Jorge. escribió:Buenos días.
De lo que he dicho hasta ahora: Si lo que uno produce es propiedad de uno, los hijos son una propiedad y el conocimiento es una propiedad, y, por lo tanto deben ser respetados y defendidos. Cualquier merma de este derecho a la propiedad intelectual y de los hijos, será un atentado al libre mercado. Está muy claro, desde el momento en que se pone por delante del derecho al bienestar el derecho a la propiedad. ¿Que por qué? Para quien tiene mil millones, es más importante su propiedad que halla mil millones sin agua potable. Si el derecho al bienestar fuera por delante de la propiedad, el agua sería prioritaria, y no al revés. Ahora bien, el amante de la propiedad no tiene ningun problema en realizar apropiaciones gratuitas a diario. La acumulación de conocimiento proveniente de miles de años de vida humana, se colectiviza, se comuniza, se hace apropiable sin idemnización social, con el sofisma de que quien inventó la cuerda, la regla y la escuadra donó gratuitamente su invento.
¿Y tenéis la poca verguenza de decirme que estoy de broma o que soy malicioso?
Llamáis "Libre Mercado" a un sistema de transacciones que aparentemente funciona sin reglas. Pero las reglas siempre existen, son implícitas al campo donde juegan los contendientes. En la interacción, se forman. Y tan solo los que dominan esas reglas medran en el campo. Daros cuenta: el criterio para poder cobrar por algo, es que sea fácil cbrar. El creador de una canción, una vez que hace pública su melodía, según habéis dicho, no tiene derecho de propiedad, ya que los vendedores de CDs, de grabadoras y de ordenadores han creado una tecnología que hace absurdo comprar un disco. Y, por lo tanto, para vosotros no es malo no respetar la propiedad, y tomar las cosas gratis, siempre que puedas hacerlo.
Así que yo lo que veo es que pedís respeto para vuestra propiedad privada (si es que la tenéis). No para la propiedad ajena. Espero que al menos seáis propietarios de algo en condiciones, porque si no es que os habrán abducido.
Resumen. La propiedad proviene en su origen de una apropiación. Esa apropiación es ilegítima, en el sentido de que nada hay en la naturaleza (en base a la justicia, la equidad) que otorgue derechos a alguien sobre algo. La base de la propiedad es la fuerza. La propiedad constriñe, no da libertad. Dado que en la vida unos tienen más y otros menos, cualquier sistema ético, jurídico o filosófico que defienda la propiedad (del tipo que sea), defenderá la desigualdad y que exista riqueza y pobreza. La propiedad no es útil, tan sólo puede dar utilidad al que la tiene, no al que carece de ella.
Si no te importa y ya que has resumido tu postura en estos párrafos, obviaré el resto de contestaciones para no repetirme.
Todas las cosas
tangibles y apropiables que nacen del trabajo son propiedad legítima de quien las produjo, excepto si este las cede, vende o alquila voluntariamente -lo cual no podría hacer sin considerar el fruto de su trabajo como suyo, su propiedad, previamente-.
Obviamente, esta definición de propiedad excluye la apropiación de individuos, puesto que en tanto que potencialmente libres, pertenecen a su futura libertad y no a sus padres. Estos aceptaron implícitamente, al mantener relaciones sexuales, la obligación de mantener a su hijo, aun cuando su objetivo fuera la venta del menor, tan solo lo tienen en usufructo lo que, por definición, implica no alterar la naturaleza del individuo en usufructo. [En tanto que el niño es potencialmente libre, pertenece en usufructo a los padres hasta que dicha potencia sea efectiva].
Marco te ha dado también una buena razón contra la propiedad intelectual: además de ser intangible y, por tanto, inapropiable, esta pretende cobrar cada vez que se utiliza un invento con
diseño patentado, es decir, la propiedad intelectual fija un monopolio sobre una idea que, aun cuando se le ha ocurrido primero a una persona concreta, se le puede ocurrir a cualquier otra sin necesidad de plagio.
Una idea se le puede ocurrir a cualquiera, no es propiedad de ninguna persona en particular en tanto que dicha persona no es la única que puede crearla, ahora bien, el único que ha podido crear el martillo concreto que tengo delante soy yo, luego soy su propietario.
Esto es así y no de otra forma por la sencilla razón de que la soberanía individual es el pilar central de la propiedad; esta no existe más que para reforzar la primera, pues la soberanía individual implica poseer los frutos del trabajo propio, entendiendo que lo contrario supondría el robo, y, el robo, a su vez, supondría que el individuo no trabaja para sí sino para el ladrón, esto es, se convertiría en su esclavo. Partiendo de la soberanía individual siempre se llegará al reconocimiento de la propiedad, ahora bien, ¿partimos del mismo punto?
La propiedad no es culpable de las grandes desigualdades o la miseria, el verdadero culpable de todo eso es el Estado y las leyes que aseguran el aumento de propiedad de unos a costa de los demás.
Salud.