p-ll escribió:¿Y como el anarquismo?Muerte cerebral escribió:Luego, son un invento, como Dios.
Por supuesto. La pregunta es: ¿Para qué sirven los dioses? ¿Para qué sirve el anarquismo? ¿Para qué sirven las naciones?
p-ll escribió:¿Y como el anarquismo?Muerte cerebral escribió:Luego, son un invento, como Dios.
Los dioses no sirven para nada. Eel anarquismo, los anarquistas creemos que sí (por eso lo somos, evidentemente). Las naciones no sirven absolutamente para nada (al menos es lo que yo creo), solamente es algo natural, forma parte de nosotr@s. Ahora bien, el error y desvirtuación de esta característica (el sentimiento de pertinencia a un colectivo, cultura, etc...), lo que yo llamo nación o país, surge cuando se hace servir para alguna finalidad impositiva, aquella que discrimina a otros individuos por la mera razón de ser una nación y no otra, y valorarse por encima de otras. Para mi una nación es sinónimo de colectivo, de pueblo, cultura, y la cultura se debe defender, promocionar, pero nunca imponer.chief salamander escribió:p-ll escribió:¿Y como el anarquismo?Muerte cerebral escribió:Luego, son un invento, como Dios.
Por supuesto. La pregunta es: ¿Para qué sirven los dioses? ¿Para qué sirve el anarquismo? ¿Para qué sirven las naciones?
Yo no estoy de acuerdo con el término "nación", pero sí con que habría que aclarar de qué hablamos cuando hablamos de ellas. Y sí estoy muy de acuerdo con que el problema es la imposición de unos límites territoriales a una realidad subjetiva y cambiante.Todo depende de la concepción de nación, colectividad, cultura, etc. que se tenga.
Lo que no entiendo es cómo hay quienes defienden determinados cambios de poder, de unas manos a otras, la cultura de una nación, país, o como se le quiera llamar la crea y mantiene el pueblo, nunca el poder. A la clase dominante se la suda governar a valencianos que a catalanes que a baleares ((por poner un ajemplo). Pero ¿quiénes son los valencianos? ¿es un sentimiento unánime en el Pais Valencià? No, por ésta razón las naciones tienen en realidad "limitaciones" siempre cambiantes, dependiendo de los sentimientos y concepción identitaria de los habitantes de un territorio. Y nunca limitaciones fijas impuestas por el poder de turno.
Así que, creo que las naciones existen y sentirse parte de ellas es natural, pero su defensa como "territorio cerrado" es absolutamente artificial.
Las naciones, como las religiones, cuando se ven con suficiente fuerza, siempre te plantean la elección, casi el chantaje, de ser de una u otra para poder estar dentro del sistema (asimilándote, tolerándote o escupiéndote), aun pagando el precio de retorcer y amoldar tu concepto de ti mismo y el libre desarrollo de tu persona mientras te mastican. Por eso pienso que hay que ser inmisericordes a la hoa de separarlas del poder político. Tú misma lo señalas para el caso valenciano: como ocurre en todos los conflictos, ambos bandos creados te fuerzan a tomar partido. Mientras creamos en supercherías abstractas siempre habrá alguien que se erija como sacerdote y habrá quienes le sigan ciegamente. Eso vale también por el vanguardismo del proletariado.Aquitania escribió:En cualquier caso, si las naciones no son algo cerrado ni impuesto, difícilmente serán "la" base para la organización territorial.
Volvemos a lo que le planteaba a ridaura en otro hilo: pienso que esa subjetividad basada en la nación como plan a priori, así sea una nación deseada, alimenta esa otra subjetividad que es la nación, que a poco que se materialice es una forma de opresión porque es un colectivo irracional que "viene dado" y que te obliga a tomar partido. Mejor ser apátridas como quien es ateo, asociarnos desde abajo y que se forme lo que se tenga que formar: de lo que hay hasta donde llegue. Si a alguien le nace cantar jotas, dudo que nadie se lo vaya a impedir -salvo que lo haga muy mal- y lo mismo pasa con los roces lingüísticos: sin Estado y sin políticos que los tengan secuestrados, nada impediría avanzar a grandes pasos hacia el libre flujo lingüístico, como los propios sentimientos de pertenencia cultural. Por otra parte, de acuerdo con que las formas de asociación son siempre múltiples, es lo más natural aunque la fórmula nacional parezca más sencilla.Aquitania escribió:Sí, en eso que dices del "territorio deseado" estoy de acuerdo, pero a mi parecer eso está contenido en que el territorio que se desea "ahora" sea subjetivo y dependa de lo que quiera la gente que viva ahí
También podemos empezar a reivindicar las palabras centrales nucleares, porque si no es algo ni cerrado ni impuesto, dificilmente conseguirán matar a alguien. ¿Todavía no hemos tenido bastante nacionalismo y bastante de "liberación nacional"?Aquitania escribió:En cualquier caso, si las naciones no son algo cerrado ni impuesto, difícilmente serán "la" base para la organización territorial.

Bueno, precisamente en la respuesta de antes hablaba de los peligros de fortalecer el nacionalismo, y de cómo se debe despojar la idea de nación de todo poder político. Creo que ahí estamos de acuerdo. Además de que yo siempre he insistido en que rechazo la idea de nación. Sólo había intervenido antes para decir que me parece que la idea de p-ll no era exactamente fortalecer la nación como organización territorial cerrada, y que "nación", al ser un concepto abstracto, puede ser utilizado en muchos sentidos.Las naciones, como las religiones, cuando se ven con suficiente fuerza, siempre te plantean la elección, casi el chantaje, de ser de una u otra para poder estar dentro del sistema (asimilándote, tolerándote o escupiéndote), aun pagando el precio de retorcer y amoldar tu concepto de ti mismo y el libre desarrollo de tu persona mientras te mastican. Por eso pienso que hay que ser inmisericordes a la hoa de separarlas del poder político. Tú misma lo señalas para el caso valenciano: como ocurre en todos los conflictos, ambos bandos creados te fuerzan a tomar partido. Mientras creamos en supercherías abstractas siempre habrá alguien que se erija como sacerdote y habrá quienes le sigan ciegamente. Eso vale también por el vanguardismo del proletariado.
Me contestas a mí con lo de la nación como plan a priori? Cuándo he defendido eso? Tampòco he leído que lo haya hecho ridaura. No sé, es que eso lo rechazo de plano, claro.Volvemos a lo que le planteaba a ridaura en otro hilo: pienso que esa subjetividad basada en la nación como plan a priori, así sea una nación deseada, alimenta esa otra subjetividad que es la nación, que a poco que se materialice es una forma de opresión porque es un colectivo irracional que "viene dado" y que te obliga a tomar partido. Mejor ser apátridas como quien es ateo, asociarnos desde abajo y que se forme lo que se tenga que formar: de lo que hay hasta donde llegue. Si a alguien le nace cantar jotas, dudo que nadie se lo vaya a impedir -salvo que lo haga muy mal- y lo mismo pasa con los roces lingüísticos: sin Estado y sin políticos que los tengan secuestrados, nada impediría avanzar a grandes pasos hacia el libre flujo lingüístico, como los propios sentimientos de pertenencia cultural. Por otra parte, de acuerdo con que las formas de asociación son siempre múltiples, es lo más natural aunque la fórmula nacional parezca más sencilla.