Buenas
En los textos a los que remitís de la CNT se habla repetidamente de "la opresión de los pueblos" o la "libre federación de los pueblos". Pero ¿de qué pueblos? Evidentemente, y creo entender bien, se refiere a diferentes comunidades (identificadas por sus costumbres, lengua, etc.) que no voy a entrar a valorar. Y digo que no entro a valorar, porque cada uno se sentirá de donde le dé la gana (castellano, vasco, andaluz...) y se federará para autogestionarse con quien le dé la gana.
Yo me considero anarquista y, por mi procedencia y la de mi familia, también me siento castellano. Ojo, no milito en ninguna organización ni ningún grupo anarcoindependentista, ni nacionalista, ni electoralista, ni ná de ná. Más allá de definirme ni etiquetarme como nada de eso, quiero haceros ver una situación práctica, producto de horas y horas de cavilaciones.
Creo que cuando se organizan actividades como comedores populares (populares del pueblo, claro) o movidas culturales, algunas veces se le podría dar algún carácter castellano, simplemente para dar a conocer costumbres (mismamente comidas) que mucha gente sencillamente desconoce. Pero claro, le planteas eso a un compañero y puede desde reirse de ti hasta ponerte verde. Mi reflexión es que, actualmente, la mayor parte del movimiento anarquista se ha desarrollado en las grandes ciudades, donde la identidad cultural ha sido sustituida por cienmil productos de consumo. No es inusual oir a compañeros madrileños decir que no se sienten españoles, tampoco se sienten castellanos, tampoco madrileños, ahora lo que uno siente es EL BARRIO

Con esto no quiero decir que haya que sentirse de algún lado, pero quiero que se vea lo absurdo que llega a ser el tema: mi barrio es más guay que el tuyo.
Y claro, es difícil hacer ver a un urbanita que a mí, también habitante de la gran urbe, me tira la cultura tradicional y no escucho punk, porque prefiero el folk y también me gustaría que se oyera en los centros sociales. Por supuesto, esto no implica ser excluyente con lo que le guste al resto de gente ni tampoco implica querer crear un Estado castellano burgués marginador del resto de culturas del planeta; sólo expresar unas manifestaciones culturales de aquí.
Por otra parte, también hay gente que dice que darle un carácter popular castellano a las luchas y actividades culturales puede servir como nexo para las distintas corrientes de izquierda (intentando superar la eterna segregación entre bakuninistas, trotskistas, marxistas, etc), como se viene haciendo desde hace mucho tiempo en Euskalherria (precisamente donde los movimientos sociales tienen un activismo y una fuerza excepcional). También es cierto que en EH tiene mucho de independentista esa componente cultural, cosa que puede gustar a unos más que a otros.
Creo que he escrito demasiado y no he llegado a ninguna conclusión, y encima me he tirado 2 horas delante del ordenata. Me gustaría saber que opina el respetable.
sAlud