¿Un Estado por ser más pequeño es menos tiránico, más cercano a "la anarquía"?
¿Entonces sería menos tiránica la Albania de Enver Hoxa que la Suecia de Olof Palme?
Si entendemos Estado como la expresión normativa que justifica y apuntala en el poder a la clase dominante, el problema no es el Estado sea más grande o más pequeño. Es un problema de actitudes dominantes, de una clase social que se declara propietaria y que se impone a otra que no lo es, no de la longitud del territorio "nacional".
En cualquier pueblo pequeño donde hay una masa crítica con actitud dominante, que no sólo quiere vivir a su manera sino que los demás también vivan como a ellxs les parece bien, hay más control social, más represión implícita y más falta de libertad que en una gran ciudad, donde lo que hace o deja de hacer tal o cual persona en concreto tiene más, más espacio,más márgenes para esquivar a "la clase dominante".
Creo que se confunden cosas importantes.
Si existe una cárcel, contra más pequeña sea, contra más estrechos sean sus límites, más opresiva resulta para el individuo que sueña con una posible vida más allá de esos límites impuestos.
Alguien sometido al acoso escolar en su centro de estudios por sus compañeros, o un novato puteado en la mili por los veteranos, o un menor maltratado por sus familiares no sienten la cercanía y lo reducido de su entorno como positivos, al contrario.
Lo que sí me parece cierto es que el poder contra más descentralizado se hace más cercano y participativo.
Pero puestos en ese plan, por ejemplo una ciudad vale más que su comarca, y cualquier barrio de ésta vale más que su ciudad, y si ésta intenta imponérse se convierte en un ente opresor.
Si procedemos a una descentralización radical del poder no llegamos a "la nación tal" y ahí nos paramos, seguimos.
La descentralización radical del poder se basa en la libertad y autonomía antes que nada de las persona concretas, unx a unx. Y se rebela contra cualquier ente suprahumano que sirva de justificación para que otrxs humanxs dicten a esas personas concretas cómo tienen o no tienen que comportarse o "ser"---es decir, rechazar cualquier tipo de alienación.
Lo que me parece lícito es que todx individux decida por sí, lo que es el principio de la opresión es que otrx invocando un Ser Superior ( que puede ser el dios tal, pero también la nación tal) vaya a decidir por los demás, a imponerles sus criterios ---nacionales, religiosos o políticos o lo que sean.
Si no asumimos que en la vida haya la posibilidad de desbordar cualquier preconcepción cultural o racial o ideológica, si queremos uniformizar a otrxs, si no asumimos la pluralidad y exigimos el exclusivismo de cualquier tipo, nos cargamos la libertad por mucho que lo adornemos después.
Igual que con la religión, donde más allá de las creencias individuales apostar por el laicismo es apostar por la libertad. Yo pienso que debería haber la libertad, la posibilidad, para ser muy nacional de lo que unx se crea idénticx, pero al mismo tiempo debería haber la posibilidad, la libertad, de no serlo. Sin ser represaliado, marginado o reprimido nadie por ello.
Ampliar el campo de lo posible para todxs, para todxs a la vez, es el camino. No restringirlo.