¿Quién fue Auguste Vaillant?El Anarquista que no quiso matar
-
Jean-Jacques Liabeuf
- Mensajes: 3
- Registrado: 14 May 2007, 13:59
Jean-Jacques Liabeuf
El 11 de Enero de 1886 nacía en St-Etienne (Francia), Jean-Jacques Liabeuf.
La estela de Liabeuf no ha trascendido tanto como la de otros "activistas” anarquistas, sin embargo en su época está estela fue excepcionalmente brillante, digamos cegadora.
Joven y habilidoso zapatero, pierde su trabajo por su militancia anarquista... se reproduce el itinerario que ya conocemos, hambre, desesperación, y finalmente expropiar para comer.
Pasas varias temporadas en la cárcel... sus expropiaciones son tan nimias que la sociedad solo puede catalogarlas como “hurtos”, ha su salida se le hace imposible encontrar trabajo, nadie quiere contratar a un “ladrón”, evidentemente mientras el “ladrón” siga siendo pobre.
Marcha a París en busca de más suerte, allí aparentemente mantiene una relación sentimental con una prostituta, a la que conmina a que abandone el "paradigma" de la esclavitud sexual... una noche una pareja de policías lo encuentran conversando con ella en un callejón, sin más lo inmovilizan, lo golpean, lo detienen y lo llevan a los calabozos bajo la acusación sorprendente de “proxenetismo”... la detención sucedería en Julio de 1909, la condena llegaría el 14 de Agosto, y se saldaría con tres meses de prisión.
Liabeuf no podía creérselo, ¿Cómo podían acusarle de lo que más odiaba?... pero en la cárcel pudo ir atando cabos, según descubriría (él, y en un futuro toda la opinión publica), ambos policías se dedicaban a “extorsionar” a las prostitutas de la zona, en pocas palabras ellos erán los verdaderos “proxenetas” (ser “chulo” se había convertido en el sobresueldo que habitualmente llevaban los policías a sus casas, hoy es fácilmente extrapolable a esa misma “actividad" o al comercio de drogas y armas).
Unas vez se enteraran de que Liabeuf se dedicaba a convencer a las chicas de la zona de que abandonaran la prostitución, no pudieron consentir ver a su “negocio” peligrar... de ahí la acusación falsa (aunque recientemente se han mencionado "turbios asuntos" sobre agresiones sexuales en los que ambos policías estaban implicados, y en los que Liabeuf, por supuesto, se negó a colaborar).
Este asunto hirió gravemente “el orgullo y la dignidad” de Liabeuf, sintiéndose humillado por la calumnia que manchaba sus convicciones se consagro a preparar su venganza.
Nada más salir se dedicó a trabajar noche y día, no tenía dinero, y un único objetivo lo atormentaba... comprar un revolver. Así describe todo el asunto el periódico "La Guerre Sociale" por mano de Herve:
“Un buen día los burros de buenas costumbres (cuerpo especial de policía que se dedicaba a cuidar esos menesteres `morales´, de igual forma había otra brigada dedicada solo a los anarquistas) lo detuvieron y condenaron a tres meses de privación de libertad y cinco de suspensión de residencia. Este `apache´ era todo lo que quieras pero no un chulo ¿Se habían equivocado los de buenas costumbres? puede ser. ¿Acaso mintieron, levantaron un falso testimonio para vengarse de la mujer con la que encontraron a nuestro hombre? Es probable, la mayor parte de los burros de "buenas costumbres" se anotan está honorable profesión de chulos, y no retroceden a la hora de levantar un falso testimonio para desembarazarse de un rival.
El apache cumplió la condena.
Salió a mediados de Diciembre.
Una vez en libertad padeció una obsesión: la venganza... encarnizadamente, economizando moneda a moneda de su salario: esa fue su Noche Buena.
Cuando reunió cien francos, se fue a comprar un buen revolver, se fabrico una extraña coraza de cuero erizado de unas puntas de hierro, afiló dos de sus cuchillas de zapatero y armado de pies a cabeza, envuelto en una capa, fue en busca de los dos policías que lo habían hecho condenar...”
Liabeuf se dirigió a un lóbrego hotel de la calle Aubry-le-Boucher, allí en un estrecho y siniestro corredor espero a los policías, el espectáculo que dejó a su paso fue dantesco... uno recibió ocho puñaladas, casi todas necesariamente mortales, el otro fue degollado... pero los policías no estaban solos, emergieron a decenas de las habitaciones, pasillos y escaleras, antes de ser detenido vació el tambor sobre otro, coció a uno acuchilladas, descerrajó tiros a cuantos pudo... y entre tajos y balazos pulverizo a siete e hirió a la gran mayoría... sin embargo uno quedo rezagado, se deslizó tras su espalda y ya acabada la orgía de violencia, clavó su sable en el torso de Liabeuf, atravesando y clavando literalmente en la pared (Bernard Thomas dice gráficamente “como una mariposa”) a Liabeuf... allí se quedó hasta que llegaron los reesfuerzos, insultando al gendarme y lamentándose por no haber oído sus pasos chapoteando en la sangre (algunas versiones, dignas de consideración, afirman que solo mato a uno de los policías, y que el degollado y los otros sobrevivieron, quedando como balance final un muerto y seis heridos).
Sorprendentemente Liabeuf no murió... todavía le quedaban fuerzas para gritar en el en hospital: “¡Rebaño de bestias! ¡Muéranse! Lo único que lamento es no haber dejado más huérfanos".
Parecería a primera vista que el caso de Liabeuf iba a crear más antipatías que adhesiones, especialmente por la brutalidad de sus actos... sin embargo no fue así. Independientemente de las campañas de los anarquistas, y de Herve y su articulo (antes citado, y por el que se ganó una condena) "¿Debemos matarlo?”, en el que se anticipaba a su probable condena a muerte, la "masa", siempre tan generosa con los "propagandistas por el hecho", se lanzó a reclamar “que no guillotinaran al `Ángel Vengador´, que salvaran la vida de Liabeuf”.
Las simpatías se fueron contagiando, los diputados Rochefort, Sembant, Edouard Vaillant y Jaures, declararon en el juicio a su favor. Liabeuf por su parte repetía: “La pena de muerte no me asusta, pero no soy un chulo”. Grandes multitudes se agolpan ante los juzgados y la prisión, todo el mundo quiere salvar la vida de Liabeuf, no les importa la sangre que derramo (el cuerpo de "buenas costumbres" era especialmente odiado, sus abusos eran “vox pupoli”, se había pasado del habitual mangoneo y humillaciones, a las agresiones más indescriptibles, entre las que se incluían niños, y especialmente niñas, de muy pocos años).
Sin embargo, todo es inútil, Liabeuf es condenado el 7 de Mayo de 1910, a que su cabeza sea cercenada por la guillotina. La sociedad se convulsiona, algunos periodistas (incluso de periódicos burgueses) que tienen permiso para asistir a la ejecución, aceptan ceder sus credenciales a un grupo de anarquistas que disfrazados como reporteros se proponen liberar a Liabeuf cuando sea conducido al cadalso. Desgraciadamente el complot es descubierto y desmantelado.
Herve dice: "Si lo matan habrá más sangre alrededor de la guillotina que debajo de ella”... y tiene razón... una gran muchedumbre, venida de todos los arrabales y suburbios de Paris, arrojada de todas la fabricas, armadas de piedras y palos se lanzan contra los muros de la prisión, en frente porras y fusiles... el resultado 250 manifestantes heridos y un policía muerto... sin embargo algo para la titánica batalla, dentro de los muros de la prisión se oyó la voz de Liabeuf, seguía diciendo insistentemente: "Yo no soy un mantenido", al final el escalofriante sonido de la cuchilla de la guillotina al caer... los golpes, desmayos, porrazos y disparos fueron sustituidos por un único grito: “¡Asesinos!”.
Era la madrugada del 1 al 2 de Julio de 1910.
Casi a modo de epitafio quedaron estas palabras de Herve: “Me parece que en este siglo nuestro de flojos e indolentes, ha dado una hermosa lección de valentía a la multitud de gente honrada. ¡Ay la gente honrada! ¡Pásenle a este apache la mitad de la virtud de la que hacen gala y pídanle a cambio un cuarto de su energía y de su coraje!”.
El 11 de Enero de 1886 nacía en St-Etienne (Francia), Jean-Jacques Liabeuf.
La estela de Liabeuf no ha trascendido tanto como la de otros "activistas” anarquistas, sin embargo en su época está estela fue excepcionalmente brillante, digamos cegadora.
Joven y habilidoso zapatero, pierde su trabajo por su militancia anarquista... se reproduce el itinerario que ya conocemos, hambre, desesperación, y finalmente expropiar para comer.
Pasas varias temporadas en la cárcel... sus expropiaciones son tan nimias que la sociedad solo puede catalogarlas como “hurtos”, ha su salida se le hace imposible encontrar trabajo, nadie quiere contratar a un “ladrón”, evidentemente mientras el “ladrón” siga siendo pobre.
Marcha a París en busca de más suerte, allí aparentemente mantiene una relación sentimental con una prostituta, a la que conmina a que abandone el "paradigma" de la esclavitud sexual... una noche una pareja de policías lo encuentran conversando con ella en un callejón, sin más lo inmovilizan, lo golpean, lo detienen y lo llevan a los calabozos bajo la acusación sorprendente de “proxenetismo”... la detención sucedería en Julio de 1909, la condena llegaría el 14 de Agosto, y se saldaría con tres meses de prisión.
Liabeuf no podía creérselo, ¿Cómo podían acusarle de lo que más odiaba?... pero en la cárcel pudo ir atando cabos, según descubriría (él, y en un futuro toda la opinión publica), ambos policías se dedicaban a “extorsionar” a las prostitutas de la zona, en pocas palabras ellos erán los verdaderos “proxenetas” (ser “chulo” se había convertido en el sobresueldo que habitualmente llevaban los policías a sus casas, hoy es fácilmente extrapolable a esa misma “actividad" o al comercio de drogas y armas).
Unas vez se enteraran de que Liabeuf se dedicaba a convencer a las chicas de la zona de que abandonaran la prostitución, no pudieron consentir ver a su “negocio” peligrar... de ahí la acusación falsa (aunque recientemente se han mencionado "turbios asuntos" sobre agresiones sexuales en los que ambos policías estaban implicados, y en los que Liabeuf, por supuesto, se negó a colaborar).
Este asunto hirió gravemente “el orgullo y la dignidad” de Liabeuf, sintiéndose humillado por la calumnia que manchaba sus convicciones se consagro a preparar su venganza.
Nada más salir se dedicó a trabajar noche y día, no tenía dinero, y un único objetivo lo atormentaba... comprar un revolver. Así describe todo el asunto el periódico "La Guerre Sociale" por mano de Herve:
“Un buen día los burros de buenas costumbres (cuerpo especial de policía que se dedicaba a cuidar esos menesteres `morales´, de igual forma había otra brigada dedicada solo a los anarquistas) lo detuvieron y condenaron a tres meses de privación de libertad y cinco de suspensión de residencia. Este `apache´ era todo lo que quieras pero no un chulo ¿Se habían equivocado los de buenas costumbres? puede ser. ¿Acaso mintieron, levantaron un falso testimonio para vengarse de la mujer con la que encontraron a nuestro hombre? Es probable, la mayor parte de los burros de "buenas costumbres" se anotan está honorable profesión de chulos, y no retroceden a la hora de levantar un falso testimonio para desembarazarse de un rival.
El apache cumplió la condena.
Salió a mediados de Diciembre.
Una vez en libertad padeció una obsesión: la venganza... encarnizadamente, economizando moneda a moneda de su salario: esa fue su Noche Buena.
Cuando reunió cien francos, se fue a comprar un buen revolver, se fabrico una extraña coraza de cuero erizado de unas puntas de hierro, afiló dos de sus cuchillas de zapatero y armado de pies a cabeza, envuelto en una capa, fue en busca de los dos policías que lo habían hecho condenar...”
Liabeuf se dirigió a un lóbrego hotel de la calle Aubry-le-Boucher, allí en un estrecho y siniestro corredor espero a los policías, el espectáculo que dejó a su paso fue dantesco... uno recibió ocho puñaladas, casi todas necesariamente mortales, el otro fue degollado... pero los policías no estaban solos, emergieron a decenas de las habitaciones, pasillos y escaleras, antes de ser detenido vació el tambor sobre otro, coció a uno acuchilladas, descerrajó tiros a cuantos pudo... y entre tajos y balazos pulverizo a siete e hirió a la gran mayoría... sin embargo uno quedo rezagado, se deslizó tras su espalda y ya acabada la orgía de violencia, clavó su sable en el torso de Liabeuf, atravesando y clavando literalmente en la pared (Bernard Thomas dice gráficamente “como una mariposa”) a Liabeuf... allí se quedó hasta que llegaron los reesfuerzos, insultando al gendarme y lamentándose por no haber oído sus pasos chapoteando en la sangre (algunas versiones, dignas de consideración, afirman que solo mato a uno de los policías, y que el degollado y los otros sobrevivieron, quedando como balance final un muerto y seis heridos).
Sorprendentemente Liabeuf no murió... todavía le quedaban fuerzas para gritar en el en hospital: “¡Rebaño de bestias! ¡Muéranse! Lo único que lamento es no haber dejado más huérfanos".
Parecería a primera vista que el caso de Liabeuf iba a crear más antipatías que adhesiones, especialmente por la brutalidad de sus actos... sin embargo no fue así. Independientemente de las campañas de los anarquistas, y de Herve y su articulo (antes citado, y por el que se ganó una condena) "¿Debemos matarlo?”, en el que se anticipaba a su probable condena a muerte, la "masa", siempre tan generosa con los "propagandistas por el hecho", se lanzó a reclamar “que no guillotinaran al `Ángel Vengador´, que salvaran la vida de Liabeuf”.
Las simpatías se fueron contagiando, los diputados Rochefort, Sembant, Edouard Vaillant y Jaures, declararon en el juicio a su favor. Liabeuf por su parte repetía: “La pena de muerte no me asusta, pero no soy un chulo”. Grandes multitudes se agolpan ante los juzgados y la prisión, todo el mundo quiere salvar la vida de Liabeuf, no les importa la sangre que derramo (el cuerpo de "buenas costumbres" era especialmente odiado, sus abusos eran “vox pupoli”, se había pasado del habitual mangoneo y humillaciones, a las agresiones más indescriptibles, entre las que se incluían niños, y especialmente niñas, de muy pocos años).
Sin embargo, todo es inútil, Liabeuf es condenado el 7 de Mayo de 1910, a que su cabeza sea cercenada por la guillotina. La sociedad se convulsiona, algunos periodistas (incluso de periódicos burgueses) que tienen permiso para asistir a la ejecución, aceptan ceder sus credenciales a un grupo de anarquistas que disfrazados como reporteros se proponen liberar a Liabeuf cuando sea conducido al cadalso. Desgraciadamente el complot es descubierto y desmantelado.
Herve dice: "Si lo matan habrá más sangre alrededor de la guillotina que debajo de ella”... y tiene razón... una gran muchedumbre, venida de todos los arrabales y suburbios de Paris, arrojada de todas la fabricas, armadas de piedras y palos se lanzan contra los muros de la prisión, en frente porras y fusiles... el resultado 250 manifestantes heridos y un policía muerto... sin embargo algo para la titánica batalla, dentro de los muros de la prisión se oyó la voz de Liabeuf, seguía diciendo insistentemente: "Yo no soy un mantenido", al final el escalofriante sonido de la cuchilla de la guillotina al caer... los golpes, desmayos, porrazos y disparos fueron sustituidos por un único grito: “¡Asesinos!”.
Era la madrugada del 1 al 2 de Julio de 1910.
Casi a modo de epitafio quedaron estas palabras de Herve: “Me parece que en este siglo nuestro de flojos e indolentes, ha dado una hermosa lección de valentía a la multitud de gente honrada. ¡Ay la gente honrada! ¡Pásenle a este apache la mitad de la virtud de la que hacen gala y pídanle a cambio un cuarto de su energía y de su coraje!”.
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Bueno, otro motivo más para que no le tenga demasiada simpatía a Federico UralesEl caso es que esa cosiderada por ti “mala traducción”, si exceptuamos las modificaciones que pudieron hacerse después, es obra mayoritariamente del compañero Urales (por ejemplo, en un apéndice de los textos compilados por Louis Horowitz está la susodicha canción, cuya traducción firma “Juan Montseny”, y guarda muy pocas diferencias con otras versiones “virtuales”), así que dirige a "él" las reclamaciones póstumas.
Me comentaba una compañera que el "Inno individualista" podría ser obra de Leda Rafanelli, pero esa hipótesis no tendría demasiado sentido si la composición original es de 1900. ¿Podría ser la autora de alguna de las versiones posteriores?
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
-
Jean-Jacques Liabeuf
- Mensajes: 3
- Registrado: 14 May 2007, 13:59
Para la versión de 1914 se barajó efectivamente el nombre de Leda Rafanelli, pero también se nombro a su compañero Polli, o al paradigma del individualismo en Italia, Giuseppe Monanni... aunque bien es verdad que los tres ya eran activos sobre el 1906-1907, llagarán tarde para que se les adjudique la original o la de 1904. Para la de 1904 se menciono a Antoine, pero también es dudoso, pues se considera que todas las versiones nacieron del vivero individualista italiano, o por lo menos de los simpatizantes italianos de la tragedia “propagandista”, que se representaba en Francia, Italia o España (es curioso como después de cada acto "ilegalista" esta canción se recomponía)... lo que si es seguro es que ésta canción se compuso bajo la influencia de Bresci y su acto de Monza... Pietro Gori mantenía que era “un canto popular”, que nació de forma espontánea, y es improbable que un convencido comunista libertario tal y como era él(y por muchas que fueran sus simpatías) escribiera una apología del “acto individual”...
Quedémonos con su canto a Caserio
CANTO A CASERIO
Lavoratori a voi diretto è il canto
di questa mia canzon che sa di pianto
e che ricorda un baldo giovin forte
che per amor di voi sfidò la morte
A te Caserio ardea nella pupilla
de le vendette umane la scintilla
ed alla plebe che lavora e geme
donasti ogni tuo affetto ogni tua speme
Eri nello splendore della vita
e non vedesti che notte infinita
la notte del dolore e della fame
e incombe sull'immenso uman carname
E ti levasti in atto di dolore
di ignoti strazi altier vendicatore
e t'avventasti tu sì buono e mite
a scuoter l'alme stanche ed avvilite
Tremarono i potenti all'atto fiero
e nuove insidie tesero il pensiero
ma il popolo a cui tutto donasti
non ti comprese eppur tu non piegasti
E i tuoi vent'anni una feral mattina
donasti al mondo da la ghigliottina
al mondo vil la tua grand'alma pia
alto gridarono viva l'Anarchia
Dormi caserio là giù nella fredda terra
donde ruggire udrai la final guerra.
Quedémonos con su canto a Caserio
CANTO A CASERIO
Lavoratori a voi diretto è il canto
di questa mia canzon che sa di pianto
e che ricorda un baldo giovin forte
che per amor di voi sfidò la morte
A te Caserio ardea nella pupilla
de le vendette umane la scintilla
ed alla plebe che lavora e geme
donasti ogni tuo affetto ogni tua speme
Eri nello splendore della vita
e non vedesti che notte infinita
la notte del dolore e della fame
e incombe sull'immenso uman carname
E ti levasti in atto di dolore
di ignoti strazi altier vendicatore
e t'avventasti tu sì buono e mite
a scuoter l'alme stanche ed avvilite
Tremarono i potenti all'atto fiero
e nuove insidie tesero il pensiero
ma il popolo a cui tutto donasti
non ti comprese eppur tu non piegasti
E i tuoi vent'anni una feral mattina
donasti al mondo da la ghigliottina
al mondo vil la tua grand'alma pia
alto gridarono viva l'Anarchia
Dormi caserio là giù nella fredda terra
donde ruggire udrai la final guerra.
-
Alexandre Sokoloff
- Mensajes: 15
- Registrado: 15 May 2007, 12:42
-
Alexandre Sokoloff
- Mensajes: 15
- Registrado: 15 May 2007, 12:42

Felix Feneón pintado por Signac

Felix Feneón, crítico de arte anarquista y supuesto responsable de la explosión en el restaurante Foyot, causado como venganza por la ejecución de Vaillant, y como protesta por el proceso de Henry, aunque también se afirma que la bomba pudo ser lanzada por la propia policía para asesinar a Laurent Tailhade, por aquella epoca aún era anarquista.
Toulouse Lautrec, Signac y Pisarro siempre le insistieron para que les dijera la verdad... pero él nunca contesto.
-
Charles_Gallo
- Mensajes: 40
- Registrado: 21 May 2007, 11:26
-
Charles_Gallo
- Mensajes: 40
- Registrado: 21 May 2007, 11:26
-
Charles_Gallo
- Mensajes: 40
- Registrado: 21 May 2007, 11:26
-
Charles_Gallo
- Mensajes: 40
- Registrado: 21 May 2007, 11:26

Antoine Cyvoct, propagandista acusado de poner una bomba en el "teatro-restaurante" Bellecour, en 1892
Última edición por Charles_Gallo el 22 May 2007, 17:59, editado 2 veces en total.
-
Charles_Gallo
- Mensajes: 40
- Registrado: 21 May 2007, 11:26
-
Charles_Gallo
- Mensajes: 40
- Registrado: 21 May 2007, 11:26














