A lo largo del Foro ha aparecido de forma recurrente una cuestión que podría resumirse en : ¿por qué en Francia hay movilización y en España botellón?
Esta preocupación revela ganas de expresar una solidaridad activa con la lucha que tiene lugar en Francia, una voluntad de extender la movilización a otros países. Nos sentimos muy identificados con esas actitudes y queremos contribuir a responder a la pregunta: ¿cómo podemos extender el “ejemplo francés” a los demás países?
Motivos no faltan. Por ceñirse únicamente a España vemos que la precariedad y los contratos basura constituyen una cruel realidad que golpea a más del 30% de los trabajadores desde 1988 con el famoso “Plan de Empleo Juvenil” de los “socialistas”. El gobierno ZP plantea nuevas vueltas de tuerca en ese camino con la enésima “reforma laboral”. Vemos el aluvión de despidos que cae sobre numerosos trabajadores: tras SEAT ha venido ONO, RTVE, RENFE, empresas textiles y, además, se preparan dos nuevas andanadas contra los obreros: una nueva “reforma” de las pensiones y el Estatuto del Funcionario que permite rebajar el sueldo y cambiar el puesto según la voluntad discrecional de los jefes…
La situación contra la que luchan nuestros hermanos en Francia es la misma que padecemos en Alemania, en Gran Bretaña, en Japón, en Norteamérica etc.
Pero ¿por qué sí la situación es la misma la lucha no se desarrolla al mismo nivel? Para ver las causas hemos de remontarnos unos años atrás. En 1989 se cayeron los regímenes de falso “comunismo” (en realidad capitalismos de Estado profundamente anti-comunistas) y eso permitió a toda la burguesía mundial lanzar una furibunda campaña para decirnos que “la lucha de clases ha desaparecido para siempre”. Se repitió hasta la náusea que “la única sociedad posible es el capitalismo” y que este ofrecería un “nuevo orden de paz y prosperidad”. Esta campaña, causó una profunda desorientación entre los trabajadores. La clase obrera atravesó un desierto de pasividad, desorientación y apatía.
Solamente en los últimos años hemos empezado a salir del pozo y de una forma lenta, heterogénea y contradictoria. Eso explica que haya países donde en un momento dado la lucha es más fuerte mientras que en otros es mucho más débil e incluso inexistente. Por el momento, las luchas obreras no van al unísono en todos los países.
Por otra parte, la burguesía es la clase explotadora más inteligente de la historia. Esta preparada en todos los planos contra la amenaza que pueda representar el proletariado y ello se concreta en que dispone de un Estado Totalitario, enmascarado con la careta democrática. Expresión de ese totalitarismo estatal es que la lucha de Francia ha sido silenciada y deformada por los medios de “comunicación”. Han ocultado deliberadamente las características proletarias del movimiento (asambleas masivas, extensión de la lucha a los obreros etc.) y “a cambio” se nos ha presentado esta lucha como una combinación de movilizaciones sindicales y acciones violentas de la juventud. Esta imagen deformada ha buscado impedir que el movimiento en Francia fuera reconocido como una lucha de la clase obrera y ocultar las importantes lecciones que nos proporciona.
http://es.internationalism.org/node/816
http://fr.internationalisme.org/node/1673
http://en.internationalisme.org/node/1730
¿Cómo podemos contribuir a extender la lucha de nuestros hermanos franceses? ¿cómo podemos expresar una solidaridad activa con el movimiento?
Se están proponiendo iniciativas tales como concentrarse ante el consulado francés o convocar tal o cual manifestación aquí o allá. La voluntad que hay detrás de estas propuestas es muy buena pero debemos ver sí son eficaces.
Esto nos lleva a plantearnos la cuestión siguiente: ¿la lucha obrera surge de una convocatoria sindical? ¿los obreros son meros soldados que responden como un robot al toque de silbato de la convocatoria de un sindicato o partido? ¿la lucha obrera se organiza a través de una huelga general un día D?. La respuesta que debemos dar a todas esas preguntas es NO.
Los obreros no son una masa ciega, una infantería de choque que maneja a placer un estado mayor que dicta desde sus alturas que tal día hay que concentrarse aquí, tal otro día hay que recorrer tales calles y finalmente, tras esa “gimnasia revolucionaria”, secundarían como un solo hombre una huelga general. El movimiento de la clase obrera no se decreta sino que surge de toda una serie de esfuerzos, de un conjunto de confrontaciones, de una sucesión de tentativas espontáneas aparentemente fracasadas, hasta que mil hilos, al principio dispersos e inconexos, acaban confluyendo en grandes movimientos. Todo ese proceso se ha producido, en especial, en Francia desde las importantes luchas del año 2.003 contra la reforma de las pensiones.
Las minorías de compañeros que ven más claro, que sienten antes que el resto la necesidad de luchar y de “hacer algo” no tienen que volcarse en el activismo estéril de convocatorias adonde van unos pocos sino que deben contribuir con lo que realmente prepara esos grandes movimientos. Lo que hará que nuestros hermanos de clase en Francia no se queden aislados es que planteamos discusiones, reuniones, encuentros, debates, a través de los cuales se saquen las lecciones auténticas de Francia, se plantee una verdadera solidaridad, se vea quienes son nuestros enemigos y quienes nuestros falsos amigos (como por ejemplo los sindicatos y la pareja PS-PCF). Comprender la dinámica del movimiento y darla a conocer al máximo de trabajadores, es sin duda, la mejor contribución para que antes o después se extiendan sus aportaciones a la lucha obrera. (
http://es.internationalism.org/rint/200 ... ochum.html )