Karlo Revolucia escribió:Yo veo un problema con la Interlingua, y es que es muy eurocéntrico; para un español, o un italiano, un francés, es muy sencillo y se comprende inmediatamente, pero para un chino o incluso un inglés es mucho más complicado; y una de las razones de tener una lengua artificial como lengua internacional en lugar de una natural es no dar privilegios a ninguna nación.
Debo decir que ese argumento me parece falaz, puesto que
el esperanto es absolutamente eurocéntrico. No hay más que mirar las frases que han aparecido en este hilo:
Kato trinkas akvon. Hundo vidas katon.
Kato: del latín cattus
trinkas: del alemán trinke
akvon: del latín aqua
Hundo: del alemán hund
vidas: del latín videre
Kiam la lasta arbo estos morta, kaj la lasta rivero estos venenata...
Se mi vivas de iluzioj...
Como se puede ver, la mayoría de las palabras del esperanto proceden de las lenguas latinas, y de las germánicas en segundo lugar. La mayoría de los europeos conocen al menos una de ellas, y les resultará fácil reconocer las palabras, mientras que para un chino no significarán nada.
También la gramática del esperanto es puramente europea, pues europeas eran lenguas que Zamenhoff conocía. (Hace algún tiempo leí la experiencia de un profesor de esperanto en el Sureste asiático, que mostraba las dificultades del esperanto para los hablantes de lenguas asiáticas).
La diferencia estriba en que el esperanto pretende hacerse pasar por una lengua universal y neutra, mientras que la Interlingua reconoce sin tapujos sus raíces europeas y procura sacar partido de ellas. Mientras Zamenhoff escogió
arbitrariamente las palabras entre los idiomas europeos de su alrededor,
la Interlingua busca los puntos en común entre ellas, de modo que para admitir una palabra ésta debe estar presente en el menos tres de los idiomas de control (inglés, francés, italiano y castellano-portugués, con el alemán y el ruso como segundas referencias).
El resultado es una lengua exactamente igual de eurocéntrica que el Esperanto, pero con la ventaja de que resulta mucho más cercana a las lenguas naturales, e inmediatamente comprensible por millones de personas.
Si se tratase de que la lengua fuera igual de difícil para todo el mundo, Zamenhoff no habría escogido raíces latinas y germánicas, sino que habría inventado un idioma totalmente artificial, como el
klingon. Pero de lo que se trata es de que la nueva lengua sea fácil para la mayor cantidad de gente posible, sin hacerla más difícil para el resto.