¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Foro para la difusión y el debate sobre el Movimiento Libertario y el Anarquismo en general con todas sus tendencias y derivaciones. Noticias sobre el Movimiento Libertario o los movimientos sociales.
Responder
Tedy3968
Mensajes: 1
Registrado: 07 Dic 2014, 23:07

¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por Tedy3968 » 07 Dic 2014, 23:13

Tengo entendido que eran Marxistas en lo filosófico pero intelectualmente eran anarquistas en el sentido de que rechazaban la burocracia comunista que deriva de la dictadura del proletariado, de hecho fueron muy críticos con los stalinistas y demás...Por otra parte no he llegado a entender del todo su teoría. Si alguien se puede extenderse más sobre el teme se lo agradecería. Un saludo.

Avatar de Usuario
blia blia blia.
Mensajes: 4517
Registrado: 28 Abr 2009, 19:57
Ubicación: Paciencia

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por blia blia blia. » 08 Dic 2014, 09:54

Yo he leído lo mío y la cabeza no me da para mucho.

La Internacional Situacionista evoluciona desde un movimiento artístico/intelectual, la Intelectual Letrista y su miembro más importante es Guy Debord, cineasta de arte sin ensayo. La IS nunca pasó de ser unas pocas decenas de intelectuales en Francia (donde vivía Guy Debord y otros), en Holanda, Inglaterra e Italia. De hecho la IS fue expulsando miembros, tras el 68 entraron algunos jóvenes, pero que se fueron expulsando y casi quedó sólo Guy Debord, que era alcohólico. A uno que era arquitecto le echaron por trabajar en el proyecto de una catedral.

Imagen

¿Porqué son tan influyentes los situacionistas?
  • Describen la sociedad de consumo, que Debord llama La Sociedad del Espectáculo y en donde ya no es sólo el trabajador deviene en mercancía al vender su fuerza de trabajo, sino lo hace en todos los aspectos de la vida, también en el "tiempo libre".
  • Como tú has dicho atacan a la burocracia, pero no sólo estalinista, sino leninista en general y también anarquista (la de la CNT en el exilio). Son partidarios de los consejos obreros, una forma de democracia industrial que se plasmó en los soviets de la revolución rusa, los consejos de la revolución alemana o las revueltas del norte de Italia y los comités de la revolución española del 36.
  • Por supuesto están en contra de la vía reformista. "la izquierda del capital" les llaman a todos los grupos de izquierda parlamentarios y que aspiran a serlo, incluso si no son revolucionarios como ellos quieren.
  • Creen que las "condiciones objetivas" ya están dadas para la revolución, así como las subjetivas, los trabajadores en realidad son revolucionarios y eso se demuestra en cuestiones cotidianas. Esta tesis está desarrollada por Raoul Vaneiguem con el sinónimo Ratgeb en "de la huelga salvaje a la autogestión generalizada". Es una visión optimista en el que la revolución está al alcance de la mano con los medios que nos da la sociedad moderna, Debord era mucho más pesimista y los pensadores que siguen el pensamiento situacionista van en su línea hoy en día.
  • En ese sentido, podía decirse que "predijeron" el mayo del 68, en el que participaron para que la huelga se trasladara a los trabajadores -como así fue- y que deviniera en huelga revolucionaria. Formaron el Consejo por el Mantenimiento de las Ocupaciones (CMDO). Ocuparon una imprenta e hicieron carteles, algunos están expuestos en el Museo Reina Sofía de Madrid. Un libro que se lee bien escrito pon un enragé (estudiantes amigos de los situacionistas) es "Enragès y situacionistas en el movimiento de ocupaciones".

    Imagen
    Guy Debord (3ro por la izquierda) con unos amigos
  • En teoría no quisieron ser un dogma o iglesia, rechazan el término "situacionismo". En la línea de su crítica a la burocracia.
  • Como he dicho, hablan de la alienación de la vida cotidiana en muchos aspectos. Abordan el urbanismo, introduciendo conceptos como "urbanismo unitario", "psicogeografía" y "deriva". Teorizan sobre hacer arte (y expresarse políticamente) modificando elementos ya terminados, "detournment". Típico de inspiración situacionista, coger un cómic o cambiar los bocadillos. La "creación de situaciones" como práctica artística y revolucionaria. Así empiezan, con cuestiones aparentemente más artísticas que luego llevan al campo de la política. Vienet lo hizo con películas enteras, una china de kung-fu y otra erótica, las dobló para que trataran sobre la lucha de clases. Debord lo hace con pequeños trozos.
    Imagen
  • Entran en el ambiente universitario. Mustafá Khayati, Un miembro escribió "Sobre la miseria en el medio estudiantil".
  • Ven en las pandillas callejeras manifestaciones de descontento con la sociedad. Algunos han dicho que les señalan como manifestación revolucionaria, pero no lo entiendo así, en el libro anteriormente citado señalan que tienen fijación por poseer bienes de consumo.
  • Tienen un lenguaje difícil, entre artístico y marxista, pero en ocasiones muy agresivo, critican despiadadamente a todo cristo. La Felguera ha sacado un libro que es una relación de personas y los insultos que les profirieron desde la IS. Si da para un libro, imagínate.
En fin, tampoco vamos a darle muchas vueltas, es una cuestión muy compleja, supongo que habré dicho un montón de burradas. Te remito a su revista francesa, traducida como tantas cosas de ellos por Luis Navarro. Está bien porque vas viendo su evolución. Te dejo con gente que sí que sabe de esto:

Los revolucionarios situacionistas(Miguel Amorós)
Entrevista con Jose Luis Pardo sobre los situacionistas En ese blog hay muchos textos de y sobre los situacionistas.
Luego cada uno se lo toma como quiere: La Internacional Situacionista: La revolución no vale la pena si exige sacrificio, no sé hasta qué puntos está cogido por los pelos, porque sí que criticaron la forma iglesia, con el paraíso tras la revolución a través del sacrificio de los devotos, pero bueno.

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 04 Jul 2016, 16:37

Mustapha Khayati escribió lo siguiente en su folleto sobre los diferentes Marxismos :

V. Los situacionistas

1. Creada en 1957 por un grupo internacional de artistas revolucionarios, la Internacional Situacionista se ha convertido a partir de los años 60, tras varias exclusiones, en "un grupo internacional de teóricos" que se reclaman del dadaismo y del surrealismo, pero sobre todo del pensamiento histórico de Hegel y de Marx. Retomando ciertos temas fundamentales de la crítica de Marx, desarrollan una crítica unitaria del mundo contemporáneo, a la vez geográfico - denunciando todos los poderes que existen en el mundo como opresivos - e históricos - a través de la crítica de todas las "alienaciones" desarrolladas por el capitalismo moderno, burgués en el Oeste y burocrático en el Este.

2. El tema central desarrollado en La Sociedad del Espectáculo de Guy Debord es la crítica objetiva del mundo capitalista actual, concebido como "espectáculo". La teoría del espectáculo retoma el análisis de la mercancía en el primer capítulo del Capital. En el espectáculo, todo está al revés, lo real se convierte en ideología, y esta, "materializada", se ha convertido en algo real, en el sentido que invade todos los ámbitos de la vida social e individual. La ausencia de vida real es el modo de existencia dominante en la sociedad moderna. El espectáculo sólo es en realidad un momento del desarrollo de la producción mercantil en el cual "lo verdadero es un momento de lo falso". De igual forma que la religión, el espectáculo separa al humano de su ser, y le hace moverse en el mundo irreal de la imagen.

3. Después de haber hecho la crítica del urbanismo, de la cultura y de la ideología, Debord evoca la perspectiva de liberación en el movimiento revolucionario del proletariado asaltando de nuevo la sociedad capitalista. Tan sólo una revolución proletaria, conciente de sus metas, podrá acabar con las alienaciones que dominan la vida de todos ; una revolución de ese tipo debe de tener como programa la realización del poder absoluto de los consejos obreros, la abolición de todas las separaciones : Estado, clases, familia, religión e ideología, etc.

4. Publicado a finales de 1967, el libro de Raoul Vaneigem, Tratado de saber vivir para nuevas generaciones, se convierte en una de las referencias de los jóvenes insurrectos de Mayo de 1968. Partiendo de una crítica global del viejo mundo, Raoul Vaneigem se centra en sacar a luz de la tradición del rechazo y de la contestación contemporánea, las nuevas oportunidades revolucionarias. Mientras que Debord parte de la crítica fría del espectáculo, Vaneigem denuncia, desde la "subjetividad radical", la supervivencia que opone a la vida auténtica, y que todo el mundo experimenta en el mundo de la opresión. Pero ambos convergen en el rechazo radical de todo lo que existe independientemente del ser humano y en ahondar en el proyecto del hombre total. El sujeto de la "autogestión generalizada" (que es el fin y el medio para la realización de tal proyecto) es el proletariado, es decir todos aquellos que "no tienen ningún poder sobre sus vidas y que lo saben".

Texto completo : viewtopic.php?f=8&t=61168
Michel Bounan, La loca historia del mundo

Avatar de Usuario
Joreg
Mensajes: 6693
Registrado: 17 Dic 2004, 17:45

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por Joreg » 04 Jul 2016, 20:36

A mí me resultaron algo plastas, la verdad. Los cómics que hacían me gustaban, siempre que no dieran largos discursos, lo cual era difícil. Y en francés ni te cuento.
Lo que se gana en velocidad, se pierde en potencia. Lo que se gana en potencia, se pierde en velocidad.

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 03 Sep 2016, 09:08

¿Puede la dialéctica romper ladrillos ?

Película de René Vienet (1973).

https://youtu.be/6y9Xdf6qa0Y
Usen Opciones para seleccionar Subtítulos (Inglés/Castellano/Griego/Gallego).

Imagen

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=6y9Xdf6qa0Y[/youtube]
Última edición por geronimo355 el 04 Sep 2016, 06:22, editado 1 vez en total.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 04 Sep 2016, 06:21

Joreg escribió:A mí me resultaron algo plastas, la verdad. Los cómics que hacían me gustaban, siempre que no dieran largos discursos, lo cual era difícil. Y en francés ni te cuento.
Es fácil decir que a uno le resultaron "plastas". Lo difícil sería encontrar, en aquella época, una teoría revolucionaria que haya sido más pertinente y radical que la teoría crítica de los situacionistas.

Fue tan pertinente aquella crítica, que en muchos aspectos, sigue vigente. En particular, todo lo que se refiere al concepto debordiano de espectáculo.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 27 Ene 2019, 09:07

Raoul Vaneigem se posiciona a favor de los chalecos amarillos en una entrevista reciente.

En francés : http://ascaso-durruti.info/hexagone/int ... neigem.pdf

Traducción en inglés : www.notbored.org/yellow-vests.pdf
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 13 Dic 2019, 17:12

Imagen

El incombustible Raoul Vaneigem (publicó su famoso Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones en 1967) acaba de publicar un texto sobre la situación mundial actual : https://kaosenlared.net/aqui-estamos-do ... ieza-todo/


Aquí estamos ¡donde empieza todo!

extracto :

Dos realidades combaten entre sí, enfrentándose con violencia. Una es la realidad de la mentira. Beneficiándose del progreso tecnológico, trata de manipular a la opinión pública en provecho del poder establecido. La otra es la realidad de la vida cotidiana de la población.

Por un lado están las palabras hueras de la jerga de los negocios que muestran la importancia de las cifras, los sondeos y las estadísticas; que pululan en falsos debates cuya proliferación sirve para ocultar los verdaderos problemas: las reivindicaciones existenciales y sociales. Los ventanales mediáticos de la mentira vierten todos los días un montón de trapicheos y conflictos de intereses triviales que no nos interesan, pero cuyas consecuencias negativas nos afectan. Sus guerras de devastación rentable no son las nuestras; no tienen más objeto que disuadirnos de llevar a cabo la única guerra que nos concierne, la guerra contra la inhumanidad propagada mundialmente.

[...]

En Sudán se sacude el yugo de la tiranía y del poder militar, Irán vacila. Las protestas del Líbano son un toque de atención para Hezbollah y el islamismo, cuyos oropeles religiosos ya no enmascaran su objetivo político-petrolero. En Argelia no quieren una capa de pintura gubernamental. En Irak se pone al descubierto que la realidad social puede más que la importancia otorgada a las rivalidades religiosas. Quedan los catalanes, los únicos que quieren un Estado cuando el “más frío de los monstruos fríos” se encuentra por todas partes cribado de flechas. No obstante, no es imposible que los independentistas, debatiéndose en un impasse por culpa del pulso que mantiene el Estado madrileño con la no menos estatista Generalitat, acaben respirando los efluvios del cadáver franquista que el espíritu nacionalista ha obligado a salir del cementerio. Tampoco es imposible que les vengan a la memoria las colectividades libertarias de la revolución del 36, esa que forjó una auténtica independencia, la que fue aplastada por el Partido Comunista y su aliado, el Estado Catalán.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 01 Ene 2020, 05:01

Imagen
Una novedad editorial de Emmanuel Guy sobre El Juego de la Guerra de Guy Debord :

Guy Debord es conocido como poeta, cineasta, artista, teórico revolucionario, director de revista y fundador de movimientos de vanguardia. Pero fue sobre todo estratega. ¿Qué se entiende con esto? Que la poesía, el cine, la teoría y la vanguardia fueron para él los medios empleados en el marco de un conflicto contra la sociedad de su tiempo. Un objeto en particular, El Juego de la Guerra ("Le Jeu de la Guerre"), cuya vocación era agudizar el sentido estratégico y la conciencia de una incesante guerra que había que librar, responde a este objetivo. Debord diseña a mediados de los años cincuenta un juego, que se presenta en forma de una meseta cuadriculada y de fichas que representan las diversas unidades de un ejército, que practica y trata de difundir a lo largo de su vida.

Como modelo de la guerra, el juego permite recuperar la carga crítica de las investigaciones situacionistas sobre el espacio, la cartografía, los laberintos y el juego en general. En un momento en que el diseño – ya se trate de objetos, sistemas, o experiencias – tiende a invadir los discursos y abarca cada vez más campos de la actividad creativa, técnica, social y económica, y donde el arte no puede pensar en las condiciones de su validez emancipadora, Emmanuel Guy propone a través de este análisis una relectura de la obra crítica de Guy Debord desde el punto de vista de la estrategia.

Basado en su tesis doctoral, este libro ofrece una nueva mirada sobre la vida de uno de los más grandes intelectuales de la segunda mitad del siglo XX. El libro va acompañado de numerosas ilustraciones inéditas, en su mayoría pertenecientes al Fondo Debord, conservado en la Biblioteca Nacional de Francia. Los apéndices incluirán las reglas del juego, tal y como Debord lo concibió, así como un «manual» de fabricación del Juego de la Guerra que permite fabricar a partir de tornillos y pernos, las fichas y el tablero del juego originalmente diseñados por Guy Debord.

Desde 2017, Emmanuel Guy organiza periódicamente talleres de fabricación y torneos del Juego de la Guerra, en particular en París, Toulouse, México, Moscú y Nueva York.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 06 Feb 2020, 18:26

Último comunicado de Raoul Vaneigem, publicado hoy mismo, sobre los chalecos amarillos y la insurrección chilena :

https://lavoiedujaguar.net/Unite-et-dif ... t-du-Chili
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
Mensajes: 328
Registrado: 02 Feb 2014, 16:08

Re: ¿Alguien sabe algo sobre el movimiento situacionista?

Mensaje por geronimo355 » 10 Feb 2020, 11:51

geronimo355 escribió:
06 Feb 2020, 18:26
Último comunicado de Raoul Vaneigem, publicado hoy mismo, sobre los chalecos amarillos y la insurrección chilena :

https://lavoiedujaguar.net/Unite-et-dif ... t-du-Chili
Unidad y diferencias en las insurrecciones de Francia y Chile

Francia ha ocupado y sigue ocupando un lugar especial en el imaginario colectivo de las revoluciones. Es el país donde por primera vez en la historia una revolución ha roto el inmovilismo y el oscurantismo que imponía el predominio de una economía basada esencialmente en la agricultura. Su victoria no significó el triunfo de la libertad, sólo marcó la victoria de una economía de libre comercio que, muy pronto, sofocó las aspiraciones a una verdadera libertad.

La verdadera libertad es la libertad vivida. Los filósofos de la Ilustración se habían dado cuenta de ello. Los Diderot, d'Holbach, Rousseau, Voltaire habían grabado esa evidencia en la memoria universal, y antes de ellos los principales pensadores del Renacimiento, Montaigne, La Boétie, Rabelais, Castellion (a quien se debe la frase «matar a un hombre no es defender una doctrina, es matar a un hombre»).

Aunque está presente en muchos países de Europa, la lucha por la libertad reviste en Francia una agudeza singular. Desde los siglos XI y XII las insurrecciones comunalistas se multiplican y se intensifican. Su objetivo es liberar a las ciudades de la tiranía de la clase aristocrática, cuyos ingresos provienen principalmente de los campesinos, de los siervos que trabajan sus tierras. Los nobles no tienen la intención de dejar escapar a su dominio a estos «municipios» que generan nuevas fuentes de ingresos. Artesanos, comerciantes, tejedores, pequeños productores son el fermento de un capitalismo naciente. Se enfrentan a la nobleza y al régimen feudal que obstaculizan su expansión.

Un rumor esparce su rastro de pólvora: «El aire de las ciudades nos hace libres. » Contribuirá a identificar a esta burguesía, cuyo nombre está tomado de burgo (ciudad), con un ideal de libertad, que es de hecho su ideología. Porque rápidamente resulta que esta burguesía ejerce a su vez una opresión sobre la clase de los trabajadores que explota despiadadamente, como atestigua el Lamento de las tejedoras de seda de Chrétien de Troyes (1135-1190).

Aunque la burguesía sigue creciendo en poder y oprimiendo a las clases trabajadoras, su lucha contra la arrogancia aristocrática mantiene — de buen grado o no — un espíritu de subversión y de reivindicación que perfora con temibles golpes el caparazón y las murallas del régimen de derecho divino, haciendo vacilar la ciudadela del poder aristocrático. Esto explica el carácter contradictorio de la revolución francesa de 1789: por una parte, el formidable auge de una libertad que se revela como el verdadero devenir de la humanidad; por otra parte, la terrible mistificación que consiste en reducir la libertad a la libre circulación de mercancías y personas, tratadas indistintamente como mercancías.

Después de decapitar a la monarquía de derecho divino, el libre comercio instaura una monarquía del lucro, aún más inhumana que el despotismo feudal. Girondines y jacobinos abren el camino a una forma de monarquismo desacralizado, a un bonapartismo en el que el progreso de la industrialización exige la esclavitud de la mayoría. En su línea se inscriben los dos regímenes que mejor ilustran la barbarie de nuestra historia: el nazismo, donde el hombre se convierte en puro objeto; el bolchevismo, donde, en nombre de la emancipación del hombre, el sueño comunista se convierte en pesadilla.

Entre la fascinación de estos dos extremos, el ideal político occidental perpetuó una forma edulcorada de jacobinismo que las conquistas de Napoleón habían implantado en toda Europa. Es una mezcla de burocracia tentacular y de teatro ciudadano donde progresismo y conservadurismo son objeto de una puesta en escena refinada al gusto del día. El pueblo insurgente ha de saber que si interrumpe el espectáculo entrando en él, sólo tendrá sitio como cadáver.
Ni dictadura absoluta ni expresión de la voluntad del pueblo, la rapacidad financiera ha engendrado un totalitarismo democrático.

Con la excepción de un gobierno efímero del pueblo por el pueblo, que la Comuna de París había intentado promover, el capitalismo nunca aflojó su control, sólo modernizó su dominio. Las luchas sociales han sido lo suficientemente eficaces para que los administradores de las ganancias arrojen algunas limosnas a los rebeldes pero insuficientes para que la amenaza de una erradicación total los haga temblar.
Al mismo tiempo que Robespierre hacía decapitar a Olympes de Gouges, que luchaba por los derechos de la mujer, la Revolución Francesa había promulgado en su famosa Declaración una versión formal de los Derechos humanos. El hecho de que estos derechos hayan sido y sigan siendo violados por la mayoría de los gobiernos les ha dado un espíritu de subversión que el Estado se ha apresurado en edulcorar e institucionalizar.

En la guerrilla llevada a cabo en Francia contra la ocupación nazi y sus numerosos colaboradores se constituye el Consejo de la Resistencia. Es el organismo encargado de dirigir y coordinar los diferentes movimientos insurgentes, incluidas todas las tendencias políticas. El Consejo está integrado por representantes de la prensa, los sindicatos y los partidos hostiles al gobierno de Vichy desde mediados de 1943. Su programa, adoptado en marzo de 1944, prevé un «plan de acción inmediato» (es decir, acciones de resistencia), pero incluye también una lista de reformas sociales y económicas que deben aplicarse tras la liberación del territorio.

No hay que engañarse. Estas reformas tienen por objeto evitar una conflagración revolucionaria, que es posible gracias al armamento de las facciones sediciosas. El Partido Comunista Francés se esforzó en romper las veleidades revolucionarias del pueblo armado y le entregará, para apaciguarlo, un conjunto de ventajas que se inscriben en la línea de la res publica surgida de la Primera República francesa. Esto constituyó para los franceses un «bien público» destinado a mejorar la existencia del mayor número posible de personas.
Estas medidas en materia de salud, de ayuda a la familia, de subsidios de desempleo, de protección de los trabajadores, de alimentación de calidad, de enseñanza para todas y todos, fueron adoptadas muy rápidamente por la mayoría de los países europeos. No existen ni en Chile ni en la mayor parte del mundo. Lo absurdo es que el Gobierno francés actual ve en esa ausencia, en ese vacío humanitario, un modelo a imitar, un objetivo a alcanzar, obedeciendo a las leyes mundiales del lucro.
Liquida los bienes sociales para revenderlos a los intereses privados, arruina los hospitales públicos, suprime los trenes, las escuelas, apoya la industria agroalimentaria que envenena los alimentos, desprecia a los ciudadanos imponiéndoles sus nocividades energéticas y burocráticas, incita a consumir más y más mientras aumenta el empobrecimiento. Sobre todo, aniquila las ganas y la alegría de vivir bajo el manto de una triste desesperación. El lucro marca en todas partes el ritmo macabro de una muerte rentabilizada.

Una respuesta inesperada vino espontáneamente tanto de Chile como de Francia. Es ahora un mismo pueblo que, más allá de las particularidades de la evolución histórica, se enfrenta a los mismos problemas, a las mismas cuestiones. Por lo demás, estos interrogantes que plantean la resistencia y la autoorganización insurreccionales, ¿acaso no se oyen propagarse por el mundo e interesar a los países más diversos?
En todas partes el pueblo toma conciencia de la vida que lleva en sí y de la muerte a la que lo condena el Estado, «el más frío de los monstruos fríos».

Mi percepción del movimiento de los Chalecos amarillos en Francia es una opinión personal. Es sólo un testimonio del que mi entusiasmo personal se ha apoderado. ¿Por qué? Porque no hay un día en el que, desde mi adolescencia, no haya aspirado a un cambio tan radical en el orden de las cosas. Cada una y cada uno es libre de buscar ente mis ideas para aprovechar lo que consideren pertinente y rechazar lo que no les conviene.

La aparición del movimiento informal y espontáneo de los Chalecos amarillos marcó el despertar de una conciencia a la vez social y existencial que no había salido de su letargo desde los acontecimientos de Mayo de 1968.

A pesar de haber fracasado en la ejecución del proyecto de autogestión de la vida cotidiana, la tendencia más radical del Movimiento de Ocupaciones de Mayo de 1968 podía sin embargo orgullecerse de haber contribuido a un auténtico cambio en las mentalidades y en los comportamientos. Una toma de conciencia, cuyos efectos apenas comienzan a concretarse hoy, ha marcado en la historia de la humanidad un punto de no retorno. Ha creado una situación que, a pesar de regresiones episódicas, no volverá nunca atrás; los hombres todavía no lo aceptan del todo, pero no hay una sola mujer que no esté convencida de ello.

El silencio de plomo conscientemente mantenido exige repetir incansablemente una verdad que el martillo de la mentira no rompe. La denuncia, por parte de los situacionistas, del estado de bienestar — del estado de bienestar consumista, de la felicidad vendida a temperamento — ha asestado un golpe mortal a virtudes y comportamientos impuestos desde milenios y que pasan por verdades inquebrantables : el poder jerárquico, el respeto a la autoridad, el patriarcado, el miedo y el desprecio a la mujer y a la naturaleza, la veneración al ejército, la obediencia religiosa e ideológica, la competencia, la competición, la depredación, el sacrificio, la necesidad del trabajo. Entonces surgió la idea de que la vida auténtica no podía confundirse con la supervivencia que reduce el destino de la mujer y del hombre al de una bestia de carga y una bestia de presa.

Esta radicalidad, se pensó que había desaparecido, barrida por las rivalidades internas, las luchas de poder, el sectarismo contestatario; se vio sofocada por el gobierno y por el Partido comunista, cuya última victoria fue esa, la de sofocar la rebelión. Sobre todo, la rebeldía fue devorada por la potente ola del consumismo triunfante, ese mismo consumismo que se está apagando ante la creciente pauperización.

Es necesario rendirle justicia a la colonización consumista: ha popularizado la desacralización de los valores antiguos más rápidamente que décadas de libre pensamiento. La farsa de una liberación, preconizada por el hedonismo de los supermercados, propagaba una abundancia y una diversidad de productos y de opciones que sólo tenían un inconveniente: el de pagar a la salida. De ahí nació un modelo de democracia en el que las ideologías se desvanecían en beneficio de candidatos cuya campaña promocional se llevaba a cabo con las técnicas publicitarias más eficientes. El clientelismo y el atractivo mórbido del poder terminaron por arruinar un pensamiento del que los gobiernos más recientes no temen en exhibir su aterradora decadencia.

¿En qué punto nos encontramos hoy? Francia nunca ha conocido un movimiento insurreccional tan persistente, tan innovador y tan festivo. Nunca se ha visto a tantas personas deshacerse de su individualismo, pasar por alto sus opciones religiosas, ideológicas, de carácter, rechazar a los jefes y a los dirigentes autoproclamados, rechazar el poder de los aparatos sindicales y políticos. Es un placer escuchar al Estado lamentar que los Chalecos amarillos no tengan responsables que puedan ser tomados por las orejas como conejos. El pueblo no lo ha olvidado: cada vez que una organización ha pretendido dirigir sus intereses, lo ha atrapado, lo ha engañado y lo ha aniquilado.

Las reivindicaciones corporativas han generado una ira que se ha generalizado porque, más allá de la barbarie represiva, del desprecio, de la provocación de un gobierno de estafadores, hacia lo que apuntan los Chalecos amarillos no es otra cosa que al sistema mundial que en nombre del beneficio saquea la vida y el planeta.

En la calle desfilan juntos conductores de tren, de autobús y de metro, abogados, basureros, bailarines de ópera, estudiantes, profesores, investigadores, forenses, una pequeña fracción de policías que rechazan la función de asesinos que sus jefes les asignan, los trabajadores de los sectores «gas y electricidad», los funcionarios encargados de los impuestos y las pequeñas y medianas empresas presa de la rapacidad de Hacienda, los bomberos, muy a menudo en primera línea en los enfrentamientos con los policías, los empleados de Radio France, el personal de los hospitales, donde los ahorros presupuestarios asesinan a pacientes demasiado pobres para pagar el hospital privado.

Vecinos que nunca se habían hablado se descubren redescubriendo la solidaridad. Al igual que en las operaciones de resistencia contra el nazismo, se asiste a un acoso sistemático de los «colaboradores». Los ministros, los notables y sus secuaces no abandonan sus guaridas sin correr el riesgo de sucumbir no bajo el fuego de armas mortíferas sino bajo los tomates del ridículo, de la burla y del humor corrosivo.

Se está produciendo una mutación en las insurrecciones nacionales e internacionales. A la fase de ira ciega, que se enfrenta directamente a la intransigencia del poder y de sus fuerzas armadas, debe suceder ahora una fase de ira lúcida capaz de socavar al Estado a la base. Se trata ahora de sustituir la legitimidad de la voluntad popular por la autoridad que el Estado usurpó por farsa electoral. Un Estado que hoy no es más que el instrumento de los intereses privados gestionados por las multinacionales.

Estamos presenciando un cambio de perspectiva formidable. La libertad finalmente devuelta a su autenticidad ha decidido aniquilar la economía de libre comercio, el cual se había inspirado antiguamente de ella de forma involuntaria y formal antes de estrangularla bajo el creciente peso de su tiranía económica. Es la venganza de la libertad vivida sobre las libertades del lucro.
La tierra de la que reivindicamos el libre disfrute no es una abstracción, no es una representación mítica. Es el lugar de nuestra existencia, es el pueblo, el barrio, la ciudad, la región donde luchamos contra un sistema económico y social que nos impide vivir en ella. Puesto que no tenemos nada más que esperar de las instancias estatales que la mentira y la porra, nos corresponde ahora «hacer nuestros asuntos» deshaciéndonos del mundo de los negocios.

Nos corresponde a nosotros sentar las bases sociales y existenciales de una sociedad que rompa el yugo de la destrucción rentabilizada. Tenemos la responsabilidad de invertir nuestra rabia y nuestra creatividad en comunas donde nuestra existencia se reinventa al calor de la generosidad y la solidaridad humanas. ¡No importa si se comete algún que otro error ! Es una tarea a largo plazo federar internacionalmente a un gran número de pequeñas comunidades que tengan la ventaja incomparable de actuar directamente en el entorno en el que están implantadas.

Dejemos de abordar nuestros problemas desde arriba. De las cumbres de la abstracción, sólo se vierten cifras que nos deshumanizan, nos transforman en objetos, nos reducen a mercancía. La política de masas siempre crea un caos que apela a la Orden Negra de la Muerte. Impidamos que el cielo de las ideas sea la negación de nuestras realidades vividas.

La verdad hace oír por doquier el canto de la vida. La dimensión humana es una calidad, no una cantidad. El individuo se convierte en colectivo cuando la poesía de uno solo irradia para todos.
Nuestro bien público es la tierra. Es nuestra verdadera patria y estamos decididos a expulsar a los invasores mercantiles que la mutilan, cortándola en cuotas de mercado. Nuestra libertad es una e indivisible.

Raoul Vaneigem
30 de enero de 2020
Michel Bounan, La loca historia del mundo

Responder