Cierto, a no ser que quieras construir una nación.KoLoKaDa escribió:La patria chica, ese terruño del que hablas, no necesita de banderas ni de construcciones elitistas.
Actualmente se habla de dos tendencias. Por un lado la globalización, la homogeneización de la cultura a traves de los medios de comunicación y facilidad de transporte. Y un idioma en boga, el inglés. Por otro lado la fragmentación, esa tendencia de los grupos humanos de percibirnos como culturalmente diferentes y muchas veces como culturalmente irreconciliables. Estos dos fenómenos son partes de un mismo proceso, en el que en un todo homogéneo se refuerza la propia identidad, ese "ser lo que somos" y no otra cosa. Pero yo me pregunto: ¿reforzamos nuestra identidad o nos fabrican una identidad? ¿O podemos tener la opción de elegir la identidad que más nos cuadre?
Hoy se han superado muchos conceptos antiguos, como el de tribu o el de raza. Se habla más bien de grupos étnicos. Y la etnicidad revela una situación dinámica, de contacto variable con otros grupos con los que se establece el contraste. Pero no se considera que existan grupos étnicos diferenciados, sino que se crean por el contacto intercultural. Y en esa relación se establecen los criterios tanto de pertenencia como de exclusión (sin que las diferencias tengan que ser reales; pueden ser tranquilamente imaginadas)... Y se llega a ser "una cosa", más que por lo que "se es", por lo que "no se es". En todo ello hay un doble proceso, en el que los miembros del grupo se perciben a sí mismos como distintos, y la percepción de "los otros" que los objetivan como diferentes.
Y gran número de veces los conflictos étnicos se tratan como intentos de defensa de los propios valores culturales, sin que el conflicto responda en verdad a la defensa de esos valores. Se puede afirmar que la cultura española o de identidades más pequeñas está amenazada por la inmigración, lo cual no hace más que ocultar un conflicto de clase.