[Brasil] Entrevista a la CAB: "no creemos que sea posible ejercer nuestra acción política si no es en conjunción con las clases populares"

ALB Noticias.- Publicamos una entrevista a la Coordinadora Anarquista Brasileña, CAB. Como fue hecha durante los días posteriores a la toma de posesión de Lula, días en los que la situación estaba poco clara ante el intento de golpe del bolsonarismo, la mayor parte de las preguntas tratan sobre el fenómeno de la extrema derecha, que entendemos que resulta de interés dados los paralelismos en otros territorios. La CAB, una organización decana en el movimiento libertario de Brasil.

Imagen: Cartel contra el bolsonarismo publicado por la CAB.

 

ALB.- La llegada al poder de Bolsonaro se sitúa dentro del contexto internacional abierto por Donald Trump en USA. La derecha pasó a la ofensiva a escala global y lo hizo radicalizada. Al tratar el progresismo de forma peyorativa como si fuera comunismo se movió todo el tablero político hacia la derecha. ¿Como ha evolucionado la sociedad brasileña en los años en los que ha mandado la ultraderecha?

La extrema derecha siempre ha estado presente en Brasil en diversas expresiones, como el integralismo, los neonazis o incluso los terratenientes. Nuestro análisis del escenario actual tiene como principal vector la consolidación de un movimiento de masas de extrema derecha encabezado en Brasil por Bolsonaro y su núcleo de ideólogos y organizadores políticos. 

Con el apoyo de una clase dominante sedienta de más ganancias, a pesar de las amplias plusvalías durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) entre 2002 y 2015, hacen una alianza con estos sectores conservadores y con el fascismo organizado, para derrocar a un gobierno que estaba garantizando derechos sociales mínimos. 

En este caldo entra el partido informal más antiguo y organizado de Brasil, compuesto por militares de alto rango, con su proyecto de reorganizar el país en un modelo de desarrollo explotador y expansionista asociado al agronegocio. 

La cara más militante en este contexto fue la de los sectores populares conservadores estimulados por las iglesias neopentecostales y por amplios sectores de las clases medias conservadoras e históricamente privilegiadas.

En el escenario actual, siempre hay que considerar la consolidación de este movimiento que tiene como dato indirecto la expresiva votación de Bolsonaro en 2022 con casi el 50% de los votos válidos, a pesar de todo el desgaste causado por su manejo de la pandemia y de la crisis económica que siguió a los tiempos de la COVID-19.

Ejemplo de campamento bolsonaristaALB.- Se anunciaba en noviembre que el Bolsonarismo iba a dar guerra. El resultado electoral ajustado propiciaba este escenario. ¿Como se desarrollaron los hechos desde las elecciones hasta el 8 de enero?

Estos sectores articulados de la extrema derecha se han caracterizado en los últimos cuatro años por un constante tono golpista. Tantas declaraciones de Hamilton Mourão (general de reserva, vicepresidente de Bolsonaro y miembro de la fracasada y violenta fuerza de paz de la ONU - MINHUSTAH - en Haití) sobre la posibilidad de un autogolpe, la injerencia política de Villas-Boas (ex comandante del Ejército brasileño entre 2015 y 2019 y muy influyente en los círculos militares) y sobre todo el tono golpista de todos los discursos oficiales de Bolsonaro el 7 de septiembre, desfile militar conmemorativo de la independencia de Brasil de Portugal.

La diferencia desde el día de la derrota de Bolsonaro fue su silencio. La prensa brasileña ha comprobado que realmente no creía en la posibilidad de su derrota contra Lula, aunque siempre ha intentado crear justificaciones para un golpe -como anteriormente alegando la ineficacia e inseguridad del sistema de urnas electrónicas- en caso de derrota. Todos esperábamos una reacción más inmediata e inflamada de la extrema derecha, proveniente tanto de las altas esferas del ejército como de la burocracia estatal y de los sectores populares organizados. Hay una serie de indicios de que durante este momento de silencio Bolsonaro estaba articulando a los partidarios y financiadores de la conspiración golpista del 8 de enero. Desde el momento del anuncio de su derrota en las elecciones, los sectores militantes se movilizaron y mantuvieron campamentos estructurados frente a los principales cuarteles de todo el país, exigiendo a viva voz el golpe. 

En enero, asistimos a la tragedia anunciada de la intentona golpista, con una ya esperada lenidad de los sectores militares nacionales y estatales (la gendarmería brasileña), la articulación del Gabinete de Seguridad Institucional por Augusto Heleno (ex jefe de la GSI, general de reserva, articulador político de Bolsonaro y comandante de la MINUSTAH) para permitir la entrada de las masas bolsonaristas al Palacio del Planalto y la financiación de las caravanas de militantes neofascistas a Brasilia por parte del agronegocio.

ALB.- ¿Qué apoyos y composición social tiene la ultraderecha brasileña? ¿Qué sectores tiene?

Hay infinidad de grupos, desde los sectores más antiguos y clásicos de la derecha brasileña -como los terratenientes del agronegocio y los militares- hasta sectores populares y más nuevos -como el neopentecostalismo cristiano de matriz ultraconservadora o el movimiento de la derecha de clase media-. Ciertamente será necesario un estudio social riguroso para comprender mejor las divisiones internas de este fenómeno; lo que hacemos como análisis militante es algo que aún carece de muchos más aportes. Sin embargo, podemos afirmar que la unión de estos sectores en un proyecto capitalista, ultraliberal, conservador y anti-izquierdista caracteriza el momento que vivimos.

ALB.- Con Bolsonaro fuera de Brasil, ¿quién está liderando estos sectores? 

La noticia que tenemos es que Bolsonaro ha reagrupado a varios de sus ideólogos y organizadores políticos en torno a su nueva residencia en Florida y ya ha celebrado una "reunión conservadora" de su nuevo lugar. Todo ello con la connivencia de la administración Biden que le mantiene el visado de turista, ya que su pasaporte diplomático caducó el 28 de enero. Los movimientos formados y estimulados durante los últimos años siguen activos, aunque con cierto nivel de reflujo tras las investigaciones y detenciones de sus líderes y financiadores, pero mantienen las movilizaciones y la creación constante de contenidos en redes sociales y grupos en aplicaciones de mensajería de texto como WhatsApp y Telegram.

Noticias recientes han informado incluso de que acudirá a un acto conservador en la Conferencia de Acción Política Conservadora de Washington, en la que estará presente Donald Trump.

ALB.- Desde la lejanía nos da la impresión de que el golpe ha fracasado porque no hubo ningún general del ejército o el tribunal supremo que se pusiera en la cabeza del movimiento sedicioso. Eso marca la diferencia con otros casos. ¿Piensan que la ultraderecha ha hecho mal sus cálculos?

La visión y la planificación estratégica de una política antiizquierdista y antipopular de los militares siempre ha sido muy explícita e incluso está publicada en un documento del Instituto Sagres (perteneciente al general Villas-Boas) llamado Projeto de Nação (Proyecto de Nación). El intento de implementar este plan fue articulado y anunciado varias veces por los propios militares, como ya se ha mencionado.

Algunos elementos coyunturales pueden haber impedido la capacidad de sostener la toma del poder de forma clásica, entre ellos el propio temperamento de Bolsonaro y la falta de apoyo internacional. Sin embargo, no podemos subestimar la capacidad de los militares golpistas unidos al movimiento de masas de extrema derecha que se ha formado en el país.

ALB.- Lula ganó las elecciones a base de movilizar el electorado y las bases sociales. Sin embargo, el comunicado de la CAB habla de que la institucionalización de las luchas ha desmovilizado la respuesta antifascista. ¿Hasta qué punto ha ocurrido eso?

La estrategia de Lula y del Partido de los Trabajadores fue permitir la deshidratación de Bolsonaro con sus errores en la conducción de la pandemia. Para nosotros, una estrategia peligrosa e irresponsable, ya que este proyecto genocida ha costado la vida de muchas personas, especialmente de las clases oprimidas.

Aunque la militancia del PT estuvo presente en las luchas contra el gobierno de Bolsonaro, los movimientos sociales ligados al PT y que son el sector mayoritario en la izquierda brasileña no dieron mucho peso a las reivindicaciones de los movimientos populares por mejores condiciones de vida y salud durante la pandemia. Los sectores parlamentarios ligados al PT, en la misma estrategia de permitir la deshidratación política de Bolsonaro, no movieron mucho esfuerzo para efectuar su impeachment, que podría enviar un mensaje de urgencia a los próximos gobernantes sobre las necesidades del pueblo durante el período de emergencia mundial.

ALB.- En las movilizaciones de noviembre y en las actuales existe un componente popular evidente. Dentro de este bloque popular está el anarquismo social y el antifascismo anticapitalista. A cierta gente del ambiente anarquista le puede llamar la atención que participen en unas protestas con alto contenido político-institucional, ¿cual es su explicación?

Siempre que haya reivindicaciones populares, los anarquistas estaremos presentes, estimulando la lucha directa por mejores condiciones de vida y de trabajo. En general, cuando respondemos a un llamado de centrales sindicales o movimientos para unirnos a las manifestaciones callejeras, lo hacemos como un bloque autónomo dentro de la manifestación o dentro de los bloques donde llevamos a cabo nuestra lucha social - como el sindicato o la asociación de vecinos, por ejemplo.

Estos movimientos están compuestos por diversos sectores de la izquierda brasileña y creemos que la percepción externa de que se trata de luchas en defensa de los partidos políticos es un sesgo y se explica por dos razones principales: el hecho de que los partidos, especialmente el PT, son mayoritarios en estos sectores; y que la comunicación de estos partidos enfatiza sus símbolos y su importancia por encima de la lucha y las reivindicaciones populares.

Militantes de CAB contruyendo el "Terreiro Lúdico" da las VII Jornada AgroecologicaALB.- ¿Cuál ha sido el rol del movimiento anarquista brasileño?

La Coordinación Anarquista de Brasil (CAB) construye cotidianamente las luchas populares en medio de los movimientos sociales, actuando como una minoría activa en ellos. Esta práctica de dualismo organizativo requiere que estemos al mismo tiempo construyendo la organización política y actuando en estos movimientos con el mismo nivel de importancia. Los militantes de la organización política pertenecemos a las luchas más diversas: reivindicaciones de tierras y territorios, grupos por la protección de los saberes y formas de vida de los pueblos originarios, sindicatos, asociaciones estudiantiles, movimientos comunitarios y todos los lugares donde hay resistencia. 

Esto implica, en el día a día, la formación de una organización con estructuras para el debate y la toma de decisiones colectivas, la formación política constante, la propaganda, el análisis del contexto y la construcción de tácticas y estrategias adecuadas a nuestro espacio y tiempo. Estas son algunas de las diversas tareas llevadas a cabo con mucho trabajo por los militantes del CAB.

Dentro de los movimientos sociales, nuestro objetivo es fortalecer y estimular la lucha directa y autónoma y crear aprendizajes a partir de las experiencias de lucha, autogestión e iniciativas de apoyo mutuo y de las conquistas concretas de estas reivindicaciones. Así, a medida que avanzamos construimos poco a poco estructuras de Poder Popular y aspiramos a lograr una revolución social. 

Para dar algunos ejemplos podría mencionar nuestros cursos comunitarios por todo Brasil, nuestra presencia en sindicatos de trabajadores de la salud y la educación y la actuación de las organizaciones de CAB en la "Teia dos Povos", una articulación de pueblos indígenas, campesinos y quilombolas. Recientemente construimos la estructura del "Terreiro Lúdico" para los niños participantes de la VII Jornada Agroecológica da Bahia organizada por Teia, uno de los eventos de gran importancia para esta articulación.

Otra iniciativa en 2022 fue la propuesta y articulación de la Campaña de Lucha contra el Hambre, en un contexto de creciente inseguridad alimentaria en Brasil, reuniendo a movimientos sociales, grupos y colectivos populares en la tarea de organizar huertos y cocinas comunitarias, distribución de alimentos y cestas de comida, así como actos en las calles por la dignidad alimentaria y en protesta y lucha contra el hambre como proyecto político de las clases dominantes.

ALB.- Cambiando de tema, ¿tiene capacidad el anarquismo de llegar a las clases populares en Brasil?

Sí, la historia nos muestra que el anarquismo nace de la necesidad de construir diversas transformaciones en la vida de las clases oprimidas. Brasil tiene una rica historia de reivindicaciones desde el siglo XIX con tradición anarquista y una larga tradición de resistencia y construcción auto-organizada de salidas a la opresión mucho antes con las revueltas indígenas y de los pueblos esclavizados traídos por la fuerza desde el continente africano. Como demostramos diariamente, seguimos construyendo estos espacios de lucha y resistencia. Así, afirmamos que el anarquismo, nuestro camino hacia el socialismo y la libertad, sólo es posible junto a las clases populares porque es de su deseo de un mundo nuevo de donde surge el propio anarquismo. 

demonstracion contra las medidas de Bolsonaro durante la pandemia

Les deseamos mucha suerte y acierto 

 

 

Enlaces relacionados / Fuente: 
http://cabanarquista.org/
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