Comunista Consejista, solo era un apunte tras terminar de leer tus contestaciones a mí y a Telmo, ahora sigo con el debate, tranqui. De todos modos, las acusaciones están más que justificadas, y no hay más que leer tu última intervención en la que afirmas que no estás dispuesto a tolerar una comunidad mutualista, con el pretexto del fetichismo de la mercancía y no sé qué más.
Si admites que el mercado libre está fuera de control entonces admites su fetichismo. Si los individuos no controlan al mercado, es porque es el mercado quien controla a los individuos.
Como bien te ha dicho Telmo, que los individuos no controlen el mercado no implica que el mercado controle a los individuos. Para empezar, porque el mercado es solo una abstracción que hace referencia a la interacción LIBRE de esos mismos individuos, con lo que es una contradicción que se dominen a sí mismos.
Yo no niego que el mercado sea constituido a través de intercambios voluntarios, pero es que para empezar para mí que algo se haga voluntariamente no quiere decir que se haga libremente. Para mí la libertad no es hacer voluntariamente lo que la sociedad te obliga a hacer. Que el mercado sea sostenido voluntariamente no quiere decir que no sea opresivo.
Si la sociedad te obliga a interactuar en el mercado, tus acciones no son libres ni voluntarias. Ahora bien, nadie te obliga a hacerlo -al menos en el que nosotros proponemos-, luego los intercambios voluntarios que se darán en nuestra sociedad -y que parcialmente se dan ahora- serán libres. Todo lo voluntario es siempre libre, porque lo voluntario es aquello que se hace sin que medie coacción, y la libertad es la ausencia de coacción.
Empleas una definición de libertad falaz para imponernos tu voluntad.
De todos modos no acabas de decir por qué el mercado es opresivo o, mejor, por qué lo es más que la naturaleza o que el consejo obrero -¿va a resultar que allí no trabajais en base a ningún criterio prefijado?-.
Otra vez, asumiendo un punto de vista práctico, las relaciones mercantiles me obligan a producir para vender o intercambiar lo que yo produzco por lo que necesito. El valor de los bienes que yo necesito, establecido por el mercado, me obliga a adaptar mi actividad productiva para producir y vender todos los productos necesarios para cubrir mis necesidades y para seguir con mi proceso productivo.
Te vuelvo a repetir que es análogo a lo que sucede en la naturaleza, no hay de qué alarmarse. Comer, beber, respirar, abrigarse si no queremos pasar frío, todo eso son obligaciones según tu definicón y, por tanto, nada que refute nuestro sistema.
Que yo eso lo haga voluntariamente y con una falsa conciencia de que soy libre no quiere decir que no deje de ser una coerción que me es impuesta por la economía mercantil, de la que yo formo parte pero que no controlo.
1. Eso de la "falsa" conciencia ya suena totalitario, ¿quién eres tú para juzgar si la conciencia de los individuos al actuar es falsa o no? ¿solo son libres haciendo lo que dices tú?
2. ¿Puedes demostrar la coerción de la economía mercantil sobre ti?
3. Que no controles el mercado no implica que te controle a ti, como he dicho. Tú no lo controlas en su totalidad, pero sí emites señales que lo determinan, lo transforman y que por lo tanto sí son un control parcial sobre él. Pero según tu teoría sería opresivo todo sistema que no permite al individuo un control absoluto sobre él, como sería el de Stalin sobre la URSS o el de Hitler sobre Alemania, porque en el consejo comunista el individuo tendrá simplemente un voto de entre miles -o millones- de personas y, según nos presentas, parece que tampoco tendrá la posibilidad de escindirse, mientras en el mercado sí la tiene.
Efectivamente, el mercado es la suma de las voluntades individuales. El capitalismo es la suma de las voluntades individuales. La guerra es la suma de las voluntades individuales. De las voluntades individuales enajenadas. De lo que se trata es de constituir una sociedad que sea la suma de las voluntades individuales libres.
Voluntades individuales voluntarias o libres, cabe agregar.
Nuevamente aparece otro término totalitario, esta vez "voluntades individuales enajenadas". Solo los consejistas saben cuáles son las "voluntades individuales libres", y por ello tienen todo el derecho a imponernos tal visión recta de la existencia y las relaciones humanas.
Para tí no tendrá nada de malo, para mí sí porque sigue siendo trabajo enajenado. Que la plusvalía no se la lleve un capitalista y que los trabajadores tengan algo más de control sobre el proceso de producción no quita el hecho de que tienen que seguir produciendo para el mercado, seguir luchando con otras empresas para sobrevivir en la competencia mercantil a expensas de otras, y eso significa que si tienen que trabajar 14 horas al día para ser competitivos, estarán obligados a hacerlo o quebrarán.
Pues nada, es
trabajo enajenado y no se puede permitir porque
Comunista Consejista lo dice.
Respecto a lo del trabajo de 14 horas, sucederá todo lo contrario: al descender el precio de las mercancías a consecuencia del aumento de la competencia y la disminución en los costos de producción, los trabajadores podrán dedicar menos horas al trabajo o jubilarse antes.
Por favor, no empecemos con esas analogías con la naturaleza. Si para tí el libre mercado es la mejor opción, defiéndela como tal, no en el sentido de que es lo natural y lo demás es antinatural. Sino, esto se torna en un debate dogmático.
Es natural que haya una correspondencia entre consumo y producción, no importa el sistema. En la naturaleza esta correspondencia se da, y en el libre mercado también, en cambio en el comunismo no. Es antinatural, asigna mal los recursos, es ineficiente y crea miseria.
Si no como me muero, asi que comer sí es necesario y obligatorio. Que nadie te obligue a comer no quiere decir que comer no sea obligatorio para tu supervivencia. Una vez más, asumamos un punto de vista práctico. Los conceptos han de adaptarse a la vida práctica, no al revés.
Como ha dicho muy bien Telmo, comer no es obligatorio. Puedes voluntariamente dejar de comer, nadie te obliga a hacerlo. Ahí radica el concepto de voluntariedad.
Es evidente que toda acción -producir- tiene una reacción o recompensa -consumir-, y toda no acción -no producir- tiene una no recompensa - no consumir-. Es lógico, y así sucede en el mercado. Pero ya sé lo que pretendes: que produzcamos todos según nos apetezca, sin condicionantes de ningún tipo, y después consumamos tanto como nos apetezca -¡la toma del montón!-, así nos habremos liberado de la opresión del mercado y viviremos felizmente en la sociedad comunista...hasta que pasen unos meses, quizá años, y no quede nada que tomar del montón.
No es verdad que la riqueza actual sea producto del ahorro pasado. La riqueza actual es producto del desarrollo de las fuerzas productivas. O sea, no del acopio de bienes, de valor, sino del revolucionamiento de los medios de producción. La riqueza actual es producto de la agricultura, de la gran industria, de la aplicación de la informática y las telecomunicaciones, etc.
No refutas lo que dije. Dices: "la riqueza actual es producto de la agricultura, de la gran industria, de la aplicación de la informática, las telecomunicaciones, etc." y yo digo: la agricultura, la gran industria, la informática, las telecomunicaciones, etc. presentes son producto de un ahorro pasado, y la agricultura, la industria, la informática y las telecomunicaciones futuras serán producto de un ahorro presente.
Es un axioma: inversión = ahorro.
Precisamente.
En ese caso tu refutación del mercado afirmando que este obliga cae en saco roto.
Y aquí se demuestra, una vez más, la importancia de asumir un punto de vista práctico. ¿Has tenido o tienes algún microemprendimiento, un negocio particular? No es que la rama no sea rentable. La rama textil es rentable, y sin embargo las empresas con grandes maquinarias han hecho que varios artesanos textiles quiebren porque no pueden competir con sus precios. ¿Encima la culpa es del pequeño artesano?
El trabajo del artesano textil, entonces, no es rentable, porque tiene más costos de los que el mercado está dispuesto a pagar por su producto. Tendrá que dedicarse a otra rama que, dentro de sus posibilidades, sea rentable.
De todos modos, es interesante estudiar este tema para darse cuenta hasta qué punto las macrocorporaciones sobreviven gracias al Estado: si este no subvencionara su transporte y perdonara sus deudas, el pequeño propietario tendría muchísimas más probabilidades de sobreponerse.
Una pregunta: en tu tipo de sociedad, ¿el trabajo asalariado está prohibido?
En la anarquía lo único prohibido es coaccionar. Yo solo me ocupo de que todo el mundo tenga la posibilidad real de percibir el fruto completo de su trabajo, si después quiere renunciar a ello o tirarse por un puente no es cosa mía. Ya que citas La
Conquista del Pan de Kropotkin, en ese mismo dice que tampoco prohibiría el trabajo asalariado, concretamente contesta a una objeción sobre si un industrial se instalara en su comuna.
Pero en toda rama donde el capital está concentrado en un momento fue de miles de pequeños productores. Incluso si logras aumentar el número de competidores, el capital volverá a concentrarse por el efecto de la misma competencia.
No es cierto: la competencia tiende siempre a aumentar el número de competidores hasta que el precio alcanza los costos de producción. La teoría marxista de la competencia y el monopolio fue refutada hace mucho, te recomiendo que te pases por aquí, donde el forista
Winston Smith explica muy bien el asunto:
http://onhl.blogspot.com/2008/01/el-soc ... encia.html
1) El comunismo que tú tienes en la cabeza no funciona porque lo sigues pensando en términos de valor, y no de valor de uso. Sigues hablando de negocios, interés, ahorro, inversión... Las categorías se adaptan a la vida y no al revés. Esas categorías sólo tienen sentido en tanto siga existiendo en tanto los bienes producidos socialmente tengan el doble carácter de valores de uso y valores de cambio.
En Cuba, a pesar de eliminar todo eso que tú llamas
valor de cambio, el ahorro, la inversión y el cálculo económico racional siguen siendo necesarios, y su ausencia es la causa de la miseria de la Isla. Buena salida para evitar afrontar el problema del cálculo económico.
2) En cuanto a tu objeción a la planificación de la producción en base a las necesidades, sólo demuestra dos cosas. a) Que la única forma de planificación racional que se te ocurre es la estatal,
Bueno, en realidad lo que tú propones es un Estado disfrazado, pero no, no es la única forma de planificación que se me ocurre.
b) Que no tienes confianza en que la misma gente, sin la guía del Estado o del Mercado, conozca cuales son sus necesidades y tener el criterio correcto de satisfacer las prioritarias sobre las secundarias. Siendo así, la única anarquía posible la del mercado mismo, no la de los seres humanos relacionándose espontáneamente como individuos libres e iguales.
Claro que tengo confianza en la gente, en quien no tengo confianza es en la asamblea, por dos razones:
1. Porque somete mis necesidades, que son subjetivas, a lo que ella considera que son mis necesidades.
2. Porque planifica la economía, cuando el cálculo económico racional es imposible sin precios.
Definitivamente tenemos una percepción completamente distinta del mundo. Me parece inconcebible que digas eso en un mundo donde un puñado de corporaciones controlan la mayor parte de los recursos y la inmensa mayoría (las dos terceras partes de la población mundial) apenas tiene lo necesario para subsistir. Si esos son los beneficios que la propiedad privada y el mercado nos dan, no me quiero imaginar cuáles son los perjuicios.
1. Las corporaciones han sido creadas por el Estado, e incluso históricamente es así. Subvenciones, privilegios, concesiones son la base de las corporaciones.
http://www.mutualismo.org/?p=27
2. Los paises pobres son tal cosa precisamente porque no hay libre mercado ni respeto por la propiedad privada; los paises más ricos son, siempre, quienes poseen un mercado más libre y en los que la propiedad tiene más garantías. Para comprobar eso no tienes más que echar un vistazo al Índice de Libertad Económica que, previendo que vas a desecharlo por venir de una fuente "contrarrevolucionaria", se elabora a partir de datos medibles objetivamente:
http://en.wikipedia.org/wiki/Index_of_Economic_Freedom
Es que nadie opone aquí egoísmo a altruísmo. No se trata de una economía de regalo, se trata de que la humanidad, que ya ha logrado desarrollar la producción hasta el punto de satisfacer con facilidad las necesidades básicas de toda la población (y ahí el mismo capitalismo barrió el piso con Malthus, que decía que la población crece geométricamente y los recursos linealmente, cuando en un mundo donde se produce alimentos para el doble de la humanidad es obvio que la producción crece con más rapidez que la población), se organice racionalmente para prescindir de aquello que pudo haber sido necesario y progresivo en el pasado pero resulta enteramente perjudicial y reaccionario hoy: la propiedad privada, la competencia, el intercambio.
Demuestra de una vez alguna de las afirmaciones que vienes realizando en el debate. Dime por qué son perjudiciales la propiedad privada, la competencia y el intercambio (doy por hecho que ya no vas a citar los paises subdesarrollados).
Se derrocha inútilmente una gran cantidad de energías en mantener a un orden social que sólo beneficia a una minoría, que produce y se esfuerza por vendernos cosas que no necesitamos, y por si fuera poco no sólo arruina cada vez más a los pequeños productores independientes convirtiéndolos en proletarios, sino que cada vez menos proletarios tienen un empleo formal, y el "ejército industrial de reserva" se convierte en precariado y subproletariado permanente.
Eso es cierto, pero no tiene nada que ver con el mutualismo. De hecho, en un libre mercado genuino, a raíz de de la abolición de los privilegios de las corporaciones, estas caerían por su propio peso y la pequeña y mediana empresa, previsiblemente, resurgirían, y los trabajadores, gracias a la ausencia de trabas estatales a la riqueza, podrían acceder a los medios de producción y autogestionarlos.
No tengo más que recomendar los primeros dos capítulos de La conquista del pan, para profundizar en la crítica a la irracionalidad del capitalismo.
La Conquista del Pan es, precisamente, el peor libro de Kropotkin, es completamente emotivo y económicamente irracional. Es paradójico que lo pongas como ejemplo -de hecho ya se ocuparon después Malatesta, Gastón Leval y otros de darle un caroz más serio al anarcocomunismo-.
Corregido, entonces. Pero entonces se confirma que el valor de las mercancías es explicado en forma psicológica (la psicología del consumidor y la productor). Para cada uno, la mercancía tiene un valor distinto, y el precio resulta un consenso entre ambos (o una victoria del uno sobre el otro).
Sí, es psicológico. En cuanto al precio, no hay victoria de uno sobre otro sino que el precio nace de la intersección entre ambas valoraciones. Si los consumidores son muchos más, "vencerá" el productor, y si sucede lo contrario "vencerán" los consumidores.
Es que estás mezclando las cosas. La teoría marxiana del valor no hace caso omiso de la ganancia comercial que el empresario capitalista quiere obtener cuando vende las mercancías al tendero. Obviamente que el tendero, que no produce nada sino que es meramente un comerciante, también querrá obtener una ganancia comercial cuando venda la mercancía al productor final.
No sé qué tiene eso que ver con lo que estábamos debatiendo. En cualquier caso, producción es todo desde que se extrae la materia prima hasta que llega a las manos del consumidor último; el tendero es un productor.
Pero lo que hay que tener en cuenta es el costo de producción de las cosas. Es en la esfera de la producción donde está la respuesta. Si nos quedamos en la esfera de la circulación (que básicamente es lo que ha hecho la economía burguesa, abjurando de sus clásicos y no por casualidad) nos quedamos en el reduccionismo psicológico de la subjetividad del vendedor y el comprador.
Por qué.
Ya te lo dije, el resultado de ello es que los objetos que sirven de mediación en las relaciones entre personas cobran autonomía, y las personas la pierden. Ahora, si me vuelves a responder con qué tiene eso de malo, no veo que tenga sentido seguir discutiendo. Yo pienso que discuto con alguien con intenciones libertarias, que desea una existencia lo más libre posible de los seres humanos (no me interesa discutir con alguien que sólo quiere la libertad de empresa).
Pero es que eso es falso, las mercancías no cobran autonomía y las personas no la pierden. Y no tienes modo de probar eso, no es más que una afirmación gratuita para justificar lo injustificable.
Por cierto, ser libertario no implica creerse toda la parafernalia marxista y demás, de hecho, es muy sano tirarla por la borda cuando viene con segundas intenciones. Proudhon era un fetichista.
Vamos... Esa respuesta es infantil, pareces un progre diciendo "si no te gusta vete a vivir a Cuba". Además, infieres que todos menos yo y otros "molestos" estarán de acuerdo con la propuesta que defiendes. Relájate que el capitalismo tiene para rato. Si no aprovechamos ahora para discutir nuestras propuestas (que por ahora son sólo ideas), ¿cuando?
La diferencia entre el progre y los mutualistas es clara. Nosotros no te decimos que te vayas de tu casa a otra parte, ni dejes de ejercer tu trabajo ni dejes de ver a tus amigos. Tan solo que te juntes con las personas de la región que creen en lo mismo que tú, cada uno desde su sitio si quereis, que creeis un sistema jurídico propio en el que todas vuestras propiedades sean comunes y estén sujetas a la gestión de la asamblea y organizeis de ese modo la producción. Nadie os increpará ni os hará daño. Nosotros os pediremos lo mismo y, si no lo haceis, nos defenderemos.
Y ya dije antes que no importa si se hace voluntariamente o no, sino si se hace libremente o no. Hacer las cosas voluntariamente no quiere decir que se las haga libremente.
Lo voluntario es siempre libre, y lo libre es siempre voluntario. Son sinónimos.