Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria”

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Invitado

Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria”

Mensaje por Invitado » 18 Sep 2005, 15:45

Creo que este texto nos vendra muy bien para hacer un poco de autocritica, no creeis que nuestro problema es que no conectamos con la realidad de la gente? las condiciones de hoy no son las mismas que las del siglo XIX, quiza las soluciones sean parecidas, pero yo creo que habria que renovar al movimiento y escribir libros tipo "la conquista del pan" que incluian elementos practicos actuales, renovarse o morir!, abajo los catecismos! :wink:

Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria”: La museística de la Izquierda.


El movimiento anarcosindicalista y el marxista-leninista, desde los 1980, sufre la última fase de una ideología condenada a convertirse en folclore museístico y de coleccionista. Mucho de esto ya se puede ver en no pocas "federaciones" sindicales que, cuando desaparezca la generación de activistas de los 1970-1980, posiblemente correrán parecida suerte esos sindicatos o se dedicarán –por impotencia- a recoger reliquias de la historia obrera: de sindicalistas a taxidermistas. En espacios grises, personas grises, disecando el cadáver del movimiento obrero. De sindicatos a salas de autopsia.

La fase en la que se encuentra el anarco-sindicalismo (y el marxismo, por cierto) es la de lenta agonía donde el tiempo histórico de la idea y la causa transcurre apesadumbrado. Se desarrolla cansinamente como las uñas y pelos de un animal después de muerto. Se parapeta tras los dogmas, sin ninguna aportación nueva. Un proceso similar a la defunción de una estrella de segundo orden: su momento más esplendoroso es el que marca el principio del fin; en su decadencia la convertirá en una enana blanca que dará paso a la enana negra; esto es, el repliegue hacia adentro hasta verse vuelta menos que un agujero negro… una bagatela por fin en el mundo de la vitrina.

El anarco-sindicalismo y el marxismo leninismo ya están hoy repletos de “las contradicciones internas” que darán al traste con sus sistemas: estos son, los tipos sociológicos representados por las clases sociales que se identifican con el perfil del coleccionista y que actúan en el sindicato, todavía hoy, como una mezcla de político y comisario de museo. El anarcosindicalismo está así hoy formado por funcionarios e historiadores pro y amateur, perdidos entre papeleos burocráticos e histórico-mohosos.

Esto mismo –formación por clase social y repliegue museístico- ocurre exactamente igual en otros movimientos modernos en descomposición, como el marxismo leninismo o la masonería liberal (con la excepción de las logias de magnates, que siguen muy, muy vivas). En todas ellas son las profesiones liberales y los funcionarios del estado quienes nutren las organizaciones; la presencia obrera –de andamio o de tractor y arado- en las organizaciones obreristas es, paradójicamente y a pesar de la retórica, más que mínima.

Pero hay otra clase social que, tanto en el marxismo-leninismo como en el anarco-sindicalismo, es de muy especial relevancia: los jóvenes (ya sean estudiantes o precarios con su/s primer/os trabajo/s). Los jóvenes entran a estas organizaciones y causas en decadencia con una misma ansia museística; con un fuerte apego e idolatrización de las grandes gestas de la causa en putrefacción (Rusia 1917 o Cuba 1959 para los Marxistas, 1936 España para los otros). Pero en los jóvenes se combina este carácter con el del guerrillero: los jóvenes que entran no son desencantados, cansados o hastiados, como los funcionarios-historiadores del museo revolucionario.

Es por esto –para conservar el orden y la tradición- que los jóvenes nada más entrar
son iniciados en las prácticas del comisariado del museo anarco-sindical y marxista. Se les enseña cómo debe ser la postura de la organización ante cada acto; cómo debe ser una asamblea y cómo su participación en ellas; cómo debe seguir funcionando la burocracia y estratificación sindical o de partido; cómo deben ser las relaciones con las diferentes organizaciones; cuál debe ser el discurso, cuáles los lemas a machacar, desde qué punto de vista debe ser vista la vida y la lucha (reduciendo ambas a lo economicista laboral), etc. La transmisión de la tradición cumple un papel normativo, de identificación, adoctrinador, rutinizante, legitimador (las formas de actuar y pensar encuentran su justificación en la tradición) y hermenéutico (que define los métodos para el análisis e interpretación de los textos clásicos de la ortodoxia).

En un principio todo esto es aceptado por el joven deslumbrado por la novedad y su
mistificación de la lucha. Éste otorga gran autoridad a los Comisarios del museo. El
joven no cuestiona nada; de esta manera obedece sin necesidad de ser mandado –esta propia invisibilidad del autoritarismo refuerza la justificación de la sumisión a la
autoridad-. La opinión de los Comisarios museísticos prevalece porque el joven
adopta una postura de sumiso espectador y chico de los recados, tanto en la calle en
la lucha como en el mantenimiento del local de la organización y de su
maquinaria. Esto es así porque el joven idolatra indirectamente al veterano
museístico. El carcamal de partido o sindicato es, para el joven, el representante
de la gestas gloriosas que él idolatra (1917, 1936, etc.) y la expresión de esas luchas en el presente. Además, el carcamal cuenta con otro factor a su favor: lleva muchos años en la “lucha”. Este hecho refuerza su autoridad por dos cuestiones: 1) Por el
supuesto de que el que lleva más tiempo sabe más y que el que sabe más está en
posesión de La Verdad. Éste es uno de los principios a través de los cuales se
reproduce la tradición (socialmente hablando). Por supuesto, cada generación añade
sus pequeños cambios, nunca es igual que lo anterior. Como decía Woody Allen, y
tantos otros, “la tradición es la invención en el tiempo.” Y (2), el joven, en una
sociedad donde la mayoría de la gente traga con la dominación, la explotación y la
destrucción, al pasar a la lucha desarrolla un sentimiento de rechazo a quien –como
él ahora- no es activo contra el sistema. Para el iniciado es un honor y muestra de superioridad (aunque sea moral o intelectual) estar en un movimiento de lucha; quien lleve desde más tiempo esa trayectoria, más honorable es. El carcamal ve así reforzada su autoridad, aun a pesar de que posiblemente lleve años sin hacer nada que se pueda considerar “lucha”, a parte de remover papeles, pagar cuotas y escribir cartas a la prensa.

Además de esto, en el refuerzo de la autoridad del veterano museístico, hay que
tener en cuenta la fuerza en el imaginario (del joven y del viejo) de lo llamado
“estar organizado”. Y es que para los jóvenes y viejos ortodoxos este simple hecho
significa ya en sí “estar en lucha”, una muestra de superioridad sobre los
“apolíticos.” Es la Organización la que legitima su sentimiento de superioridad y
es, a través de La Organización (CNT, PC, etc.), como se participa de la gloria de esas
Santas Cruzadas de la causa que han sido inspirados por los Patriarcas santificados
en el dogma (Marx, Bakunin, Kropotkin, Che Guevara, etc.). No es de extrañar que La
Organización, “la causa”, “la idea”, “el movimiento”, sean aupados por encima de las
personas, que gustosamente pierden su personalidad (su cara y delimitación física) en la organización de masas (sin rostro y amorfa). Así se efectúa una militarización de
las personas a través de la divinización de La Organización: cuando La Organización
está antes que, y por encima de las personas la disciplina militar hace posible la
interiorización de la máxima “Todo por la Patria” o “Por el triunfo de la
Organización”, en un “a las barricadas” enajenado. En este contexto no puede sino
operar una rígida jerarquía. En la cúspide estaría La Organización –el dios-, más
abajo los veteranos hoy museísticos –la casta sacerdotal- y abajo de todo, los
principiantes en el movimiento, normalmente jóvenes; los feligreses que comulgan y
toman las hostias.

En un primer momento los jóvenes están imbuidos por la sensación de novedad, y
sorprendidos gratamente por cada logro que van adquiriendo en el conocimiento de las
técnicas de organización e ideológicas. Esto no es algo particular del
anarco-sindicalismo o el marxismo de partido, se trata de la fase iniciatica en la
entrada de cualquier subcultura. Pongamos de ejemplo la subcultura de los fumadores
de cannabis. La persona entra en contacto con un grupo. Este grupo está formado por
fumadores ya experimentados en este arte. El iniciado, en un principio, se ve
defraudado y molesto por la experiencia de fumar –mareos, ganas de vomitar, o
simplemente no le “coloca”-, pero como quiere formar parte de esta comunidad estudia
el comportamiento de los veteranos para conseguir adaptarse. Para ello
aprende las técnicas de fumar cannabis (no es igual fumar tabaco que hachís), el
lenguaje (“petas”, “una trompeta”, “pillar”, etc.), incluso a veces también imita
los efectos que debería producirle (hambre, sensación de ralentización del tiempo,
tendencia hacia la risa, etc). El individuo está ya adaptado, es un “porrero” cuando
consigue placer del acto de fumar y ya no tiene que imitar. Cuando domina la técnica
del fumador y así se convierte en profesor de las nuevas generaciones. En el caso
del anarco-sindicalista o el marxista de partido pasa parecido… pero mucho más
tedioso. El desagrado con respecto a la primera toma de contacto suele ser igual de
general que con la experiencia cannábica (o de iniciación en el consumo de tabaco):
el joven desfallece en asambleas aburridísimas si bien muy funcionales para la
ortodoxia (enseñan el significado de “orden del día”, “actas”, “cargos”, burocracia, etc. Aquí aprende el iniciado a amar el orden, la organización, etc.). Ahora bien, a diferencia de los porreros, los otros al final ni siquiera obtienen placer, están siempre
insatisfechos. Acaban convirtiendo el anarcosindicalismo o el partidismo marxista en
su forma de vida, haciendo el sindicato o partido a imagen y semejanza de su museística forma de vida –esto le hace adoptar una posición paternal (tutelar) sobre su criatura, y reforzar su dogmatismo en la forma de llevar el sindicato/partido y enseñar a los jóvenes la tradición.

El rito iniciatico suele ser mucho más largo en los casos izquierdistas (dependiendo
de la gente unos meses o incluso unos años) que en el de los porreros. Cuando esta
primera fase desaparece, el joven se ve inclinado a tomar una decisión: perseverar
en la organización pero redefiniendo su forma de participación, prioridades, etc., o
irse de ésta (y dejar toda lucha o enfocarla desde otra perspectiva). Si opta por la
primera opción, empieza a dar los primeros pasos para convertirse en el
carcamal-museístico e ingresar en la casta sacerdotal. En la actualidad del
anarco-sindicalismo y del marxismo-leninismo, los jóvenes optan más por irse que por
proseguir. Al mismo tiempo, hay que advertir que este relevo generacional es menor;
entran menos jóvenes que en los 80, pero más o menos como en los 90. El número de jóvenes es más bajo que el de viejos, y esta brecha se incrementa.

De esta manera el anarco-sindicalismo y el marxismo-leninismo sufren un problema de
envejecimiento de población. Para subsanar esto la estrategia adoptada por
anarco-sindicatos como CGT ha sido intentar atraer movimientos migratorios (de CCOO, comunistas, etc.) acomodándose a la lógica del sistema (subvenciones y demás). El problema es que, en el mejor de los casos, si esta táctica tiene éxito no puede desembocar en otra cosa que a la desaparición de CGT como organización
anarco-sindical por superpoblación de no-anarquistas que además, pueden legitimar
sus acciones e interpretaciones no–anarquistas en el huracán de las justificaciones
desatado de las subvenciones, comités de empresa y demás. Este problema se ve
agudizado por la cada vez mayor desilusión de los que son anarquista con
el anarco-sindicalismo, que refuerza aún más el peso del sector no-anarquista (o
anti-anarquista dentro de la organización). En el bando marxista algo parecido ha
ocurrido con la formación buenrrollista de Izquierda Unida.

Es por esto que, tanto la opción que representa CGT como la que prefiere proseguir
con una población envejecida (y que no puede repercutir sino en un descenso de
afiliados, a medida que se “jubilan” las décadas prodigiosas de los 1970 y 1980),
apuntan hacia un continuismo con la decadencia y el aburrimiento, y por tanto al
repliegue museístico fruto de la derrota, la decepción, la impotencia y la
automarginación, y la propia idiosincrasia del carácter burocrático, museístico y
taxidermista de la reproducción de la casta sacerdotal antes analizada.

La única alternativa es un radical desafío a la tradición. Una ruptura que busque
más lo cualitativo de la lucha que lo cuantitativo. Que se fomente en la autonomía y
la coordinación en redes informal, sin paternalismos ni idolatrías. Se trata de
combatir el autoritarismo allí donde se encuentre, ¡también en nuestras
organizaciones!

Renovarse o morir, este es el dilema que se cierne sobre estas organizaciones. La
Izquierda se encuentra en una lenta agonía; como un viejo conectado a máquinas,
encamado en un hospital. Pero, extrañamente, estas máquinas parecen poder mantenerlo con vida por el resto de la eternidad, con las pulsaciones vitales bajo mínimo. Una revolución contra la burocracia y el capitalismo, lúdica y pasional, contra la mecanización de la vida, contra la pavimentación de las conciencias y el desgarro de
esa segunda piel que es la naturaleza, reclama formas nuevas de entender el mundo,
la vida, la lucha. Grita por dar muerte a ese Pope autoritario y aburrido que es la
Izquierda y sus dogmas ideológicos. O dicho de otra forma: la revolución ha de ser
fruto de los herejes o no será. ¡“Trabajadores” del mundo, desprenderos de vuestra
ortodoxia!

Antón F. D. R.

L. Rivera
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Mensaje por L. Rivera » 26 Sep 2005, 00:05

bueno, me permito responder aun no siendo para nada anarcosindicalista (y mucho menos marxista)...Supongo que los anarcosindicalistas habran visto en este texto "mas de lo mismo" (y me refiero a que tengo entendido que en la peninsula estos textos con estos desarrollos ideologicos son mas que habituales..si no es asi corrijanme) y por eso no se han regalado unos minutos para responder , pero bueno...

Primero:
Pero hay otra clase social que, tanto en el marxismo-leninismo como en el anarco-sindicalismo, es de muy especial relevancia: los jóvenes
"Los y las jovenes" es una categorización de personas relacionadas por su edad. Es decir, en ellas participan aquellos que cumplan con ciertos requisitos de antiguedad para pertenecer a ella. Mas los jovenes NO son una clase social. ¿por que?, por que la función de clase depende de la función en la organización social.

De esta forma, no es lo mismo un joven en Madrid que uno en una comunidad rural de Brasil. ¿Por que? por que carecen de lugares comunes, carecen de nexos culturales, historicos, linguisticos, sociologicos que los pudieran hacer tener al go en comun. En este sentido tiene mas relación un joven en Granada con un "viejo" en San Sebastian, esto devido a que entre ellos existen nexos culturales, y aun existiendo diferencias ideologicas, linguisticas y sociales; son mas los hechos que los ligan entre si.

pero, sin irnos mas lejos, no es lo mismo un Infante de la monarqui, que el hijo de un magrebi que trabaja en españa. o si?? apesar de que existen ciertos nexos culturales (tal vez vean los mismo programas de tv) la realidad "SOCIAL" es muy distinta. Uno vive para trabajar y el otro vive sin trabajar.

Entonces, no es que repitamos formulas gastadas ni arcaicas ni demas, es que a unos nos toco nacer de un lado de la barrera y a otros del otro lado, (y ahi es donde la cosa se jode...no es lo mismo ser toro que espectador, apesr de los 2 estar en la plaza, o si??)
Si te pones a verlo no es que sean formulas gastadas, al contrario. Unos nacen y heredan una empresa y otros nacemos y heredamos unas cuantas fotos y con suerte al perro. Que tenemos en comun aparte de nacer?? NADA

"No hay una unica humanidad, hay una humanidad dividida en clases"

Esta frase, preambulo de un bonito texto llamado "La Plataforma" nos lleva, a que como acabamos de ver, la division de la sociedad no se da por la edad , pues ademas de todo lo expuesto, eso seria darle un caracter mesianico a la juventud, y esta muy cerca de los preceptos del Nazi fascismo de los superhombres (te recuerdo que a los viejos los desaparecian por debiles...)

Las clases sociales se forman entonces por la relacion con el capital (dinero, tarjetas de credito, vales, bonos, lingotes de oro, etcc..) es decir, unos producimos mas que lo que gastamos y otros gastan lo que no nos dan a los que producimos. AHH pero me diras entonces, que eso ya cambio, y que el obrero, como diria un grupo de alla de sus tierras, sus hijos van a la escuela y tienen coche y television. Y yo te respo0ndo SI, asi es.

¿Por que hago yo eso? no es una contradiccion??, para nada. Basta situarnos en el contexto actual del capitalismo, es decir LA GLOBALIZACIÖN (o mundialización o neoliberalismo, etcc..).. blobalización, como su nombre hace referencia, tiene que ver con el globo terraqueo. Entonces significa, que la economia de mercado se ha globalizado, dando por resultado una sola economia. Yentonces te digo, tal vez en tu pais el obrero viva "bien" (que lo dudo mucho), pero en el mio y en otros 200 NO. Por que??? por que la globalización hizo que los empresarios de ciertos paises exploten no solamente en sus paises, sino en los demas. De tal suerte que en la actualidad los paises mas avanzados se han convertido en su mayoria en una especie de gran colonia burguesa, y los que desgraciadamente vivimos en el tercer mundo
nos hemos convertido en inmensos barrios obreros.

Entonces, esa tan trillada para el autor "lucha de clases" solamente se ha globalizado, y aparentemente no es nitida en ningun lado. POr que?? por que el trabajador no ve a su patron y los patrones no ven a sus trabajadores. estos viven en mundos distintos. Pero, no creo que haya nadie que niegue el antagonismo existente entre una obrera que gana 20 centavos de dolar la hora y los dueños de reebok (por poner marcas que hasta las camisas sin marcas se hacen ahi).

Entonces, los ovenes solo son una delimitacion de edad, pero como clase no existen. lo que si existe es el joven trabajador y el joven burgues que entre viajes y lujos vive a costa de lo quenosotros trabajamos.
Es la Organización la que legitima su sentimiento de superioridad y
es, a través de La Organización (CNT, PC, etc.), como se participa de la gloria de esas Santas Cruzadas de la causa que han sido inspirados por los Patriarcas santificados en el dogma (Marx, Bakunin, Kropotkin, Che Guevara, etc.).
Bueno, desconosco si esto es practica en CNT, pero lo que te puedo decir por experiencia personal, es que la identificacion con alguna lucha no la dan las siglas. ESo nos lo da la clase. Y nos lo da la clase enla lucha misma, en la defensa de nuestra dignidad. Ciertamente no lo da una sigla, pero la lucha te presenta cuestiones, bifurcaciones y ante estas uno recurre POR GUSTO hacia aqueloos que ya han tenido experiencia, no por que aquellos tengan La Verdad , pues esta nadie la tiene, sino por que la experiencia es un proceso pedagogico. Y esto no implica sujetarnos a nada. O acaso este autor tan antiautoritario cuando se enferma no va al doctor por ser el doctor una AUTORIDAD en la materia?? acaso alguien lo haria?? y aun si lo hiciera teniendo posibilidad de ir al doctor, como le llamariamos'? TONTO o LOCO.

Errando se aprende, es un dicho popular, no implica que el que se equivoca mas sabe mas siempre..pero muchas veces es asi...

No hay ningun dogma en ir al doctor si te sientes mal o al zapatero si se te cae la suela del zapato, aun siendo ellos autoridades en sus respectivos terrenos, por lo mismo no hay ningun dogma por recurrir a algun texto escrito para analizarlo y sacar conclusiones que se puedan llevar a la practica. Esto no es autoritario, pues si lo fuera el hecho mismo de que al autor ha publicado algo implica que su objetivo seria el perpetuarse y sar linea y convertirse en dogma, y apesar de la ignorancia demostrada por el autor dudo muchisimo que esa sea su intención.
No es de extrañar que La
Organización, “la causa”, “la idea”, “el movimiento”, sean aupados por encima de las
personas, que gustosamente pierden su personalidad (su cara y delimitación física) en la organización de masas (sin rostro y amorfa).
No es que se pierda la personalidad, es que no tenemos esta. El sistema nos la retiene y solo en la lucha la ganaremos. ¿o en que se diferencia un obrero del otro? solo somos un numero para el burgues..y eso es justamente lo que buscamos romper.

La causa entonces es nuestra liberación, conquistar nuestra individualidad, y esto solo es posible en la individualidad y la libertad colectiva.

Compañero, amenos de que el autor sea un burgues, es un numero mas para el sistema, es solo un productor mas..si muere a ningun burgues le importa. pero si junto a sus compañeros trabajadores, es decir, junto al pueblo fabrica toma posecion de las fabricas, campos y talleres en manos de los burgueses, te aseguro que al burgues le va a empezar a importar.
La única alternativa es un radical desafío a la tradición. Una ruptura que busque
más lo cualitativo de la lucha que lo cuantitativo. Que se fomente en la autonomía y
la coordinación en redes informal, sin paternalismos ni idolatrías.
Aqui aunque el autor crea haber descubierto el mediterraneo, cuando lea un poco mas se dara cuenta de que otros muchos han habladod e cosas asi.

Aun la red informal cae en las formas que l menciono, ante estos e escudara y les cambiara de nombre, mas no de forma.

(Y ni que hablar de la dinamica de la org. revolucionaria y la org. de masas..)
O dicho de otra forma: la revolución ha de ser
fruto de los herejes o no será.
Por ultimo esto es inaudito. En el acto mas autoritario del texto. El autor pretende hacerse pasar por el agente revolucinario dejando atras a los trabajadores, al pueblo pobre.

Queda la disyuntiva: ¿La revolucion popular o la revolucion de la minoria de herejes?

Aun a parecer arcaico, me quedo con el proceso de clase que agrupe al puebo pobre, es decir, con la revolucin social.

La revolucion social no es producto de las minorias, ni siquiera las especificas. Es producto de la clase en su conjunto, con sus errores y aciertos. no puede ser obra de una minoria, pues pierde su caracter social para convertirse en una revolución meramente politica, es decir una revolución que se hace para imponer un sector en el poder, es decir, una revolución burguesa.

Pues el hecho de ser una minoria los conlleva a solamente poder TOMAR el poder, y no DESTRUIRLO. Es decir, no pasar a la socializacion sino a la dictadura de una minoria!! (y pensar que a nosotros los especifistas nos llaman autoritarios!)
Creo que este texto nos vendra muy bien para hacer un poco de autocritica, no creeis que nuestro problema es que no conectamos con la realidad de la gente? las condiciones de hoy no son las mismas que las del siglo XIX,
Sin embargo, en cierta medida si señala ciertas practicas que deben ser superadas por los anarquistas.

En este sentido incluso caer en un obrerismo exacerbado es un error que no nos podemos dar el lujo de tener. La clase asalariada es revolucionaria por su poscicion en el sistema, por su poder; no por que este "iluminada" o alguna cuestión metafisica. Tambien en este sentido, la organización revolucionaria de los anarquistas es solamente, como dirian los compañeros de la FdCA, la conexion entre clase y consciencia de clase, ademas de depositaria de la memoria historica de la clase; sin embargo tampoco tiene un papel de "iluinados" que bajan a las masas "estupidas (a decir de Lennin)a decirles que hacer.

El hecho de la globalizacion de los mercados y la mundializacion del capital hace , como bien dices, que la situacion no sea como ayer. Ahora tenemos mas posibilidades de triunfar.
pero yo creo que habria que renovar al movimiento y escribir libros tipo "la conquista del pan" que incluian elementos practicos actuales, renovarse o morir!, abajo los catecismos!
Camarada, te das cuenta de que es una contradicción tu propuesta de escribir libros y reestructurar la teoria???? pues el hecho de teorizar es fundamentar opiniones y estan trazan consciente o inconscientemente lienea, y eso es loq ue el autor del texto critico.

Pero vuelvo a afirmar, tienes razon si te refieres a actualizar la teoria. Es algo basico. Desgraciadamente son ideas como las del autor las que no dejan pasarlos textos. Ahorita el que escribe algo es atacado por todos lados por querer imponer una opinión o dar linea. Hay que, por un lado, vencer el miedo a la escritura y a la opinión netamente destructora; y por otro lado insentivar la publicación y difusión de los textos anarquistas. Lo que no impide esgrimir una polemica, por demas natural y sana, con los autores de los diversos textos (en este caso la polemica actual con el autor del texto).

RENOVARSE O MORIR!!

Coincido con la frase, solamente pido, que antes de renovar analizamos que es renovable y que no, que es necesario superar y que es util todavia. Yo estoy totalmente de acuerdo con la frase, es mas, ya por aqui ehe sido criticado por sostener posciciones dialecticas y materialistas. La materia esta en perpetuo movimiento y la renovacion no solo es deseable sino natural y por tanto no podemnos escapar de ella, sin embargo es en la lucha entre opuestos de donde se genera lo nuevo.

Bueno, me despido y espero comentarios...

Salud y lucha proletaria!!
¡Arriba las y los que luchan!
http://www.resistenciaclasista.wordpress.com

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