Saludos desde el otro lado del charco!
(A)
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
contralamaquina estan traudciendo de a poco, el ultimo post de este topic fue de hace unos dias. Todo lo que van traduciendo lo ponen aca.
Voy a rescatar lo que dice Kazcynski:
"Las montañas del oeste de Montana me ofrecían casi todo lo que necesitaba o quería. Si las montañas hubiesen podido permanecer iguales a cómo lo eran cuando me mudé por primera vez a Montana en 1971, me habría dado todo igual. El resto del mundo podría haber tenido una mentalidad de rebaño o una mentalidad individualista o lo que sea, y me habría dado igual. Pero, por supuesto, bajo las condiciones actuales no había manera de que las montañas permaneciesen aisladas del resto del mundo. La civilización se instaló y me apretó, así que…"
Yo creo que la reaccion ante el sistema establecido siempre nace porque nos afecta directamente. De ahi la necesidad imperiosa de cambiarlo. Dudo mucho que una persona reaccione contra el sistema tecnologico si no tiene la profunda necesidad de cambiarlo. Lo interesante es que dentro de la sociedad tecnologica estan inmersas todas las personas, aunque solo unas pocas son capaces de indentificar en sus problemas cotidianos la presencia de la tecnologia.
Voy a rescatar lo que dice Kazcynski:
"Las montañas del oeste de Montana me ofrecían casi todo lo que necesitaba o quería. Si las montañas hubiesen podido permanecer iguales a cómo lo eran cuando me mudé por primera vez a Montana en 1971, me habría dado todo igual. El resto del mundo podría haber tenido una mentalidad de rebaño o una mentalidad individualista o lo que sea, y me habría dado igual. Pero, por supuesto, bajo las condiciones actuales no había manera de que las montañas permaneciesen aisladas del resto del mundo. La civilización se instaló y me apretó, así que…"
Yo creo que la reaccion ante el sistema establecido siempre nace porque nos afecta directamente. De ahi la necesidad imperiosa de cambiarlo. Dudo mucho que una persona reaccione contra el sistema tecnologico si no tiene la profunda necesidad de cambiarlo. Lo interesante es que dentro de la sociedad tecnologica estan inmersas todas las personas, aunque solo unas pocas son capaces de indentificar en sus problemas cotidianos la presencia de la tecnologia.
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
He tenido unas semanas en las que no tuve mucho tiempo libre para seguir con la traducción del texto. Sé que es de mal gusto que alguien diga que se va a poner a traducirlo y no lo haga, así que pido disculpas. Ahora tengo más tiempo y creo que podré acabar al menos la parte que empecé de "La verdad sobre la vida primitiva". Mañana me pondré a ello y espero poder llevar un buen ritmo, de punto por día, al menos hasta que acabe el fragmento.
Un saludo a todos, y disculpas de nuevo.
Y muchas gracias a rodri por las últimas aportaciones.
Un saludo a todos, y disculpas de nuevo.
Y muchas gracias a rodri por las últimas aportaciones.
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
La verdad sobre la vida primitiva
Continuación - Punto 5:
Un saludo.
Continuación - Punto 5:
Los puntos cada vez van siendo más cortos, excepto el 7 que es tochísimo. Aún así creí que iba a poder traducirlo más rápido pero no, se tarda jeje. De todas maneras sigo en ello.5. Nuestro repaso concerniente a las relaciones de género entre las sociedades cazadoras-recolectoras actuales nos ayuda a revelar parte de la psicología de los anarcoprimitivistas y de sus primos, los antropólogos políticamente correctos.
Los anarcoprimitivistas, y muchos de los antropólogos políticamente correctos, citan cada prueba que encuentran sobre la igualdad de géneros entre cazadores-recolectores, mientras que a la vez ignoran sistemáticamente las abundantes pruebas halladas en informes de testigos presenciales sobre la desigualdad de géneros en las culturas cazadoras-recolectoras. Por ejemplo, el antropólogo Haviland, en su libro de texto Antropología Cultural, establece que “una importante característica de la sociedad recolectora [cazadores-recolectores] es su igualitarismo” [142]. Él reconoce que los dos sexos pueden tener un estatus diferente en dichas sociedades, pero reivindica que “esas diferencias de estatus por sí mismas no implican ninguna desigualdad necesariamente”, y que “en las sociedades recolectoras tradicionales, nada requería especial deferencia de mujeres a hombres” [143]. Si miras las páginas listadas en el índice de Haviland para las entradas “Bosquimano”, “Ju/’hoansi” (otro nombre para los Bosquimanos de Dobe), “Esquimal”, “Inuit” (otro nombre para los Esquimales), “Mbuti”, “Tasmanio”, “Australiano”, y “Aborigen” (a los Siriono no se les menta en el índice), no encontrarás mención alguna sobre palizas a esposas, matrimonios forzados, relaciones sexuales forzadas, o cualquiera de los otros ejemplos de dominación masculina que cité antes.
Haviland no niega que esas cosas ocurrieran. Él no reivindica, por ejemplo, que Turnbull simplemente se inventó sus historias sobre palizas a mujeres entre los Mbuti, o que tal o cuál prueba muestra que las mujeres aborígenes australianas no estaban sujetas al sexo involuntario antes de la llegada de los europeos. Simplemente ignora estos temas, como si no existieran. Y no es que Haviland no esté al tanto de estos temas. Por ejemplo, él cita el libro de A. P. Elkin, Los Aborígenes Australianos [144], lo que indica que no sólo le es familiar el libro sino que lo considera una fuente de información relevante. Pero el libro de Elkin, el cual he citado anteriormente, provee de amplios ejemplos de que los hombres aborígenes australianos tiranizaban a sus mujeres [145] –prueba que Haviland no menciona. Está bastante claro lo que pasa: la igualdad de sexos es un principio fundamental de la ideología mayoritaria en la sociedad moderna. Como miembros altamente socializados de esa sociedad, los antropólogos políticamente correctos creen en el principio de la igualdad de géneros de un modo similar a una convicción religiosa, y sienten la necesidad de darnos pequeñas lecciones morales sosteniendo, para nuestra admiración, los ejemplos de la igualdad de géneros que supuestamente prevalecía cuando la raza humana aún permanecía en un estado prístino y genuino. Este retrato de las culturas primitivas sólo es motivado por la propia necesidad de los antropólogos de reafirmar su fe, y no tiene nada que ver un una honesta búsqueda de la verdad.
Por poner otro ejemplo, he escrito cuatro veces a John Zerzan invitándole a reforzar sus reivindicaciones sobre la igualdad de géneros entre cazadores-recolectores [146]. Las respuestas que me dio fueron vagas y evasivas [147]. De buena gana habría publicado aquí las cartas que Zerzan me escribió sobre este tema para que el lector pudiera juzgarlas por sí mismo. Sin embargo, escribí a Zerzan pidiéndole permiso para publicar sus cartas, pero él me denegó dicha petición [148]. Junto a sus cartas me envió fotocopias de páginas de unos pocos libros que contenían alegatos generales e imprecisos que aparentemente apoyaban sus reivindicaciones sobre la igualdad de géneros; por ejemplo, este alegato de John E Pfeiffer, quien no es ni especialista ni testigo presencial de la conducta primitiva, sino un divulgador: “Por razones desconocidas el sexismo llegó con la colonización y la ganadería, con la aparición de la sociedad compleja” [149].
Zerzan también me mandó una fotocopia de una página de un libro de Bonvillain que contenía el siguiente alegato: “En las bandas de sociedades recolectoras [cazadoras-recolectoras], el potencial para una igualdad de géneros es quizá el mayor…” [150]. Pero Zerzan no incluyó copias de las páginas en las que Bonvillain decía que la dominancia masculina era evidente en algunas sociedades cazadoras-recolectoras como en los Esquimales, o las páginas en las que daba información que ponía en duda sus propias reivindicaciones sobre la igualdad de géneros en los Bosquimanos de Dobe, como ya analicé antes.
El propio Zerzan reconoce que el material que me envió era “obviamente no definitivo”, aunque afirmó que era “completamente representativo en general” [151]. Cuando le presioné para que reforzara aún más sus argumentos [152], me envió una copia de su ensayo Futuro Primitivo, del libro de mismo nombre [153]. En este ensayo él cita a la mayoría de sus fuentes usando sólo el apellido de los autores y la fecha de la publicación; supuestamente se espera que el lector busque más información en la bibliografía que ese mismo libro provee en alguna parte. Pero como Zerzan no me dio ninguna copia de la bibliografía, no tuve opción de comprobar sus fuentes. Yo le hice saber esto [154], pero aún así siguió sin mandarme una copia de la bibliografía. En cualquier caso, hay buenas razones para sospechar que Zerzan no fue muy crítico seleccionando sus fuentes. Por ejemplo, cita al antiguo Laurens van der Post [155]; pero en su libro El Contador de Muchas Historias, J. D. F. Jones, un antiguo admirador de Laurens van der Post, ha dicho que este último es un mentiroso y un fraude.
Incluso juzgándolo por las apariencias, la información dada en Futuro Primitivo no aporta nada sólido en el tema de las relaciones de género. Los alegatos generales e imprecisos son de poca utilidad. Como señalé antes, Bonvillain y Turnbull hicieron afirmaciones generales sobre la igualdad de géneros entre los Bosquimanos y los Mbuti respectivamente, y dichas afirmaciones eran contradichas por hechos concretos que los propios Bonvillain y Turnbull incluyeron en esos mismos libros. En temas aparte de la igualdad de géneros, algunos de los argumentos expuestos en Futuro Primitivo eran demostrablemente falsos. Por poner dos ejemplos:
(i) Zerzan, basándose en un tal “De Vries”, reivindica que entre los cazadores-recolectores el parto sucede “sin la dificultad del dolor” [156]. Oh, ¿de veras? Ahora lo que la señora Thomas escribió desde su experiencia personal entre los Bosquimanos: “Las mujeres Bosquimanas dan a luz solas … a no ser que una chica esté trayendo al mundo su primer hijo, en cuyo caso su madre podría ayudarle, o a no ser que el parto sea extremadamente complicado, en cuyo caso una mujer podría pedir la ayuda de su madre o de otra mujer. Una mujer pariendo podía apretar los dientes, dejar que le caigan lágrimas o morder sus manos hasta que corriera la sangre, pero nunca podría llorar a gritos para mostrar su agonía” [157].
Dado que la selección natural elimina a los débiles y defectuosos entre los cazadores-recolectores y dado que el trabajo de las mujeres primitivas las mantenía en buena forma física, es probablemente cierto que el parto, por lo general, no fuera tan difícil entre cazadoras-recolectoras como lo es para las mujeres modernas. Para las mujeres Mbuti, según Schebesta, dar a luz era normalmente fácil (lo cual no quiere decir que estuviera libre de dolor). Por otra parte, los partos de nalgas eran mucho más temidos, y solían tener consecuencias fatales para ambos, madre e hijo.
(ii) Basándose en un tal “Duffy”, Zerzan reivindica que los Mbuti “consideran cualquier forma de violencia entre una persona y otra como abominable y desagradable, y nunca la representan en sus danzas o actuaciones” [159]. Pero Hutereau y Turnbull independientemente, han proveído testimonios presenciales según los cuales los Mbuti, de hecho, sí que representaban violencia entre seres humanos [160]. Más importante aún, había bastante violencia en la vida real de los Mbuti. Hay anotaciones de peleas físicas y palizas dispersas a lo largo de los libros de Turnbull La Gente del Bosque, y Sirvientes Rebeldes. Por citar sólo uno de los numerosos ejemplos, Turnbull menciona a una mujer que ha perdido tres dientes luchando con otra mujer por un hombre [161]. Ya he mencionado declaraciones de Turnbull acerca de las palizas a mujeres entre los Mbuti.
También es digno de mención el que Zerzan aparentemente cree que nuestros ancestros eran capaces de comunicarse telepáticamente [162]. Pero hay una cita de Shanks y Tilley hecha por Zerzan que es particularmente reveladora: “El objetivo de la arqueología no es sólo interpretar el pasado, sino cambiar la manera en que se interpreta el pasado, en pro de la reconstrucción social en el presente” [163]. Esto es prácticamente un claro apoyo a la propuesta de que los arqueólogos deberían sesgar sus hallazgos en base a fines políticos. ¿Qué mejor prueba de politización masiva puede haber que la que ha tenido lugar en la antropología americana en los últimos 35 ó 40 años? A la vista de esta politización, cualquier literatura antropológica reciente que retrate el comportamiento de los pueblos primitivos como políticamente correcto debe ser vista con sumo escepticismo.
Después de citarle a Zerzan algunos de los ejemplos de desigualdad de géneros que expliqué anteriormente, cuestioné su honestidad debido a que él había “excluido sistemáticamente casi todas las pruebas que perjudicaban al idealizado retrato de las sociedades cazadoras recolectoras” que él quiso presentar [164]. Zerzan contestó que “no encontró muchas fuentes creíbles que contradijeran su perspectiva” [165]. Este argumento fuerza la credulidad. Algunos de los ejemplos que le cité a Zerzan (y han sido discutidos anteriormente) eran de libros en los que el propio Zerzan se basaba –esos de Bonvillain y Turnbull [166]. Pero de alguna manera él evitó todas las pruebas de esos libros que contradecían sus reivindicaciones. Ya que Zerzan ha leído ampliamente acerca de las sociedades cazadoras-recolectoras, y los aborígenes australianos están entre los cazadores-recolectores más conocidos, encuentro muy difícil creer que nunca se ha encontrado con ninguna anotación sobre el maltrato de los australianos a las mujeres. Pero él nunca menciona dichas anotaciones, ni siquiera con el propósito de refutarlas.
Uno no tiene que asumir necesariamente una deshonestidad consciente por parte de Zerzan. Como dijo Nietzsche, “La mentira más común es la que uno se cuenta a sí mismo; mentir a otros es relativamente la excepción” [167]. En otras palabras, la autodecepción a veces precede a la decepción de los demás. Hay un factor importante aquí, que es bien conocido por los propagandistas profesionales: la gente tiende a bloquear –no percibir o recordar- la información que encuentran desagradable [168]. Y ya que la información que desacredita la ideología de uno es altamente desagradable, resulta que la gente tenderá a bloquear dicha información. Un joven anarcoprimitivista con el que tuve correspondencia me ha proveído de un increíble ejemplo de este fenómeno. Me escribió: “no hay dudas sobre la persistencia [sic] del patriarcado en todas las demás sociedades oceánicas, pero no parece que haya en los en los aborígenes [australianos] – Según A. P. Elkin las mujeres de los aborígenes australianos no permanecían en un matrimonio restrictivo del todo” [169]. Era aparente que mi amigo anarcoprimitivista había leído la discusión de Elkin sobre la posición de la mujer en la sociedad aborigen australiana. Arriba cité algunas de las páginas relevantes del libro de Elkin, que son aquellas en las cuales él establece que las mujeres aborígenes australianas a veces vivían en el terror infundado por el sexo compulsivo al que estaban sujetas en ciertas ocasiones ceremoniales. Cualquier persona razonable y racional que se tomara la molestia de leer dichas páginas [170] por sí sola lo encontraría duro –presionado a explicar cómo mi amigo anarcoprimitivista pudo haber leído ese material y luego reivindicar con toda la seriedad que no había patriarcado aparente en la sociedad aborigen australiana- a no ser que mi amigo simplemente bloqueara mentalmente la información que encontró ideológicamente inaceptable. Mi amigo no se cuestionó la precisión de la información de Elkin; de hecho, se estaba basando en Elkin como si fuera una autoridad. Él simplemente permaneció inconsciente ante la información que indicaba que el patriarcado existía entre los aborígenes australianos.
Pero esta vez debería estar suficientemente claro para el lector que lo que los anarcoprimitivistas apoyan (y muchos antropólogos) no tiene nada que ver con una búsqueda racional de la verdad sobre las culturas primitivas. Al contrario, han estado desarrollando un mito.
Un saludo.
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Tremenda la critica a Zerzan. Estuve leyendo algunos de sus textos "El moderno Anti-mundo" y "¿Quien mato a Ned Ludd?", y creo que algo de lo que dice Kazcynski se refleja en su forma de escribir. Suele divagar demasiado y no decir nada claro, nunca sostiene ideas con argumentos propios, siempre cita y menciona a otros autores para darle legitimidad a sus dichos. No obstante, como dije en alguna oportunidad, creo que el merito de Zerzan fue abrir un campo de debate a la sociedad industrial, y plantear otros modos de vida (errados o no).
Con respecto a este tema de las sociedades primitivas, es importante no desviar la atencion sobre cuestiones relativas. Los problemas de genero, en cuanto a la igualdad, la violencia o sobre el ocio de las comunidades, no son factores que determinen nada. Son simples parametros culturales, que no estan acompañados necesariamente de un modo de vida primitivo. En el estudio de las comunidades cazadoras-recolectoras, lo importante es rescatar sus tecnicas, conocimientos de la fauna y flora, tacticas de caza, medios de recoleccion, etc.
Por otro lado, creo que si hay personajes que pueden eliminar los estereotipos y creencias falsas impuestos por la sociedad tecnologica sobre la vida primitiva... es importante no manifiestarse ni a favor, ni en contra.. sino permanecer neutrales aunque sepamos que muchos de los argumentos con que se refutan esas ideas falsas no sean del todo ciertos.
Por ejemplo... Jenrry Mander en "Lecciones de economia de la edad de piedra", sostiene que hay un OCIO PRETECNOLOGICO, y da ejemplos de comunidades de cazadores-recolectores de Alaska, que no podrian generalizarce y que por otra parte pueden ser altamente cuestionables. Sin embargo... es muy favorable que esa informacion se divulgue porque elimina la creencia de que la sociedades primitivas "Viven de esa forma porque no lo pueden hacer de otra".
La manipulacion de la informacion es un arma con la que hay que contar. El "paraiso primitivo" es un elmento que no debe ser destruido, aunque tampoco alimentado. Todo lo que favoresca la causa y que no tenga efectos negativos a largo plazo debe, al menos, no ser cuestionado.
Con respecto a este tema de las sociedades primitivas, es importante no desviar la atencion sobre cuestiones relativas. Los problemas de genero, en cuanto a la igualdad, la violencia o sobre el ocio de las comunidades, no son factores que determinen nada. Son simples parametros culturales, que no estan acompañados necesariamente de un modo de vida primitivo. En el estudio de las comunidades cazadoras-recolectoras, lo importante es rescatar sus tecnicas, conocimientos de la fauna y flora, tacticas de caza, medios de recoleccion, etc.
Por otro lado, creo que si hay personajes que pueden eliminar los estereotipos y creencias falsas impuestos por la sociedad tecnologica sobre la vida primitiva... es importante no manifiestarse ni a favor, ni en contra.. sino permanecer neutrales aunque sepamos que muchos de los argumentos con que se refutan esas ideas falsas no sean del todo ciertos.
Por ejemplo... Jenrry Mander en "Lecciones de economia de la edad de piedra", sostiene que hay un OCIO PRETECNOLOGICO, y da ejemplos de comunidades de cazadores-recolectores de Alaska, que no podrian generalizarce y que por otra parte pueden ser altamente cuestionables. Sin embargo... es muy favorable que esa informacion se divulgue porque elimina la creencia de que la sociedades primitivas "Viven de esa forma porque no lo pueden hacer de otra".
La manipulacion de la informacion es un arma con la que hay que contar. El "paraiso primitivo" es un elmento que no debe ser destruido, aunque tampoco alimentado. Todo lo que favoresca la causa y que no tenga efectos negativos a largo plazo debe, al menos, no ser cuestionado.
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Traducción Carta a David Skrbina 18 de septiembre 2004 pags 222 - 230
CARTA A DAVID SKRBINA 18 de septiembre 2004
Creo que como respuesta preliminar a tu carta de 27 de julio, sería una buena idea para mí dar una descripción más detallada del "camino a la revolución" que imagino. El "camino" es, por supuesto, especulativo. Es imposible predecir el curso de los acontecimientos, de modo que
cualquier movimiento que aspire a librarse del sistema tecnoindustrial tendrá que ser flexible y proceder por ensayo y error. Es sin embargo necesario dar una indicación preliminar de la ruta a
[NOTAS]
11. Encyclopaedia Britannica, 15th ed., 2003, vol. 16,. Artículo "Cristianity",
p. 261.
12. Trotsky, op. cit., vol. Uno, p. 223.
13. Ibid., pág. 324. Sobre este tema en general, véase ibíd., Pp. 223-331.
[/NOTAS]
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seguir, porque sin una idea de hacia a dónde se dirige el
movimiento divagará sin rumbo fijo. Además, un esquema de al menos una posible ruta a la revolución ayuda a que la idea de la revolución parezca plausible. Probablemente el mayor obstáculo actual a la creación de un movimiento revolucionario eficaz es el simple hecho de que la mayoría de la gente (al menos en los EE.UU.) no ven la revolución
como una posibilidad plausible.
En primer lugar, creo que la acción ilegal será indispensable.
No se me permitiría enviar esta carta si pareciese que estoy tratando de incitar a la acción ilegal, por lo que sólo diré lo siguiente al respecto: Un movimiento revolucionario debe constar de sectores separados e
independientes, un sector ilegal y clandestino y otro sector legal. No voy a decir nada sobre lo que el sector ilegal debería hacer.
El sector legal (aunque sólo sea por su propia protección) deberá evitar cuidadosamente toda relación con el sector ilegal.
Con las posibles excepciones que figuran en mi carta del 08/29/04, la función del sector legal no sería corregir ninguno de los males de la tecnología. En cambio, su función sería la de preparar el camino para una futura revolución, que será llevada a cabo cuando el momento llegue.
La preparación anticipada es especialmente importante visto que la ocasión para la revolución puede llegar en cualquier momento y de forma bastante inesperada. La insurrección espontánea en San Petersburgo en
Febrero 1917 tomó toda Rusia por sorpresa. Se puede afirmar
que si el camino a la revolución no se hubiese preparado con antelación esta insurrección (si hubiese llegado a ocurrir) no habría sido nada más que una explosión masiva, pero sin sentido, de frustración. Tal como ocurrió, ya existía un fuerte movimiento revolucionario que estaba en la posición proveer liderazgo, y los revolucionarios, además, habían estado educando (o adoctrinando) por largo tiempo a los trabajadores de San Petersburgo, así que cuando estos últimos se rebelaron no se limitaron a expresar ira sin sentido, sino que estaban actuando con un propósito y de manera más o menos inteligente [14].
Con el fin de preparar el camino para la revolución, el sector legal del movimiento debe:
(I) Crear su propia fuerza y cohesión. El aumento de su número de integrantes será mucho menos importante que el reunir miembros que sean leales, capaces, muy comprometidos, y preparados para la acción práctica. (El ejemplo de los bolcheviques es ilustrativo en este caso.) [15].
[NOTAS]
14. Leon Trotsky, History of the Russian Revolution, trad. por Max Eastman,
1980 ed., Vol. Uno, Capítulo VIII, págs. 136-152.
15. Véase Trotsky, op. cit., o de cualquier historia de Rusia, en la correspondiente
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(II) desarrollar y difundir una ideología que mostrará (a) a la gente los peligros que presenta el avance de la tecnología para el futuro, (b) mostrar cómo muchos de sus problemas actuales y frustraciones se derivan del hecho de que viven en una sociedad tecnológica; (c) mostrar a la gente que han existido sociedades pasadas que han estado más o menos faltas de estos problemas y frustraciones; (d) ofrecer como un ideal positivo una vida cerca de la naturaleza; y (e) presentar la revolución como una alternativa realista [16].
La utilidad de (II) es la siguiente:
Tal como están las cosas en este momento, la revolución en las partes estables del mundo industrializado es imposible. Una revolución podría producirse sólo si algo hiciese temblar la estabilidad de la sociedad industrial. Es fácil imaginar acontecimientos o progresos que podrían
sacudir el sistema de esta manera. Por dar sólo un ejemplo, supongamos que un virus creado en un laboratorio experimental se escapa y elimina, por ejemplo, un tercio de la población del mundo industrializado. Pero si esto ocurriese ahora, no parece posible que condujese a una revolución. En lugar de culpar al sistema tecnoindustrial
en su conjunto por el desastre, la gente culparía sólo el descuido de un laboratorio particular. Su reacción no sería desechar la tecnología, sino tratar de recoger las piezas y poner el sistema en funcionamiento de nuevo, aunque sin duda se promulgarían leyes requiriendo una vigilancia mucho más estricta de la investigación biotecnológica para el futuro.
La dificultad es que la gente ve los problemas, las frustraciones, y los desastres de forma aislada en lugar de verlos como manifestaciones del problema central de la tecnología. Si Al Qaeda detonase una bomba nuclear en Washington, DC, la reacción de la gente sería, "¡Agarrad a esos terroristas!" Olvidarían que la bomba no podría
[NOTAS]
16. Es cierto que habría que hacer una excepción para decir que (II) aquí es idéntico con el segundo objetivo de un movimiento revolucionario que figura en la página 11 de mi carta con fecha 8/29/04: "aumentar las tensiones dentro del orden social, hasta que las tensiones lleguen al punto de ruptura". Pero una cosa que he aprendido acerca de la escritura expositiva, es que demasiada precisión
es contraproducente. Para ser entendido hay que simplificar tanto como sea posible, aun a costa de la precisión. A los efectos de mi carta del 8/29/04, el punto que necesitaba destacar es que un movimiento revolucionario tiene que aumentar las tensiones sociales en lugar de aliviarlas
a través de la reforma. Si hubiera dado una explicación más detallada y precisa de la tarea de un movimiento revolucionario, como en la presente carta, sólo
habría desviado la atención del argumento que quería sostener en mi carta del 8/29/04. Así que pido indulgencia por mi falta de ser perfectamente consistente en este caso.
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haber existido sin el previo desarrollo de la tecnología nuclear. Cuando la gente encuentra su cultura o su situación económica de bienestar interrumpida por la llegada de un gran número de inmigrantes, su reacción es odiar a los inmigrantes en vez de tener en cuenta
el hecho que los movimientos masivos de población son una inevitable consecuencia de los acontecimientos económicos que resultan del progreso tecnológico. Si hay una depresión en todo el mundo, la gente le echará la culpa sólo a la mala gestión económica de alguien, olvidándose de
que en épocas anteriores, cuando las pequeñas comunidades eran mayoritariamente autosuficientes, su bienestar no dependía de las decisiones de los economistas del gobierno. Cuando la gente está molesta por la decadencia de los valores tradicionales o la pérdida de la autonomía local, predican contra la "inmoralidad" o se enfadan con el "gran gobierno", sin ninguna conciencia aparente de que la pérdida de los valores tradicionales y de la autonomía local es una consecuencia inevitable del progreso tecnológico.
Pero, si un movimiento revolucionario puede mostrar a un número suficiente de gente cómo los problemas antes mencionados y muchos otros son consecuencias de un problema central, a saber, el de la tecnología,
y si el movimiento puede llevar a cabo con éxito las otras tareas enumeradas en (II), entonces, en el caso de un evento destructivo como la epidemia antes mencionada [17], o una depresión mundial, o la acumulación de diversos factores que hagan la vida difícil o insegura,
una revolución contra el sistema tecnoindustrial podría ser
posible.
Además, el movimiento no tiene que esperar pasivamente a una crisis que pueda debilitar al sistema. Al margen de cualquier actividad del sector ilegal, la siembra de discordia llevada a cabo por el sector legal del movimiento puede ayudar a provocar una crisis. Por ejemplo,
la Revolución Rusa fue precipitada por los desastres militares del régimen zarista durante la Primera Guerra Mundial, y el movimiento revolucionario puedo haber contribuido a crear esos desastres, ya que "en ningún otro
de los países beligerantes los conflictos políticos se libraban tan intensamente
[NOTAS]
17. La sugerencia de que un accidente biotecnológico podría ofrecer el desencadenante de la revolución está en tensión con mi propuesta anterior (carta con fecha 8/29/04, página 12) de que podría ser conveniente retrasar el progreso de
de la biotecnología con el fin de aplazar cualquier catástrofe biotecnológica. Por un lado, una catástrofe así podría ser tan grave que después no habría nada que salvar, por otro lado, una catástrofe menor podría brindar la ocasión para la revolución. Es discutible que consideración
debería tener más peso. Pero en general creo que sería
mejor tratar de frenar el avance de la biotecnología.
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durante la guerra como en Rusia, evitando la movilización efectiva de la retaguardia"[18].
En el desempeño de la tarea (II) descrita anteriormente, el movimiento por supuesto utilizaría argumentos racionales. Pero, como he señalado en mi carta del 8/29/04, la razón por sí misma es una herramienta muy débil para influir en
el comportamiento humano en masa. Hay que trabajar también con los aspectos no racionales de la conducta humana. Pero al hacerlo, no puedes basarte en las técnicas propias de propaganda del sistema. Como argumento en mi carta de fecha 8/29/04, no se puede derrotar al sistema en una batalla propagandística. En lugar de eso, se tiene que circunvalar la superioridad del sistema en armamento psicológico, haciendo uso de ciertas ventajas de que un movimiento revolucionario tendrá sobre el sistema. Estas ventajas se incluyen las siguientes:
(i) Parece que muchas personas sienten que hay una especie de vacío espiritual en la vida moderna. No estoy seguro de lo que esto significa exactamente, pero el "vacío espiritual" incluiría al menos la aparente incapacidad del sistema de proporcionar valores positivos que atraigan a la mayoría y no sean otros que valores hedonistas o el simple culto al progreso tecnológico porque sí. La evidencia de que muchas personas encuentren estos valores insatisfactorios es proporcionada por la existencia dentro de la sociedad moderna de grupos que ofrecen sistemas de valores alternativos. Valores que a veces están en conflicto con los del sistema. Tales grupos incluyen iglesias fundamentalistas y otros cultos más pequeños que están todavía más lejos de la corriente general, así como los movimientos políticos desviados de la norma a la izquierda y a la derecha.
Un movimiento revolucionario exitoso tendría que hacerlo mucho mejor que estos grupos y llenar el vacío espiritual del sistema con valores que puedan apelar a personas racionales y auto-disciplinadas.
(ii) La naturaleza salvaje todavía fascina a la gente. Esto demuestra la popularidad de revistas como National Geographic, el turismo a lugares que permanecen (semi) salvajes, y así sucesivamente. Pero, a pesar de
todas las revistas sobre la naturaleza, los toures guiados, los parques, las reservas, etc., la propaganda del sistema es incapaz de disfrazar el hecho de que el "progreso" está destruyendo la naturaleza salvaje.
Creo que muchas personas continúan encontrando este hecho gravemente perturbador incluso al margen de las consecuencias prácticas de la destrucción del medio ambiente, sus sentimientos sobre este tema proporcionan una palanca que un movimiento revolucionario puede utilizar.
(iii) La mayoría de las personas sienten la necesidad de un sentido de comunidad, o de pertenecer a lo que los sociólogos llaman un "grupo de referencia". El
[NOTAS]
18. The New Encyclopaedia Britannica, 15 ª ed., 2003, vol. 28, el artículo
"Union of Soviet socialist Republics", p. 1000.
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sistema trata de satisfacer esta necesidad en la medida en que es capaz: Algunas personas encuentran su grupo de referencia en una iglesia, un grupo de “Boy Scouts”, un "grupo de apoyo" o similares. Que estos grupos de referencia proveídos por el sistema son insatisfactorios para muchas personas está indicado por la proliferación de grupos fuera de la corriente principal o incluso antagónicos a ella. Estos incluyen, entre otras cosas, las sectas, las pandillas y los grupos políticos disidentes.
Posiblemente la razón por la cual muchas personas encuentran que los grupos de referencia proporcionados por el sistema son insatisfactorios es por el hecho que estos grupos de son apéndices del sistema. Puede ser que la gente necesite grupos que sean "suyos", es decir, que sean autónomos y estén dentro del sistema.
Un movimiento revolucionario debe ser capaz de formar grupos de referencia que ofrezcan los valores más satisfactorios que el hedonismo del sistema. La naturaleza salvaje quizá sería el valor central, o uno de los valores centrales.
En cualquier caso, cuando las personas pertenecen a un grupo de referencia muy unido se convierten en gran medida inmunes a la propaganda del sistema en la medida en que la propaganda entra en conflicto con los valores y
las creencias del grupo de referencia [19]. El grupo de referencia por lo tanto es una de las herramientas más importantes por medio de la cual un movimiento revolucionario puede superar la propaganda del sistema.
(iv) Dado que el sistema necesita una población ordenada y dócil, debe mantener los impulsos agresivos, hostiles, y la ira bajo restricción. Hay una buena dosis de ira hacia el sistema en sí mismo, y el sistema necesita mantener este tipo de cólera bajo un control especialmente estricto. La Ira reprimida por lo tanto es una poderosa fuerza psicológica que un movimiento revolucionario debe ser capaz de utilizar contra el sistema.
(v) Debido a que el sistema se basa en la propaganda barata y requiere ceguera voluntaria ante la sombría perspectiva que ofrece la continuación del progreso tecnológico, un movimiento revolucionario que desarrolle sus
ideas cuidadosamente y de manera racional puede obtener una ventaja decisiva al tener la razón de su lado. He señalado anteriormente que la razón por sí misma una herramienta muy débil para influir en las personas en masa.
Pero creo no obstante, que si un movimiento le presta una amplia atención
[NOTAS]
19. Ibid., Vol 26, artículo "Propaganda", p. 176 ( "los más eficaces medios de comunicación, por norma... no son los medios de comunicación impersonal, sino más bien a las pocas asociaciones u organizaciones (grupos de referencia) con los que el individuo se siente identificado ... Muy a menudo el hombre común no sólo evita, sino que
activamente desconfía de los medios de comunicación ..., pero en el calor de su grupo referencia
se siente como en casa ...).
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a los factores no racionales que afectan a la conducta humana, puede beneficiarse enormemente a la larga por tener sus ideas clave establecida sobre una sólida base racional. De esta manera, el movimiento atraerá personas racionales e inteligentes a las que les repele la propaganda del sistema y su distorsión de la realidad. Tal movimiento podrá atraer a un número menor de personas que uno que se base
en un crudo llamamiento a lo irracional, pero yo sostengo que un modesto número de personas de alta calidad logrará más a la larga que un gran número de idiotas. Ten en cuenta que la racionalidad no excluye un profundo compromiso o una poderosa carga emocional.
Compara el marxismo con los movimientos religiosos irracionales que han aparecido en los EE.UU. Los movimientos religiosos han logrado poco o nada de importancia duradera, mientras que el marxismo sacudió
el mundo. El marxismo ten por seguro que tenía sus elementos irracionales: Para mucha gente la creencia en el marxismo sirvió como un equivalente a la fe religiosa. Pero el marxismo estaba lejos de ser totalmente irracional,
e incluso los historiadores de hoy reconocen la contribución de Marx a la comprensión del efecto de los factores económicos en la historia. Desde de la perspectiva de los siglos XIX, y principios del XX el marxismo era
plausible y muy relevante para los problemas de la época, por lo tanto, atrajo a personas diferentes de los que fueron atraídos por los avivamientos religiosos.
Es posible sin embargo que la fe en el marxismo como dogma pueda haber desempeñado un papel esencial en el éxito del movimiento revolucionario ruso. Leí en alguna parte hace años que el propio Lenin no creía de manera dogmática en la doctrina marxista, pero que consideraba inconveniente cuestionar la fe de los [verdaderos] creyentes [20], y sospecho que lo mismo debe de haber sido cierto entre otros
de los marxistas más racionales e inteligentes de la época de Lenin. Puede ser que un movimiento no deba tratar de imponer una racionalidad demasiado rígida
a sus adherentes, sino que debe dejar espacio para la fe. Si la ideología del movimiento tiene una base racional subyacente, imagino que debería ser capaz de atraer a la gente racional e inteligente a pesar de tener una cierta superestructura ideológica no racional o irracional. Esta es una cuestión delicada, y la respuesta a ella se puede trabajar sólo a través de ensayo y error. Pero sigo sosteniendo que en gran medida una postura con una base racional debería proporcionar una gran ventaja a un movimiento revolucionario sobre el sistema.
En cualquier caso, el tipo de personas que constituyen el movimiento
[NOTAS]
20. En este caso, la advertencia usual acerca de la falta de fiabilidad de la memoria.
[/NOTAS]
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serán de importancia decisiva. El error más grave que un
movimiento de este tipo podría hacer sería asumir que cuanto mayor sea el número de personas que tenga, mejor, y alentar a todos los que pudieran estar interesados a unirse. Este es exactamente el error que se cometió con el primer “Earth First!” Tal como fue originalmente establecido a principios de 1980, “Earth First!” pudo haber tenido los ingredientes de un verdadero movimiento revolucionario. Sin embargo, invitó a todos indiscriminadamente, y-¡por supuesto!-la mayoría de los recién llegados eran de izquierdas. Estos inundaron el movimiento numéricamente y luego lo tomaron, cambiando su carácter. El proceso está documentado por “Martha F. Lee, Earth First!: Environmental Apocalypse, Siracusa University Press, 1995”. Yo no creo que Earth First! como tal como está ahora constituido sea ya un movimiento potencialmente revolucionario. El movimiento “green anarchist” / anarcoprimitivismo, además de atraer a los tipos de izquierdas, manifiesta otro tipo de problema personal: Ha atraído a muchas personas que están mentalmente
desorganizadas y seriamente deficientes en autocontrol, de modo que el movimiento en su conjunto tiene un carácter irracional y, a veces, infantil, como resultado de lo cual creo que está condenado al fracaso.
En realidad hay algunas ideas muy buenas en el movimiento “green anarchist” / anarcoprimitivismo, y creo que en cierta manera el movimiento tiene el enfoque correcto. Pero el movimiento ha sido arruinado por un flujo excesivo de la clase equivocada de la gente.
Así que un problema de importancia crítica frente a un movimiento revolucionario naciente será mantener fuera a los izquierdistas, los tipos desorganizados, irracionales, y otras personas no idóneas que acudan en gran número
a cualquier movimiento rebelde en América hoy.
Probablemente la parte más difícil de construir un movimiento sea el primer paso: Uno tiene que recoger un puñado de gente fuertemente comprometida del tipo correcto. Una vez que el pequeño núcleo ha sido formado, debería ser más fácil de atraer adeptos adicionales.
Un punto a tener en cuenta, sin embargo, es que un grupo no
atraerá y retendrá adeptos si se mantiene como una mera sociedad de debate.
Uno tiene que involucrar a la gente en proyectos prácticos si se quiere mantener su interés. Esto es cierto tanto si uno tiene la intención de construir un movimiento revolucionario o uno dirigido únicamente hacia la reforma.
El primer proyecto para el puñado inicial de personas sería la investigación bibliotecaria y la recopilación de información de otras fuentes. La información que debe recogerse incluye, por ejemplo, datos históricos acerca de las maneras en que los cambios sociales se han producido
en las sociedades del pasado, y sobre la evolución de los movimientos políticos, ideológicos, y religiosos en esas sociedades, información sobre el desarrollo de estos movimientos en nuestra propia sociedad durante
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las últimas décadas, los resultados de los estudios realizados por especialistas de la conducta colectiva;
y datos sobre el tipo de personas que participan en “Earth First!”, el movimiento “green anarchism”, el anarcoprimitivismo, y movimientos relacionados actuales. Una vez que el grupo hubiese reunido suficiente información se podría diseñar un programa provisional de acción, tal vez modificando o descartando muchas de las ideas que he descrito en las páginas anteriores.
Pero para cualquier persona que seriamente quiera hacer algo acerca del problema de la tecnología, la tarea inicial está bastante clara: construir un núcleo de un nuevo movimiento que se mantendrá estrictamente separado
de los izquierdistas y los tipos irracionales que infestan el existente movimiento anti-tecnológico.
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.
Confucio
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Por otro lado, creo que si hay personajes que pueden eliminar los estereotipos y creencias falsas impuestos por la sociedad tecnologica sobre la vida primitiva... es importante no manifiestarse ni a favor, ni en contra.. sino permanecer neutrales aunque sepamos que muchos de los argumentos con que se refutan esas ideas falsas no sean del todo ciertos.
Por ejemplo... Jenrry Mander en "Lecciones de economia de la edad de piedra", sostiene que hay un OCIO PRETECNOLOGICO, y da ejemplos de comunidades de cazadores-recolectores de Alaska, que no podrian generalizarce y que por otra parte pueden ser altamente cuestionables. Sin embargo... es muy favorable que esa informacion se divulgue porque elimina la creencia de que la sociedades primitivas "Viven de esa forma porque no lo pueden hacer de otra".
La manipulacion de la informacion es un arma con la que hay que contar.
Impresionante afirmación.
"Detrás de los muros de los Centros Sociales Okupados, está la playa".
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
La verdad sobre la vida primitiva:
...Continuación...
...Continuación...
6. Ya he tenido la ocasión en varios puntos de mencionar la violencia entre cazadores-recolectores nómadas. Los ejemplos de violencia, incluyendo la violencia mortal, entre cazadores-recolectores son abundantes. Por mencionar sólo unos pocos de tales ejemplos:
"Ha sido publicado un suceso que consistió en una batalla mortal entre una banda de tasmanios de la zona interior de la isla, que tenían acceso al ocre, y una banda de la costa que había estado de acuerdo con intercambiar sus conchas marinas por el producto de los otros. La gente del interior trajo su ocre, pero los de la costa llegaron con las manos vacías. Los hombres fueron matados debido a un abuso de confianza respecto a los dos productos, de los cuales ninguno era comestible o de tenía cualquier otro uso práctico. En otras palabras, los tasmanios eran tan 'humanos' como el resto de EE.UU" [171].
Los tasmanios hacían sus lanzas " en dos tamaños ... los más cortos para la caza, y los más largos para la lucha" [172]. Entre los cazadores-recolectores de las Islas Andaman, "los agravios se recordaban, y la venganza podría ser llevada a cabo más tarde. Los asaltantes, o se arrastraban por la selva o se aproximaban en canoas. Abordaban a sus víctimas de improviso, con disparos rápidos [de flechas] del que todos, hombres y mujeres, eran incapaces de escapar, y se llevaban consigo cualquier niño ileso, para adoptarlos..."; "Si sobrevivían suficientes miembros del grupo como para reconstruir la banda, podrían tarde o temprano crecer lo suficiente en número como para buscar venganza, y una larga contienda podía surgir. [Los esfuerzos por lograr la paz eran] emprendidos por las mujeres, porque eran ellas quienes habían mantenido las hostilidades vivas, animando a sus hombres" [173].
Al menos entre algunos grupos de aborígenes australianos, las mujeres algunas veces provocarían a sus hombres para que cometieran actos de violencia mortal contra otros hombres [174]. Entre los esquimales con los que Gontran de Poncins vivió, había "mucha matanza", y ocurría a veces que se trataba de una mujer que había convencido a un hombre para que matara a otro [175].
Las pinturas hechas en cuevas por los cazadores-recolectores prehistóricos del Este de España muestran grupos de hombres luchando los unos contra los otros usando arcos y flechas [176].
Podría seguir y seguir. Pero no quiero dar la impresión que todos los cazadores-recolectores eran violentos. Turnbull hace referencia a numerosas peleas no mortales y palizas entre los Mbuti, pero en aquellos libros suyos que yo he leído, no menciona ni un sólo caso de homicidio [177]. Esto sugiere que la violencia mortal era rara entre los Mbuti allá por la época en la que Turnbull los conoció. Las mujeres Siriono a veces luchaban físicamente, golpeándose las unas a las otras con palos, y había bastantes agresiones entre los niños, aún con palos o hierros de marcar usados como armas [178]. Pero los hombres raras veces luchaban entre ellos con armas [179], y los Siriono no eran un pueblo guerrero [180]. Bajo una provocación extrema sí que mataban a ciertos blancos e Indios misioneros [181], pero entre los propios Siriono el homicidio intencionado era prácticamente desconocido [182]. Entre los Bosquimanos que la Sra. Thomas conoció, la agresión de cualquier tipo era mínima, aunque ella aclara que esto era no necesariamente así en todos los grupos Bosquimanos [183].
Es importante, también, darse cuenta de que la violencia mortal entre los primitivos no es ni remotamente comparable con la guerra moderna. Cuando los primitivos luchaban, dos pequeñas bandas de hombres se disparaban flechas o blandían hachas de guerra unos enfrente de otros porque querían luchar; o porque se defienden a ellos mismos, a sus familias, o a su territorio. En el mundo moderno, los soldados luchan porque se les fuerza a ello, o, a lo sumo, porque les han lavado el cerebro para creer en alguna ideología de locos como eso del Nazismo, Socialismo, o lo que políticos americanos deciden llamar la "libertad". En cualquier caso el soldado moderno es simplemente un peón, un primo que muere no por su familia o su tribu, sino por y para los políticos que le explotan. Si es desafortunado, tal vez no muera, pero viene a casa horriblemente tullido, de una manera que nunca ocurriría como resultado de un flechazo - o una herida de lanza. Mientras tanto, miles de no combatientes son matados o mutilados. El entorno es devastado, no sólo en la zona de guerra, sino también en casa, debido al consumo acelerado de recursos naturales, necesario para alimentar la maquinaria de guerra. En comparación, la violencia del hombre primitivo es relativamente inofensiva.
Eso, sin embargo, no está lo suficientemente bien para los anarcoprimitivistas o para los antropólogos políticamente correctos de hoy en día. No pueden negar totalmente la existencia de violencia entre cazadores recolectores, ya que hay pruebas sobre ello que son indiscutibles. Pero darán de sí la verdad hasta creer que pueden salirse con la suya respecto al hecho de minimizar la cantidad de violencia en el pasado de los humanos. Vale la pena dar un ejemplo que ilustra la estupidez de parte del razonamiento que usan. En lo que refiere al Homo habilis, un antepasado físicamente primitivo del hombre moderno, el antropólogo Haviland escribe: "Obtenían la carne, no matando animales vivos, sino de la carroña. El Homo habilis conseguía la carne hurgando en los cadáveres de animales muertos, más bien que de cazar a los vivos. Sabemos esto porque las señales de los instrumentos de piedra sobre los huesos de animales descuartizados normalmente recubren las señales que hicieron los dientes de los carnívoros. Claramente, el Homo habilis no llegó a la presa el primero" [184].
Pero, como Haviland ciertamente debería saber, muchos o la mayoría de los animales depredadores dependen tanto de la caza como de la carroña. Por ejemplo, los osos, leones africanos, martas, glotones, lobos, coyotes, zorros, chacales, hienas, el perro mapache de Asia, el dragón de Komodo, y algunos buitres tanto cazan como hurgan en la carroña [185].
Así, el hecho de que el Homo habilis dependiera en parte de rescatar carroña no proporciona ninguna prueba en absoluto de que no cazaba también.
Pongo énfasis en que no sé ni me importa si el Homo habilis cazaba. No veo ninguna razón por la que debería ser importante para nosotros para saber si nuestros antepasados medio humanos hace dos millones de años eran asesinos sanguinarios, vegetarianos pacíficos, o algún punto medio. El asunto aquí es simplemente mostrar a qué tipo de razonamiento recurrirán algunos antropólogos en su esfuerzo por hacer que el pasado parezca tan políticamente correcto como sea posible.
Ya que lo políticamente correcto ha pervertido la representación no sólo del pasado humano, sino de la naturaleza salvaje en general, debería indicarse que la violencia mortal entre animales salvajes no se limita a la depredación de unas especies por otras. La muerte de un miembro de una especie a manos de otro miembro de la misma especie sí que ocurre. Por ejemplo, es bien sabido que los chimpancés salvajes a menudo matan a otros chimpancés [186]. Los elefantes a veces se matan el uno al otro en peleas, y lo mismo ocurre con los cerdos salvajes [187]. Entre los pájaros de mar llamados bobos marrones, se ponen dos huevos en cada nido. Después de que los huevos incuban, uno de los polluelos ataca al otro y le fuerza para que abandone el nido, con lo que el polluelo muere [188]. Los dragones de Komodo a veces se comen el uno al otro [189], y hay pruebas que el canibalismo ocurrió entre algunos dinosaurios [190]. (Las pruebas de canibalismo entre los humanos prehistóricos son polémicas [191].)
Me gustaría aclarar que no tengo ninguna intención de exaltar la violencia. Prefiero ver que a la gente (y a los animales) las cosas les vayan perfectamente entre ellos. Mi propósito es sólo exponer la irracionalidad de la imagen políticamente correcta que se da de los pueblos primitivos y de la naturaleza salvaje.
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
La verdad sobre la vida primitiva:
...Continuación...
Un punto más, muy largo este, pero interesante como siempre.
Dije que iba a tener tiempo para traducir... y gracias a la ley de Murphy se jodió la cosa.
Así que esta vez no digo nada a ver si hay más suerte y puedo acabarlo pronto.
Espero que lo disfrutéis y/u os sea útil.
Como siempre, ya sabéis, si véis alguna errata, alguna frase mal traducida, o algo que pueda estar mejor (respetando la voluntad de Kaczynski respecto a hacer una traducción totalmente literal), sólo decidlo y lo rectifico.
Un saludo.
...Continuación...
7. Un elemento importante del mito anarcoprimitivista es la creencia de que las sociedades de cazadores-recolectores estaban libres de competencia y estaban en cambio caracterizadas por compartir y por la cooperación.
Los recientes escritos de Collin Turnbull sobre los pigmeos Mbuti parecen ser bastante francos, pero su trabajo se ha apoyado cada vez más en la corrección política con el transcurso del tiempo [192]. Al escribir en 1983 (18 y 21 años, respectivamente, después de que él hubiera publicado Sirvientes Rebeldes y La Gente del Bosque), Turnbull notó que niños Mbuti no tenían ningunos juegos competitivos [193], y después de referirse al importante valor en el que él reivindicaba que se asentaba la sociedad moderna "la competición" y la "independencia económica" [194], contrastó estos con "los bien demostrados valores primitivos que van más allá de la familia": interdependencia, cooperación, y confianza en la comunidad ...más que sobre uno mismo..." [195].
Pero según el trabajo reciente del propio Turnbull, la lucha física entre los Mbuti era algo corriente [196]. ¿Si una pelea física no es una forma de competición, entonces qué es? Es claro de hecho que los Mbuti eran una gente muy peleona, y, además de peleas físicas, había muchas discusiones verbales entre ellos [197]. Generalmente hablando, cualquier discusión, sea establecida física o verbalmente; es una forma de competición: los intereses de una persona entran en conflicto con los de otra, y sus disputas son un esfuerzo de cada uno para promover sus propios intereses a expensas del otro. Los celos de los Mbuti también eran pruebas de impulsos competitivos [198].
Dos cosas por las que los Mbuti competían eran compañeros y alimento.
Ya he mencionado el caso de dos mujeres que lucharon por un hombre [199], y peleando por comida que aparentemente era común [200].
Vale la pena destacar que Turnbull, con su trabajo reciente, describió a los Mbuti como "individualistas" [201]. Hay pruebas abundantes de competitividad y/o individualismo entre otros pueblos primitivos. Los Nuer (pastores africanos), las tribus paganas Germánicas, los Indios Carib, los Siriono (quienes vivieron principalmente cazando y recolectando), los Navajos, los Apaches, los Indios de las llanuras, e Indios norteamericanos generalmente han sido descritos todos ellos de forma explícita como "individualistas" [202]. Pero "individualismo" es una palabra vaga que puede significar cosas distintas a gente diferente, entonces resulta más provechoso mirar los hechos definidos que han sido relatados.
Algunos trabajos que cito en la Nota 202 refuerzan con hechos su uso del término "individualista" respecto a los pueblos mencionados. Holmberg escribe:
"Cuando un indio [Siriono] ha alcanzado la edad adulta muestra un individualismo y apatía hacia sus iguales que es notable. La clara indiferencia de un individuo respecto a otro incluso dentro de la familia nunca dejó de asombrarme mientras vivía con los Siriono. Con frecuencia los hombres se marchaban para la caza a solas -sin decir algo como ¡adiós!- y permanecerían lejos de la banda durante semanas a la vez sin cualquier preocupación por parte de sus colegas de la tribu o incluso de sus mujeres... ".
"La indiferencia para con los compañeros de uno es manifestada por todos. En una ocasión Ekwataia salió de caza. A su vuelta la oscuridad le sobrevino aproximadamente a unas quinientas yardas del campamento. La noche era negra como la tinta, y Ekwataia perdió se perdió. Él comenzó a pedir ayuda para que alguien le trajera fuego o le guiara de vuelta al campamento a voces. Nadie hizo caso de su petición. Después de aproximadamente media hora, sus gritos se cesaron, y su hermana Seaci, dijo: ' Probablemente le haya atacado un jaguar'. Cuando Ekwataia volvió a la mañana siguiente, me dijo que había pasado la noche sentado en la rama de un árbol para evitar que le comieran los jaguares" [203]
Holmberg hace hincapié repetidamente en el carácter poco cooperativo de los Siriono, y dice que aquellos de ellos que se quedaron minusválidos por causa de la edad o de la enfermedad, eran simplemente abandonados por los demás [204].
En otros pueblos primitivos, el individualismo toma otras formas. Por ejemplo, entre la mayor parte de los indios norteamericanos, la guerra era una empresa decididamente individualista. "Los Indios, que son sumamente individualistas y a menudo luchan sobre todo para conseguir gloria personal más que para provecho del grupo, nunca desarrollaron una ciencia de la guerra" [205]. Según el indio Cheyenne Wooden Leg: "Cuando comenzaba cualquier batalla en realidad esto era un sálvese quien pueda. No había ninguna agrupación ordenada, ningún movimiento sistemático en concreto, ni entradas o salidas obligatorias. Los guerreros se mezclaron sin criterio alguno, cada uno miraba sólo por sí mismo, o cada uno ayudaba un amigo si tal ayuda era necesaria y si la inclinación personal de alguien en este mismo momento fuera hacia la utilidad amistosa.
Las tribus de Sioux luchaban sus batallas como una banda de individuos, igual que nosotros luchábamos las nuestras, e igual que lo hicieron todos los indios que he conocido.” [206]
Durante la primera mitad del siglo XX, Stanley Vestal entrevistó a muchos Indios de las llanuras que todavía recordaban los viejos días. Según él: "no se puede decir muy a menudo que -excepto cuando defendían su campamento- el indio fuera totalmente indiferente respecto al resultado general de una batalla: todo por el que él se preocupaba era por sus propios golpes. Una y otra vez los ancianos me han dicho, en la discusión que se dio sobre una batalla, 'Ese día no pasó nada', simplemente significaba que el interlocutor había sido incapaz de contar los golpes" [207]; "los indios de las llanuras no podían hacer la guerra planeándola. No tenían disciplina alguna. En las raras ocasiones en las que tenían un plan, algún joven ambicioso se aseguraba de lanzar un ataque prematuro" [208].
Compara esto con el modo que tiene el hombre moderno de hacer la guerra: Las tropas se mueven con obediencia respecto a planes elaborados; cada hombre tiene una tarea específica que desempeñar en cooperación con otros hombres, y lo realiza no para la gloria personal, sino para el provecho del ejército en conjunto. Así, en la guerra, es el hombre moderno el que es cooperativo, y el hombre primitivo es, por lo general, un individualista.
El individualismo primitivo no se limita a la guerra. Entre los Indios de la región subártica de Norteamérica, que eran cazadores-recolectores, había "una relación individualista con lo sobrenatural", "la autosuficiencia", y una "gran estima por la autonomía personal" [209]. A los niños aborígenes australianos "se les enseñaba a ser independientes" [210]. Entre los Indios de Bosque de los Estados Unidos de Este, "el gran énfasis se enfocaba sobre la independencia y la capacidad individual" [211], y los navajo "insistieron en la autoconfianza" [212]. Los Nuer de África alabaron las virtudes "de obstinación" e "independencia"; " su única prueba de carácter consiste en si uno puede valerse por sí mismo" [213].
Las pruebas de competencia entre los primitivos son amplias. Además de los Mbuti, al menos algunos otros cazadores-recolectores compitieron por compañeros o por comida. "Uno no puede permanecer mucho con los Siriono sin notar que pelearse y discutir son ubicuos" [214]. La mayoría de las peleas "surgían directamente sobre las cuestiones de alimento ", pero los celos sexuales también condujeron a peleas y peleas entre los Siriono [215]. Los aborígenes australianos lucharon por la posesión de mujeres [216]. Poncins relata el caso de un esquimal que mató a otro para quedarse a su esposa, y él declara que cualquier esquimal mataría para impedir que le quitaran a su esposa [217].
No obstante Turnbull remarca el hecho de que los niños Mbuti no tenían ningún juego competitivo, pero algunos adultos Mbuti sí jugaron tirar de la cuerda, el cual es claramente un juego competitivo [218]; y otros pueblos primitivos también tenían juegos competitivos. Massola menciona simulacros de guerra entre los aborígenes australianos, y un juego de pelota en el cual "al muchacho que cogía la pelota más veces, se le consideraba el ganador" [219]. El juego de lacrosse se originó entre los Indios Algonkin [220]. Los niños Navajos de ambos sexos echaban carreras a pie [221], y entre los indios de las llanuras casi todos los juegos de chicos eran competitivos [222]. El indio Cheyenne Wooden Leg describió algunos deportes competitivos a los cuales su gente se dedicaba: "Carreras a caballo, carreras a pie, combates de lucha libre, tiro al blanco con armas o flechas, lanzar las flechas a mano, la natación, saltos y competiciones similares" [223].
Los Cheyenne también competían en la guerra, en la caza, "y en todas las actividades dignas" [224].
Richard E. Leakey cita a Richard Lee de la siguiente manera: "Compartir profundamente pervierte el comportamiento y los valores de los recolectores Kung [Bosquimanos].
Compartir es fundamental en la forma de vida de las sociedades recolectoras". Leakey añade: "Este comportamiento no se limita a los Kung: es una característica de los cazadores-recolectores en general" [225].
Por supuesto, nosotros también compartimos. Pagamos impuestos. Nuestros impuestos son usados para ayudar a la gente pobre o discapacitada mediante programas de ayuda pública, y para mantener otras actividades públicas que, como se supone, promueven el bienestar general. Los patrones comparten con sus empleados al pagarles sus salarios.
Pero ¡ahá! contestará usted, compartimos sólo porque nos obligan a hacerlo. Si tratáramos de evadir el pago de impuestos iríamos a prisión; si un patrón ofreciera salarios insuficientes y pocas ventajas, nadie trabajaría para él, o quizás sería él el que tendría problemas con el sindicato o con las leyes de salario mínimo. La diferencia es que los cazadores-recolectores compartían voluntariamente, desde el cariño, la generosidad sincera... ¿Verdad?
Bueno, no exactamente. Tal como nuestra manera de compartir es regida según leyes fiscales, convenios, y similares, la forma de compartir de las sociedades cazadoras-recolectoras era gobernada normalmente por "procesos normativos rígidos" que "deben ser seguidos para mantener la paz" [226]. Muchos cazadores-recolectores eran tan reticentes respecto a compartir su alimento como lo somos nosotros respecto al pago de nuestros impuestos, y estaban tan preocupados por ello que se aseguraban de que no se les quitara ni un poco más de lo que las reglas establecían. Entre los bosquimanos de Richard Lee: "La distribución [de la carne] se hacía con mucho cuidado, según una serie de reglas. Las distribuciones de carne inapropiadas pueden ser la causa de una amarga discusión entre parientes cercanos " [227]. Entre los esquimales Tikerarmiut, aun cuando las reglas para la distribución de carne de ballena "fueran seguidas escrupulosamente, allí aún podría haber disputas a voces" [228]. Los Siriono tenían los tabús sobre los alimentos que podrían haber servido como reglas para la distribución de la carne, pero dichos tabús se desatendían muy a menudo [229]. Aunque los Siriono sí que compartían el alimento, lo hacían con una renuencia extrema [230]: "La gente constantemente se queja y se pelea por la distribución de la comida. Enia me dijo una noche: 'Cuando alguien se acerca a la casa, las mujeres ocultan la carne. Incluso se meten la carne en la vagina para ocultarlo'"' [231].
"Si, por ejemplo, una persona sí que comparte el alimento con un pariente, él tiene el derecho de esperar algo a cambio. La reciprocidad, sin embargo, es casi siempre forzada, y a veces es incluso hostil. De hecho, raras veces se comparte algo sin cierta cantidad de desconfianza mutua y malentendidos" [232]. Los Mbuti tenían reglas para compartir la carne [233], pero había, "tan a menudo como no, una buena cantidad de riñas debido a la división del juego" [234]. "Una vez que un animal es matado, se coge para ser repartido luego tras la vuelta al campamento. Esto no significa que el acto de compartir ocurra sin discusiones o acrimonia. Al contrario, las disputas que siguen cuando vuelven al campamento tras la caza son con frecuencia largas y ruidosas" [235]; "Cuando se vuelve al campamento después de cazar, a los hombres y a las mujeres de igual manera, pero en particular las mujeres, se les puede ver ocultando furtivamente un poco de su botín bajo las hojas de sus tejados o en botes casi vacíos" [236]; "Sería raro que una mujer Mbuti no ocultara una parte de lo cazado, por si se daba el caso de que la forzaran a compartir con otros" [237].
El hecho de que algunos cazadores-recolectores a menudo se peleaban por el reparto entra en conflicto con las reivindicaciones de los anarcoprimitivistas sobre "la abundancia primitiva". ¿Si el alimento fuera tan fácil de conseguir, entonces por qué pelearía la gente por ello? También debería señalarse que la regla general sobre compartir entre los cazadores-recolectores se aplicaba principalmente a la carne. Había relativamente poco que compartir respecto a los vegetales [238], aun cuando los productos vegetales a menudo constituían la mayor parte de su dieta.
Pero no quiero dar la impresión de que todos los pueblos primitivos o todos los cazadores-recolectores eran individualistas radicales que nunca cooperaban ni tampoco compartían excepto si era bajo coacción. Los Siriono, en lo que concierne a su egoísmo, su insensibilidad, y su no cooperación, eran un caso extremo. Entre la mayor parte de los pueblos primitivos sobre los que he leído parece que ha habido un equilibrio razonable entre la cooperación y la competición, compartir y el egoísmo, el individualismo y el espíritu comunitario.
Al establecer que los cazadores-recolectores no solían compartir vegetales, marisco, o similares fuera de casa, Coon también indica que dichos alimentos podrían de hecho compartirse con otras familias si estas últimas estuviera hambrientas [240]. A pesar de sus rasgos individualistas, los Cheyenne (y probablemente otros Indios de las llanuras) le daban un gran valor a la generosidad (p. ej., al compartir voluntariamente) [241], y lo mismo ocurría con los Nuer [242]. Los esquimales con los que Gontran de Poncins vivió eran tan generosos en lo que a compartir sus pertenencias respecta, que Poncins describió su comunidad como "cuasi-comunista" y declaró que "todos trabajaban en común sin ningún indicio de egoísmo" [243]. (Poncins notó, sin embargo, que un esquimal esperaba que cada regalo fuera recompensado tarde o temprano con otro regalo [244].) La importancia que le daban los Mbuti a cooperar en la caza y en otras actividades ha sido descrita por Turnbull [245], quien también declara que el fracaso a la hora de compartir en épocas de necesidad era "un crimen" [246], y que los Mbuti compartían en cierta medida incluso cuando no había ninguna necesidad [247].
En contraste con la insensibilidad mostrada por los Siriono, los ancianos o tullidos entre los Mbuti eran tratados con un cuidado y respeto que provenía principalmente del afecto y el sentido de la responsabilidad [248]. Los esquimales de Poncins abandonaban a los ancianos desvalidos para que murieran cuando se hacía demasiado difícil seguir cuidándolos, pero debían hacerlo de mala gana, porque durante el tiempo que los ancianos permanecían con ellos, "les seguían la pista, a menudo volvían a toda prisa con su trineo para ver si estaban lo bastante calientes, si estaban cómodos, si a lo mejor tenían hambre y querían algo de pescado" [249].
Y así podría seguir, citando ejemplos de egoísmo, competencia, y agresiones entre los cazadores-recolectores, y también podría continuar citando ejemplos de generosidad, cooperación, y amor entre ellos. He enfatizado principalmente los ejemplos que mostraban egoísmo, competencia, y agresión, sólo por la necesidad de desacreditar el mito anarcoprimitivista, que retrata la vida de los cazadores-recolectores como una especie de Jardín del Edén políticamente correcto.
En cualquier caso, cuando Colin Turnbull contrasta la "competencia" moderna, la "independencia", y la confianza en "uno mismo" con "los demostrados valores primitivos de interdependencia, cooperación, y la confianza en la comunidad", simplemente pone se pone en ridículo a sí mismo. Como ya hemos visto, estos últimos valores no son particularmente característicos de las sociedades primitivas. Y basta con pensar un momento para ver que la independencia en la sociedad moderna se ha hecho prácticamente imposible, mientras que la cooperación y la interdependencia han sido desarrolladas en un grado infinitamente mayor que lo que nunca podría darse en el caso de una sociedad primitiva.
Una nación moderna es un sistema vasto y sumamente organizado en el cual cada parte depende de otra. Las fábricas y las refinerías de petróleo no podían funcionar sin la electricidad que les proporcionan las centrales eléctricas, las plantas energéticas necesitan piezas de recambio producidas en las fábricas, las fábricas requieren materiales que no podían transportarse sin el combustible que proporcionan las refinerías de petróleo. Las fábricas, las refinerías, y las centrales eléctricas no podrían funcionar sin trabajadores. Los trabajadores necesitan el alimento que producen las granjas, las granjas requieren combustible y piezas de recambio para sus tractores y su maquinaria, por lo que no puede hacerse nada sin las refinerías y fábricas y etcétera, etcétera. E incluso llega el punto de que una nación moderna deja de ser autosuficiente. Cada vez más, los países dependen de la economía global. Ya que el individuo moderno no podría sobrevivir sin los bienes y servicios proporcionados por la máquina tecnoindustrial mundial, es absurdo hoy en día hablar de autosuficiencia.
Para mantener funcionando a la máquina en su totalidad, se necesita un enormemente elaborado y coreografiado sistema de cooperación. La gente tiene que llegar a su lugar de trabajo a la hora exacta que les es designada, y hacer su trabajo acorde a las detalladas reglas y procedimientos para asegurarse de que las tareas desempeñadas por cada uno vayan acorde con las que desempeñan los demás. Para que el tráfico fluya suavemente y sin incidentes o congestión alguna, la gente debe cooperar obedientemente respecto a las numerosas normas de circulación. Las jerarquías laborales deben respetarse, los impuestos deben ser pagados, las licencias obtenidas, las leyes obedecidas, etc., etc., etc. Nunca ha existido una sociedad primitiva que haya tenido un sistema de cooperación tan complejo y de tal alcance, o uno que haya regulado el comportamiento de los individuos de tan detallada manera. Bajo estas circunstancias, la afirmación de que la sociedad moderna se caracteriza por la "independencia" y la "autosuficiencia", en oposición con la "interdependencia" y la "cooperación" primitivas, resulta extraña.
Podría contestarse que la gente moderna coopera con el sistema sólo porque les fuerzan a ello, mientras que al menos la parte de cooperativa del hombre primitivo es más o menos voluntaria. Esto desde luego es cierto, y la razón es clara. Precisamente porque nuestro sistema de cooperación está tan sumamente desarrollado, exige tanto, y por ello resulta tan pesado al individuo que las pocas personas cumplirían con ello si no temieran la pérdida de sus empleos, tener que pagar una multa, o que ir a la cárcel. La cooperación del hombre primitivo puede ser en parte voluntaria por la mismísima razón de que se le requiere muchísima menos cooperación al hombre primitivo que al hombre moderno. Lo que le da a la sociedad moderna la apariencia superficial de que el individualismo, la independencia y la autosuficiencia, son los lazos en proceso de extinción que anteriormente unían a los individuos en las comunidades de pequeña escala. A día de hoy, la típica familia suele tener poca relación con sus vecinos de al lado o incluso con sus primos. La mayoría de la gente tiene amigos, pero los amigos de hoy en día tienden a usarse los unos a los otros sólo para entretenerse. Por lo general no cooperan en actividades económicas u otras actividades serias y prácticas, tampoco se ofrecen los unos a los otros mucha seguridad física o económica. Si usted se hace minusválido, no espere que sus amigos le apoyen. Va a depender del seguro médico o de la seguridad social.
Pero los lazos de cooperación y la ayuda mutua que una vez unió a los cazadores-recolectores a su banda, no es que se hayan esfumado en el aire simplemente. Han sido sustituidos por los lazos que nos atan al sistema tecnoindustrial como a un todo, y nos atan mucho más fuerte que lo que los cazadores-recolectores estaban atados a su banda. Es absurdo decir que una persona es independiente, autosuficiente, o un individualista, porque pertenece a una colectividad de cientos de millones de personas en vez de a una de treinta o cincuenta personas. Como respecto a la competitividad, estamos más firmemente atados a ella en nuestra sociedad que lo que lo estaban en las sociedades más primitivas. Como ya hemos visto, dos mujeres Mbuti podían competir a puñetazos por un hombre; podían competir por comida ya sea afanando un poco o discutiendo a gritos sobre el reparto de la carne. Los hombres aborígenes australianos lucharon por mujeres con armas mortales [250]. Pero tal directa y desenfrenada competición no puede ser tolerada en la sociedad moderna porque interrumpiría el complejo y finamente elaborado sistema de cooperación. Por lo que nuestra sociedad ha desarrollado salidas para el impulso competitivo que son inofensivas, o incluso útiles, respecto al sistema. Los hombres de hoy no compiten por mujeres, o viceversa, mediante peleas. Los hombres compiten por mujeres ganando el dinero y conduciendo coches prestigiosos; las mujeres compiten por hombres cultivando su encanto y su aspecto. Los ejecutivos de las empresas compiten esforzándose por conseguir ascensos. En este contexto, la competición entre los ejecutivos es un mecanismo que les anima a cooperar con la empresa, ya que la persona que gana el ascenso es el que más sirve a la empresa. Se puede argumentar de forma verosímil que los deportes competitivos en la sociedad moderna funcionan como una vía de escape para los impulsos agresivos y competitivos que tendrían consecuencias perjudiciales si fueran expresados de la manera en la que muchas de las gentes primitivas expresaban tales impulsos.
Claramente, el sistema necesita a gente cooperativa, obediente, y dispuesta a aceptar la dependencia. Como el historiador Von Laue explica: "Después de todo, la sociedad industrial requiere una docilidad increíble como base de sus libertades [sic]" [251]. Por esta razón, la comunidad, la cooperación, y el ayudar a los demás, se han convertido en valores tan profundamente inculcados, y fundamentales para la sociedad moderna.
¿Pero qué hay del valor que supuestamente se le da a la independencia, al individualismo, y a la competición? Mientras que las palabras "comunidad", "cooperación", y "ayudar" son en nuestra sociedad aceptadas sin lugar a dudas como algo "bueno", las palabras "individualismo" y "competencia" son tensas, palabras de doble filo que deben usarse con cuidado si uno desea evitar una posible reacción negativa. Por ilustrarlo con una anécdota, cuando yo estaba en el séptimo u octavo curso, nuestro profesor, que era solía ser algo áspero con los chavales, le pidió a una muchacha que nombrara el país en el que vivía. La muchacha no era muy lista y al parecer no sabía el nombre completo de Estados Unidos de América, por lo que contestó simplemente: "Los Estados". "¿Los Estados Unidos de qué?", preguntó el profesor. La muchacha se quedó en blanco allí sentada. El profesor quedó esperando una respuesta hasta que ella intentó adivinarlo: "¿Los Estados de Comunidad?".
¿Por qué "comunidad"? Porque, por supuesto, "comunidad" era una palabra buena, la clase de palabra con la que un niño ganaría puntos ante un profesor. ¿Habría contestado algún niño en una situación similar "los Estados Unidos de la Competitividad" o "los Estados Unidos del Individualismo"? ¡Probablemente no!
Se da por sentado de forma rutinaria que palabras como "comunidad", "cooperación", "ayuda", y "compartir" representan algo positivo, pero "individualismo" raras veces se usa en los principales medios de comunicación o en el sistema educativo en un sentido que fuera sin lugar a dudas positivo. La "competitividad" es usada más a menudo en un sentido positivo, pero normalmente, sólo se usa así en contextos específicos en los cuales la competitividad es útil (o al menos inofensiva) con respecto al sistema. Por ejemplo, la competencia es considerada deseable respecto a los negocios porque elimina a las empresas ineficaces, incita a otras empresas a volverse más eficientes, y promueve el progreso económico y tecnológico. Pero sólo la competencia cerrada -esto es competencia que cumple las reglas diseñadas para hacerla inofensivo o útil- es de la que comúnmente se habla como algo favorable. Y, cuando es tratada en sentido positivo, la competencia siempre está justificada en términos de valores de comunitarios. Así, la competencia empresarial se considera como buena porque promueve la eficacia y el progreso, lo cual supuestamente es bueno para la comunidad global.
La "independencia", también, es una palabra "buena" sólo cuando se usa de ciertas maneras. Por ejemplo, cuando uno habla de hacer a la gente minusválida "independiente" nunca piensa en hacerlos independientes del sistema. Sólo se quiere decir que se les proveerá con empleos beneficiosos, de modo que la comunidad no tendrá que cargar con el coste de mantenerles. Una vez que han encontrado un trabajo son tan dependiente del sistema como lo eran cuando vivían con bienestar, y tienen mucha menos libertad para decidir cómo gastar su tiempo.
Y entonces ¿por qué los antropólogos políticamente correctos y similares comparan los supuestos valores primitivos de "comunidad", "cooperación", "compartir", y la "interdependencia" con lo que ellos afirman que son los valores modernos de "competitividad", "individualismo" e "independencia"? Seguramente una parte importante de la respuesta es que la gente políticamente correcta ha absorbido demasiado bien los valores que les ha enseñado la propaganda del sistema, incluyendo los valores de "cooperación", "comunidad", "ayuda", etcétera, etcétera. Otro valor que han absorbido de la propaganda es el de la "tolerancia", que en contextos multiculturales tiende a traducirse como la aprobación condescendiente de las culturas no occidentales.
Un antropólogo moderno que esté bastante socializado se topa con un conflicto: Como se supone que es tolerante, encuentra difícil decir algo malo sobre las culturas primitivas. Pero las culturas primitivas nos proveen de abundantes ejemplos sobre comportamientos que son claramente malos desde el punto de vista de los valores occidentales modernos. Por lo que el antropólogo tiene que censurar gran parte del comportamiento "malo" que se haya en sus descripciones de las culturas primitivas para evitar mostrarles desde una óptica negativa. Además, debido a su excesiva socialización, el antropólogo políticamente correcto tiene la necesidad de rebelarse [252]. Está suficientemente bien socializado como para desechar los valores fundamentales de la sociedad moderna, así que expresa su hostilidad hacia dicha sociedad deformando hechos para hacer parecer que la sociedad moderna se desvía de sus propios valores establecidos de una forma muy superior a la que realmente lo hace. Así, el antropólogo acaba maximizando los aspectos competitivos e individualistas de la sociedad moderna mientras es evidente que entiende estos aspectos en las sociedades primitivas.
Hay más al respecto que sólo esto, desde luego, y no puedo pedir que se entienda totalmente la psicología de esta gente. Parece obvio, por ejemplo, que la representación políticamente correcta de los cazadores-recolectores es motivada en parte por un impulso de construir una imagen de un mundo puro e inocente que existe en el amanecer de los tiempos, análogo al Jardín de Edén, pero en lo que se basa este impulso a mí no me parece tan claro.
Un punto más, muy largo este, pero interesante como siempre.
Dije que iba a tener tiempo para traducir... y gracias a la ley de Murphy se jodió la cosa.
Así que esta vez no digo nada a ver si hay más suerte y puedo acabarlo pronto.
Espero que lo disfrutéis y/u os sea útil.
Como siempre, ya sabéis, si véis alguna errata, alguna frase mal traducida, o algo que pueda estar mejor (respetando la voluntad de Kaczynski respecto a hacer una traducción totalmente literal), sólo decidlo y lo rectifico.
Un saludo.