Valorando el Voto Inútil

Hace unos días comentaba la curiosa incongruencia que implica que se nos diga que los abstencionistas no valemos para nada, y además somos los responsables de que triunfe el fascismo. Total, que se nos plantea que hay que votar a toda costa, porque, total, es un simple gesto que no implica nada, y que al fin y al cabo hay que conseguir un Parlamento benévolo que legisle en favor de los trabajadores. Como siempre, tras estas lamentaciones de fascismos que vienen y tal, está el deseo ferviente de que votemos por el PSOE o si somos muy radicales y modernos, por Podemos Unidas…

Todo esto me trae a la mente un problema… Democrático. ¿Desde el punto de vista del discurso democrático, cómo puede ejercer el poder, o gobernar, o legislar, la parte del electorado que no consigue representación, o que no consigue formar gobierno? La respuesta es muy simple: no puede. Mirando las elecciones de 2016, los votos de las seiscientas mil personas votaron a opciones no representadas (la mitad del PACMA), tienen el mismo valor que el voto en blanco. Incrementan la participación y hacen más costoso en votos conseguir un escaño al resto de candidatos. Pero bueno, son cosas que pasan. También están los votantes del PP y de Ciudadanos. Son once millones de votantes que en la actualidad ni pinchan ni cortan porque sus representantes no pueden apenas legislar, si acaso meter alguna enmienda. Y lo mismo les pasa a los cinco millones de votantes de Izquierda Unida-Podemos-Equo (nadie sabe qué es EQUO, pero ahí está). En cuanto al millón setecientas mil personas que votaron a cinco partidos solo interesados (y conocidos) en sus tierras (CDC, PNV, EH-Bildu, CCa-PNC), lo más que pueden decir, es que el PSOE les marea y de vez en cuando le arrancan unas pelas para el peculio.

En resumen, que cerca de catorce millones de personas se acercaron a votar, para algo más que nada. Puede hablarse sin ninguna duda, de Voto Inútil [carcajada diabólica, relincho de caballo y trueno]. Solamente el PSOE corta el bacalao, con algo más de cinco millones de votos. Por tanto, puede afirmarse de manera categórica, que el voto útil es siempre muy minoritario, diseñado para acabar con amplias minorías, y que acertar en eso de votar con utilidad, es muy difícil, ya que en esas elecciones solo acertó en utilidad uno de cada cinco votantes, y que el resto de electores, apostó por el fascismo.

Joder, parecerá absurdo el razonamiento, yo que sé, lo que pasa es que a mí me dicen que por no votar voy a traer la resurrección del mismísimo Hitler, por no sé qué del fascismo, luego pregunto… 

¿Qué es lo que nos traen todos esos julais que votan inútilmente a partidos de mierda inoperantes, cutres, siniestros, que compiten ferozmente por la conquista del Poder? O bueno, visto de otro modo, vota a partidos pequeños (2), y se harán grandes.

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NOTAS

(1) http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/41499

(2) El 15-M lanzó esa propuesta tan imaginativa, la de votar a partidos pequeños… Y apareció la extrema derecha.