La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

Anarquismo e Independentismo vs. Nacionalismo. ¿Cómo afronta el Anarquismo la existencia de "naciones" y "movimientos de liberación nacional"?
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TAO
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Mensaje por TAO » 25 Jun 2007, 18:45

¿Cuál fue el primer idioma humano?

Tras la aparatosa derrota de la célula de Loto Suave, La Compañía de la Luz Blanca decide trasladarse a la parte más extrema de Guanpon, cerca de la frontera con el imperio Quon. De camino hacia la aldea de Chiu Chiu, se encuentran con tres ascetas quonistas que van a predicar sus querencias espiritistas. Los dirige Pernicious Spirit Zhu Wu, un joven de unos veinte años de edad que está comido de mierda, delgado, con las carnes mortificadas por mil penitencias, calvo y con coleta. Sus dos acólitos comentan con Lu Tao que es un hombre santo. Lu Tao, por su lado, sugiere a Jomungand que le haría falta un buen baño. Jormungand gruñe. Caminan todos juntos largo rato sin decir ni una palabra, hasta que se encuentran en una encrucijada al decurión Black Whirlwind Li Kui . Él y sus negros hombres vestidos con coraza negra de cuero, anillas de cobre y pantalones atados a las rodillas saludan al santo golpeando el pecho con las muñequeras de cobre, y le dan escolta hasta la villa. Lu Tao cada vez está más inquieto. Ascetas y tropas de élite no auguran nada bueno.

Llegados al centro del pueblo, Black Wind Force Son Jiang toca el timbal de batalla. Los acólitos levantan una tienda y un altar sobre la Casa del Té de la Lluvia de Oro y la población se acerca poco a poco con curiosidad. Cuando están congregadas unas cien personas, el decurión levanta el estandarte de Quon con su dragón amarillo. Los funcionarios quinistas no dicen ni una palabra y se retiran discretamente. Lady Chía (princesa Ho Sa Nian) palidece de ira al ver el odiado símbolo enemigo, y Lu Tao le sugiere silencio y estudiar el desarrollo de los acontecimientos.

Zhu Wu en posición de sastre, comienza a hablar de esta manera con voz tremebunda, ojos inyectados, irradiante y terrible, sentado sobre una tabla llena de clavos punzantes:
Conózcate a ti, Conocedor mío, conózcate a ti como tú me conoces. Fuerza de mi alma, entra en ella y ajústala a ti, para que la tengas y poseas sin mancha ni arruga. Ésta es mi esperanza, por eso hablo; y en esta esperanza me gozo cuando rectamente me gozo. Las demás cosas de esta vida tanto menos se han de llorar cuanto más se las llora, y tanto más se han de deplorar cuanto menos se las deplora. He aquí que amaste la verdad, porque el que realiza la verdad se acerca a la luz. Yo quiero obrar según ella, delante de ti por esta mi confesión, y delante de muchos testigos por éste mi voz. Comoquiera, pues, que yo sea, manifiesto estoy ante ti. También he dicho ya el fruto que produce en mí esta confesión, porque no la hago con palabras y voces de carne, sino con palabras del alma y clamor de la mente, que son las que tus oídos conocen. Porque, cuando soy malo, confesarte a ti no es otra cosa que tomar disgusto de mí; y, cuando soy bueno, confesarte a ti no es otra cosa que no atribuirme eso a mí, porque yo bendigo al justo; pero antes de ello haces justo al impío. Así, pues, mi confesión en tu presencia, es a la vez callada y clamorosa: callada en cuanto que se hace sin ruido de palabras, pero clamorosa en cuanto al clamor con que clama el afecto. Confiese, pues, yo lo que sé de mí; confiese también lo que de mí ignoro; porque lo que sé de mí lo sé porque tú me iluminas, y lo que de mí ignoro no lo sabré hasta tanto que mis tinieblas se conviertan en mediodía ante tu presencia.
- Menudo muermo –murmura Lu Tao-

- ¿Qué ha dicho? –pregunta Ho Sa Nian?

- Ni idea. El asceta ha hablado para no ser entendido. Es algo también muy habitual en tus intelectuales.

- Sí. Conozco el truco. Si no puedes ser profundo, sé oscuro Lu Tao.

- Mira, parece que vamos a tener competencia. Preparan una especie de espectáculo.

Efectivamente, uno de los acólitos de Zhu Wu empieza a hacer malabarismos con unas antorchas, mientras su compañero empieza a relatar una historia.

- ¡Escuchad nativos de Chiu Chiu! ¡Distracción y aprendizaje! ¡Escuchad la historia de cómo el primer idioma se partió en miles de trozos dispersos… En el principio todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras. Al llegar a Quon, que era el mundo, los hombres se establecieron y entonces se dijeron el uno al otro: Ea, vamos a labrar la piedra, vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en los cielos, y hagámonos famosos, por si nos desperdigamos por toda la faz de la tierra. Bajaron entonces los dioses a ver la ciudad y la torre que habían edificado los humanos, y dijeron: He aquí que todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje, y este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible. Ea, pues, bajemos, y una vez allí confundamos su lenguaje, de modo que no entienda cada cual el de su prójimo. Y allí embrollaron el lenguaje para que no se entendiesen y desde aquel punto los desperdigaron por toda la faz de la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Pero el Emperador de Quon, el Hijo del Cielo, es el llamado a restaurar la unidad de mano de los dioses…

- ¡Dile algo Lu Tao!

- ¿Eh?, ¿pero qué dices Princesa?

- Que le digas algo

- Yo qué le voy a decir… ¡Dile tú lo que quieras!

- No puedo, me da vergüenza…

- ¡Qué! ¿Tú con vergüenza Luz de Jade? Yo no pienso decir nada con esos lanceros ahí…

- Hay mucha gente… ¡Di algo! Aunque solo sea porque nos quitan público… ¿Qué cenaremos esta noche?

- Eso es verdad… ¿Pero qué cojones le digo Lady Chía?

- ¡Vosotros dos!, ¡a callar! –les espeta el decurión-

- Tú sigue con lo tuyo soldado, no te queremos interrumpir…

- ¡Te he dicho que te calles! –Y avanza con cara de pocos amigos lanza en mano-

- ¡Ah! Ya se me ocurrió que contar… [haciendo grandes movimientos circulares con las manos]. ¡Oh señor Zhu Wu!, tal vez no lo sepas, pero en realidad esa historia que ha contado tu criado de la ciudad y del embrollo de las lenguas no pasó de esa manera…, si me lo permites…

Un silencio de sepulcro de camello recorre la asamblea. Zhu Wu le interpela.

- ¿Pretendes que tú, un buhonero, un vagabundo, un payaso, conoce mejor que mi acólito, que es un doble circunciso sin piel en el pene, el misterio de la diversidad de las lenguas?

- Carecer de piel en el pene aporta sabiduría sin duda, señor. Pero esa lección me la sé. Y no es como te la han contado.

- [Con sarcástica sonrisa que deja ver unos dientes picados] Haznos pues la merced de ilustrarnos, oh sabio.

- A sus órdenes Ilustrísima. Hace unos veinte años el Falso Emperador Ming Yi de Quin (sea mil veces maldito) comenzó la construcción de una flota para su ejército…

Cuando escuchan el nombre de Ming Yi los quonistas tiemblan como si fueran a convulsionar. Los acólitos lanzan espuma por la boca, los soldados agitan sus lanzas y la gente se pela de miedo. Varios cerdos de cabeza blanca toman las de Villadiego.

- ¡Ese perro –declara Zhu Wu- tiene los días contados! [murmullos de aprobación].

- Como te iba diciendo señoría… Para atraer trabajadores y repoblar el país tras la guerra, el Falso Emperador sedujo a colonos dándoles lotes de tierra y piezas de cobre. En unos meses habían llegado al astillero de Quin Dong miles de artesanos de todas partes: hindis, malasios, nipones, viets, tahis, algo increíble. Pronto superaron en número a los quinistas. Todos llegaron hablando sus idiomas respectivos y parecía imposible entenderse. Sin embargo, se entendieron. Tan solo en unas semanas desarrollaron un idioma nuevo mezcla del de todos ellos en proporciones variables, según el número e influencia de cada colectivo. Era un idioma tosco, de palabras sueltas, pero suficiente para entenderse. A ese idioma lo llamamos pidgin.

- ¡Cómo lo llamasteis!

- Pidgin. Este suceso me hizo pensar mucho. Por un lado comprendí que el lenguaje es una cualidad latente en los humanos, que los primeros idiomas debieron nacer de esa manera, a la vez, en las diferentes comunidades aisladas, y muy simplificados. Por lo tanto, no hubo un idioma original, sino muchos nacidos simultáneamente. ¿Cómo llegaron a ser lo que hoy son? Una vez más la respuesta me la dieron en el astillero. Quienes desarrollaron el idioma fueron los niños. Los niños juegan siempre sin prejuicios. No les importa la condición social de otro niño, ni el color de la piel, ni la doble circuncisión. Solo quieren pasárselo bien. Y para ello tuvieron que inventar el idioma. La siguiente generación nacida en el astillero añadió gramática y sintaxis a lo que anteriormente era una relación de palabras sueltas. Y a ese idioma de segunda generación, lo llamamos criollo. Por lo tanto, Luz del Cielo, no son los dioses los que han hecho que hablemos diferentes lenguas, porque los dioses no existen...

- ¡Blasfemia!

- No existen te digo. En eso soy inflexible. Aguarda un momento antes de echar espuma por la boca… Lo que ha creado diversos idiomas no es sino el desarrollo independiente. Es decir, porque veo la perplejidad obtusa en tu rostro: comunidades aisladas hablarán a su manera y elaborarán un idioma propio. Y múltiples grupos humanos de idiomas diferentes que se reúnan para alguna empresa, acabarán inventando uno nuevo gracias a los niños. Porque nuestro don es comunicarnos Zhu Wu. Lo increíble de todo esto, es que esos niños son capaces de crear una gramática, una sintaxis, una lógica abstracta que puede expresar cualquier tipo de pensamiento, sin tener ni idea de gramática. Deberíamos valorar más a los niños... Si quieres estudiar gramática Zhu Wu, en Quin se editó una bajo el mecenazgo de la Princesa Ho Sa Nian…

- ¡Esa Gigantesca Puta!

- Esa misma. Bueno, no te distraigo más, pero esa es la verdadera historia de cómo se crearon los idiomas…

- Le has hecho polvo Lu Tao –comenta la Princesa que está en el suelo revolcándose de la risa-. Vales cada grano de arroz que te pago...

- Pero me temo que no están nada contentos Princesa, en concreto el doble circunciso está echando demasiada espuma, tal vez retirarse despacito, sin volver la cabeza…

(Continuará)

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TAO
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Mensaje por TAO » 08 Jul 2007, 12:37

La metafísica de la religión al servicio del Emperador

En el anterior episodio, Lu Tao se encuentra en una situación peligrosa debido a la oposición intelectual que ha efectuado a Zhu Wu, asceta quonista. El ayudante de decurión Black Wind Force Son Jiang ha desenvainando su cimitarra ondulada y avanza hacia el músico, dispuesto a acabar con su insolencia, cuando la voz profunda de Zhu Wu le detiene:

— Alto Son Jiang, fiel soldado, no es necesaria tu intrervención para demostrar la falsedad de lo que dice el payaso. Yo soy la carne del hombre hecha sangre. Yo soy el triple cicunciso, la prueba viviente y no tengo que hablar para mostrar. ¡Mira!

Dicho y hecho, un acólito saca una enorme víbora del bambú de un cesto y se la coloca en el brazo. El reptil le muerde repetidas veces sin que el asceta muera ni muestre un solo signo de dolor. Acabado el trabajo del ofidio, vuelve al cesto.

— Un pésimo brujo —comenta Lu Tao—. En mi isla nuestros contorsionistas eran capaces de meterse en el cesto con la serpiente y desaparecer sin dejar rastro. Yo mismo sería capaz de comerme a esa serpiente.

— Sí —asiente Ho Sa Nian—. En Palacio tenemos mejores artistas que ese Zhu Wu.

El espectáculo ha hecho mella en el público de esta atrasada aldea, alejada de las sofisticaciones de la corte, y la gente comenta que un hombre que deja que le muerda un crótalo deletéreo tiene que ser necesariamente un santo. Zhu Wu visiblemente satisfecho, hace una petición al respetable:

—¡Dejad que los niños se acerquen a mí y recibirán el poder de la serpiente!

No se sabe exactamente en qué consiste ese poder. Pero suena prometedor y las madres acercan a sus niños y niñas con la esperanza de que se les pegue algo de la santidad del asceta, se hagan invulnerables a las bichas, y obedezcan con docilidad. Zhu Wu les acaricia y toquetea con expresión de éxtasis, pero los niños no parecen muy felices y se van retirando poco a poco... Sigue habiendo gestos de duda entre la masa —constata Zhu Wu. Así que decide poner en marcha su mayor baza. Los dos acólitos retiran los cestos a un lado y el asceta se pone en pie, baja un escalón y se situa de espadas al público. Su larga túnica deja tan solo ver sus pies. Zhu Wu se relaja, inspira, extiende los brazos en cruz y comienza a realizar gestos de aleteo lenta y sosegadamente. Entonces se eleva del suelo unos treinta centímetros, dejando ver claramente que los pies no tocan la escalera. Los lugareños lanzan gritos de admiración. Lu Tao comenta con Ho Sa Nian.

— El viejo truco de la levitación. Qué tontería.

— ¿Pero cómo lo hace Lu Tao? —pregunta Ho Sa Nian. Parece algo sobrenatural...

— En este caso los pies que vemos deben de ser prótesis, y sus verdaderas piernas están bien apoyadas en el escalón de arriba. Hay miles de trucos para levitar, algunos son fascinantes princesa. Este es uno de los más sencillos.

— Es increíble...

— Lady Chía: recuerda siempre que la naturaleza tiene leyes que no pueden ser transgredidas. Ningún ser humano puede volar moviendo los brazos o poniendo la cara de apretar cuando se está estreñido... Lo sobrenatural no existe.

La gente comenta el prodigio mientras Zhu Wu sigue agitando sus brazos. Entre los murmullos, una voz destaca gritando fuertemente.
— It is a real miracle! It is acojonante! You are the real God! I adore you and recognize you as the real Messiah! I want to do with you the sacred celebration!

Esto es un verdadero milagro. Esto es acojonante. Usted es el verdadero Dios. Le adoro y le reconozco como el verdadero Mesías. Quiero hacer con usted la celebración sagrada.
Zhu Wu abandona su actitud flotante, desciende lentamente, se acerca a Jormungand, le toca la frente y dice…

— Hijo Míiio

— Gñññ dad—di.

— Sígueme hijo mío. Voy a consagrarte a ti, mi primer converso, que viste la luz cuando todos andaban en tinieblas.

Ambos penetran en la tienda situada en lo alto de la escalinata y echan la lona. Mientras tanto, los dos acólitos, satisfechos por el triunfo de su jefe, distraen al público, uno lanzando de una mano a otra cinco bolas a la vez. El otro afirmando que puede responder a todas las preguntas que se le hagan. Varios espectadores pican a Lu Tao para que discuta con el acólito, y este acepta el reto siempre que se le pague la cena. Se organizan las apuestas y comienza el duelo.

— Señor acólito —pregunta Lu Tao—, ¿cuál es el sentido de la vida?

— Servir al Emperador. Quien sirve al Emperador tendrá la vida eterna.

— Parece un pago justo. ¿Quiere eso decir que no morirá quien sirva al Emperador?

— Quiere decir que cuando muera empezará su verdadera vida.

— ¿Cómo puedes saber tal cosa? ¿Es esta la falsa vida? ¿Hay muertos vivientes en Quon?

— En Quon, cuando uno muere, renace en el Cielo. Y lo sabemos porque los Dioses, que crearon el mundo, se lo revelaron al Emperador, que es el Hijo del Cielo.

— ¿A esos Dioses quién los creó?

— Nadie los creó. Nacieron del Cielo. El Cielo se abrió y dio lugar a los Dioses. Y los Dioses crearon la Tierra.

— ¡JA! Entiendo. ¿Y quién creó el Cielo?

— El Cielo existió siempre.

— ¿Y por qué creó el Cielo a los dioses? ¿Qué necesidad tenía? ¿Se aburría tal vez?

— Es un misterio.

— ¿No le ha sido revelado al Emperador? ¿No es el hijo del Cielo? ¿Tiene secretos el Cielo con su hijo?

— El Emperador lo sabe. Pero no nos lo ha revelado.

— Sin embargo tú has dicho que responderías a todas las preguntas. ¿Hay misterios a los que no puedes responder?

— Solo puedo responder que no puedo responder.

— Vaya mierda de respuesta [dirigiéndose al público y señalándole con los brazos extendidos]... No responde porque no sabe...

Ambos hombres se miran con gesto de desafío. El decurión Black Whirlwind Li Kui está perdiendo nuevamente la paciencia y parece que va a intervenir con su látigo. Lu Tao, dispuesto a defenderse, se cubre tras su jefa. El momento es electrizante. Y, como es habitual en estos relatos, se escucha de repente un alarido que hiela la sangre de los presentes. Ha salido de la tienda donde Zhu Wu consagraba a Jormungand. La precaria estructura se mueve como si mil espíritus danzasen dentro de ella y se viene abajo. Un movimiento como de gusanos, más gritos, y los acólitos se apresuran a retirar la lona dejando al descubierto a Jormungand penetrando por el trasero a Zhu Wu a cuatro patas con un gesto que es más de sufrimiento que otra cosa. Lu Tao se ríe a mandíbula batiente. La Princesa le reprende.

— ¿Te hace gracia una violación Lu Tao? Yo no le veo la gracia.

— ¿Una violación? Vamos, señora, por favor, ¿qué dices?, el britano siempre pide permiso.

— ¡Pero en su idioma que no entiende nadie más que él!

— Zhu Wu es un asceta sabio, así que si no entiende al britano no es culpa del britano. Además, el tal Zu Whu ha estado violando hace un momento las mentes de los lugareños, y manoseando chiquillos. Si hubo consentimiento no hay violación aunque haya sufrimiento. Y si no hubo consentimiento, le está bien empleado por farsante… Además, la cosa no deja de tener su gracia. El asceta levita, resiste el veneno de serpiente, duerme sobre una tabla claveteada, pero no aguanta una enculada…

Black Whirlwind Li Kui y su asistente Black Wind Force Son Jiang han tomado sus mazas de combate e intentan zurrarle a Jormungand. Pero el britano no deja de dar vueltas arrastrando a Zhu Wu en su giro, y el asceta corre el riesgo de ser descabezado por un golpe mal dado. Sus acólitos intentan auxiliarle tirando de sus hombros, pero parece como si el ano hubiese hecho vacío, y cada tirón hace que salga el culo un trecho (dejando al aire parte del miembro de Jormungand, totalmente lleno de duros pelos negros) y se vea de golpe arrastrado hacia atrás por la presión. El resultado es un movimiento de rítmico bombeo de entrada y salida en golpeteo de dientes de navaja, tal vez por la falta de lubricación. Los soldados gritan moviendo lanzas y escudos. Jormungand advierte:
Do not pull! Be going to start the bottom! I have been dedicated! The sacred celebration has to end so that everything returns to his being! If not: it will be terrible!

¡No tire! ¡Vaya a comenzar el fondo! ¡He sido dedicado! ¡La celebración sagrada tiene que terminarse de modo que todo vuelva a su ser! Si no: ¡será terrible!
Efectivamente, es terrible. La maza de combate de Black Whirlwind Li Kui acaba escalabrando a un acólito, el que decía cosas de los dioses, y el otro de los malabares sale de najas para evitar tan funesto hado. Jormungand se desamartela emitiendo esperma, se sube las faldas del vestido de lana y corre como una liebre en dirección al matorral perseguido por Black Whirlwind Li Kui, Black Wind Force Son Jiang y el resto de sus vociferantes hombres. Zhu Wu, perdida la sujección anal, trastabillea, cae sobre los cestos, se abren y se desparraman un montón de mortales ofidios que sisean y cascabelean. El público huye a toda prisa para salvar a sus cerdos de cabeza blanca... Una serpiente tortuga se incorpora sobre su vientre, mira el trasero descubierto de Zhu Wu y aprovecha para morderle las pelotas sin compasión. Al no estar concentrado el asceta, los testículos alcanzan un tamaño descomunal en pocos segundos cubriendo su retorcido y cicatrizado pene sin piel. La serpiente se retira con dignidad en dirección al bosque.

Sobre la plaza solo quedan Lu Tao, Ho Sa Nian y un dolido Zhu Wu.

— Ya ves princesa, a esta situación se puede aplicar lo que decía el poeta Chi Fon:

Cuando todos huyan
cuando todos corran
Cuando todos persigan
Cuando todos luchen
Quédate quieto
y te quedarás solo
con quien no huye
con quien no corre
con quien no persigue
con quien no lucha.
Es más descansado.

— A ver pues qué puedo hacer por esos testículos —prosigue Lu Tao sacando su bardeo de afeitar—, mientras tú podrías recoger las apuestas Lady Chía.

— Creo que hay que chupar el veneno y escupirlo Lu Tao.

— Ni por todo el cobre del mundo... Al acólito lo dejamos en paz, que acaba de empezar su verdadera vida.

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TAO
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Mensaje por TAO » 19 Sep 2007, 23:07

El valor de las palabras y la continuidad del idioma

Escondidos en la ciénaga, cubiertos de barro líquido hasta la nariz, bajo un matorral espinoso, Lu Tao y Ho Sa Nian se ocultan de las tropas quonistas que les persiguen con finalidades decapitatorias tras el incidente con el asceta Zhu Wu. El britano que los acompaña ha optado por subir a la montaña, que es menos húmedo, arrastrando al malogrado Zhu Wu para reconfortarlo y darle calor. Ho Sa Nian habla con Lu Tao intentando no tragar lodo.

— Creo que se alejan Lu Tao. Esos rastreadores quonistas no encontrarían sus culos ni aunque se lo pinchasen con palillos.

— Yo pienso que más bien que les asusta acercarse aquí. Temen a los cocodrilos de la ciénaga.

— ¡QUÉ! ¡Cocodrilos!

— Es una broma Princesa. No creo que en este barrizal se atrevan a meterse ni los cocodrilos. Mi abuela me advirtió —para que no me ensuciase los pies— que en estos lugares solía haber manos huesudas que te arrastraban al fondo con un gorgoteo... ¡Dioses! ¡No! [Lu Tao es absorbido bajo el lodo haciendo glu glu glu. La princesa tira de su coleta con desesperación y tras duro forcejeo consigue sacarlo mientras su sirviente se debate como una trucha en el anzuelo. Lu Tao se ríe tanto que se pone a toser como un loco].

— ¡Maldito Imbécil! ¡No vuelvas a darme un susto así, o te juro que cuando regresemos a Palacio te vas a pasar los próximos diez años sacando brillo al arnés del elefante!

— ¡Ay! [suspiro] ¿Volveremos algún día a Palacio?... Piénsalo princesa. Por barrizales como este estás dispuesta a mandar a tu ejército a la guerra. Eso de pintar un mapa y señalar con tu estandarte la «Ciénaga del Aliento del Sapo con Gastritis» te ha de dar grandes satisfacciones.

— ¡Cretino! ¡Cállate de una buena vez! Tus burlas carecen de sentido para mí. La Tierra es lo que hace al pueblo, esta ciénaga pertenece a la Tierra, y no se puede renunciar a ella sin renunciar a formar parte del pueblo.

— ¡Pero si te he explicado mil veces que eso del pueblo es una mentira enorme! Es solo una palabra que han cogido tus intelectuales, y le han dado un valor trascendente, como si hubiera un carácter común, algo que uniese a millones de personas en torno a una misión, es mentira... Esas palabras las inventan los ricos para afianzar sus intereses...

— ¿Niegas la existencia del pueblo de Quin y de su carácter especial frente a otros pueblos?

— Pues claro que niego ese invento.

— ¡Lu Tao!

— ¿Chu Fon el carnicero pertenece al mismo pueblo que Kiu Chu, el pescador de calamares? ¿Qué les une?

— El estandarte imperial.

— Kiu Chu odia el estandarte y prefiere el pabellón de la flota.

— Las costumbres.

— Chu Fon venera a los antepasados y el otro es ateo.

La Princesa medita un momento. Está acostumbrada a cómo retuerce Lu Tao los argumentos hasta hacerlos chillar, y no quiere enredarse. Medita. A lo lejos se escuchan las voces de los soldados quonistas.

— ¿Suelto a los perros rastreadores sargento?

— No soldado. Mejor quememos el pasto y así tendrán que salir de sus escondrijos los terroristas asesinos traidores y violentos. ¡Cobardes!

— El idioma —responde Ho Sa Nian—. Ambos ciudadanos hablan chino.

— Sí. Eso sí es cierto. Como quienes nos persiguen. Pero tienes que demostrar que hablar el mismo idioma te hace pertenecer al pueblo y te proporciona un carácter colectivo. Yo hablo chino. Y rotundamente declaro que no soy de eso que llamas pueblo... Por qué el sonido “pato” te proporciona un destino y una misión histórica diferente que el sonido “duck” o el sonido “cuac cuac”? Explícamelo...

— Es el idioma, hablado a lo largo de miles de años, el que produce el continuum.

— ¿Lo qué?

— El continuum, el hilo conductor, lo que nos une a los antepasados, que hablaban lo mismo que nosotros hablamos hoy día...

— [Asombrado] ¿Cuál de tus intelectuales es capaz de pronunciar esa palabra sin ahogarse? De todas maneras Princesa, estás en un error.

— ¿Cómo? ¿Acaso no aprendiste el idioma de tu madre, y esta a su vez de la suya, y así durante miles de años? ¿No hay un evidente continuum?

— Princesa, ya sabes que estoy en contra de los libros y de las bibliotecas porque pienso que embotan el entendimiento y destruyen la memoria. ¡Oh!, hermosos los tiempos en los que tenías que memorizarlo todo si querías ser un sabio. Pero en este caso me va a venir muy bien citar un texto. Sabes que el Libro de las Trasmutaciones tiene unos mil años de antiguedad, y es el primer libro escrito en chino, con esencia roja de nenúfar sobre piel de cerdo. ¿Es así?

— Así es... Lu Tao, ¿no percibes como un olor a quemado...?

— ¿Cuando lo lees, entiendes algo de lo que pone?

— Claro que no. No sé a dónde quieres ir a parar. Está escrito en chino antiguo y sólo los expertos pueden leerlo. Por eso no se entiende bien...

— Apenas seis personas en todo el imperio se atreven a decir que saben leerlo, yo uno de ellos. Tus intelectuales aseguran que es un tratado de filosofía muy profundo, y se lo pasan interpretando el oscuro sentido de sus ideogramas. Que si lo que no puede ser nombrado, que si el agua adopta la forma de la vasija, que si una mariposa puede provocar un huracán, que si el gato está muuerto o vivo dentro de la caja, que si el gusano se puede reencarnar en dragón... Pero yo he llegado a la conclusión de que es un libro de recetas de cocina escrito por la cocinera de una pensión, la señora Chu Wai.

— ¡Qué dices! ¿Recetas en El Libro de las Trasmutaciones? [Inquieta, levantando la vista hacia el cielo]. Yo diría que cada vez huele más a quemado...

— Recetas de cocina Ho Sa Nian. Rata agridulce fermentada en salmuera de cereza, arroz frito en aceite de cangrejo de río, mermelada de perro... También puede leerse la contabilidad de la pensión. Entonces, Princesa, si no entiende ese chino antiguo casi nadie... ¿Cómo puedes decir que el idioma de hace mil años y el de ahora son el mismo idioma? ¿Dónde queda el continuum ese, dónde el carácter y la misión del pueblo? ¿Cuál es el valor de la palabra pueblo?

— Más vale que te cubras la cabeza Lu Tao. Caen muchas pavesas ardientes.

Por el páramo de la ciénaga, huyendo a favor del viento, perseguidos por las llamas, la patrulla quonista y sus perros rastreadores corren que se las pelan.

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Grumilda
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Mensaje por Grumilda » 20 Sep 2007, 15:37

Tu prosa es como un cuchillo afilado que penetra profundamente en los entresijos de la estupidez humana, pero puede ser usado para cortar las manos a los que combaten contra sus ataduras. No será tu caso, pero hay mucho desaprensivo por ahí. Espero que la consecuencia de tu obra no sea un "ni pa ti ni pa mi, se queda todo igual". El quedarse todo igual no es un ni pa ti ni pa mi, es un pa ti.

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DecontrolSchizo82
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Mensaje por DecontrolSchizo82 » 21 Sep 2007, 02:28

No había vuelto abrir este tema desde la primera vez que lo leí, porque no me interesan las parábolas (con las del Nuevo Testamento que repetían los curas me bastó), y lo he vuelto a mirar únicamente porque veía que habías escrito, Grumilda.
Entro en este foro porque es un foro de debate político, para intercambiar argumentos y dialogar. El pretender exponer (y no digamos ya argumentar) una postura política en base a fábulas y cuentos es absurdo, y por supuesto no da lugar al debate.
And the world did gaze, in deep amaze,
at those fearless men, but few
Who bore the fight that freedom's light
might shine through the foggy dew.

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TAO
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Mensaje por TAO » 21 Sep 2007, 08:16

Vale.
Última edición por TAO el 22 Sep 2007, 18:15, editado 1 vez en total.

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Grumilda
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Mensaje por Grumilda » 21 Sep 2007, 11:52

De nada, Tao Pai Pai.
Estoy de acuerdo con decontrol en que este tema no da pie al debate y es para incondicionales de una idea. Pero bueno, ahí está la libertad de expresión.
¿Por cierto, había un mensaje de Stalker o lo he soñado?

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lo carraco
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Mensaje por lo carraco » 21 Sep 2007, 12:43

pues ya puestos diré que no soy nacionalista, pero tampoco estoy de acuerdo con todos los cuentos o parábolas.

alguna cosa se puede perdonar porque es un cuento, y no nos vamos a poner estrictos 100%. Sin embargo, en otros aspectos sí que creo que hay errores graves, ej. el tema de las razas.

el hecho de que existan razas no es ni bueno ni malo, lo malo es que en base a esa diferencia se establezcan diferencias de trato entre las personas. El estar contra esas diferencias (el racismo) no tiene porqué implicar estar en contra de la diferencia (la existencia de razas).

es un poco lo que les pasa a los nacionalistas de uno y otro lado, el hecho de estar contra el nacionalismo no quiere decir que uno esté en contra de la cultura de nadie. Unir nación y cultura es confundir, unir raza y racismo es confundir.

(por cierto, prefiero las croquetas de bacalao)
Y qué bonito sería si no fuera mentira
D.B.

Stalker
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Mensaje por Stalker » 21 Sep 2007, 13:04

Quizá sí hubiese habido un mensaje de Stalker o estabas soñando :roll: con ello, Grumilda. En todo caso, parece que coincidimos en ese sueño, aunque seguramente no lo viviríamos exactamente igual.

Escribí algo y luego lo borré, porque no quedé del todo satisfecho con lo escrito. Me pasa con frecuencia.

Yo pienso que las fábulas de TAO pueden dar pie a debate y son ricas en ideas interesantes. Quizá las conclusiones sobre lo que realmente se quiere decir con ellas sean más ambigüas que con un mensaje convencional, al referirse a países y personajes imaginarios. Pero eso no les resta valor, igual que las fábulas de George Orwell también pueden dar lugar a mucho debate y controversias si hacemos el pequeño esfuerzo intelectual de retrotraerlas a nuestra realidad.
Última edición por Stalker el 21 Sep 2007, 22:16, editado 1 vez en total.

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Siroco
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Mensaje por Siroco » 21 Sep 2007, 16:40

lo carraco escribió:pues ya puestos diré que no soy nacionalista, pero tampoco estoy de acuerdo con todos los cuentos o parábolas.

Creo que hay errores graves, ej. el tema de las razas. El hecho de que existan razas no es ni bueno ni malo...
En la actualidad hay un amplio debate en torno al término "raza" en ámbitos científico. Véase por ejemplo:

http://es.wikipedia.org/wiki/Raza

En el caso de animales, por ejemplo perros, puede leerse:
Una raza de perro o raza canina es un grupo de perros que tienen características muy similares o casi idénticas en su aspecto o comportamiento o generalmente en ambos, sobre todo porque vienen de un sistema selecto de antepasados que tenían las mismas características. Los perros han sido apareados selectivamente para conseguir características específicas por miles de años
http://es.wikipedia.org/wiki/Razas_de_perro

El apareamiento selectivo para intensificar unas características y comportamientos concretos, viene a crear una raza específica.

Eso, en humanos, es muy difícil que pueda producirse. Los criadores han resistido en muy pocas ocasiones las oportunidades de reproducirse con los criados.

Una buena parte de los científicos implicados en el debate han desechado el concepto "razas humanas" por incorrecto, sobre todo tras el desciframiento del genoma humano. Es posible hacer seguimientos genéticos de poblaciones para determinar sus ancestros comunes, o sus movimientos migratorios. Y es posible determinar genéticamente al propietario de un pelo con bastante certeza. Pero de ahí, a afirmar que existan "razas humanas", y que eso sea un "hecho", va un largo trecho.

Incluso en "razas animales", la controversia está servida. Los defensores de la "raza del toro de lidia", tienen grandes dificultades a la hora de definirla.

Podéis ver artículos en contra de la existencia de la "raza de lidia" en:
http://www.asanda.org/index.php?module= ... ay&ceid=25
http://www.asanda.org/index.php?module= ... ay&ceid=26
http://asanda.org/index.php?module=Cont ... y&ceid=121

En su fábula Lu Tao expone la existencia de cuatro grupos sanguíneos (A, AB, B y O con su respectivo RH positivo o negativo. Prodigioso que existiese conocimiento de tal hecho hace seis mil o siete mil años. Suponiendo (imaginemos) que todos fuésemos exactamente iguales en color de ojos, grosor de pelo, pigmentación de piel, etc., ¿se seguiría de ello que existen cuatro razas humanas?

Como puede verse, para debatir sobre fábulas, basta con ponerse a ello.

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Grumilda
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Mensaje por Grumilda » 22 Sep 2007, 04:05

Stalker escribió:
Escribí algo y luego lo borré, porque no quedé del todo satisfecho con lo escrito. Me pasa con frecuencia.

.
aaaaaaaaiiiiiiissssshhhhhhhh!!!! ya te vale

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TAO
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Mensaje por TAO » 22 Sep 2007, 21:10

Lo que crea, une y constituye al pueblo

El teniente Bo (el amigo de Jormungand), y sus hombres del ejército de Quin, se encuentran cercados en el fuerte del desfiladero de Fu Jian, cerca de la aldea de Jian Fu. La Agrupación del Tiburón de Jade está decidida a vengar a su compañera la señorita Loto Suave, fallecida heroicamente en trágicas circunstancias (ver último relato de la página dos). Y para ello van a tomar Jian Fu con objeto de hacerla su capital. No obstante están teniendo grandes dificultades ante la conservadora defensa del teniente Bo, que se limita a rechazar los asaltos tras la empalizada a fuerza de lanzazos. A los requerimientos de rendición honrosa (sólo les castrarán y podrán conservar el estandarte), el oficial ha respondido con insolencia que su reserva de té y de cerdo es inagotable. Con la actitud de una diosa, Tigresa Lady Wu hace formar a sus tropas y les lanza este discurso:
¡Sol-dados! Vais a la guerra de las masas populares contra un ejército de agresión poderosamente equipado y bien entrenado que nos impone la opresión. Pero no nos importa: si el enemigo es fuerte, se le evita; si es débil —y ahora es débil—, se le ataca; a su armamento moderno oponemos nuestras armas secretas y un heroísmo sin límites para vencerlo hostigándole o aniquilándole de acuerdo con las circunstancias, y combinando las operaciones militares con la acción política y económica; no hay línea de demarcación fija: el frente está donde esté el enemigo. El enemigo está en todas partes: enfrente, atrás y entre nosotros. De ahí la importancia de la lucha política, tan vital como la militar. En la guerra de liberación de Guanpong cada habitante es un soldado; cada aldea una fortaleza; cada célula del la Agrupación de Tiburón de Jade y cada Comité Administrativo de Comuna, un Estado Mayor. La tarea de nuestro ejército, consiste en la destrucción inmediata de los nidos y focos de traidores y de los aparatos que por su naturaleza, o por virtud de la inercia histórica, se oponen a la fuerza invencible de los procesos sociales. La lucha no será sencilla. Os ofrezco sangre, sudor y lágrimas [murmullos], y al final, ¡la victoria! [murmullos algo más alegres]. Por todo ello, ¡soldados!, jurad conmigo:

Yo, soldado de Guanpong juro sacrificarme sin reservas por la Patria, luchar por la causa de la independencia nacional, de nuestros usos y costumbres, bajo la dirección de la Agrupación del Tiburón de Jade y del gobierno legítimo, para construir un Guanpong pacífico, unificado, independiente, y próspero y contribuir al fortalecimiento de la paz en el mundo. Hago este sagrado juramento en nombre del Pueblo: obedeceré incondicionalmente a mis mandos y como un soldado valiente, estaré dispuesto a arriesgar mi vida en todo momento. ¡Lanzad el juramento soldados!
Los muchachos intentan repetir la retahila. Desgraciadamente, los jóvenes acaban de salir del campo, les han repartido aguardiente de arroz para que se animen y casi que han sido arrancados de las manos de sus madres. Se atoran y parecen incapaces de recordar la fórmula completa. Un confuso murmullo, como cuando los cerdos corren al establo a la hora de comer, se eleva sobre los estandartes. Afortunadamente un sargento —columna vertebral de todo ejército— se les acerca y les grita haciendo estallar varios tímpanos.

— ¡Jurad cojones! ¡Decid: «sí juro»!

A lo que responde la tropa más o menos a la vez.

— ¡Sí, juro!

A continuación se pasea al cerdo mascota para que los combatientes le besen el hocico, en la creencia de que ese gesto proporciona fortuna y unidad espiritual. Y, a la vez, se canta el himno de Guanpong, al que recientemente un comité de poetas puso letra.
Guanpogn, Guanpong sobre todo,
sobre todo en el mundo,
Sí. Siempre se queda unido
para la protección de sus suburbios.
Desde el río Kiu hasta río Kio,
Desde el Monte Tiu hasta el Tio,
Guanpong Guanpong sobre todo,
¡sobre todo en el mundo!
Mujeres guanponesas, lealtad guanponesa,
Cerdo guanponés y canciones guanponesas
Seguirán muy altamente estimados
En todo el mundo,
Y nos inspirarán a los hados
Todos nuestros segundos.
Mujeres guanponesas, lealtad guanponesa,
Cerdo guanponés y canciones guanponesas
vino guanponés y legumbres guanponeeeesas...
Ho Sa Nian, que ha asistido al acto en silencio, susurra a Lu Tao...

— No cabe duda de que Tigresa Lady Wu tiene carisma.

— Cantan fatal, que horroroso horror, me gusta más mi versión... ¿Lo qué? ¿Qué dices de la crisma?

— [Ho Sa Nian da una torta a Lu Tao en la nuca] ¡Atiende bestia! Carisma, gancho. Fíjate cómo ha emocionado al pueblo. Es una y todas a la vez. Es la encarnación del pueblo.

— Sí [rascándose el cogote]. Es notable cómo la gente trabajadora y sin estudios se deja embaucar por las personas cultivadas a las que dan de comer. ¿Puedes explicarme cómo una persona que no tiene más mérito que ser la hija de su padre, un intelectual acomodado, que no ha acarreado agua en su vida y que no tiene ni un callo en su cuerpo, puede ser la encarnación del pueblo que anda descalzo y que se levanta a punto día a apacentar a los gansos?

— Pues ahí los tienes. La siguen.

— La siguen no. Muchos han huído de esta guerra. Y los que la siguen en realidad la preceden. Nunca verás a un general avanzar delante de la tropa.

— En este caso no Lu Tao. Esa mujer es distinta. Mira. Llevan toda la mañana preparando ese extraño artilugio y ahora ella se lo está colocando.

Efectivamente, Lady Wu, realizando aparatosos gestos, se está colocando una especie de arnés...

— Lady Wu me sorprende Ho Sa Nian. ¿Realmente va a atacar ella en cabeza...?

Pero cuando está metida en faena, una de sus damas de compañía, la señorita Flor de Almendro, se coloca ante Tigresa. La dama hace gestos de protesta, e insiste en ser ella la que arriegue el pellejo, mientras afirma que la vida de Tigresa, «es preciosa y muy valiosa». Lady Wu insiste, pero al final se deja convencer. Lu Tao suelta una risita suave.

— ¿Qué te dije? El cuadro de acólitos siempre protege el carácter extraordinario y ejemplar del líder. Si su jefa muere perderían el puesto que tienen en el escalafón. Es la tragedia de esa gente que dices que tiene «carisma», que se ven atrapados por la imagen que ellas mismas crean... Si nutre esa Lady a algo no es al pueblo, sino a su corte.

— ¿Pero es que no puedes creer en nada Lu Tao...?

— En nada. Y en Todo.

Mientras Lu Tao discute con Ho Sa Nian, la señorita Flor de Almendro se prepara y lanza un breve discurso. Hay que tener en cuenta que toda la gente con mando o con ganas de mandar, suele hablar muchísimo.
Agradezco la confianza depositada en mí por la ministra de la Guerra, Tigresa Lady Wu, y por el Consejo de la Agrupación del Tiburón de Jade. Confieso que con esta nueva misión culminan mis más altas aspiraciones en la vida militar. Quiero recalcar que el estado actual del cuerpo es muy bueno, gracias a la labor de Tigresa Lady Wu, de la que he sido subordinada como responsable de las Fuerzas de Cohetería Ligeras, hecho que me llena de orgullo [murmullos de aprobación]. Señalo que dicha responsabilidad se traduce en un compromiso ante los que le precedieron en el puesto. Me refiero a la gloriosa señorita Loto Suave [se levanta un cartel-retrato con su rostro], pues ella dejó el listón muy alto, por lo que me planteo como un reto el continuar con la línea ascendente que desarrolló mi valiente predecesora para al menos igualarla o superarla [aplausos]. Por otro lado, proclamo la importancia de Fu Jin [toses y carraspeos de Lady Wu ante el error], o sea, Jian Fu, resaltando el apoyo permanente que de manera tradicional el pueblo jianfunés nos ha dado, aunque la mitad del pueblo haya huido tras la empalizada para evitar nuestra Justa Justicia [toses y carraspeos]. Soldados, ¡Unidad y Gloria! [se canta nuevamente el himno y el cerdo vuelve a dar una ronda]
El momento es emocionante, porque Tigresa Lady Wu la sujeta por los hombros, la declara su preferida, la besa y la nombra mariscala y almiranta. Grandes ovaciones. Sin más dilación, se prepara el combate. La señorita Flor de Almendro va vestida con un extraño kimono. Se coloca sobre la espalda una gran estructura de tela y cañas de bambú. Comprueba bien el ajuste del cacharro. A una señal suya (un largo «¡jajajajaja!»), seis hombres amarrados a una cuerda a la que va atado el mencionado aparato en el otro extremo tensan ligeramente el cable, ella echa a correr, se lanza colina abajo, y tras dar unos gráciles saltitos, se eleva hacia el cielo.

— ¡Es una cometa Lu Tao! ¡Qué gran idea! —exclama Ho Sa Nian— Puede sobrevolar el fuerte y desde allí tomar datos de los defensores, o dejar caer veneno... ¡Este arma acabará con todas las guerras Lu Tao! ¡Hará innecesaria las batallas terrestres!...

— Será así si tu lo dices. Observa princesa —comenta Lu Tao— la batería de cohetes que lleva adosados al cuerpo la señorita Flor de Almendro. Y hay más en lo alto de la cometa. Creo que pretende dirigirlos hacia el fuerte para sembrar el terror y el pánico entre tus hombres. Mira, sujeta algo en la mano...

La señorita toma el yesquero y prende la mecha única de los veinte cohetes incendiarios. Se la ve tomar posición moviendo el armazón, calcular la trayectoria, ubicar correctamente su cinturón, controlar la velocidad del viento... la mecha se bifurca. Una parte se dirige a los cohetes corporales, y otra hacia los de las alas. Finalmente las mechas se individualizan. Los cohetes se inflaman de golpe, a la vez. Los adosados al cuerpo de la señorita flor de Almendro salen disparados arracándole la ropa y dejándola desnuda. Aplausos. Los proyectiles vuelan erráticamente cayendo por doquier. Tres de ellos impactan sobre el fuerte y lo incendian. Los defensores huyen o mueren. Gran ovación y gritos de agonía. Otros tocan la granja colectiva, el arrozal, la noria, el puente y la vaca del alcalde [ayes y gemidos]. Los cohetes de la cometa lanzan una llamarada blanquiazulada que sale a miles de grados de temperatura proyectando hacia el infinito a la señorita Flor de Almendro, que se va haciendo más y más pequeña en dirección a las Montañas de la Orquídea Tranquila hasta desaparecer. Los hombres atados a la cuerda son arrastrados igualmente de manera ineluctable y se desintegran sin que se sepa cómo. Una explosión resuena por el valle. Todo el mundo se encoge.

— Impresionante —comenta Lu Tao—. Diríase que ha atravesado un muro de sonido.

— ¡Otra vez una joven muere! ¡Qué horror! —contesta Ho Sa Nian—

— Poco le duró el cargo a la moza. Ha hecho como la que pintó pasteles para matar el hambre. No obstante hay que reconocer, que la línea ascendente sigue su curso. Tendré que hacerle una balada, una oda... Caramba, el teniente Bo ha quedado como un cochifrito... ¡ñam ñam!

— ¡Cuánto sacrificio para nada!

— Para nada no. Tú me preguntas con frecuencia qué es lo que crea, lo que une y lo que constituye al pueblo. No es el idioma, no es la costumbre, no es el color de la piel. Mira a tu alrededor Ho Sa Nian.

—¿Qué?, ¿qué hay que mirar?, ¿qué es lo que crea, une y constituye a un pueblo.

— Evidentemente, la guerra.

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lo carraco
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Mensaje por lo carraco » 25 Sep 2007, 10:57

sigo con el tema de las razas...

pues si los expertos no se ponen de acuerdo yo no voy a dogmatizar sobre el tema.

sin embargo añado: se habla de razas de perros: razas seleccionadas de forma artificial, pero también habría razas de animales salvajes, seleccionadas por motivos normalmente geográficos. La península ibérica es ejemplo de ello (y corregidme si me equivoco), el águila imperial está representada por una subespecie o raza en la península, en los reptiles también encontramos diferentes subespecies de lagartos o lagartijas según la zona peninsular...

de existir, las razas humanas serían de ése tipo, si a ello añadimos la capacidad de movimiento que tenemos, es normal que exista mezcla entre los individuos de una u otra raza. También leí en algún sitio que el cromañón y el neardental no sólo convivieron sino que es posible que se diera algún tipo de "mezcla".

diré para no embrollar más por mi parte, que el tema de la existencia de las razas es políticamente incorrecto en algunos ambientes por el uso que ciertas ideologías hacen de ellas. Es como si a alguien se le ocurre hacer segregacionismo entre zurdos y diestros y todos los progres se ponen a decir que no hay ni zurdos ni diestros.

la verdad no es simplemente la negación de todo lo que diga tu enemigo, eso también es una ideología dependiente, en este caso dependiente de lo que digan los racistas.
Y qué bonito sería si no fuera mentira
D.B.

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Siroco
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Mensaje por Siroco » 25 Sep 2007, 15:20

lo carraco escribió:el águila imperial está representada por una subespecie o raza en la península
A ver lo carraco: ¿una subespecie es lo mismo que una raza? ¿Eso dónde lo explica con más detalle? Me gustaría echarle un vistazo para aclararlo. Por aprender taxonomía, de la que no tengo mucha idea, la verdad. ¿Hay subespecies humanas? He mirado unas cuantas clasificaciones y se paran en la especie. De la wikipedia (por poner algo accesible)
En la actualidad la noción de "razas" o "subespecies" aplicada al Homo sapiens carece de valor científico y se habla de deme (variante del concepto clina aplicada a nuestra especie).

Clasificación científica
Reino: Animalia
Subreino: Metazoa
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Subclase: Eutheria
Orden: Primates
Suborden: Haplorrhini
Familia: Hominidae
Tribu: Hominini
Género: Homo
Especie: H. Sapiens; Nombre binomial: Homo sapiens
Subespecies:
* Homo sapiens idaltu (extinto). Ver en wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Homo_sapiens_idaltu
* Homo sapiens sapiens


Dices que las poblaciones para desarrollar razas tienen que estar circunscritas y aisladas. Pero que tenemos los humanos mucha capacidad de movimiento. Y que por lo tanto, las razas están mezcladas. ¿Es eso? Pues entonces, de qué subespecie humana hablas? Si la condición es el aislamiento durante miles de años y no se cumple...

En cuanto a cromañones y neandertales, y si se mezclaron o no, está sujeto a debate. Están intentado extraer ADN mitocondrial de los huesos de neandertal para estudiar su similitud o diferencia genética con otros homínidos. Los neandertales se clasifican dentro del género homo. El género está un escalón por debajo de la especie. No son ninguna raza. Y desaparecieron.

Y en tercer lugar, afirmar que es cosa de "progres" poner en duda la existencia de las razas, qué quieres que te diga. Ya que hablas de zurdos, ¿qué son los zurdos? ¿Otra raza?

Yo, confieso que no tengo mucha idea de taxonomía. Algo he leído sobre razas y los argumentos en contra me han parecido convincentes. No se trata de que las lagartijas tengan varias subespecies, sino de si los humanos las tienen.

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lo carraco
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Mensaje por lo carraco » 26 Sep 2007, 13:03

no voy a entrar en polémicas que los supuestos expertos no tienen claras, así que, siroco, me voy a limitar a hacer alguna aclaración:

lo de "zurdos" era simplemente un ejemplo

subespecie y raza lo escribí tal y cómo me salió, sin ánimo de sentar cátedra, perdona, pero precisamente luego, leyendo más tranquilamente la wikipedia que enlazaste tú mismo tan amablemente, comprobé que en algún momento se usaban como sinónimos por algunos de los estudiosos del tema.

si y no: las poblaciones aisladas pueden con el tiempo generar razas diferentes e incluso especies diferentes. El aislamiento lo estamos rompiendo de forma masiva desde hace ... años, en una especie que tiene .......... años de antigüedad.
Y qué bonito sería si no fuera mentira
D.B.

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