Te refieres a El Hombre Guillotina? Es el único que ha pretendido discutir algo de ésto con nosotros, el único que ha mostrado que conocía algo del tema más allá de las típicas manipulaciones de "ultraliberal" y "mercachifle". Lástima que se empeñe en escribir tanto para su ego, resultando imposible leerle en esa maraña de argumentos que se entrecruzan e insultos con ínfulas de grandeza.
Había pasado esta excrecencia totalmente por alto. AaA, decía Zo d´Axa que “el perro vuelve a sus vómitos” ¿No ves que sobre los que ahora te restriegas están fríos?, apunta esto en la lista de insultos, condúceme ante la inquisición, exige fuego purificador, quema mis manuscritos, incluso responde con tus vulgares cacofonías, pídele a Xell que use el hacha conmigo y me echen por mi estilo mortificante, mi longitud insufrible, mis insultos y mi estilo decimonónico, lo que sea, pero no me “halagues”. Lleváis regalándome los oídos desde el comienzo del debate, “sabe lo que dice”, “el único que discute” y no se que más chorradas… después, como no quise “jugar en vuestro equipo” era un monstruo, un desalmado, un criminal, antes era un genio, después un esteta, un asocial, un profeta religioso, después un loco milenarista, al rato un fascista y ahora un marxista… siempre he defendido lo mismo, y siempre habéis salido mal parados, si ahora os duelen las heridas, es porque en frío, suelen notarse más.
¿¿¿¿¿El único que ha pretendido discutir algo de esto con nosotros?????? Todo el mundo lo ha hecho, TODO EL MUNDO, ¿Tengo que poner la lista?, Todos, Kolokada, Regan, Jorge, Pablo (A), Aquitania, Walter, y a saber cuantos más (solo digo estos porque tengo muy mala memoria que me disculpen los omitidos), todos han llamado a vuestros planteamientos Capitalismo. La única diferencia es que yo, mi Individual ego me ha llevado a ello, he perdido el tiempo entre algunos mamotretos, y cuando dijisteis “Lucro, Interés, Usura, Desigualdad, Autoridad Legal, Represión Carcelaria y Policial, Eugenesia, y demás, son todos términos armonizados con el Mutualismo”, todos los mencionados y aún más dijeron: “NO SON AFINES AL ANARQUISMO”, muchos señalaron que tampoco lo eran al Mutualismo, y lo único que he hecho yo, pues debo obtener más placer que los demás en torturaros, es demostrarlo con argumentos histórico-teóricos, nada más. Todos os han rebatido y refutado, todos han dicho que no sois ni Mutualistas, ni Anarquistas, todos os han llamado Capitalistas a secas, sin más atributos, menos aún con los que os habéis aproximado como torpes “carteristas”.
Lo único que me diferencia de otros es la paciencia, y esta no llegará agotarse por muchos chamullos que soltéis.
AaA ni en tus mejores sueños contestaste uno solo de mis argumentos, has hecho como con Voltairine de Cleyre (que se a ciencia cierta que ni se enteró de última contestación, pues era idéntica a la anterior, debió leerla y pensarse que era la misma que ya había contestado) si no te importa cogeré su antorcha y nuestro próximo encontronazo lo tendremos en las criticas al Comunismo Libertario, en la que pienso barreros definitivamente, no intentes rehuirlo (o huye, como ya hiciste antes, pero por favor esta vez cumple con tu palabra), pues está visto que cuando se te dan mis propios argumentos, aunque sea en su versión resumida, sigues usando la misma técnica, coges una parte, la cortas y pegas, y dices: “si, el lucro es bueno”, se te objeta, se te dan motivos, y vuelves a decir: “pero es que el lucro es bueno”, se continua, se da una vuelta más de tuerca, y vuelves a esputar: “el lucro siempre será bueno”… No aportas nada, no dices nada y aún así tienes la necesidad de exhibir tu ignorancia… Y todavía tienes la caradura de decir que los demás no saben de Mutualismo ¿Qué necesidad tienen ellos de conocerlo cuando tú, que dices defenderlo, no sabes nada en Absoluto? Todos aquellos que os han refutado sobre Capitalismo saben mucho más de Mutualismo, y están más cerca de él, aún superándolo y adelantándolo, que cualquiera de vosotros.
Tus por ti llamadas “parrafadas”, “literatura” para cajas de cerillas, solo adquirían proporción cuando te daba por copiar lo expuesto por mi para poner abajo “si, pero el lucro sigue siendo bueno”. Jamás contestaste un argumento, y menos uno por uno, haces como ahora Aquiles, te abstraes de temas profundos y pasando por encimas fragmentos capitales te dedicas a hacer alguna objeción solo fundamentadas en el recurrente lloriqueo “es como yo digo porque el juguete es mío”, verdaderamente vuestro afán propietario no se basa en ninguna premisas igualitaria o libertaria, es solo la reminiscencia pueril del niño caprichoso que rompe sus juguetes y pega a sus amigos si no hacen lo que él dice cuando están en “su” casa… pero pobre criatura, ¿Qué se le puede pedir cuando ha sido criado como un producto de vuestro mundo?
Parece cosa realmente curiosa que antes era, según tú, el único que hablaba sobre Mutualismo, y poco después digas que en realidad no digo “nada”, pero tranquilos os entiendo, me imagino que delante de mí se encontrara un tipo que no se conforma con escribir por escribir, como todos vosotros, y me diera datos, citas y demás, pues claro, vuestro proyecto de lobby, que solo se sustenta en superchería económica, no puede más que temblar, y tener que decir que todo lo que dice el de enfrente no significa “nada”, de lo contrario estarías obligados a refutarlo… y como buenos capitalistas y burgueses sentís pánico ante el esfuerzo.
Después vuelve a escapársete el cinismo por la boca, has venido a decir que si yo defendiera vuestra postura estarías encantados, entonces la longitud, el estilo y demás no os importaría… bonita muestra de oportunismo.
Después de este aluvión dirás: “Veis solo insultos, ni un dato teórico”, pero ¿Acaso tú has aportado algún dato teórico que pueda refutar? Este mensaje es meramente “formal” porque así han sido los últimos que has hecho derramarse de tu casquería cerebral. Si ladras, procura por lo menos no molestar al vecindario, sino esto es lo que te espera.
Hablas de desorden y barroquismo, bendito barroquismo si este barre las insustancialidades, bendito desorden cuando este es denunciado por el mismo sujeto que se contradice una vez tras otra, que reconoce inventarse sobre la marcha sus aseveraciones aún teniendo después que recular… si alguien así le llama a lo mío “desorden”, eso solo puede significar que mi estilo no es demasiado malo.
Más atrás, precisamente destinado a los insulsos como tú u osvaldo, deje 20 motivos por los que no sois Anarquistas, ni Mutualistas, no hace falta que nadie te resuma nada, yo mismo lo hice, ojéalo si quieres, es tu personal “cuadernillo de preescolar”, después podremos pasar a cosas más jugosas.
Dijiste que no ibas a contestar más, agachaste las orejas, metiste el rabo entre las piernas y te largaste gimoteando, parece ser que como en otros temas te dan más cuartelillo han debido envalentonarte… AaA ¿Crees verdaderamente que has aprendido lo suficiente en estos días como para debatir una sola de mis palabras, como para demostrar la licitud del lucro, la equidad del interés, la justicia de la usura, la diferencia sustancial entre un bien natural no producido por el hombre del que alguien se arroga su propiedad, y otro artificial que aunque producido por el hombre no es fruto de la labor del mimo que se lo apropia a través de la imposición monetaria, un medio de producción existente antes de que el nuevo propietario lo llamara suyo, construido por manos ya muertas, cadavéricas y esqueléticas, crees poder demostrar que la imposición del derecho general sobre el sujeto individual es legitimo, que la Ley que constriñe al hombre a los caprichos del legislador en loor de los privilegios de una minoría debe ser acatada, que los antros de detención e internamiento pueden establecerse sobre un hombre sin violar y descuartizar su libertad, que la individualidad de todo individuo imposibilitado no es sacrificada en el altar de la autoridad cuando se le condena a la caridad o a la eugenesia?
Vuelve a esconderte en tu caverna, o ten la decencia de afrontar el futuro debate, si no cumple tu palabra, que ya veo que vale menos que el viento polvoroso que la arrastra, y deja de intoxicar.
Marco Arrieta, esto es lo que yo rescato de útil de tu respuesta:
Saludos
AaA y tú, y ahora se os suma vuestro mamporrero Aquiles, habéis tratado de desvirtuar el debate y convertirlo en un “Guillotina Si, Guillotina No”, “Malo o Bueno”, “Listo o Diletante”, sinceramente, no creo que un foro establecido para que los Anarquistas puedan establecer un marco propicio para compartir y contraponer ideas anti-autoritarias -se encarne este en la Autoridad del Capital o en la del Estado- y poder así accionar conjuntamente, sea un buen sitio para desviar energías poniéndose a hablar de un simple usuario que mañana desaparecerá, cambiará de nombre, y solo dejará Ideas.
Habláis de egos y demás gaitas, este debería hinchárseme como el “pecho de un palomo” viendo que en vez de refutar si sois o no “mutualistas” (cosa imposible pues ya se ha demostrado que no, y el último mensaje de Aquiles no ha hecho más que ratificarlo) os dedicáis a propagar mis obras y milagros… realmente sois conversos religiosos, lo que pasa es que amáis a Dios (capitalismo) tanto como odiáis a vuestro particular Diablo.
Mis conclusiones, mis pareceres personales solo se han basado en estricta argumentación ¿no es esa precisamente la retórica que os hace echar bilis por la boca? Y hasta aquellos a los que tú llamas “insultos” también están perfectamente argumentados, es más, y documentados, a vuestras propias palabras me remito.
¿Tienes alguna manía hacía los “pareceres personales?, ¿En que fundamentas tus ideas si no?, ¿En lo que te ordenan?, ¿En lo que te inculcan?, ¿En la asunción ciega de lo que lees?, ¿No crees las ideas, con las experiencias, sentimientos y razonamientos, deben partir de nuestra personal perspectiva? Quizás el individualismo te suene raro, todos los capitalistas son adversos a dicho término por mucho que afirmen lo contrario ¿Por qué?, porque solo buscan un “individualismo” limitado y restringido: El Suyo, el de todos los demás les supone un peligro mortal.
Es como lo que decía Stirner, quieren erradicar el egoísmo de los pobres, hacer que se posterguen ante la Patria, Dios, el Rey, todo con la intención de que no puedan nunca desbancar el egoísmo de los lideres, y de las abstracciones que estos dirigen, pues eso significaría el fin de la jerarquía, así rezaba el dicho: “Los grandes lo son solo porque estamos de rodillas ¡Levantémonos!”… barrer el egoísmo de los poderosos mediante la privación de la propia Individualidad ¿os da miedo el verdadero Individualismo?
Marco Arrieta, creo que eres un proyecto de ignorante fatuo, tienes la pose, pero eres tan haragán que no te has molestado por acaparar las frases hechas que consigan hacerte dar el pego, así tienes la poca vergüenza de afirmar que has sido “tú”, quién ha definido en este hilo el Anarquismo como sinónimo de antiautoritarismo, es muy posible que otros compañeros lo hayan dicho antes que yo en este mismo tema, pero mucho antes de que a ti se te ocurriera decir nada al respecto yo dije, en mi primera intervención: “La cuestión se ha planteado en torno a palabrería engañosa que los amantes de las nuevas y viejas opresiones han sabido utilizar muy bien, el asunto no es si se esta en contra del Estado y el Capital (ahora viene el momento en el que os cuestionáis mi salud mental), pues todos conocemos “liberales” de todos los colores, capitalistas de las más variadas raleas, tiranos de sombrero de copa o de birrete académico, que se oponen con todas sus fuerzas al “Estado”… el gran magnate de la Texaco puede gritar: “Muerte al Estado”, el pequeño propietario que me clava su voz en los tímpanos para que limpie más rápido su tienducha también me grita: “Muerte al Estado”, pues ese “monstruo” les arrebata una pequeña porción de sus ganancias.
Comprenden perfectamente que el Estado vela por la seguridad de sus “propiedades”, es este el que apunta con las bayonetas o rifles a esa “pobre masa proletaria” que podría arrojarse en cualquier momento sobre sus “bienes”, pero a cambio les pide una pequeña “colaboración” ante la que el propietario, grande o pequeño, se irrita, como un niño al que le obligan a compartir sus golosinas. Pero, ¿Acaso ese dinero que va a manos del Estado no se reparte entre los mismos “empresario” pues son ellos (lobbys mediante) los que manejan las riendas del poder político?... los capitalistas retratados por Dickens no están tan caricaturizados como se cree, y hacen cumplir fielmente la idea de que el millonario rompe a llorar cuando pierde un simple céntimo.
¿El problema sería entonces la impugnación del Capitalismo? Si, pero no tal y como se ha planteado. Los marxistas de todos los pelajes pueden condenar el Capitalismo de la forma más taxativa, para después, sino lo hacen renacer en la forma del “Capitalismo de Estado”, concentrarlo (y esto en el mejor de los casos) en las manos de verticales formulas de dominio y opresión, Platón, Babeuf y las primeras enunciaciones de Weitling, son buen ejemplo de ello. Desde la bancada de los tiranos con casco prusiano y de los apolillados dogmas del mecanicismo “académico” también se pide la “abolición” del Capitalismo, gritan y claman por su muerte los padres de las “democracias” y los hijos de las “dictaduras”, lo padres de la “mentira” y los hijos de la “realidad objetiva y material”.
Que los aludidos en el asunto que aquí se trata (y siento tener que recurrir a estúpidas generalizaciones, pero observando que en la mayoría de los casos suelen hablar en “plural mayestático” y que algunos de ellos se comportan como una “comandita homogénea”, no veo la necesidad de establecer “diferencias” hasta que ellos mismos lo hagan; para los que lo hayan hecho, disculpas de antemano), condenen el Estado o incluso, el Capital, es algo irrelevante pues podrían hacerlo en los mismos términos que los personajes de los ejemplos ya expuestos… lo esencial, lo imprescindible, lo ineludible es saber si ¿Condenan la Autoridad?.
Puedo oír los murmullos: “ya esta intoxicando con cuestiones filosóficas y teóricas”, “ya esta tergiversando con asuntos que no guardan relación alguna con el tema”… lejos esta de mi intención “maximizar” sobre lo que “es” o no “es” Anarquismo, para mi cada uno debe tener su propio Anarquismo, su propia y personal concepción, es eso lo que ha permitido que hayan habido innumerables corrientes, con distintos prismas sobre lo económico, lo social, lo identitario o la praxis, sin que se hayan tenido que desaparecer, “forzosamente”, las unas en detrimento de las otras. Para mi ha existido, sin embargo, un punto común que las ha hecho converger a todas en una misma barricada, le Negación, inexorable, contra toda forma de Autoridad… sea esta política, económica, racial, sexual, o individual, etc.
Lo que mueve a un Anarquista a Negar al Estado, no es más que el carácter opresivo y Autoritario de dicho organismo, ¿existe o existirá Estado alguno que no se asiente sobre la premisa de la Autoridad?, no, pues tal cosa supondría su abolición, ergo, todo Anarquista se opone a todo Estado.
Y he aquí lo verdaderamente interesante y sobre lo que me dedicare a teorizar contra los señores “capitalistas” (os llamo así pues como he dicho no habéis definido, por lo menos, con la suficiente claridad, donde empezáis unos y donde otros, así que en vez de bautizaros con este o aquel epíteto, os llamare “capitalistas”, si alguno cree desmedido o injusto dicho término, entonces simplemente que no se de por aludido pues dichas palabras no se dirigirán contra él, a no ser que en los hechos demuestre lo contrario), ¿existe o existirá forma alguna de Capitalismo que no se aposente sobre la base de la Autoridad?, no, por tanto Capitalismo y Anarquismo son términos antagónicos”
Evidentemente no me habrás leído en absoluto por muchas fotocopias que te gastes.
Dices después:
“a lo cual apunto como los mutualistas que me acompañan con toda la independecia del mundo por cierto, con lo que te pido no hablas de nosotros, si no de mi no contesto por nadie.”
La estructuración de la frase la hace un poco ininteligible, pero si no he entendido mal, primero afirmas que todos los capitalistas defendéis lo mismo y luego me solicitas que os diferencie y solo hable de ti ¿Tienes esto algún sentido? Sois vosotros los que desde el principio, en lugar de romper generalidades, decidisteis achataros, limaros, rejuntaros, convertiros en una argamasa, y hacer amorfismo reproduciéndoos y manoseándoos en el mismo fango.
Después te sacas decididamente un “conejo de la chistera” y empiezas a lanzar acusaciones de “marxistas” y demás, lo curioso del tema es que creyendo que definías a los demás no has conseguido más que exponer y mostrar una vez más tus propias vulnerabilidades. Aquiles y AaA ya lo ha hecho en otro tema, Nihilo lleva haciendo desde hace mucho, cuando alguien ataca el capitalismo se os inflaman las venas y os ponéis excitados y agresivos ¿Por qué?.
¿Mi oposición al Capitalismo es inspirada en el marxismo?, ¿Mi idea de que el Anarquismo es incompatible con el Capitalismo esta sacada del marxismo?, ¿Mi oposición al Capitalismo fundamentada en que este se basa en la Autoridad e imposibilita toda forma de Libertad se basa en el marxismo?, Mi ideas anticapitalistas son bastantes personales, y si tuviera que hablar de las lecturas que ayudaron, a base de contrastes, a configurarlas tendría que mencionar el ¿Qué es la propiedad? de Proudhon, primer libro que me leí sobre tal asunto, se que ni la historia, ni Proudhon, son tus fuertes, pero por si te sirve de aclaración Proudhon se consagró a la fundación de un socialismo alejado de utopismos (y así lo reconoció en un principio el propio Marx, antes de que su vanidad y perfidia le hiciera atacar a Proudhon), cuando Marx era todavía un filosofo resentido que trataba de atacar a los hegelianos de izquierdas para matar al demonio que llevaba dentro (especialmente al de Stirner, que le dedicó todo un capitulo de su Sagrada Familia sin después poder refutarlo ni un ápice, de hecho Marx acusaba a Bakunin diciéndole que había mezclado el “Anarquismo teutónico de Stirner y lo había mezclado con el proudhonismo francés”). Marx conoció a Proudhon en París (años antes que Bakunin) se convirtió entonces en su discípulo, en aquel tiempo definía el ¿Qué es la Propiedad? como “el manifiesto de la clase obrera, un libro musculoso, vigoroso, el vademecum del socialismo”. Y fue en ese libro, 8 años antes del Manifiesto Comunista, donde se recogían estos términos y definiciones, “socialismo científico” (que Tucker definía como Anarquismo científico), “medios de producción”, “bienes de consumo” (si, los mismos que te causan urticaria y que catalogas estúpidamente como “conceptos marxistas”), la exposición de la “plusvalía”, y tantos otros que pasaron a posteriori, gracias a la imperecedera técnica del plagio, a formar parte del “conglomerado marxista”. La disyuntiva entre Proudhon y Marx se fundamenta en varios pilares, sorprendentemente el primero de ellos es la negativa de Proudhon a condenar a Karl Grün, antiguo hegeliano, después proudhoniano y un interesante “socialista libertario” de corte individualista (con toda la fuerza de esta palabra, es decir opuesto al capitalismo, e incluso a la propiedad privada). Otro motivo fue la negativa de Proudhon a convertirse en el “papa” de la nueva corriente socialista, en un “líder autoritario” sediento de represión, y así se lo hizo saber a Marx: “Ante todo, a pesar de que mis ideas sobre organización y realización estén en este momento completamente precisadas, por lo menos en lo que concierne a los principios, pienso que es mi deber, que es el deber de todo socialista, conservar aún por algún tiempo la forma antigua o dubitativa en una palabra, profeso con el público un antidogmatismo económico casi absoluto.
Busquemos juntos, si usted quiere, las leyes de la sociedad; las formas en que esas leyes se realizan; el proceso según el cual llegamos a descubrirlas; pero, ¡por Dios!, después de haber derribado todos los dogmatismos “a priori” no pensemos en adoctrinar al pueblo a nuestro modo; no caigamos en la contradicción de su compatriota Martín Lutero, quien después de haber derribado la teología católica, se consagró enseguida, con la ayuda de excomuniones y anatemas, a fundar una teología protestante… prefiero, pues, hacer arder la propiedad a fuego lento, más bien que darle una nueva fuerza al hacer un San Bartolomé de los propietarios.”
Y un motivo más, Marx no soportaba que se le contrariara, tenía una firme fijación, y una vez obtenía algo de algún “maestro”, lo exprimía y después lo condenaba. La negativa de Proudhon a usar la autoridad como “arma revolucionaria”, fuera mediante el Estado o la violencia militar, sirvió de excusa para la ruptura, sumándosele sobre todo lo de Grün y, por supuesto, como lo contrarió por medio de dicha carta.
Los conceptos anticapitalistas que utilizo suelen ser de mi propia cosecha, en caso contrario uso lo que creo conveniente de los compañeros Anarquistas, en este debate, en concreto, me he fundamentado en Proudhon y Tucker ¿Te ha sonado a marxismo por arte de birlibirloque? Entonces es que desconoces taxativamente a ambos, pues como te he explicado Proudhon antecedió a Marx, y Tucker se inspiró directamente en el primero, es decir que no sabes de lo que hablas. Y peor aún, estas tan imbuido, como los propios marxistas, de la peregrina idea de que la impugnación del Capitalismo solo surge desde las bancadas marxianas, ignorando así, completamente, que las criticas capitalistas de Marx, las alejadas del materialismo, las cimentadas en los economistas franceses más que en la escuela británica, las que no se basan en conceptos abstractos y estadios, las que no hacen hincapié en la antítesis, no son más que un préstamo, regado con autoritarismo, de muchas de las Teorías de Proudhon. Tú, ignorante de esta realidad, desconocedor absoluto de cualquier teoría Anarquista clásica, especialmente de las mutualistas, confundes Anti Capitalismo con Marxismo… tamaña muestra de cabestrismo.
Por otro lado es curioso que eso salga justamente de vuestras bocas, cuando observándolo en perspectiva, los capitalistas y los marxistas tenéis bastante en común. Vuestras tácticas, las de la calumnia, la absorción, y demás así lo demuestran, pero lo increíble es el aspecto teórico… Los Anarquistas siempre hemos mantenido que el marxismo no es más que un Capitalismo de Estado (como señalaban Bakunin, Kropotkin y Tucker) los medios de producción pasan de unas limitadas manos privadas liberales, a las de una privilegiada minoría gubernamental. La realidad no ha cambiado, en ambos, lo que es de todos, lo que pertenece a los trabajadores, sigue perteneciéndole a una Minoría, se le llame “clase empresarial” o “gabinete de gobierno”. El comité del partido es en realidad igual que cualquier junta patronal, tienen sus consejeros, sus lideres, y el poder en sus manos para administrar y regular la industria a su antojo, ambos se enriquecen a costa del trabajo ajeno, unos y otros expenden intereses a los obreros, unos y otros controlan el comercio con su injerencia lucrativa interviniendo directamente, aumentado el precio de los productos, de forma artificial, sin más patente que la propia usura, unos y otros usan la violencia, la fuerza bruta para reprimir a los obreros díscolos que violan la propiedad, sea estatal o privada, unos y otros especulan, exportan o importan fijando las ganancias sobre el privilegio y depauperando el trabajo, unos y otros establecen cúpulas y jerarquías, siempre en beneficio de la escogida minoría, sea “roja o blanca”. Acusas a los demás de “marxistas” sin concebir todo lo que tienes en común en cuanto a capitalismo, lucro, interés, represión, y jerarquía con tus odiados émulos, no obstante, las posturas Autoritarias siempre se tocan.
Sin embargo, el apunte, y sus conclusiones es interesante y muy revelador, la única polaridad que contemplo es entre Anarquía vs Autoridad, y esto incluye Estado y Capitalismo ¿Cómo es posible que veas como algo negativo mi condena hacía ese último?, ¿Acaso es una ofensa contra vuestros valores impugnar el Capitalismo?, respuesta de Perogrullo, aunque seáis demasiado cobardes para reconocerlo ¿Cómo no os va a molestar que se ataque al Capitalismo si sois Capitalistas?, Ya todos os habéis definido, tú acabas de mostrar como se te retuercen las vísceras en cuanto se establece y marca una distinción entre Anarquismo y Capitalismo (pues retrotrayéndome a tu mensaje anterior has dicho que Anarquismo y Capitalismo son compatibles, ya que consideras que los capitalistas pueden ser Anarquistas… claro, y los marxistas, y los fascistas, todos los que defiendan un totalitarismo, pueden unirse a su antinomia, el Anarquismo, he ahí la conclusión “brillante” de Marco). Y tus amigos AaA y Aquiles, atacaron al usuario Libertad por decir que Capitalismo y Fascismo son similares…
“Bahh, estúpidas exageraciones”, diréis, son solo disparates, locuras, simplificaciones, reduccionismo… ¿no le parece raro al la concurrencia? Claro, no se consideran “capitalistas”, pero les sienta como una patada que se relacione el Capitalismo con el Fascismo, pues helo aquí, yo relaciono directamente el Capitalismo con el Fascismo y afirmo que todo sistema autoritario parte de lo mismo sin más que una vulgar diferencia de grado. Así que Marco, sino te importa, contestare a tus amigos utilizando tu mensaje...
El Anarquismo de después del 22 siempre ha fijado esa relación, he aquí lo dicho por Isaac Puente: “
El Capital y el Estado son dos viejas instituciones en crisis mundial, progresiva e incurable. Dos organismos que llevan en su propia descomposición, como ocurre siempre en la Naturaleza, el germen de los organismos que han de substituirlos. En la Naturaleza nada se crea ni nada se destruye, todo se transforma.
El Capital se ahoga en sus propios detritus: el paro forzoso crece sin cesar porque es incapaz de aumentar el consumo en la proporción que la maquinaria aumenta la producción. Los parados representan fuerzas revolucionarias. El hambre acobarda al individuo aislado, pero presta furia y bravura cuando es colectiva. En el proletariado se gestan y cobran bríos las ideas disolventes.
El Estado se asfixia también en su propio tinglado de fuerza. Cada vez se ve precisado a crear más fuerza represiva y más burocracia, cargando con el peso muerto del parasitismo, los presupuestos con que se expolia al contribuyente. Cuando se apuntala un edificio es porque amenaza ruina. La conciencia individual, cada vez más despierta, choca abiertamente con las limitaciones del Estado. La inminencia de su ruina le ha hecho torcer de repente su evolución histórica hacia formas mitigadas y democráticas, para vestirse de fascismo en Italia y de dictadura en otras naciones, incluso de dictadura del proletariado en Rusia.
Son crisis definitivas que ponen enfrente como fuerzas irreductibles a la vieja institución del Capital, con las reivindicaciones crecientes del proletariado; y a la más vieja institución del Estado con las aspiraciones libertarías de los pueblos. Esto substituirá a aquello.
No sirve aferrarse a los viejos sistemas y tratar de buscarles remiendos, revoques y reformas, aunque sean tan seductoras como las de Henri George, pues llegan tarde para remozar un organismo caduco. Hay que pensar en lo que pugna por nacer, en lo que quiere sustituir a lo que debe desaparecer, en las fuerzas germinales que piden sitio en la vida social.”
Y aún en otro artículo: “La evolución social conduce al Estado, desde formas despóticas y absolutistas hacia su ocaso. Pero mueve también al sistema económico, para subsistir, a abrazar formulaciones políticas que realmente eran el germen de sus primitivas formulaciones económicas,
así, no es solo el Estado el que se descubre como totalitario, el Capitalismo encuentra en el fascismo una solución, incluso en el marxismo también. Disimula y encubre sus prerrogativas, para terminar perdiéndolas poco a poco, a medida que se desarrolla la conciencia individual”.
Y Joan Peiró: “El fascismo que, más o menos disfrazado, impera en todos los países, es buena prueba de cuanto decimos, y prueba, además, que los factores sociales que mejor se libran de las consecuencias de la crisis universal provocada por la guerra, son aquellos que mejor saben renovarse espiritual y orgánicamente. El hecho de que el capitalismo haya entrado en una nueva fase del proceso de su evolución como clase, demuestra que en él existe el sentido de la continuidad, que es un sentido de adaptación al medio y lugar… El capitalismo pasa hoy a encontrar su mejor forma de articulación en el fascismo, de formular la mínima expresión del Estado cuando creía que sus bienes no peligraban, a caer en la forma de Estado más férrea cuando las clases populares mostraban su descontento. ¿Acaso no creemos que si los capitalistas hubieran querido disolver el Estado, siendo ellos la clase más poderosa, la misma que lo controla, no lo hubieran podido hacer desde el siglo XVIII? No lo han abolido porque lo necesitan, lo que convierte al capitalismo en fascismo es solo que hoy lo necesita mucho.”
El Capitalismo y el Fascismo comparten una misma naturaleza –toda teoría que tiende a determinar y regular los procesos vitales de los hombre necesariamente parte de unos mismos parámetros-, son dos caras de una misma moneda, el segundo es la continuación, la consecución lógica del primero, tal y como el despotismo y la democracia no representan una verdadera diferencia consustancial, el primero es la simiente del segundo. Antes apoyaban su existencia en las teorías de Malthus, la muerte de los débiles, la desaparición de las minorías, la ejecución y confinamiento de la parte porcentual de la población que “consume las reservas de la Nación” –aunque curiosamente fueran los mismos que las producían, mientras que los propietarios ociosos no suponían ninguna leva para la “sociedad”-, después eligieron a Hitler, diferencias, el segundo se negaba a reconocer su naturaleza y atacaba lo que consideraba “una institución judía”, ahora bien, súmale cuantiosas dosis de conceptos racistas, cierta mística aberrante, y las teorías “liberales e ilustradas” que propugnaban que se dejara morir a los “débiles”, que “los inválidos deben ser saneados pues suponen una carga para el genero humano”, que la “escasez, sistema de criba natural, ya ha determinado quienes deben vivir y quienes morir”, se convertirán en las mismas teorías genocidas que la de los nazis… solo existe una diferencia a reseñar, los capitalistas, aún antecediendo a las propuestas de Sade y Nietzsche sobre como dejar que los “débiles mueran”, no tienen la pretensión real de que desaparezca las clase trabajadora, pues sin obreros no pueden existir capitalistas (cosa que no ocurre a la inversa), solo quieren “depurar la clase” como los “nazis la raza”, con la diferencia de que unos no pueden exterminar colectivamente –pues se les acabaría el negocio- y los otros si pretendieron eliminar a una “raza” en su totalidad –exprimiéndoles hasta las últimas gotas antes de gasearlos-, pero, por supuesto, tanto unos como otros se aseguraban la existencia y pervivencia del grueso de la mano de obra, más allá de los cadáveres de los “purgados”.
La misma adecuación haría sobre “Estado Popular, Dictadura del proletariado y Estalinismo” con respecto al fascismo, para mi los totalitarismo, como ya he dicho, sean económicos, raciales, culturales, políticos o estatales, solo se diferencian en la retorica y algunas de sus preferencias “selectas”.
Pero, y esto sigue siendo relevante ¿Si yo comparara la Inquisición con el fascismo -en cuanto a metodología y conceptos absolutistas-, si compara el Imperialismo español en Sudamérica con el holocausto nazi, que necesidad tendría nadie de sentirse ofendido y porfiar tan solo para demostrar que ni la Inquisición ni el Imperialismo fueron tan nocivos como los nazis?... Quién haga tal cosa tiene ciertos visos de sentirse identificado con uno y otro, de ser un “hincha” de ambos conceptos… vuestra reacción ante la asimilación “capitalismo-fascismo” os delata.
Marco Arrieta, de la boca de alguien que solo ha balbuceado palabras inconexas, que no ha podido ni sabido en unas cuantas líneas exponer más que conceptos amorfos y chapuceros, no deberían de salir acusaciones del tipo “tus conceptos son pobre y poco analizados”, más que nada porque estos supone un insulto… para Ti mismo… no hables de pobreza argumentativa cuando tu verbo chabacano y groseramente estructurado trata de convulsionarse a fin de obtener un poco de oxigeno y levantarse de la marisma embarrada a la que lo has echado. Que alguien que considere el término “medios de producción” como una reminiscencia “marxista” cuando el propio Proudhon, Bakunin y hasta Tucker lo utilizaban con naturalidad, solo demuestra que no ha leído nada y que nada sabe, ergo, espero que si los compañeros del foro con los que discutes no te han pegado algo de “inteligencia” no les pegues tu a ellos algo de tu acuciante “inopia”, pues la almacenas en cantidades industriales.
Vuestro Capitalismo está hoy más latente que nunca, y por muchos baños de “mutualismo” que intentéis daros de estos no se os impregnara ni una sola gota. Sinceramente, Marco, no se a quién te refieres en tu mensaje, hablas de las causas y los efectos del mercado cuando he expuesto por activa y por pasiva la concepción libertaria que Tucker (aunque yo no la comparta) tenía sobre el mismo, he analizado las causas y efectos del mercado que el expone, y aunque no coincida en absoluto no me parece en modo alguno esa “bola con cadena y grillete”, esa instrumentalización opresiva que vosotros diseñáis… no habló por tanto de los conceptos anarquistas sobre el intercambio, hablo de vuestra usura, acapararían, acumulación, lucro, interés y robo, es decir todos los engranajes del mercado capitalista, los cuales vosotros pretendéis hacer rodar para que coja fuerza y eche a andar hasta aplastarnos a todos, salvo, por supuesto, a los que tengáis la suerte de ir montados encima.
Dices: “Como ves soy socialista” ¡¡¡¿Dónde?!!! En el presente debate no has dado una sola muestra de ello, si crees que el socialismo es como un estigma beatifico que surge en las manos y pies por arte de birlibirloque es que la palabra “socialismo” es solo una vulgar excusa para que no te impacte tanto mirarte, a través del espejo, a tus propios ojos, pues sabes que ellos solo puedes encontrar un fulgor dorado… si miras más abajo, y te ves las manos, solo encontraras sangre, es un rasgo común en la fauna capitalista.
Saludos.
Querido Aquiles, si algo me diera tanta vergüenza como para esconderlo, serían vuestras contestaciones y su limitada calidad, hablemos entonces de “vergüenza ajena”. Desconozco a cual de mis textos corresponde tu mensajillo pues ya llevas tres de atraso (bueno, el de las citas no lo cementantes ni siquiera parcialmente, prescindiste de comentar las que considerabas más “comprometidas”, pero bueno las que cementantes te dejaron aún en más evidencia que las que omitiste y más te hubiera valido atarle una piedra a tus comentarios y hundirlos contigo).
En mis mensajes (hablaré en general puesto que no se a cual te refieres) dedico unos cuantos parrafitos a demostrar donde y cuando os he refutado por una mera cuestión de estática, si negáis que se os refuta tendré que demostraros donde, cuando y como os invalide, ¿Dónde se encuentra la refutación? En todo el cuerpo del mensaje, rebusca entre las decenas de hojas y todo punto que os deje sin argumentos será una refutación, céntrala en el lucro, el interés, la usura, la desigualdad del cambio, el precio de costo, la libre competencia concebida por Tucker como síntoma de equidad y a la vez causa de la misma, y no como un instrumento de acaparación, el imperio de la legislación, el darwinismo social como base de vuestras premisas, dime solo un punto en que no haya demostrado que toda forma de Mutualismo condena, y considera una herramienta de autoridad, el lucro, el interés, la usura y la demás cohorte capitalista, dime un punto donde no haya demostrado que el Mutualismo defiende el intercambio en régimen de igualdad y justicia sin que haya cabida para las usurpadoras garras de vuestro querido lucro e idolatrada usura, dime un punto donde los propios Mutualistas no hayan impugnado vuestro “modelo comercial” tildándolo de capitalista, donde no hayan desmentido vuestras premisas sobre el lucro y cia, y donde no hayan considerado que el interés por encima del costo es una tiranía, dime un punto donde no hayan condenado toda forma de legislación, de Ley Artificial articulada por el hombre, en beneficio de la por ellos llamada Ley Natural o Derecho Social, que no parte de Estados, Judicaturas todopoderosas, ni el capricho de las elites, sino, según Tucker: “De la individualidad contra puesta a autoridad externas o internas”, dime en que punto no he demostrado que lo que defendéis es el “darwinismo social”, la supervivencia del más fuerte, la muerte de los “rezagados”, la “eugenesia en parámetros de economía”. Busca esos puntos, y si no los encuentras yo mismo te pegaré, uno por uno, todo los argumentos que he expuesto para refrendar mis opiniones y refutar las vuestras, no necesitaré gastar una palabra más para resumir los golpes que os he acertado, simplemente recurriré, como ya he tenido que hacer alguna que otra vez, a copiar todo lo expuesto por mi, pero prepárate, porque tendrás que recibir las más de 100 hojas que debo haberos, inmerecidamente, dedicado.
Puedes llamarle a eso “autobombo”, supongo que la humillación propia de no poder contrarrestar lo expuesto por el otro, es lo que nos hacer ver “autobombo” en el reflejo de nuestra propia impotencia.
Me sorprende después vuestra excelente comunión, Marco me llamo ególatra, le siguió AaA y ahora tú haces alusión al “autobombo”, Nihilo hablo de bizantinismo, correlativamente lo habéis reproducido los demás, habéis hecho causa común con el “aburrimiento” (antes era “interés”), con la longitud, con los insultos y no se con que más, casi parecería que os ponéis de acuerdo a la hora de dirigir vuestros risibles “ataques”, pero no, eso sería muy retorcido, sencillamente sois unos gregaristas sin personalidad ni individualidad propia. Sois miméticos, y no contentos con amputar vuestra singularidad queréis homogenizar a los demás… y creo que habéis dado con tal amalgama dispar de Individuos que os será imposible echar vuestra capa de estandarizador hegemónico.
Vayamos ahora con lo “más interesante” dentro de semejante despropósito reflexivo.
1º Las citas que yo he trascrito de Tucker jamás han hecho mención a un sistema de legislación. No habéis leído nada de él y seguís intentando ampararos bajo sus alas.
¿Conoces acaso las distintas etapas filosóficas de Tucker? Obviamente no, así que pasaré a “ilustrarte” que buena falta te hace. En economía, como ya he dicho, Tucker es el reflejo directo de Warren y Proudhon, pero en filosofía tuvo dos exponentes claros, el primero Herbert Spencer, después Max Sitirner. La influencia de Spencer (sobre todo basada en los primeros escritos de este, los que algunos consideran cuasi libertarios, manifestación de cierto Anarco individualismo plasmado en el capitulo El derecho a ignorar el Estado en su libro Estática social) y la interrelación con los transcendentalistas como Emerson y el propio Thoureau, y, especialmente, su relación con el máximo representante del Ius Naturale, Lysander Spooner, le llevaron durante sus primeros años a abrazar la idea del “Derecho Natural” ¿Qué quiere decir esto? Es, precisamente, y contrariamente a lo que tú crees, la abolición de cualquier forma de “sistema legal” concertado, escrito, articulado o artificial. Según dicha doctrina lo que moverá la vida social, como el Tao de Lao Tsé o la Ley de la Naturaleza de los Estoicos, es la concordancia con los preceptos naturales, los cuales son iguales y universales para todo ser humano. Se defiende que todo ser humano tiene innatamente, sin más prescripción que el propio nacimiento, él mismo derecho a la libertad la igualdad y la libertad (al estilo de Paine, inspirado directamente en Godwin, con la salvedad de que este último impugnaba las dimensiones de la propiedad privada que no se basaran en el producto intelectual y los bienes de consumo, pues medios de producción y demás deberían de ser según William “propiedad común), cualquier intento de los hombres de certificar esto en una “Ley” administrativa es inútil porque es “inherente a la naturaleza humana” ¿Y aquellos que vayan “contra natura”? la sociedad, según los “naturalistas” esta en el derecho de defenderse y nada más.
Él primer Tucker como Spooner, cuando habla de Ley, Derecho lo hace como sinónimo, como tantos otros Anarquistas, de Derecho y Ley Natural, es decir, siempre en base a concentos completamente antagónicos a lo que significa en sí la generalidad legislativa, hablan de deberes legales utilizando indistintamente el termino de deberes naturales, pero solo refiriéndose a aquellos NO decretados por organismo alguno, sea compuesto por “notables”, asambleas multitudinarias o un solo individuo, solo se fijan en base a la individualidad y el concierto del libre acuerdo. Dicen ambos que: “el hombre es la medida del derecho”, ergo, los problemas se resuelven directamente entre los individuos afectados… Spooner pudo hablar sin problemas (absurdamente) de que un individuo podía obligar a otro a indemnizarlo de algún mal causado, así como la sociedad en su conjunto, no es base a ninguna “Ley escrita”, ni constituida formalmente, sino a esas “insondables” Leyes Naturales, el primer Tucker pensaba lo mismo, pero poco a poco este asunto en concreto le fue haciendo dudar y le hizo virar en redondo y plantearse otra opción… pero antes de llegar al tema en cuestión te retrotraigo a otro mensaje en que explicaba tales cosas en un fragmento que, obviamente, debiste omitir:
“Entonces sabrás que califico sin miramientos como un grave error el planteamiento mediante el cual Spooner o Tucker reconocen que “se puede obligar a un hombre” aunque solo sea a respetar la palabra dada o a reparar cualquier menoscabo.
Spooner [decía]: “Siendo esto así, ¿qué es pues la legislación? Es la toma, por parte de un solo hombre o grupo de hombres, de un poder absoluto, irresponsable, sobre todos los demás hombres a los que sea posible someter. Es una conquista, por un hombre o grupo de hombres, del derecho a someter a todos los demás a su voluntad y a su servicio. Es la apropiación, por un hombre o grupo, del derecho de abolir de un solo golpe todos los derechos naturales, toda la libertad natural de los otros hombres; de hacer de todos los demás hombres esclavos; de dictar arbitrariamente a todos los otros hombres lo que pueden o no pueden hacer; lo que pueden o no pueden tener; lo que pueden o no pueden ser. Es, en una palabra, la conquista del derecho a desterrar de la tierra el principio de los derechos del hombre, el propio principio de la justicia, y de poner en su lugar la voluntad, placer o intereses personales de un hombre o de un grupo de hombres. Todo esto, nada menos, es inherente a la idea de que puede existir una legislación humana que obligue a aquellos a quien es impuesta.”
El propio Spooner se contradecía en muchos de sus argumentos, aunque esta exposición no tiene macula, él por ejemplo hablaba de que se podía “obligar a un hombre a cumplir sus acuerdos” (errores también propios de Tucker), sin embargo, ninguno de ellos llegó a tus absurdos limites de sancionar y defender la Autoridad convertida en coacción invasiva, en represión sistemática, en código de moral obligatoria, en artificial Ley. Spooner, como Tucker, hablaba de “obligar a un deudor” a “devolver lo usurpado” y, ¿acaso esto no justifica la más radical expropiación pues son los capitalistas quienes se han apropiado de los bienes de los obreros?... ambos tenían un verbo pacifista (aunque Spooner era más avocado a la “acción” que Tucker), y sin embargo hablaban de autodefensa ¿no estas los obreros en un caso fragrante de legitima defensa contra los propietarios y patrones?, pero bueno olvidemos estas contradicciones.”
En otra parte señalo: “Tucker, basándose (hay que aclarar que sin enterarse mucho, pues nunca comprendió totalmente el stirnianismo) en las concepción del “Poder hecho derecho” de Stirner (en base a que “En manos del Estado la fuerza se llama derecho, en manos del individuo recibirá el nombre de crimen”), no reconocía derecho moral alguno, y como tal decía que en base a ese derecho: “Cualquiera puede aniquilar al mundo, pues el derecho solo es proporcional al poder”, hablaba entonces de que lo que defendían los Anarquistas no era la “obligación moral”, sino el pacto de convivencia, dice: “Han descartado totalmente la idea de la obligación moral y de los derechos y deberes inherentes a ella. Ellos ven las obligaciones como sociales y no como morales, y aún así no aceptan sino aquellas que han sido consciente y voluntariamente asumidas”, y aún añadiendo el soniquete absurdo sobre la seguridad y la unión de los hombres para hacer que: “Si un hombre llega a un acuerdo con otros hombres, estos pueden unirse para hacer que cumpla su palabra”, sin embargo, reconoce que: “Mi palabra no puede ligarme intemporalmente, puedo cambiar de opinión y no hay forma alguna de contractualismo que pueda obligarme a acatar lo que ahora siento como errado; que me obliguen a cumplir mi palabra mis deudores, yo me defenderé hasta que me dejen en paz”. A los Anarquistas, sin más, no nos engrilletan los errores de Tucker, tampoco aquellos cuyas rezumanzias podían servir para reforzar la Autoridad, nosotros no pretendemos someter porción alguna de nuestra voluntad actual, ni de nuestra libertad futura a contrato alguna, he aquí la idea de Proudhon al respecto, superando al alumno en su primera formula e igualándolo en la segunda: “¿Han podido legitimar las hombres la propiedad por su mutuo asentimiento? Lo niego. Tal contrato, aun teniendo por redactores a Grotius, a Montesquieu y a J. J. Rousseau, aun estando autorizado por la firma y rúbrica de todo el género humano, sería nulo de pleno derecho, y el acto en él contenido Ilegal. El hombre no puede renunciar al trabajo ni a la libertad; reconocer el derecho de propiedad territorial es renunciar al trabajo, puesto que es abdicar el medio para realizarle, es transigir sobre un derecho natural y despojarse de la cualidad de hombre.
Pero quiero suponer que haya existido tal consentimiento tácito o expreso: ¿cuál sería su resultado? Las renuncias debieron ser recíprocas: reparación no se abandona un derecho sin obtener, en cambio, otro equivalente... Y aún sin haber compensación ¿Puede atarme pacto, constitución, acuerdo o contrato alguno un solo día, o aún más, todos los días de mi vida? El contrato sobre la propiedad, el cumplimiento obligatorio es inválido pues mi persona de “hoy” no ratifica lo dicho por mí ayer, pues mis circunstancias cambian y mi voluntad también”.
Nos dice Stirner: “Imaginad incluso el caso en que cada uno de los individuos que componen el pueblo haya expresado la misma voluntad, suponed que haya habido perfecta unanimidad; la cosa vendría aún a ser la misma. ¿No estaría yo ligado, hoy y siempre, a mi voluntad de ayer? Mi voluntad, en ese caso, estaría inmovilizada, paralizada. ¡Siempre esa desdichada estabilidad! ¡Un acto de voluntad determinado, creación mía, vendrá a ser mi Señor! y Yo que lo he querido, Yo el creador, ¿me vería trabado en mi carrera, sin poder romper mis lazos? Porque Yo era ayer un loco, ¿tendría que serlo toda mi vida? Así pues yo soy en el mejor de los casos -podría decir también en el peor de los casos- un esclavo de Mí mismo. Porque ayer tenía una voluntad, hoy careceré de ella; Señor ayer, seré esclavo hoy”.
Vosotros no solo no erradicáis los errores de la obra de Tucker, sino que los redundáis y peor aún, no tocáis ni uno de sus aciertos, sino que encima le inventáis nuevas “faltas” a las que adscribiros. ¿Os habéis cansado de Tucker y ahora os toca el bueno de Lysander?, ni lo conoces ni lo sabes manejar de lo contrario hubieras notado que, rescatando un pensamiento de Bentham, también dijo: “El filósofo que desea reformar una mala ley no predica la insurrección contra ella. El carácter del anarquista es totalmente diferente: él niega la existencia de la ley, rechaza su validez, incita a los hombres a desconocerla como ley y a sublevarse contra su ejecución”.
Spooner no reconoce ni admite ningún “deber legal” en el sentido de Ley que tú le das. El término “deber legal” se usa como sinónimo de “deber natural”, como reflejo de la “Ley de la Naturaleza” separándola de forma radical con lo que sería un “deber legal” en base a una “Ley articulada, reglamentada y de obligado cumplimiento mediante decreto alguno”, ergo, te has inventado los argumentos de tu “imaginario Spooner”, extrayéndolo de tu infecunda imaginación, para tratar de adecuar lo que dice, el muy desdichado, a tu propio planteamiento (la táctica del “ascua y la sardina” tan cara a todos tus compañeros). Él solo reconoce el “deber natural” (que es mediante el cual, absurdamente, afirma que “se puede obligar a alguien a cumplir sus acuerdos y a compensar a sus deudores”) en cuanto al “deber moral” (que realmente, y también contradictoriamente, es el que determina los “deberes naturales” pues aún que se quieran poner en otra categoría, todo el “corpus”, y también ese concreto alegato, se fundamenta en base a que es la “moral humana” la que descubre y plantea la “Ley de la Naturaleza”) lo deja al libre arbitrio de cada uno, pues cree que solo al Individuo le corresponde determinar si debe aceptarlo (tal y como pensaba Tucker, aunque este último iba más lejos, y haciendo valer su vertiente stirniana negaba incluso los “deberes morales”), y precisamente, ES LA LEGISLACIÓN LA QUE ES IMPUGNADA E INVALIDADA POR SPOONER DE FORMA ABSOLUTA, pues supone la forma más artificial e invasiva de determinar lo que un Individuo puedo o no hacer.
Spooner considera que el hombre solo debe regirse por la Naturaleza y su “Ley”, cualquier otra Ley, este establecida por el subjetivo valor de la moralidad (aunque como ya dijimos esto recae en un orden “nominal”), o sobre todo, por el Poder y la Autoridad de los hombres, nos es de obligado cumplimiento, en el segundo caso incluso les insta a “desobedecerla”. La legislación es para Spooner (precisa, y curiosamente, en su papel de abogado y jurista, tal y como lo era Pietro Gori) una invención interesada cuya finalidad es establecerse para beneficio de los mismos que la articulan, un elemento ficticio ratificado por la astucia y la fuerza de los legisladores, y por el engaño y la opresión ejercida sobre los legislados, que justamente trata de exigir y consigue imponer el respeto y cumplimiento de unos “deberes” que consiguen ratificar la perpetuación de unos “privilegios”. Eso es lo que pensaba Spooner de tu tan querida “Legalidad Autoritaria”, pues cuando él se refiere a “deberes legales” lo hace indistintamente como “deberes naturales”, contraponiendo unos y otros precisamente al propio concepto de Legislación.
Como siempre que la lección te la den los propios planteamientos de Spooner, expuesto aquí por el siempre auxiliar Rocker: “Una Ley no es de ninguna manera el resultado de presunciones abstractas, sino siempre la expresión de determinadas costumbres sociales que se han convertido en el pueblo en una moral no escrita. La convivencia social crea de esta manera cierta condición de derecho con su fundamento en el sentimiento natural de la justicia del hombre, y por eso es de naturaleza puramente moral. Hace a los hombres, por decirlo así, jueces de sí mismos, que deciden por propia cuenta lo que es beneficioso o perjudicial en la convivencia con sus semejantes. Y como las condiciones naturales de tal estado de derecho son originariamente iguales para todos, la conciencia ética de los seres humanos, se orienta según sus necesidades naturales, y se modifica con esta. Este cambio se realiza de modo insensible mientras no es artificialmente perturbado, y es la verdadera base de toda evolución social, el derecho consuetudinario es, por tanto, el primer resultado de la conciencia de justicia humana, mucho antes de que los códigos escritos obligatorios pudieran imponerlo”.
(Aún si estar completamente de acuerdo con este planteamiento, tal es mi caso, es fácil comprender que todo gravita en torno a la ya mencionada “Ley Natural”, la “Ley de reciprocidad y convivencia moral y humana”, y No, a un código escrito de obligado cumplimiento).”
Como ves este tema ya ha sido desmenuzado mucho antes de que tú lo olisquearas. Sin embargo, y como ya he bosquejado en el fragmento anterior, hay otro Tucker, ciertamente también algo contradictorio, pero interesante, el mismo que potenció la ruptura de los individualistas americanos, ¿Conoces acaso al Tucker Stirniano?, ya habíamos comentado que Spooner creía que la “Lex Natura” bastaba para hacer que un hombre cumpliera con sus, redundantemente, “deberes naturales”, Tucker creyó lo mismo, pero empezó a albergar algunas dudas, y la solución le llegó de manos de un viejo tomo “El único y su propiedad”. La relación con James L. Walker y con John Henry Mackay facilitó la compresión del manuscrito (aunque tuvo muchas lagunas), Tucker llegó a la conclusión de que ninguna “Ley”, fuera espontanea, natural, no escrita, emanación directa de los efluvios de la biología, las leyes físicas y la conducta simbiótica, se encontrara el corteza terrestre, en el tocón de un árbol o el cause de un rio, o al contrario, fuera estipulada como el código de Hanurabi, escrita, impuesta, votada, establecida por el número o por la sabiduría y la fuerza de un solo individuo, eran igualmente entelequias, la primera era inservible, y no porque la naturaleza no fuera necesariamente “buena” o “mala”, sino porque para un stirniano, como el “converso” Tucker, lo “bueno” y lo “malo” no tiene sentido “real”, son solo valoraciones morales, de igual modo, aunque se coincidiera con los planteamientos “naturalistas” ¿Qué sentido tendría obligar a alguien en función del derecho? Para Tucker, ese mismo del que hablas y que desconoces de forma tan supina, el derecho no existía, era solo una abstracción, el derecho solo era una palabra eufemística para definir a la “fuerza”, así lo deja ver en este fragmento deliberadamente provocativo: “El poder es la única medida del derecho. Cualquier hombre, llámese Bill Sykes o Alexander Romanov, o cualquier grupo de hombres, desde los artesanos chinos hasta el Congreso de los Estados Unidos, tiene el derecho, si tiene el poder, de matar o someter a los otros hombres hasta tener el mundo entero a sus pies. El derecho de la sociedad a esclavizar al individuo y el derecho del individuo a esclavizar a la sociedad sólo son desiguales porque sus poderes son desiguales. Esta posición resulta subversiva para todos los sistemas de religión y moral y, naturalmente, no puedo esperar el asentimiento inmediato de la audiencia a la que hoy me dirijo…
[¿Pero es está sandez de tintes “autoritarios lo que propone Tucker?, nos dice más adelante]
“
Si ésta fuera, por consiguiente, una cuestión de derecho, sería exclusivamente, de acuerdo a los Anarquistas, una cuestión de fuerza. Pero, afortunadamente, no es una cuestión de derecho: es una cuestión de conveniencia, de conocimiento, de ciencia; de la ciencia de vivir juntos, la ciencia de la sociedad. La historia de la humanidad no ha sido sino el descubrimiento largo y gradual del hecho de que el individuo es beneficiado por la sociedad exactamente en la misma proporción en que la sociedad es libre y de la ley que señala que la condición de una sociedad estable y armoniosa es la mayor cantidad de libertad individual compatible con la igualdad de la libertad. El hombre común de cada nueva generación se dice a sí mismo, en forma mucho más clara y consciente que su predecesor: "Mi vecino no es mi enemigo sino mi amigo, y yo también lo seré de él si ambos reconocemos mutuamente este hecho. Nosotros nos ayudamos para lograr una mejor, más llena y más feliz vida y este servicio aumentaría grandemente si nosotros cesaramos de restrinjir, estorbar u oprimir a otros. ¿Por qué no podemos estar de acuerdo en que cada cual viva su propia vida, sin transgredir ninguno de nosotros el límite que separa nuestras individualidades?". Mediante este razonamiento la humanidad se encamina al verdadero contrato social, que no se encuentra, tal como Rousseau lo imaginara, en el origen de la sociedad, sino que es el resultado de una larga experiencia social, el fruto de sus tonterías y desastres. Es obvio que este contrato, esta ley social, excluye cualquier agresión, cualquier violación a la igualdad de la libertad, cualquier invasión de la clase que fuere. Relacionando este contrato con el concepto anarquista del Estado como encarnación del principio de invasión, vemos claramente que el estado es antagónico a la sociedad y salta a la vista que, siendo la sociedad esencial para la vida y el desarrollo del individuo, la relación entre el individuo y el Estado será siempre de mutua hostilidad hasta que el Estado desaparezca.”
Como vemos Tucker no era un “asocial” (a diferencia del propio Stirner, Croiset, Ryner, Palante, y Armand, cada uno en su justa medida), junto a Bellegarrigue, Wilde o Thoureau representa al individualista “pro-sociedad” (aunque la vida e ideas aisladas de algunos seguían siendo muy criticas con dicho “ente”). Tucker, rompiendo con el Ius Naturale, establece como hemos visto que ninguna Ley es valida, ningún derecho voluntario, lo que determina la verdadera coexistencia no es ninguna fantasmagoría artificial, sino según él, la convivencia, la llamada “Ley social”. Y he aquí la contradicción, gracias a Stirner rompe con la Ley Natural, pero solo para asimilarla a la ya mencionada “Ley social”, basándose justamente en el pensador que más se negó a aceptar a la sociedad como un fenómeno ineludible, fatalmente indestructible e imprescindiblemente necesario, pues Stirner impugnaba la Sociedad contraponiéndola a la Asociación, por lo que el término “Ley asociativa” hubiera sido más adecuado, y aún más si se hubiera prescindido del termino “Ley” o “Derecho”, a los cuales Stirner manifestó querer erradicar de su vocabulario.