Mensaje
por chief salamander » 30 Nov 2009, 20:43
A grandes rasgos comparto la postura de Jorge y a grandes rasgos expongo la mía. El sistema, tal y como está planteado, reposa en una serie de mecanismos (depredación sistemática, trabajo inútil, obsolescencia, necesidades creadas) que una gestión colectiva un poco cuerda, sin miedo a perder los medios de susbsistencia ("porque de algo hay que trabajar, porque algo tenemos que hacer los demás mientras otros hacen cosas útiles") descartaría. Más que decrecimiento, aspiro a que después de una revolución llegara un gran desmantelamiento. Y si tengo que renunciar a cosas que me gustan para vivir más tranquilo y sin que me manden, claro que lo haré.
Lo que pasa es que -aunque me produzca curiosidad la diferencia que al parecer hace Mumford entre tecnología democrática y tecnología despótica, que seguro que es interesante, aunque habría que ver cómo quedaría la cosa en una sociedad que gestionara sus necesidades de forma sensata- no comparto (y a menudo me aberran) las filosofías que parten de Grandes Palabras: que si hay que hacer tabla rasa hasta con el lenguaje articulado y el pensamiento abstracto, que si la Tecnología como abstracción es poco menos que satánica porque todo lo que toca lo vuelve nocivo... y si encima van acompañadas del desprecio por todos los progresos reales de la civilización humana, de la ciencia, las artes, la medicina... para suplantarlos por rollos new age de paraísos perdidos y exaltación casi mística de la Naturaleza cuya virginidad ideal hay que preservar a toda costa, relativismo y darwinismo social en plan machote con machete que se encoge de hombros antes la hipotética muerte de miles de millones necesitan productos (médicos, alimenticios) que se producen de forma industrial porque se siente muy duro y va a lo suyo, pues no. A esa gente la prefiero lejos, no aporta más que competitividad conceptual por ver quién es más radical y más chungo. Aparte de que tampoco han ofrecido hasta ahora ninguna alternativa creíble para la gestión de los desechos tóxicos actualmente existentes y toda la chatarra que hay por ahí, que son un peligro real. Mi idea de civilización es la de reemplazar hasta donde se pueda la dependencia del medio por la interdependencia entre las personas, sin dominación de por medio; aspiro a una cultura del ocio y las artes y a la jardinería como principal industria. Si nadie baja a la mina, pues nadie baja. Si se decide que hay que bajar porque se necesita tal y cual cosa concreta (que también puede ser un tendido de Internet entre diversos puntos o una línea de ferrocarril), se baja. Si nos parece más práctico producir herramientas y bienes a partir de matrices industriales, porque también sería menos derroche de materia prima y demás, pues ya veremos cómo lo organizamos y nos repartimos la faena. Sin otra coacción que estar convencidos de que es necesario y dispuestos a asumir el coste. Para todo eso hace falta apoderarse de los dichosos medios de producción y todas esas cosas: poder colectivo sin jefes. Y si alguien no aguanta a la gente porque piensa que le oprime, pues que se vaya al bosque y todos tan contentos. Ancha es Castilla.
Para mí, la ecología no es una religión, sino que debe ser una ciencia descriptiva sobre el medio y, a partir de ahí, la sociedad debe decidir cómo gestionarlos con sensatez, qué costes asume y cómo repararlos, evaluando necesidad por necesidad en lugar de hacerlo desde el dogmatismo de las Grandes Palabras Abstractas.
a "faji tisztátalanság" határozottan jótékony hatású...
decididamente, la "impureza racial" tiene un efecto benéfico...
(bartók 1942)