Mensaje
por Stalker » 29 Jun 2008, 00:05
Cualquier identidad que se arroja sobre otra persona puede ser una imposición si se obliga a esa persona a comportarse conforme a dicha definición.
Por la misma regla de tres que el nacionalismo español es una generalización abusiva sobre un montón de gente de diversa, donde unos se imponen a los demás. ¿Crees que dentro de las definiciones nacionales independentistas todas las personas de ese territorio tiene la misma identidad y respiran a la vez? No es así, son otras generalizaciones abusivas, del mismo modo que el españolismo lo es. Reproducen el problema con gente que no solo quiere ser ella misma, sino que también poseen el afán impositivo de que los que están a su alrededor lo sean, a otro nivel.
Respecto al tema de género. Si el feminismo se plantea como una reivindicación del papel femenino, bien. Incluso si se plantea un trato de favor en lugares donde ha sido anteriormente postergado, bien. Ahora, si alguna femininista alocada se propone que esos espacios sean exclusivamente ocupados por mujeres y propusiese una purga para eliminar de su sociedad a los elementos masculinos, a la gente de definición borrosa y las féminas que no se adecuan a lo que ella entiende por femineidad, mal. Significa que seguirá habiendo una discriminación y marginación social.
Con respecto al tema de la orientaciòn sexual se podría decir lo mismo. Si se reivindica la homosexualidad como una posibilidad humana bien. Si incluso se le dan facilidades para paliar vejaciones de pasado, bien. Pero si ello se plantea como una operación de extirpación social de la heterosexualidad y de las practicas sexuales ambiguas, que no encajen claramente dentro de un paradigma homosexual, mal. Significa que seguirá habiendo una discriminación y marginación social.
En tanto que un paradigma obligatorio se sustituye por otro, y en lugar de la libre opción (donde caben muchas formas alternativas e intermedias de ser) se implanta un patrón nacional, mal.
Tu esquema es muy simplista. "O estás por la verdad--como yo--- o estás equivocado, o eres bueno---como yo--- o eres malo". Muy bien que tú quieras ser como tú, pero yo no tengo porque querer serlo, si quiero mi libertad.
El mundo no es tan blanco o negro, hay muchos otros colores además.
Lo interesante y original de la vida está en los matices de cada individuo concreto, en cada situación concreta, en los infinitos matices, solo si se los contemplas y los tienes en cuenta caben las personas en realidad, de lo contrario te quedarás en los estereotipos de la abstracción , nacional o no.
O estás con el Partido verdadero de los trabajadores, el estalinista,-- o eres un contrarrevolucionario--, como se llegó a decir tantas veces en el pasado. Vamos, comunista integral, ahora ya estaremos de acuerdo que ese reduccionismo era una trampa. ¿O no? Hay más posibilidades, muchas más posibilidades, afortunadamente que cualquier reduccionismo en ese plan.
La libertad no es estar a favor de una definición nacional o otra, en un principio. Es estar a favor de que cada persona pueda ser ella misma, sin tener que moverse en los límites prefijados por otros a su alrededor. O en todo caso, con el único límite del respeto de moverse en otros parámetros de los demás.
Y ya que te gustan las analogías yo propongo la del laicismo. Donde caben muchas las expresiones religiosas, también el ateísmo, pero ninguna es obligatoria ni oficial.