¿Que les dé una oportunidad? Je.

Ya ves tú, ¡pero si yo soy insignificante!, no soy yo o mi crítica el problema.
Claro, no seré yo quien me oponga a la secesión de los países catalanes, vascos, gallegos o asturianos por el procedimiento que sea. Para nada. Adelante. Yo estoy criticando una serie de cuestiones muy concretas del nacionalismo, cuestiones que están en la base de su programa de creencias. Y lo hago principalmente porque detesto el nacionalismo español, y de rebote a los otros secundariamente. Pero si mañana hay un referéndum que decida unión o separación nacional: no hay problema. Si me llaman a votar, yo me abstengo.
Viví en Francia unos seis meses. Tal vez sea muy poco tiempo. Pero tal como me veo, no me hubiera integrado. Vivía en casa de ma tante, una tía mía que era llamada en el barrio madán Cheló. Ella llevaba allí treinta años, en el exilio económico del franquismo, y jamás se integró. Se dedicaba a fer chambres, a trabajar en hoteles limpiando habitaciones. Se levantaba a las cinco y hala, a fregar. No sabía francés. En realidad tampoco hablaba castellano. Era una mezcla increíble de ambos idiomas que no escuché a nadie más. ¿En qué diablos de cultura francesa tenía que integrarse una señora soltera, trabajadora sin cualificar? Ella tenía sus chians, su telé, su cuarto (20 metros cuadrados más o menos), sus amis... Y no le hacía falta nada más.
Yo salí de eso que llaman la Patria Chica hace la pila de años. No me identifico con ninguna nación. Vuelvo a decir: yo no me sentía integrado en "mi tierra". Me sentía ajeno a los sentimientos de unión que patrocinaban los eventos deportivos, religiosos o el Estado... ¿Qué soy yo? ¿Me marca hablar español? En mi opinión, no. El idioma no transmite valores, creencias ni ideas de por sí. La misma idea puede expresarse en cualquier idioma. Si llego a Cataluña, ¿en qué me tengo que integrar? Porque me ponga a hablar catalán, que si me tiro allí dos meses lo hablo, no quiere decir que esté integrado. ¿Integrado en qué? ¿En qué diablos hay que integrarse?
Estoy haciendo ahora campaña contra las enfermedades de trasmisión sexual por cuenta de la Junta, y eso incluye visitar los prostíbulos. De las ciento y pico de chicas que asistí la semana pasada, sólo tres se definieron como españolas, y una de ellas era ceutí musulmana.
¿En qué se tienen que integrar esas mujeres, cuando son lo que son (prostitutas inmigrantes) precisamente porque existe la cultura a la que llegan, que establece claramente la diferencia entre quien es de dentro y quien es de fuera, entre quien paga y entre quien recibe un servicio?